Antonio buscando protagonismo desesperadamente
Con la ayuda de algunos de sus compañeros y la impagable sugerencia de unas imágenes en el Debate ha urdido Antonio la trama que le faltaba una vez expulsada Candela. La necesitó para convertirse en concursante de un GH de parejas y una vez dentro para dar que hablar. Aunque estoy seguro de que celebró su salida, Antonio se quedaba entonces sin protagonismo. Ya solo teníamos su humor caduco, los chascarrillos e imitaciones que brotan de él como un géiser inagotable. No lo es tanto la paciencia de sus compañeros, pero a él parece darle igual.
Poco duró Antonio buscando protagonismo desesperadamente. María Jesús ha sido su tabla de salvación. Como en esto tampoco tiene medida, es continuo y agotador el jueguecito que se trae, sugiriendo un posible rollo con la exmiss. Cuenta con la complicidad de ella, aunque haya querido dejar claro varias veces que entre ellos solo hay una amistad y mucho cachondeo. Pero le sigue el juego, tal vez porque está nominada y piensa que esto puede ir a su favor.
Mucho me temo que para María Jesús hubiera sido mejor mantener el duelo un par de semanas encarnando el papel de viuda tranquila. Apenas ha guardado luto tras la salida de Julio y ya está de bromas con Antonio. ¡Qué rápido va todo! Este juego que sugiere una posible futura relación entre los dos solo le beneficia a él. Se siente protagonista otra vez, algo que busca con denuedo y no solo con esto. Ayer me pareció que forzaba una discusión con Sofía en la que ambos quedaban mal parados.
Es fatal ir buscando bronca y salir trasquilado, como ese presidente de gobierno que anticipa la convocatoria de elecciones y las pierde. Hay cosas que solo se deben hacer si conviene. Ni Sofía ni Antonio son un rival cómodo en medio de una discusión. Son correosos y peleones, por lo cual nunca se puede prever quién ganará el asalto. Ayer quedó en tablas, con ambos contendientes heridos. No llegó al noqueo, pero se dieron bastante duro. Antonio puso contra las cuerdas a Sofía varias veces. Como es ágil y escurridiza supo zafarse y seguir la pelea.
Podía haber sido el combate del siglo. Habrá que esperar a otras ocasiones porque los púgiles estuvieron a medio gas. No dudo que tendremos más combates con estos mismos protagonistas porque Antonio seguirá buscando tener algún vídeo. Ayer lamentaba luego haberle dado uno a Sofía. En realidad, ella está más necesitada. Solo tiene su historia con Alejandro, la misma nada repetida desde hace casi un mes. Al menos lo de esta pareja es una verdad que ellos intentan enmascarar y modificar a su antojo. Lo de Antonio con María Jesús es fantasía, por no decir desvarío. Pura entelequia, figuración producto de la inventiva de estos dos concursantes. Una quimera con trazas de megalomanía.
A Alejandro se le escapa a veces decir que Sofía es su novia. Se puede pensar que no ha logrado quitarse la costumbre, pero para mí tengo que cuando lo dice sale a flote la verdad. Ayer mismo le pasó. “Nunca había hecho esto con una novia”, afirmaba Alejandro y Sofía ni se inmutaba. Cada vez estoy más convencido de que entraron siendo pareja y nos vendieron otra cosa. Pensaron que les convenía más el relato de la expareja incapaz de evitar volver a caer en el amor. Una lucha titánica que terminaría poniendo el maletín en manos de uno de los dos. Entre lo que imaginaron y lo visto en este mes debe haber una diferencia importante. Como entre lo que crees estar pidiendo en Aliexpress y lo que te llega después.
No está muy bien la cosa cuando prefiero el presunto engaño de Alejandro y Sofía, que por lo menos son pareja y se quieren de verdad, que el disparate de Antonio y María Jesús. Se ve tan forzado, con tanta prisa improvisado, que da una pereza inmensa. Antonio parece encantado con la idea y fuerza la máquina no desaprovechando ninguna ocasión. Tiene hasta pensado lo que dirá esta noche sobre “el cachondeíto”, como él lo llama. “Yo voy a contestar que estoy a gusto y nada más. Lo mejor es romper los rumores y salir del paso ya”, dice Antonio y lo remata con una risotada.
Cuando con su acreditada sensatez pregunta Irene: “Entonces eso vais a contestar, pero significa que puede pasar”, María Jesús lo niega con rotundidad. Con la boca pequeña, dice: “A ver si se van a pensar que hay rollito por mi nominación y por cosas. Y yo eso me lo paso por debajo de ahí”. Pues por debajo de ahí mismo debería pasarse las ganas de ser protagonista. No le anda a la zaga a Antonio. Ella también anda buscando desesperadamente su trama y por las noches alguien cree haberla escuchado tarareando ‘Into the groove’, como la nueva tentación rubia.
La discusión con Sofía no fue la única forzada por Antonio ayer. En ese caso la excusa fue que lo había despertado bruscamente de la siesta. Con Raquel fue por un comentario no muy acertado que hizo sobre Candela. Cierto que ella puede decir lo que quiera de quien quiera, pero aludir a lo mal que lo puede estar pasando la pobrecita Candela viendo a Antonio tontear con María Jesús es delicado. Parecía estar mentando a la bicha, nunca mejor dicho.
También pienso que Antonio se hizo el ofendido pidiendo injustamente que no se hable de Candela. Como contestó Raquel, ha sido una concursante de esta edición y es normal que salga su nombre en algunos comentarios. El propio Antonio ha estado todo el fin de semana hablando de ella y ahora pide guardar silencio porque quiere pasar página y olvidarla. Aparte de forzar otra discusión que le dé un vídeo más para las galas y resúmenes, debe pensar que hablar de Candela ahora puede desbaratar sus nuevos planes.
En el fondo de la escena andan como espectadoras Ylenia y Carolina representando a buena parte de la audiencia. Son espectadoras diferentes, que remarcan la acción oportunamente muchas veces. Ayer me partía viendo a Ylenia vomitando figuradamente mientras escuchaba a Antonio imitando el acento argentino. Primero miró a Carolina y ambas lo expresaban todo con los gestos de sus rostros. A continuación, Ylenia no podía contener el vómito mientras Carolina le sujetaba la frente como una madre. Esta ficción guasona y corrosiva sí me gusta. El problema de Antonio, uno de ellos, es que no tiene medida. Imita el acento y los giros del idioma argentinos a la perfección. Incluso diría que con gracia. Cinco minutos así ya es bastante, más resulta agotador. Antonio y Alejandro, que se sumó a la imitación, estuvieron más de media hora.
No me está convenciendo que Irene adopte con tanta frecuencia el papel de espectadora. Creo que podría enamorar de manera más definitiva a la audiencia si decide hacerse más partícipe en la casa. Pero Ylenia y Carolina casi mejoran de oyentes. Como aquellos viejos en el palco de ‘Los teleñecos’, ponen siempre la puntilla con precisión de cirujano. Además, no siempre están a la escucha. Ayer Carolina pillaba wifi (como ella dice) para escuchar una conversación entre Fortu, Kiko y otros machirulos. Pero antes había estado arreando a Alejandro mientras le buscaba novio a Ylenia fuera de la casa.
Siempre me ha parecido curioso que en la casa comenten lo mismo que aquí fuera. Como si fuera por una curiosa ósmosis virtual se funden los pensamientos derribando los muros de esa casa. Antes de su expulsión, en el resumen de Divinity del viernes, vi a Julio comparar alguna de sus escenas junto a María Jesús con el final de Casablanca. Agradezco que pusieran ese fragmento de un ‘confe’. Me hizo recordar aquella vez que titulé “Tanto va el ‘cántabro’ a la fuente” sobre Iván Madrazo (GH 10), y ese concursante repitió en el ‘confe’ esa misma frase hecha referida a la misma situación, solo que sin el juego de palabras (es de origen cántabro, aunque más maño que todas las cosas).
Llevo días comentando con pesar el papel de oyente que tiene casi siempre Irene, y precisamente esta madrugada venía a decirle lo mismo Kiko. Entiendo las razones de ella para evitar los conflictos. No todos estamos hechos de la misma pasta para aguantar enfrentamientos baldíos por temas no tan trascendentes. Y, más importante en este caso, Irene no tiene presente que está en un concurso rodeada de víboras hambrientas al acecho. Kiko quiere ganar y para ello sabe que no puede quedarse callado. Ella no lo piensa.
No hace a Irene peor concursante que viva ajena al juego. Es más, su inocencia puede conquistar a la audiencia. Sabido es que tras un GH de amoríos buscamos otra cosa. Y después de uno de estrategas, o de canallas, o de grandes conflictos. La audiencia pide diversión y eso va ligado estrechamente al cambio de argumentos, a la variedad de pieles, situaciones y relatos. Quizá esta vez podamos reclamar tranquilidad y sosiego. Aun así, Irene debería tener una postura más comprometida. Ojalá llegue el momento que dé un golpe a la mesa y diga lo que piensa. Con serenidad y sensatez, sí. Pero también con contundencia.
Por lo mismo que cuento en el párrafo anterior creo que es necesario cubrir la plaza de Julio por alguien que traiga nuevas tramas. Savia nueva capaz de renovar un paisaje viciado que en el primer mes ya genera sensación de tenerlo todo más que visto. También hace falta alguien sin miedo, un kamikaze dispuesto a concursar a calzón quitado, como a mí me gusta. Me río con Ylenia, pero está demasiado condicionada por su plan de llevarse bien con todo el mundo para evitar ser nominada y durar en el concurso. Esa idea flota en el ambiente, lo cual no es nada bueno. Quiero un piloto de caza, un loco, un insensato. Hombre o mujer, quiero un héroe o una heroína que no es consciente de serlo.
Moleskine del gato
Juan Miguel es un personaje a quien casi nunca entiendo cuando habla, pero me hace reír igualmente, tal vez por eso también. Ayer comentaban lo sobón que es y Kiko le pedía que tocase las tetas a su mujer (¡!). Lo hizo, fugazmente eso sí. Es como el amigo gay de las películas, en quien confían todas (y todos) sus secretos e inquietudes. Igual te lee la buenaventura que te hace un ritual purificador. Es de los típicos que te despistas y terminan llegando a la final. Si encima le entendiera cuando habla sería perfecto.
Fortu y Yoli han vuelto a mimetizarse en el entorno. Como quien no quiere la cosa otra vez agazapados viéndolas venir. Están nominados, es lo que pasa.
Esta noche uno o dos concursantes serán salvados. Como todavía son 6 apuesto a que al menos se libran dos. Nada cambiará porque sumarán menos de un punto en los porcentajes. Solo se despejará alguna incógnita. Se cierra el cerco y tal vez nos ayude a saber quiénes son los dos más votados. No se crean del todo esto último que digo, solo quiero evitar que los ‘talifanes’ seguidores de algún concursante o ‘concursanta’ no me digan nada. ¡Para inocente yo!