La china que limpiaba demasiado
La cacería a la que está siendo sometida Yangyang no es pequeña. Todos contra la china es la consigna. Parece surrealista, pero el pecado de esta concursante es limpiar demasiado. Es el mundo al revés, no están reprochando que no limpie sino todo lo contrario. ¿Cuál es el problema? ¿Por qué les molesta? Las razones son una incógnita para mí, aunque en cualquier caso me parece un absurdo. Igual que las formas me parecen una obscenidad. El todos contra uno es siempre feo. Más siendo el reproche tan insólito. Para mayor abundamiento, Yangyang parece especialmente indefensa por sus dificultades con el idioma. Confieso que me da lástima.
Dicen que es por su bien, que mientras limpia no está conviviendo con los demás. Igual podrían pensar que no contribuye a la buena convivencia vivir entre porquería. Ayer se encontraron al despertar la sorpresa de un cuarto de baño con mierda por las paredes. Es textual, por extraño que parezca. No lo justifica, pero es que resulta que también habían despertado con la tripa suelta varios habitantes de la casa. La madrugada anterior, en medio de la fiesta del karaoke, les dieron un bacalao. Así tal cual, entero y sin desalar. Unos tres kilos y medio, calculó Carlos, el chef que, ni corto ni perezoso, tuvo la iniciativa de cocinarlo tal cual. ¿He dicho chef?
Ese bacalao requería ser desalado en agua durante unas doce horas, cambiando el agua varia veces. Carlos decidió probar a confitarlo en aceite, según dijo. O sea, lo hizo frito e, insisto, sin desalar. Una bonita forma de echar a perder la comida que les regalan por su cara bonita. Mal lo llevan si no se entregan a fondo en las pruebas, hacen la compra sin pensar en guardar comida en la despensa y cuando les dan algo de comer lo echan a perder. Luego se quejan y amenazan con ir al ‘confe’ a decir que si no tienen comida van a pasarse todo el día durmiendo. Alguno lleva ensayando ese plan desde el primer día pasando más tiempo en posición horizontal que en vertical. A Rodri (de los Rodea de toda la vida) le llamamos “tumbaíto” el año pasado. Pues bien, le han salido imitadores.
Las diarreas matinales de ayer parecen consecuencia de esa cena de madrugada tan singular. No digo “recena” porque es cierto que no habían cenado nada antes. Gabaldón dijo que no iba a estar presente en una cena si no les daban comida. Lo cierto es que comida les dieron. Solo requería un poco de paciencia y respetar los pasos necesarios. No lo hicieron y eso tuvo consecuencias. Aunque no deje de ser chocante lo del cuarto de baño, que al parecer tuvieron que limpiar Carlota y alguien más. La sombra de Aída Nízar asomó ayer por la casa de Guadalix. Curiosamente no vi a Carlota tan enfadada con quien hiciera eso tan insólito de ensuciar las paredes del baño como lo estaba con Yangyang por limpiar.
No fue Carlota la única, aunque sus formas fueron las peores. En el atosigamiento a Yangyang participaron varios, con mejores o peores formas. Carlota reconoció ayer que podía haber protagonizado un ‘Hermano mayor’, además de otros detalles sobre las consecuencias de su complicado carácter en los que es mejor no abundar. Ella gritaba fuera de sí a Yangyang en una escena insólita si consideramos que le estaba reprochando su excesiva dedicación a una labor para el bien común, como es la limpieza. “Te he preguntado si habías limpiado el baño y me has dicho que no, que solo el pasillo, pero luego me he enterado de que sí lo hiciste. ¿No sé por qué me mientes?”, decía Carlota, absurdamente interesa en controlar lo que limpia o no Yangyang.
Daniel contribuía a esta ceremonia de la confusión intentando convencer a Yangyang de que debía dejar de ser una limpiadora compulsiva. Como si estuviera loca o algo. Y digo yo, ¿por qué no la dejan en paz? Aunque sea solo un poquito. Es el mundo al revés. Ver a una panda de vagos incapaces de ganar una prueba, que tienen la casa hecha un asco y malgastan la poca comida de la que disponen (de gratis, gracias a la generosidad de Gran Hermano) acorralando a Yangyang porque limpia demasiado es para no salir del estupor. No soporto la superioridad con la que le hablan, dando lecciones de lo que debe hacer o no un concursante. ¿Quién son ellos para decir lo que debe hacer? Que se metan en sus cosas y dejen a los demás vivir en paz.
De nada sirvió que de madrugada Yangyang le dijera a Miriam que la quiere mucho y se dieran un abrazo. “No tengo nada en contra de ti”, le dijo esta, pero anoche volvía a repetir en la radio que le había parecido fatal lo que dijo de las mujeres españolas y lo de que los chinos son más limpios. Se vio en el resumen diario lo que dijo realmente Yangyang hablando con Maico y no fue exactamente así. Dos veces, a falta de una, remarcó que cada persona hace las cosas de manera distinta. “Mis amigos españolas (sic) no limpian cada día”, decía. Puede colegirse que sus amigos de China sí lo hacen, pero no lo dice expresamente. Insisto en que aclara dos veces que es cosa de cada uno.
Demasiado burdo resulta lo de Miriam echando porquería sobre los otros dos nominados, reprochando aquello que disculpó hace un par de semanas y ahora lo rescata para machacar a la pobre Yangyang. También tuvo palabras poco bonitas para Hugo en la radio. ¿Qué pasará si esta noche es el menos votado y vuelve a la casa? ¿Qué cara se le quedará a Miriam en la sala de expulsiones? Confieso que a este gato justiciero le gustaría verlo. No veo a Miriam ninguna intención de mejorar su relación con Hugo. Tampoco estoy seguro de que sea el chico que anoche daba entender que le gusta en la casa y no es Rubén. Hablaba delante de los micrófonos de la radio con Cristian y dejó ese mensajito al final de la intervención de ambos. No sé si es Hugo, pero dudo que esté tan rebotada con él por eso. Veo claro que simplemente ataca con todo lo que puede a quienes se han de sentar esta noche en la sala de expulsiones con ella. Empuja para tirar a los otros al foso de los cocodrilos y salvar su pescuezo. No piensa que en uno de esos esfuerzos igual es ella quien cae.
Aprecio en Laura más voluntad de arreglar lo suyo con Hugo. Ayer hubo dos gestos significativos. Primero una charla corta en el cuarto de lavado entre los dos. Sonreían como si nada hubiera pasado. Luego Laura escribía en su blog y le caían los lagrimones. No lo relaciono, solo pienso que está de bajón y no le ayuda estar enfrentada a una de las personas con quien mejor se ha llevado en estas primeras semanas de convivencia. El otro gesto fue una conversación que tuvo Laura con Rubén en la que se interesaba por lo que Hugo le podía haber hablado sobre ella. Rubén no pudo estar mejor en su respuesta. “Sí, hemos hablado de ti, pero no te voy a decir lo que me ha dicho”, decía Rubén y aclaraba luego que se reían de otra cosa. Rubén demuestra que es fiel e íntegro.
El interés de Laura por lo que Hugo puede decir de ella lo dice todo. Algo le debe importar para que esté pendiente de eso. Estas dos escenas que relato parecen suficiente indicio de que puede haber cierto acercamiento pronto. Si se salva Hugo por tercera vez consecutiva tendrán la confirmación de que es fuerte y muchas cosas pueden cambiar entonces. No sé si lograrán arreglarlo, pero veo más posibilidades que en caso del polvorín gallego. Miriam lleva siempre un saco de granadas consigo. Diría que a veces parece como si estuviese todo el rato con un dedo en la anilla, a punto de tirar de ella. Tan incendiaria me parece que la prefiero en la casa por más tiempo. Carlota y ella pueden hacer que todo salte por los aires en cualquier momento. No deseo nada malo, solo busco diversión.
Quienes sí intentaron ayer eliminar tiranteces en su relación fueron Petra y Mina. A algunos sorprenderá, pero he apreciado entre ellas algo más que poca afinidad. Creo que no se tragan. Su cercanía es más física que otra cosa. Han coincidido por proximidad y las circunstancias las han llevado a dormir en la misma habitación o formar parte del mismo grupo. Pero no nada más. Ayer lo demostraron con una conversación a iniciativa de Petra. Mina se había rebotado la noche anterior cuando formaban los grupos para la prueba de baile de esta semana. Creyó que le habían hecho el vacío y así lo expresó después. De todas formas, no es eso lo más importante. Lo poco que duró la charla de anoche es buena muestra de que no tienen mucha voluntad de arreglo. Si es cuestión de piel tiene difícil solución.
La animadversión del grupo hacia Hugo es tan evidente que se demuestra en muchas pequeñas cosas. Ayer Miguel insistía en que cree y desea la expulsión de ese compañero esta noche. Sin embargo, hace unos días parecía dispuesto a pactar con él las nominaciones. También dijo el lunes: “Este jueves le voy a dar tres puntos a Hugo”, lo cual quiere decir que tan seguro de su expulsión no está. Tuvo que ser Miriam quien le dijera: “No va a estar aquí, te lo aseguro”. Ella sí está segura, y piensa que Yangyang puede ser la siguiente. En esto coincide con Pilar, que ha hecho su lista de próximas expulsiones. A saber: Hugo, Yangyang, Maico y Javier. Son los repudiados. Solo por eso, ojalá aguantasen mucho tiempo, aunque Yangyang tiene muchas papeletas para salir hoy.
Esa animadversión de la que hablo es lo que hizo decir anoche a Miguel que no le había quedado tiempo en la radio porque Hugo se había entretenido mucho. Las culpas a Hugo, cómo no. Tuve la curiosidad de cronometrar los tiempos de la hora de radio anoche. Empezaron Miriam y Laura durante 14 minutos. Luego estuvo Hugo 16 minutos. Le dio el relevo a Javier, que estuvo 11 minutos, primero solo y luego junto a Rubén. Volvió Miriam, esta vez con Cristian, y juntos se comieron otros 16 minutos. Al final, solo quedaban 3 minutos para Miguel y Rubén. Total, que Hugo estuvo mucho menos que Miriam, pero se lleva las culpas de que no quedase tiempo para Miguel. Los 16 minutos del uruguayo no son nada frente a los 30 de Miriam, primero junto a Laura y luego con Cristian.
Moleskine del gato
Esta noche hay gala. Tenemos una fiesta. Con Jorge Javier Vázquez al mando. Promete mucho esta gala. Es la primera expulsión que viviremos con pasión, deseando ver a Hugo volviendo el primero para observar el estupor generalizado, primero en Miriam y luego en toda la casa. Las nuevas nominaciones a la cara volverán a tensar la cuerda un poco más. Y abrirán la sala de los encuentros para que la visite otra Laura, novia de Cristian. No sé si ella lo merece, pero la audiencia necesita saber lo que este dijo realmente. Quien sí lo merece es Hugo, cuestionado por lo que dijo el jueves pasado al respecto. Además, ¿qué pensará Petra? ¿se podrán ver las caras en algún momento? Puede que esta sea una trama repetida, pero eso no le resta interés. ¿A que no?