Auge y caída de Alba Carrillo

telecinco.es 27/11/2019 10:03

Hay concursantes que empiezan muy bien y van estropeando su concurso con el paso del tiempo y otros que en un principio no parecen apreciables y cobran importancia al trascurso de los días. También hay quienes permanecen inalterables de principio a fin, ya sea para bien o para mal. El caso de Alba es singular porque va de más a menos y de menos a más en cortos plazos de tiempo. Ni siquiera quiero decir días, bastan apenas unos minutos. A lo largo de una gala podemos en ocasiones observar lo mejor y lo peor en ella. Descubrimos una Alba combativa que pone contra las cuerdas a sus compañeros con gran dureza y argumentos incontestables. Y al poco rato otra bien distinta, conciliadora y convenida, que renuncia a los argumentos justos llenos de sentido común sustituyéndolos por una edulcorada visión de la realidad, mucho más amable y, al mismo tiempo, menos cierta.

Alba emociona y decepciona en tan corto espacio de tiempo que pronto llega el momento de dejar de confiar en ella. El auge y caída de Alba se produce casi como una fuerza de acción-reacción, sin solución de continuidad. Y casi siempre durante los directos. Todavía recuerdo cuando acusaban a Adara de estar tranquila durante la semana y convertirse en azote de sus compañeros en las galas. Nunca entendí como no eran capaces de ver que esto es algo normal. En la convivencia se producen conflictos, pero mucho más en una gala porque así está previsto. Las galas, especialmente el Debate y el Límite, sirven para agitar el avispero, y casi siempre lo consiguen. Este domingo, sin ir más lejos, bastó con ponerles los porcentajes ciegos de la votaciones y ya entraron en brote. A veces con lo mínimo es suficiente.

Aquello de lo que acusaban a Adara les sucede a todos. Se han debido de dar cuenta ya a estas alturas de que se convierten un poco en las galas porque así está previsto. Hasta Antonio David, agazapado según Alba, ha renacido en algunas galas, aunque otras no han valido para sacarle de su discreto segundo plano. Ahí se ve la verdad desnuda de los concursantes, si son más o menos peleones. Esto vale para casi todos. Y digo casi porque Alba es una clara excepción. Ya digo que ella hace un extraño viaje en cada gala: primero brilla y luego termina estrellándose.

Anoche no fueron diferentes las cosas. Empezó diciendo que estaba triste y no quería decir cosas que no siente, pero pronto preguntó a Antonio David dónde ha estado el resto del programa y luego arremetió contra Mila preguntando por qué le molesta que Estela, Noemí y ella puedan ser amigas; y concluyendo que Mila no ha perdonado que salvase a Noemí sin tener en cuenta que muy posiblemente subiría ella al banquillo de nominados. Cuando parecía que habíamos recuperado la Alba justiciera que está dispuesta a todo en aras a la verdad debimos asistir una vez más a su caída cuando decía algo más tarde: “Estoy segura de que esto lo vamos a arreglar”. No entusiasma esa Alba que prefiere la componenda de una falsa paz para tapar el conflicto.

La clave de este variable, inestable e inconstante comportamiento de Alba no está en ella sino en otra concursante, de nombre Mila y apellido Ximénez. Si no fuera por Mila estoy convencido de que Alba llegaría hasta el final, sin renunciar a defender su verdad. Lo haría sin esfuerzo con Antonio David, al que lleva teniendo cruzado desde hace tiempo. Nos perdemos un duelo interesante, como ayer apuntó durante el rato de auge de Alba. “¿Dónde estabas el resto del concurso?”, preguntaba esta concursante y Antonio David respondía: “Lo que sé es dónde has estado tú, metida en la cama”. El zasca se escuchó de nuevo en provincias limítrofes. Pero Alba no quiere importunar a Mila.

Llevando tres días de encierro me di cuenta de lo que iba a pasar con Mila. Supe entonces que no se enfrentaría a ella todo aquel que tenga el objetivo de hacer una carrera televisiva. Vi claro que se cuidarían muy mucho de importunar a esa compañera aquellos cuyo futuro quieran que esté ligado a este mundo de la pequeña pantalla, cada vez menos pequeña. Es el caso de Alba, que incluso tiene la tele como su medio de vida en el presente. Por eso tenemos que contentarnos con esta versión intermitente, concursante interruptus que brilla con luz propia con tanta facilidad como se hace sombra ella misma.

Pensándolo bien, ningún otro concursante es tan transparente una vez se sabe lo que hace opacar a Alba. Con todo, no dejo de lamentar la concursante que nos hemos perdido. Alba es egoísta, contradictoria, muy de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, además de necesitar la adhesión incondicional de aquellos a quienes ofrece su amistad. Para ella los amigos son, en alguna medida, súbditos. También es ingeniosa y se mueve muy bien en el terreno de la dialéctica. Todo esto no la convierte en una concursante poco apreciable. Más bien al contrario, ahí estriba en buena medida su interés. Pero insisto en que ella misma es su peor enemiga porque hay algo que no la deja comportarse libremente, y ya he dicho de lo que se trata.

También hay otra cosa que impide a Alba mostrarse más. A Antonio David le asiste la razón cuando dice que se ha pasado la mayor parte del tiempo en la cama. Adara dijo lo mismo después, copiando el argumento a su compañero. Y la misma Alba lo reconocía el otro día: “Si no duermo mis 14 horas diarias estoy como en otra dimensión. No sé cómo decírselo ya al ‘súper’”. Otra vez una lástima. Alba era una concursante muerta hasta que recibió tratamiento reanimatorio de urgencia por parte de Jorge Javier y su señora madre. Sin embargo, utiliza como reproche a Antonio David que el jueves pasado recibió un chute de ánimo por parte de su hija cuando le dijo que tenía una legión de seguidores (bastante inventados). Ella, que sin el chute definitivo del presentador no seguiría ahí. De todas formas, disfrutemos mientras se pueda de sus momentos de auge, que no son muchos.

La suerte es que cuando hablo de Alba no salen como las setas en la umbría defensores acusándome de estar obsesionado. Se sorprenden de que hable de Adara porque imagino que desearían leer los cuidados de la callistemon citrinus (o limpiatubos). Todavía quedan seis concursantes en la casa, no necesito hablar de las plantas del jardín. Se molestan incluso cuando apenas me limito a describir lo sucedido. Solo por el hecho de hacerlo creen que ataco a Adara, lo cual parece revelar que no están muy contentos con el comportamiento de su defendida. Si les pareciera bien que arme follón no veo dónde está el problema porque lo cuente.

Si realmente hubiera querido ir a saco contra Adara ayer mismo no hubiera contado de forma bastante aséptica que en dos días arremetió contra Antonio David primero y luego contra Alba, extendiendo en este caso el ataque a Estela y, en menor medida, a Noemí. Sin embargo, parece pasar una segunda luna de miel con Mila, similar a aquella otra que acabó abruptamente cuando pasó la semana en que la colaboradora de ‘Sálvame’ estuvo nominada por primera vez. En lugar de contarlo sin más bien podría haber sacado conclusiones de por qué este comportamiento en Adara.

Hubiera podido decir, por ejemplo, que Joao recomendó a Adara que se juntase con Mila, y parece estar haciendo caso. Desconfío de los concursantes que siguen el guion escrito por otros, y parece que Adara ya entraba con uno, además del que para ella hizo Joao. Ha sido importante el daño que el adivino de la tijera ha hecho a su supuesta amiga en la casa. También hubiera podido destacar la poca coherencia que se observa en que Adara se queje amargamente de las broncas continuas en la casa, razón por la cual ya no soportaba a Hugo, y que una vez este fuera sea ella quien toma el relevo de las broncas. ¿No le molestaba tanto? ¿No decía estar “hasta las pelotas” de tanta discusión? Viendo sus discusiones con Antonio David o Alba no parece tan molesta.

¿Por qué no he sacado antes estas conclusiones sobre los movimientos de Adara? Principalmente porque confío en la inteligencia del lector para hacerlo sin mi ayuda. Confieso que también por no enfadar a la hinchada adarista, pero visto lo visto no he podido evitarlo. Solo con contar lo que hace se molestan. Lo peor de Adara no es que mueva las piezas sobre el tablero con el objetivo de eliminar el resto de fichas y ser la ganadora. Eso lo intentan casi todos. Ni siquiera que a menudo mueva ficha con torpeza. No es fácil jugar a este juego que semeja ser una partida de dados donde nunca se sabe la combinación ganadora. Lo peor, queridos míos (incluso los adaristas), es que no se entera de nada.

Helena, madre de Adara, le dio anoche todas las claves posibles en su alegato. Discrepo en que fuera un discurso perfecto porque veo que será complicado para Adara explicar a sus compañeros por qué dice que está preparado todo fuera, y estará bien tome la decisión que tome. Tampoco me gustó que pareciera todo tan estudiado previamente. Las palabras más significativas de Helena fueron estas: “Abre bien los oídos, Adara. Te apoyamos cien por cien, hagas lo que hagas, decidas lo que decidas, está todo preparado fuera para tu salida. Tú padre te ama con locura. Lo siento mucho, sabes que no le gusta estar aquí, pero si tiene que subir a la casa, subirá”.

Tras el alegato de su madre muchos pensaron que Adara habría pillado bien el mensaje. Sin embargo, al finalizar la gala preguntaba: “¿Si dice que está todo listo fuera es porque me expulsan el jueves?”. Alba, con buena intención, la tranquiliza explicando que toda su gente estará esperándola para comerla a besos. Que no lo pille Alba es absolutamente normal, pero lo de Adara tiene delito. Esta madrugada también preguntaba si creían que su chico seguirá acudiendo a plató para defenderla. Aunque aquí tiene un pase porque igual no se refería a Hugo Sierra sino a ese italiano que tanto se parece al padre de la película ‘Frozen’, de nombre Gianmarco y apellido Onestini. Tanto dar vueltas a la rotonda no está sentando nada bien a Adara.

Corea central

Que Mila se salvase anoche con tan solo un 1,2 % de los votos hace pensar al resto que esto va a ser un paseo para ella. Mala cosa que estén tan convencidos de la imbatibilidad de una contrincante.

Fue salvarse Mila y la previsión de Alba se hizo realidad. Parecía que todos estuvieran haciendo unos ejercicios espirituales y tuvieran una relación fantástica entre ellos. Y que viva la madre superiora, que es precisamente Mila, claro está.

Rocío, hija de Antonio David es muy de salir con un “me voy a callar” cuando no sabe que decir. Eso si entiende la pregunta.

Estela ni queriendo rasca protagonismo en las galas. Si acaso con la curva de la vida, que siempre me alucina los gráficos tan complejos y completos que hacen. Pero su discusión con Mila tuvo escaso interés y emoción nula. Al finalizar la gala se besaban y hacían las paces.

“España se me quedaba pequeña”, dijo Estela explicando que estuvo viviendo en Londres un tiempo. No tengo nada que añadir a esto.

Moleskine del gato

Antes de cerrarse los teléfonos estaban así los porcentajes ciegos: 54,7 %, 44,1 % y 1,2 %. Si ayer comenté que la diferencia entre los dos más votados se había reducido de 18 puntos a 11 y medio, anoche estaba ya en 10,6 puntos. Veremos lo que pasa en adelante, siendo ya un duelo entre Adara y Antonio David.

Vistas las cualidades vocales de todos creo que solo se salva Noemí. O sea, pueden volver a perder la prueba de esta semana, y no tienen reservas de comida como ha ocurrido esta vez. Se han quedado un montón de cosas que les habían dado para los clientes en la prueba del hotel, por lo que el escaso presupuesto no será tanto desastre. Pero necesitan ganar una prueba. Por mi parte, como espectador del 24 horas en mitele no lo podré perdonar porque voy a acabar harto de esas canciones.