Carlos está decepcionado con quienes han sido sus aliados desde el principio
“Tengo un lío en la cabeza. Es un ovillo de lana y hay que tirar del hilo”, decía ayer Carlos. Este concursante se pasó todo el día hablando con Rafa y Álvaro de su decepción con Adrián, Marta, Colchero y Cora. También fueron interlocutores suyos en algunos momentos Sara, e incluso Miriam. Estas cuatro personas saben ya lo que le pasa por la cabeza a Carlos. Ese lío que se sustancia en decepción porque se ha sentido desplazado por quienes fueron siempre sus aliados, pero ahora le nominan, no le esperan para cenar y le hacen el vacío.
Carlos terminó el día volviendo con sus viejos aliados, incluso resolvió algunas de sus dudas, como el error en la nominación de Colchero. De todas formas, estamos hablando de una conversación de media hora frente a largos ratos de descargar su frustración con Rafa y Álvaro. Ya tenía ganas de hablar con Rafa el domingo por la noche, pero este le emplazó al día siguiente porque se quería acostar. Poco después del mediodía, en el dormitorio, Carlos empezaba a desahogarse y no paró prácticamente durante todo el día.
Carlos estuvo repitiendo casi siempre lo mismo todo el día, con idénticas expresiones y parecidos gestos, como si lo tuviera estudiado. En realidad, creo que quería evitar ir más allá y decir algo de lo que se tuviera que arrepentir después. Por eso la repetición, para no profundizar en una decepción que es real e importante. No entiende por qué ahora Colchero apenas le hable cuando eran muy amigos. Tampoco se cree el error que aduce ese compañero para justificar que le metió dos puntos en lugar de uno en las nominaciones pasadas (dice que en el cubo le han dicho que se pueden rectificar un error así). Con su acreditada capacidad para analizar las situaciones, Rafa dice que Carlos no tiene apoyos en la casa ahora mismo. Él le ve más valiente ahora, especialmente en las dos últimas semanas.
Lo que más destaca Rafa del que siempre fue grupo mayoritario y podría dejar de serlo pronto es que nunca se han mostrado como son realmente. Por eso ahora se ve a Cora o a Colchero entrando en conflictos y discusiones que siempre rehuyeron. Según se va a acercando la final consideran que deben decir lo que piensan sobre cosas que nunca merecieron su atención. Colchero ahora se altera y participa del aquelarre junto a su grupo, pero en estos dos meses prefirió mantener silencio y hacer como si no fuera con él la cuestión. Como si mojarse o no en lo que afecta a la convivencia dependiera de que esté la final más o menos cerca. Colchero ahora se ve finalista, cree que tiene el favor del público y no tiene miedo a decir lo que piensa. Muy al contrario, piensa que eso le hará ganar puntos. Quiere reescribir en dos días la historia forjada en dos meses, y eso la audiencia no lo suele consentir porque es tratarles como tontos.
Carlos no es ajeno a este análisis que hacía ayer Rafa y apuntalaba Álvaro. Comparto la manera de verlo y entiendo que salven a quien se está acercando para de alguna manera darles la razón y reconocer que estaba equivocado. Pero no me creo que Carlos sea tan torpe ni tan lento a la hora de llegar a conclusiones sobre las personas con las que lleva compartiendo casi todo en estos dos meses de encierro. Lo decía él mismo: “Debe ser que soy lento para darme cuenta de las cosas”. No lo descarto, aunque a veces vemos lo que queremos y nos interesa. Carlos veía a Rafa y Álvaro como dos estrategas mientras que él les parecía a estos una persona oscura. Ahora ya no piensan lo mismo ni uno ni los otros.
Quien ahora emerge como estratega es Carlos, pero un estratega al que “se le ve venir”, según Álvaro. Incluso bromeaban diciendo que es un “estratega de mierda” porque no le han servido de nada sus estrategias. Aunque es a sus aliados de siempre a quienes ahora ve como estrategas. Ellos también lo son, tanto o más que los demás. Carlos piensa que solo se va a llevar de esta experiencia la amistad de Brenda y recuerda que en algún momento ha dicho Colchero que no se iba a llevar amigos de esa casa. Carlos es un animal herido. Como dice Álvaro, el eslabón más débil. Cuando el grupo se va reduciendo dejan de necesitar apoyos y florecen las diferencias entre sus miembros. Es en ese momento cuando se ve quienes son afines de verdad. Carlos siente que solo puede desahogarse con Rafa y así lo hizo ayer. “Aunque esto me pueda perjudicar”, añadía. ¿De verdad lo piensa?
También podríamos creer que lo de Carlos es un ‘rotondazo’ y en lugar de pensar realmente que acercarse a Rafa le perjudica lo está haciendo porque ha visto que es fuerte ante la audiencia. Carlos podría perfectamente haber valorado que Rafa tiene el favor de la audiencia y si se acerca a él va a obtener algo de ese apoyo. Lo que vendría a ser apostar por caballo ganador. Es decir, bien podría estarse apeando del grupo de Adrián poco antes de que este sea expulsado este mismo jueves. Si es esa su convicción, la maniobra tendría una explicación completamente creíble y razonable. Sea como fuere, la decepción de Carlos me parece real. Eso es innegable, luego está que lo acompañe una reacción lógica derivada de eso sin más, o que este apoyada en una valoración sobre lo que más le puede beneficiar en las pocas semanas que queda de concurso. Rafa acusa a los antiguos amigos de Carlos de condicionar sus actos al objetivo de llegar a la final. En eso se equivoca porque ese un objetivo común y negar que todos, sin excepción, condicionan sus actos a ello sería prueba de una enorme hipocresía.
Rafa no dejó a un lado su humor cuando mientras él y Álvaro abrazaban a Carlos en la cama le comentaba: “Venga, macho, te saco del grupo de la nocilla”. También le comentó luego a Carlos en el baño: “Esta cabrona siempre ha estado en el grupo mayoritario”, previendo que el jueves salga Adrián y, muy posiblemente, el próximo vaya a ser Colchero. Álvaro tiene muy claro que se va a salvar de esta expulsión, y a partir de ese momento el panorama sería diferente si Carlos nomina con ellos aún sin participar de ningún pacto. Del que siempre fue grupo mayoritario quedarían tan solo Colchero, Marta y Cora. Rafa y Álvaro, por su parte, contarían con los nuevos apoyos de Sara y Carlos. Eso son tres contra cuatro, un sorpasso en el juego de mayorías.
La decepción de Carlos con sus amigos de concurso le llevó ayer a introducir una información interesante para quienes podrían convertirse en nuevos aliados. Se trata de la historia de Colchero mintiendo a Adrián sobre su secreto al sugerirle que era el que luego se descubrió que pertenecía a Kenny. Esto enfadó a Adrián, quien tiene la idea de que no va a adivinar el secreto de sus amigos, queriendo solo disputar las esferas de los demás. Y ahí está el quiz de la cuestión porque de ese concepto peculiar viene la aparente revelación de los propios secretos a las personas afines. Si se revelan los secretos entre ellos tendrán una ventaja inconmensurable a la hora de dar en el clavo con los secretos de los demás. El problema es que esa ventaja no deja de ser producto de una trampa.
Antes de caer en la cuenta de la trampa de los secretos, Rafa ponía el ejemplo de Carmen, quien le aseguró por activa y por pasiva que no era virgen y él nunca se molestó por ello. Dentro del juego no solo está permitido el engaño, es una obligación. Lo contrario podría ser entendido como un tongo, bien empleado el término en este caso. Sin ir más lejos, que Carlos esté convencido de que el secreto de Adrián es que engañó a su familia por amor podría deberse a algo más que una intuición, aunque en este caso compartida por Rafa y Álvaro. Aquel podría tener información de primera mano sobre el secreto de Adrián, pero estos no. Tratar este tema ya digo que sirvió para que Rafa y Álvaro hiciesen el mismo razonamiento para terminar pensando que si en el grupo mayoritario (hasta ahora) se han estado insinuando sus secretos eso es trampa.
Prueba de que se han insinuado sus secretos es ese mosqueo de Adrián al descubrir que Colchero le engañó respecto al suyo. Cuando comenté esto aquí hace días desconocía algo que es más que un detalle. Se trata de una cosa fundamental que explica bastante mejor ese enfado. Sin más, parece producto de un concepto equivocado del juego. Aquello que siempre digo sobre un jugador de parchís que nunca dejaría de comer la ficha de un competidor por el hecho de ser, a la sazón, amigo suyo. Pero el matiz que aportó ayer Carlos lo cambia todos radicalmente. Adrián se siente traicionado por Colchero porque él le insinuó su secreto real. Sabiendo esto, parece muy sucio que Colchero insinuase a su amigo un secreto falso. Adrián tenía razón en esto.
Si uno de los argumentos potentes del día fue la decepción de Carlos con sus aliados de siempre, el otro fue la habilidad de estos para convertir la acusación de falsa carpeta a Adrián y Marta en una nueva sesión de aquelarre contra Rafa y Álvaro. Un aquelarre con los argumentos de siempre, quizá porque no tengan otros. El preferido en estos momentos es que Álvaro no tiene amor propio al seguir siendo amigo de Rafa después de las cosas que este dijo de él. Por una vez, esta inquisición nada santa pinchó en su intento de desviar la atención. Principalmente porque Tom llevaba un objetivo bien claro, poner sobre la mesa las contradicciones de la pareja. Me salto la línea temporal para contar que la cosa terminó con Marta llorando y Adrián a punto de estallar.
Tom empezó a disparar por la mañana, hablando con Adrián mientras este barría el salón. Fue directo a castigar el hígado, como los buenos boxeadores. “Si a mí me gusta una chica estoy más encima de ella”, empezó diciendo. Adrián respondió a la presión dejando caer que ha podido haber edredoning entre ellos, no sé si la última noche o antes. No sé qué podría haber sido capaz de decir si llega a seguir castigándole Tom. Pero esto fue muy suave frente a lo de la noche. El segundo asalto era en la mesa del comedor y Tom pegaba aún más fuerte. “Adrián no siente por ti ni la mitad de lo que sientes tú por él”, le decía a Marta mientras Adrián estaba en el cubo. “Pero yo no vengo a meter mierda”, aclaraba después. ¡No, claro que no! Marta estaba incómoda y nerviosa. Igual que Adrián cuando volvió del cubo.
Demasiado burdo Tom poniendo contra las cuerdas a la pareja. No era necesario el tono de humillación, por mucho que dijera lo que muchos pensamos desde hace mucho. Es el caso de Rafa y Álvaro en la casa, que celebraron cada invectiva del invitado VIP con risas y alborozo. A la chita callando, con ese tono de buena chica, Miriam remataba la faena con el siguiente comentario: “Hay personas más insípidas y ariscas en sus relaciones”. No sé si soy yo o estaba realmente llamando a Marta insípida y arisca. Estos invitados VIP están de vuelta de todo y saben que no están ahí para hacer bulto. De momento, su primer día en la casa fue tan intenso como agotador. Más para unos que para otros.
Moleskine del gato
Miriam tiene momentos de extraordinaria lucidez que compensa con otros en que cuesta saber si está hablando en serio. Entre los primeros estuvo su censura a que Marta, Adrián, Colchero y Cora le pidieran explicaciones a Álvaro en un momento en que no estaba Rafa. El desigual cuatro contra uno no le pareció bien a la ganadora de GH VIP 6. Menos mal que no ha estado en la casa en los últimos dos meses, porque esto ha sido la tónica general todo el tiempo.
Durante todo el día le estuvieron dando vueltas a los secretos, accediendo de nuevo a su cámara para refrescar las mentes. Álvaro piensa que Rafa es el catequista y ambos creen que el del cadáver puede ser de Marta. Más que nada por su forma de cortar el kiwi, con inquina y delicadeza a un tiempo. Me parto.
Esta noche, con Sandra Barneda, sabremos quién hereda las esferas de Laila.
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