Alba: “Qué pena de concurso. No tengo nada bueno que decir”
Alba ya había tenido gestos desconsiderados hacia el ‘súper’ y palabras con las que parecía denostar el programa en el que está participando. Tras la gala del jueves, por ejemplo, había escrito esto en su blog: “Por la noche, esperaba una sorpresa relacionada con ello, pero no llegó, aunque me encantó poder escuchar a mi madre. Jugaron a hacerme creer que iba a hablar con otra persona y finalmente me hicieron una sorpresa colectiva, una decepción. No entiendo mezclar temas amorosos con temas de hijos, un maremágnum muy de este programa”. ¿Maremágnum muy de este programa?
Tal vez no se dé cuenta Alba que cada cosa que dice contra el programa le afecta porque ella es parte del mismo. Por otra parte, si está tan descontenta como parece no se explica por qué no se ha marchado a su casa, desvinculándose de ese programa que tanta pena le da. Anoche durante una pausa publicitaria del Debate, Alba decía esto: “Lo que no voy a hacer tampoco es el caldo... no voy a decir que llame todo el mundo y les dé dinero a un programa que ha puesto los vídeos de manera tendenciosa. Y que nos ha dejado a las personas que nos estamos portando bien como mierdas. Pues no, ni un duro. Ni que aparezca nadie hablando, ni... regalitos los justos”.
Un rato antes, Alba se había negado a decir algo respecto a un tuit de Belén Esteban. “Ya contestaré en el blog”, dijo. Cuando Jordi González le hizo ver que era en el programa donde debía responder se negó torciendo el gestó. Y tras la parrafada anterior terminaba con lo siguiente: “Qué pena, tío. ¡Qué pena de concurso! No, qué pena de concurso porque podría ser algo verdadero y bueno. Y yo, desde luego, no tengo nada bueno que decir. Es así”. De manera que para Alba GH VIP 7 no está siendo algo verdadero y bueno. ¿No será por el error de casting que es ella? Trascurrido más de un mes de concurso está claro que nos equivocamos depositando tantas esperanzas en Alba como concursante.
Alba no tiene “nada bueno que decir” del programa para el que trabaja. No solo eso, sino que está deseando salir para poder hablar. Así lo decía también anoche, en una de esas jugosas pausas durante las cuales siguen ocurriendo cosas en la casa: “Por favor, que me vaya. Es que tengo tantas cosas que decir, pero tengo que consensuarlas con gente. Pero, si puedo, lo que voy a soltar. En cuanto consensúe, ¡vamos!”. Alba amenazando con soltar por su boca sapos y culebras, aunque previamente necesita el consenso no se sabe de quién ni por qué. Repito lo dicho: si Alba está tan descontenta y ni siquiera está dispuesta a contestar las preguntas que le formula el presentador, debería marcharse voluntariamente.
Anoche Alba se enteró que está nominada al haber subido a la terna después de que Estela salvase el jueves a Joao como nueva jefa de la casa. Aceptó de buen grado la decisión de Estela como parte del juego, pero pidió ser ella la expulsada. Como ya había expresado a algunos compañeros con anterioridad, entiende que ya ha vivido la experiencia y llegados a este punto prefiere salir. Nada puede impedir que un concursante tire la toalla y no encuentre alicientes a permanecer en el juego, pero mientras sigue ahí debería entender que está obligado a participar, de la misma manera que debería respetar a los miembros del equipo que realiza el programa.
Negarse a ir al ‘confe’ cuando el ‘súper’ se lo pide es una falta de respeto. Decirle al ‘súper’ que se meta el micrófono en salva sea la parte otra. Negarse a contestar las preguntas del presentador es una actitud intolerable. Mandar a tomar viento a la productora más aún. No se me ocurre ni qué decir sobre la pena que expresa respecto el programa. Lo que es una pena es la pasividad de esta concursante y ver como explica luego que no la pueden bajar el caché por pasar en la cama las horas muertas. En esa confianza fundamenta su participación en un programa que no duda en denostar día sí y día también.
Lo sorprendente es que no suceda nada cuando un concursante tiene esta actitud que estoy describiendo. Alba sigue siendo concursante e incluso podría salvarse de la expulsión este jueves sin que sus faltas de respeto hacia el programa para el que trabaja tengan ninguna consecuencia. Y si la hubiera habido no ha trascendido públicamente. Dado que esto es la vida en directo, lo que no trasciende no sucede. ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar los desplantes y malas palabras de Alba hacia GH VIP? Por cosas mucho menos graves algunos concursantes han sido advertidos de manera pública. ¿Por qué parece tener Alba patente de corso para meterse con el programa impunemente?
Usurpando el lugar del maestro Joao como adivino oficial de esta edición, puedo decir que Alba reculará al salir. Es muy posible que achaque todo lo dicho a su temperamento retorcido y lo justifique con que fueron actitudes o cosas dichas en momentos de enfado y contrariedad. No creo que vaya a mantener sus palabras. Pero ya dará igual. El mal estará hecho. Me es completamente indiferente lo que diga y haga cuando salga. Es más, a consecuencia de su actitud creo que no debería seguir participando en el programa una vez sea expulsada por la audiencia. Ella misma debería renunciar a ello por una simple cuestión de coherencia personal.
Digo todo esto sobre Alba a riesgo de que al salir pida mi despido y que suspendan este blog. Cada dos días, aproximadamente, pide la cabeza de Miguel Frigenti. Es en una de las cosas que tiene su tiempo comprometido para cuando salga. Quiere conseguirlo a toda cosa. Desde anoche también pretende invertir su tiempo una vez este fuera en lograr la expulsión de Gianmarco. “Yo me iré este jueves, pero tú vas a ser el siguiente”, le dijo anoche Alba al italiano. Pero no es esto lo más fuerte porque fue elevando el tono hasta llegar a decir: “Vete a masturbarte al baño, que es lo único que sabes hacer”. Alba no solo quiere echar a Gianmarco de la casa de Guadalix, sino que también quiere echarle de España. “Vete a Italia y no vuelvas, que no queremos a gente como tú aquí”, le dijo.
No digo que Alba sea xenófoba, pero por lo que le dijo anoche a Gianmarco lo pudiera parecer. Ni siquiera creo que sea clasista, como a veces he oído decir. Su excelente relación con Noemí probaría todo lo contrario. Más bien creo que exige lealtades inquebrantables, como dije en uno de estos escritos hace muchos días. Para Alba, si Gianmarco es amigo de Adara ya no puede ser amigo suyo. Aún digo más, se negó a seguir considerándolo un amigo si no le confesaba a quién nominó el jueves. Esa nominación secreta de Gianmarco ha traído por la calle de la amargura a Alba. ¿Ven lo bueno que es nominar confidencialmente en la sala de confesiones? Alba quiso poner entre la espada y pared a Gianmarco, pero este no se dejó.
Ha sido el fin de semana en el que intentaron lavar el cerebro a Gianmarco, pero pincharon en hueso. Hablo en plural porque estuvieron implicados en este intento El Cejas, Antonio David y Alba, en sesiones de mañana, tarde y noche. Por la mañana El Cejas se lamentaba porque Gianmarco ya no le habla tanto como antes, como si no fuera cosa suya también que hablen menos. Era una excusa, porque realmente quería hacerle saber que no puede llevarse bien con todos. A Gianmarco le han estado criticando desde hace semanas por no decidirse entre pertenecer a lo que ellos llaman un “bando” u otro. Ni siquiera dicen “grupo”, lo cual ya es significativo. Las palabras no son casi nunca gratuitas. Y ahora que se decanta por el grupo de Adara parece que tampoco eso les gusta.
Pedían que se decantara, pero en realidad querían evitar su buena relación con el otro bando, como ellos dicen. Una vez comprobado que lo han perdido para su causa el objetivo era recuperarlo. O ponerlo en evidencia. El Cejas lo hizo de forma no muy contundente en la mañana del sábado. Por la tarde, Antonio David fue aún más sutil, aprovechando su posición de privilegio porque ha sido desde el principio una de las personas más cercanas al italiano. Pero las cargas de profundidad vinieron por la noche de la mano de Alba, experta en manipular mentes. Ya adelanto que la maniobra de captación de Gianmarco fue infructuosa.
Gianmarco está demostrando ser un tipo íntegro y no manipulable. Salir indemne del triple intento de lavado de cerebro del sábado tiene un enorme mérito. Ahora sí que van a por él. Pensé rectificar lo dicho en mi anterior escrito, antes de esa pausa obligada de la semana pasada por los motivos personales de todos conocidos. Entonces mantuve la idea de que Gianmarco sería el próximo objetivo y no fue así. El jueves pasado fueron a por Pol y Joao. Gianmarco solo se llevó dos puntos de Mila. Pero ahora, una semana después y una vez comprobado que está con el enemigo, sí van a por él. Se me antoja una clave de este empeño en recuperar a Gianmarco el equilibrio entre ambos grupos.
Ya no sería procedente hablar del grupo mayoritario. Para ello no ha sido suficiente que Irene fuera expulsada el jueves pasado y que esta semana puedan salir Alba o El Cejas. También cuenta que Gianmarco y Estela se hayan posicionado claramente junto a Adara. Nada importa si lo han hecho por estrategia, siguiendo ciertas indicaciones de sus familiares o tras haber comprobado que Adara es aplaudida en plató mientras que cuando habla El Cejas solo se escuchan abucheos. Aquí no se viene a hacer amigos. Este es un programa de exclusión competitiva donde tener una buena estrategia es fundamental. Estela lo dejó bien claro el jueves tras salvar a Joao: “He venido a jugar”. Mostrando su estrategia al espectador demuestra haber entendido cómo se juega a este juego.
Mila hablaba de los grupos de la casa en el ‘confe’ y cometía dos errores. El primero, olvidarse de Estela. El segundo, ponerse ella misma en tierra de nadie. “Yo estoy en el centro de nada”, dijo. Pero todos sabemos que Estela está de momento a favor de Adara, y que Mila está en contra. Luego se extrañarán del protagonismo de Adara, pero se lo están dando ellos mismos. Corregidos ambos errores de Mila, la tenemos a ella, Alba, El Cejas, Noemí y Antonio David de un lado. Del otro estarían Adara, Joao, Pol, Estela y Gianmarco. Si hubieran recuperado al italiano este equilibrio de cinco contra cinco se rompería y el grupo mayoritario volvería a serlo.
Por lo visto y escuchado tras la gala de anoche han dado por perdido a Gianmarco. Alba elevó el tono en su contra, como conté antes, sin darse cuenta de que de esa forma se hace grande a un enemigo. Con Adara pasó algo así. Gianmarco ha pasado de ser un concursante prescindible a estar entre los más interesantes de la edición. Con ayuda externa o no (todos la han tenido por igual) ha sabido jugar sus cartas y ha sabido plantar cara a Alba sin perder los papeles. Y no lo tenía nada fácil.
Corea central
Alba explica que hace semanas pidió a los albistas ser expulsada en cuanto quedase nominada. Antonio David pide a continuación la palabra y explica que Alba ha pedido su expulsión al enterarse de que está nominada para proteger a Noemí porque también lo está El Cejas, su principal apoyo en la casa. ¿Qué parte de “pedí la expulsión hace semanas” no entendió Antonio David?
¿Cuando Alba se refiere a los “albistas” está hablando de personas a quienes les gusta ver amanecer?
Antonio David: “Voy a empezar a llamar tarada a Adara”. Antonio David, de nuevo: “¿Dónde está el insulto?”. Que se lo explique otro porque a mí me da la risa.
¿Debo preocuparme si disfruto cada vez que veo a El Cejas disgustado cuando el presentador pregunta a Adara? “¡Otra vez!”, exclamaba anoche. Pura frustración.
Cuando Alba dice que va “a la biblioteca a ver libros”, ¿no estará expresándose con precisión y es verdad que va a verlos, no a leer?
Pol leyó un tuit de María Jesús Ruiz en el que cuestionaba que pueda estar utilizando a Joao y a Adara. Joao respondía así después a María Jesús: “Yo no voy a hablar de sus utilizaciones”. ¡Bomba!
Moleskine del gato
Solo Estela se posicionó contra Alba. Joao, Gianmarco y Adara prefieren que se vaya El Cejas. No me gustaría vivir con alguien que no quiere estar en ese sitio, como es el caso de Alba. Y tampoco entiendo que les resulte más molesto El Cejas en la convivencia. Contra Pol el resto: Mila, Antonio David y Noemí.
Los porcentajes han ido evolucionando desde un esquema tipo 50-30-20, hasta igualarse prácticamente. El viernes estaban así: 51,7 %, 33 %, 15,3 %. Al principio de Debate la cosa empezó a equipararse de esta manera: 34,8 %, 39,7 % y 25,5 %. Y al final quedó así: 33,7 %, 35,4 % y 30,9 %. Mi tesis es que los porcentajes del viernes correspondían, de mayor a menor, a Alba, El Cejas y Pol. De ser así, han bajado mucho los votos a Alba y subido espectacularmente los de Pol sin que ninguno de estos movimientos se justifique por nada de lo sucedido en la casa. La pregunta es: ¿si sigue la igualdad es justo que se salve un nominado mañana? Para mí tengo que no.