El tridente se ha roto. El cabecilla Kiko abrió ayer consejo de guerra contra el segundón Antonio. El palmerillo Alejandro testificará en contra del acusado. Los amigos de Antonio creen más a Candela que a él. La candidata a repescada no ha hecho más que llegar y se ha ganado su confianza. Para mí tengo que algo debe motivar que Kiko, aka el capitán, traicione así a su amigo de la infancia, casi primo. No solo dio crédito a lo dicho por Candela, sino que a renglón seguido le pidió perdón a María Jesús. Me pareció que era idea del segundón, ese Alejandro que acaba de encontrarse ante su cruda realidad y le ha pillado por sorpresa. Una realidad que todos conocíamos o intuíamos. Dejen que me explique poco a poco.
Parce que Candela contó ayer a Kiko que Antonio le había reconocido haber tenido lo que tuvo con María Jesús para fastidiarla a ella. Más o menos así se lo contó Kiko a Alejandro muy contrariado. Hicieron bien ambos en ir a pedir explicaciones a su amigo, que no fue lo suficientemente tajante negando haber dicho eso. Según entendió Kiko, se refería supuestamente a la conversación en la sala sin nombre, aunque bien podría haber sido más tarde. La madrugada del domingo fue muy larga y Antonio habló varias veces con Candela, igual que pasó ayer. Si hubiera sido en ese primer encuentro podrían contrastar lo dicho por Candela con María Jesús, que estuvo presente todo el rato.
Antonio lo negó, pero ya digo que de forma poco tajante. Al menos así les pareció a sus amigos. Ciertamente, explicó que igual se había puesto nervioso y no se acordaba bien de todo lo que dijo. “La duda es uno de los nombres de la inteligencia”, dejó dicho Borges. Pero la duda juega en contra del acusado, que quedó sentenciado en este caso por no estar seguro ni ser completamente consciente de lo que dice. Es creíble que sea un problema común para Antonio porque habla tanto, de manera tan rápida e irreflexiva, que cualquiera se acuerda después. Ni él ni sus interlocutores lo tienen fácil.
Como apunté antes, Kiko y Alejandro no solo dieron crédito a lo dicho por Candela (creyendo en su testimonio más que en la escéptica negativa del amigo de ambos), sino que se agarraron a eso para considerar que habían sido injustos con María Jesús. Esta acusó a Antonio de haberlo hecho todo para darle celos a Candela, aunque luego recogía cable y negaba haber dicho eso exactamente. Fue lo que más dolió a Antonio de esa ruptura. El final de su aventura con María Jesús se veía empañado por las dudas de esta. Pues bien, ayer Kiko y Alejandro vieron justificadas esas dudas.
“Un momento después me sentí lleno de dudas, y al instante siguiente empecé a dudar de aquellas dudas”, dice Paul Auster en El libro de las ilusiones. La duda inundó ayer la casa, aunque algunas se convertían en certezas, al menos eso me pareció al ver ciertas reacciones. Kiko y Alejandro decidieron creer a Candela, lo cual daba la razón a María Jesús. Sentían la necesidad de hablar con ella, ahora que daban por segura la confesión de Antonio sobre sus intenciones. Alejandro la llamó y fue Kiko, como capitán que es, quien habló. Le pidió perdón en nombre de ambos por no haber confiado en lo que ella decía. Ahora ven claro que tenía razón, de ahí la disculpa. María Jesús se emocionaba echándose a llorar ante ese gesto y agradeció que se lo dijeran.
Vista la secuencia parecía que Kiko y Alejandro estaban traicionando a su amigo. Independientemente de que Antonio lo merezca o no, creo que sentenciaron demasiado rápido. En cualquier otro lo habría entendido porque el crédito del personaje está en precario y todos hemos visto ya que es un liante de cuidado. Pero siendo sus amigos parece fuerte que den el paso de negarle su apoyo para ponerse del lado de María Jesús. Todo por algo que dijo Candela y no supo negar con contundencia suficiente Antonio. Como siempre pasa, es una cuestión de plazos. En este caso la duda no tardó en convertirse en certeza una semana. ¡Bastó un suspiro! Y eso me parece extraño.
Llevo días observando el cambio de actitud de Kiko, preocupado al ser la segunda vez que está nominado. Debería sentir la presión de la expulsión al saber que solo él sigue en el concurso con pareja. La audiencia se ha ido encargando de disolver todas las parejas. Obsérvese que hasta el jueves pasado no habían salido dos miembros de la misma pareja. Las cinco primeras expulsiones por los votos de la audiencia y una disciplinaria bastaron para separar casi todas las parejas. La preocupación tal vez haya contribuido a sembrar de dudas a Kiko.
Aparte de salir a relucir sus dudas sobre un amigo he observado en Kiko una tendencia a volver a comentar su confesión sobre la adicción a las drogas. Eso pasó cuando se cumplía justo una semana de encierro y llevamos ya 49 días. Desde entonces no había vuelto a hablar de ello como durante estos últimos días. En media docena de ocasiones le escuché este fin de semana recordar ese episodio de su vida, añadiendo al relato detalles más o menos dramáticos. Es su realidad y me parece perfecto que la cuente como y cuando quiera. Ahora bien, me reservo mi propio derecho a dudar yo también. Y en este caso dudo que lo haga porque sí. Creo que lo está utilizando desde el jueves que fue puesto en la palestra.
Cada uno con sus dudas, convicciones e intenciones. Por ejemplo, Antonio piensa que Candela sigue enamorada de él. Por lo que sea, está convencido de que ha vuelto a la casa por eso, pero no se atreve, o no puede, confesarlo. Se ha hecho esta película en su cabeza y es tal su convicción que le duele la situación. A Antonio le duele todo, más todavía en medio de las fiestas. Anoche hubo una en la casa, extraordinariamente en lunes. Supongo que porque hoy se marcha uno de los candidatos a la repesca y era la única forma de que al menos viviera una noche de fiesta. Noche intensa y jugosa donde las haya. De momento, la tensión fue en aumento para Antonio, quien terminó amenazando con abandonar.
Una vez abierto el protocolo de abandono duró poco la duda. Tras una visita decepcionantemente breve a la sala de confesiones ya tenía claro que no se iría. La tensión cada vez dura menos. En realidad, como en el cuento del pastorcito mentiroso, nadie creyó que Antonio se fuera a ir. Ni en la casa ni aquí fuera. Antonio se cela tanto como Candela, en eso son tal para cual. Una mirada o un leve gesto son suficientes para hacer saltar su alerta. No en vano confesó que le dolería verla con otro hombre. Él también es como el perro del hortelano, que ni come la hierba ni la deja comer. Ya digo que son tal para cual.
Antonio es como un niño pequeño. O como un enfermo. Necesita atención continua y es profundamente inseguro. Por su parte, Candela le ofrecía ayer un abrazo que él rechazó. Agitó la bandera blanca en son de paz decepcionando a esa parte de la audiencia que deseaba verla peleona, demostrando que es una buena villana. Creíamos que entraría a arrear candela (nunca mejor dicho) a Antonio, no a proporcionarle un balón de oxígeno. Balón que este, por suerte, no sabe utilizar.
También puede que tenga razón @ElNeneHavoc, que me decía ayer en Twitter: “Se cazan más moscas con miel que con vinagre”. Candela habría preferido usar la miel ante una sumisa y torpe presa, como es Antonio. Fede no está ayudando porque contribuye a hacerle la idea de una Candela deseosa de que vaya detrás de ella. Fede es capaz de hundir el concurso de Antonio y el de Ylenia en tan solo un par de días. Ylenia es otra cuando está él. Otra mucho menos interesante, he de decir. Aunque confieso que tengo la tentación de desear al italiano como repescado. Sospecho que no le apetece nada quedarse. Solo por eso.
Anoche Ylenia pretendía contarle a Fede lo que había dicho en el ‘confe’ minutos antes y este prefirió no hablarlo. Dice que no quiere mal rollo, tan solo pasar un par de días tranquilo en la casa. De forma que está convencido de salir hoy. Si así fuera no habría entrado reprochando a Raquel que no quisiera saber nada de él ni a Alejandro que se lo haya pasado tan bien con Ylenia. Lo de estos dos es un cuento que interesa a todos por igual, menos a los espectadores. Aparte de la bobada del beso en el final de la telenovela de la prueba no ha habido nada entre ellos. Bromas de colegas y nada más. Poca cosa para que los tres interesados sigan colgándose de esa falsa historia.
Alejandro se ha encontrado con otra realidad, incómoda para él. Ya dije antes que todos podíamos intuir que Sofía no quiere volver a tener nada con su expareja, aunque durante su mes en la casa diera en ocasiones muestras de lo contrario. Por lo contado ayer, Sofía le dijo a Alejandro claramente que no volverán a tener nada, lo cual le ha dejado hundido. Mi duda es si suspenderá ahora los rezos, toda vez que confesó rezar cada noche cinco padrenuestros y cinco avemarías pidiendo que Sofía le estuviera esperando al salir.
Como siempre pasa con Sofía, la noche anterior le había dicho que estuviera tranquilo porque nada había cambiado. Lanzar ideas confusas y contradictorias hasta ahora no le había funcionado. Me pasa con Sofía lo mismo que con Candela. Me gustaría saber quién las asesora, porque parece su peor enemigo. Alejandro hubiera preferido que Sofía no volviese a la casa. Eso piensa ahora, y no se diferencia de los otros afectados. Curioso que los tres repescados hayan suscitado parecido rechazo. Ylenia dice que si se queda Fede igual le mete tres puntos el jueves. Y aunque Antonio diga que está encantado con la vuelta de Candela le reprocha que quiera quedarse porque ella dijo verse obligada a meterse en esto al pedírselo él. Esa fue en verdad la excusa oficial de toda la discusión de anoche, después de que ella grabase un vídeo para redes pidiendo quedarse.
De forma que los tres repescados son igual de poco deseados. ¿No será porque son una competencia inesperada? En definitiva, esto es un concurso y el jueves seguirán siendo el mismo número de contrincantes porque se va uno, pero se queda otro de los regresados. Tampoco los candidatos a la repesca parecen felices. Fede no quería saber nada de nadie anoche, Sofía lloraba por la tarde no se sabe por qué y Candela bastante tiene con aguantar a Antonio mañana, tarde, noche y madrugada. Ayer pensaba que Candela no me parece muy lista. Luego me di cuenta de que se ha pasado dos años y medio con Antonio.
Moleskine del gato
Me parece curioso que Fede llame “hermano” a Antonio y “bro” (de brother, hermano en inglés) a Kiko. Debe ser porque son hermanos de categorías diferentes.
Esta noche supongo que se salvará un nominado y la cosa quedará en un duelo. Cada expulsión parece la más importante de la edición, esto es como lo de la boda del siglo, que tiene lugar varias docenas de veces cada 100 años.