Alatzne en crisis, no sabe qué hace ahí dentro
Alatzne está sufriendo una pájara, como esos ciclistas que de repente no pueden mantener el ritmo porque las piernas no les responden y prácticamente pierden la conciencia de lo que están haciendo. Les ha pasado a los más grandes y Perico Delgado solía hacer una etapa vertiginosa al día siguiente de haber sufrido una pájara. Quiero pensar que le va a pasar lo mismo a Alatzne y cuando supere el bache en el que se encuentra tenga más fuerza y entusiasmo que nunca para seguir. Ella es una mujer luchadora, por lo que ha contado, y sabrá superar las dudas que le asaltan desde hace un par de días, aunque no las quiso verbalizar hasta ayer.
Rafa y Carmen piensan que Alatzne está molesta porque la noche anterior se la pasaron juntos después de que ella se fuera a dormir. Se hicieron una infusión e intentaron hacer la ouija, al parecer sin demasiado éxito porque el vaso no se movió del sitio. Ayer volvían a plantear el mismo juego, aunque Rafa le había ofrecido a Alatzne pasar la noche ellos dos juntos esta vez, algo que ella consideró innecesario. No creo que sea esa la razón de la crisis que está viviendo, o al menos no la única. Cierto que es acaparadora y mira con recelo a cualquiera que se acerca a Rafa. Le ha pasado con Carmen desde el principio y, más recientemente, con Laila. Pero creo que la cosa es más compleja.
Alatzne está molesta con Rafa y Carmen porque siente que se callan cuando ella se acerca. Además, cree que a veces se están riendo de ella. Por eso está convencida de que su presencia les molesta, pero no sabe cómo evitarlo. “¿Qué voy a hacer? ¿Me meto en el cubo hasta que me vaya de aquí?”, decía. Ella misma ha dicho que a veces es insegura, pero no le ha gustado que lo afirmen también sus amigos. Esa sensación de que no encaja ni con ellos le ha llevado a pensar en abandonar el grupo. Según Rafa, eso le dijo ayer, aunque ella no es consciente y presupone que le debió hablar de irse del programa. También le inquieta no acordarse de lo que ha dicho.
Además de encontrarse incómoda con las personas más cercanas (por no decir Rafa) Alatzne no sabe qué hace ahí dentro. De repente ha pasado de estar feliz y disfrutar con la experiencia, teniendo siempre curiosidad por descubrirlo todo, a dudar de si ese es su sitio. Dice que tienen todos un perfil parecido, más televisivo que el de ella. Su objetivo no es trabajar en la tele ni tiene ambición por participar de ese mundo en el futuro. No se está dando cuenta de que precisamente por eso es la más indicada para estar ahí. Alatzne es la concursante que más responde a lo que muchos estábamos esperando ver. Una persona normal, como cualquiera de nosotros, que vive la experiencia sin estar pensando en los bolos que hará cuando salga, ni si van a llamarla para hacer un Deluxe. Su objetivo no es la promoción personal, sino simplemente participar de ese juego y comprobar si puede ir superando cada meta.
Llevábamos tiempo deseando un reality de encierro con concursantes desconocidos, pero mucho más pidiendo que fueran como Alatzne. Por todo lo dicho, cumple con el ideal de concursante. Partiendo de ahí, que no es poca cosa, estamos descubriendo cosas en ella que la convierten una concursante ideal, que parece lo mismo sin serlo exactamente. Ojalá pudiera transmitirle esto y convencerla de que son todos esos que ella ve más televisivos los que encajan con más dificultad ahí dentro. Si lo pensara con un poco de distancia se daría cuenta solamente pensando en la última expulsada, segunda de la edición. Elena habría renunciado a ser concursante de Secret Story a cambio de ser colaboradora de Sálvame.
No sería justo reprochar nada a Rafa y Carmen, que ayer estuvieron intentando convencer a Alatzne de que las cosas no son como ella piensa. Ni se han reído de ella, ni se callan cuando ella llega. Y, por supuesto, no les molesta en absoluto. Rafa ha demostrado que es con quien más a gusto está, pero también está empezando a tener la sensación de que no puede dividirse en dos. Alatzne y Carmen le exigen a veces una exclusividad que no puede dar a las dos. Tampoco sería justo esperar que lo hiciera. Solamente me faltó un poco más de esfuerzo por hacer que Alatzne viera lo importante que es para ellos. Pero Rafa es poco efusivo y Alatzne tampoco se deja mucho. Cuando le pidió que le diera un abrazo dijo que no le apetecía mucho. Los dos son más bien fríos a la hora de expresar sus sentimientos.
No creo que Alatzne le reclame a Rafa nada más que cierta exclusividad. Ella quiere ser siempre más que nadie para él, lo cual no quiere decir otra cosa que eso. No solo hay celos en las relaciones amorosas, también en la amistad se reclama a veces más de lo que se debe. Cierto sentido exacerbado de la propiedad es común en cualquier tipo de relación y tiene parecidas consecuencias, casi nunca buenas. En cualquier caso, confío en que Alatzne supere esta pájara de un día y sea capaz de pasar página hoy mismo. Y, como le pasaba ayer, ni se acuerde de las cosas que dijo. Lo comentaba ella misma: en su vida normal cuando tiene un mal día no se levanta de la cama y se le pasa, pero ahí no puede hacerlo ni tiene forma de aislarse. “Ni siquiera me puedo encerrar en el baño, porque la gente tiene que entrar”, decía. Bienvenida a la casa de los secretos, Alatzne. En realidad, ha empezado a saber dónde está, en lugar de no saber qué hace allí.
En el grupo grande hay varias personas que se están haciendo una película en la cabeza basada exclusivamente en sus prejuicios y no en el conocimiento de la realidad. Lo están haciendo con el otro grupo, pero también entre ellos. La unión que ahora tienen saltará en pedazos pronto. Nissy ya anunciaba ayer que igual se iba con los otros. No lo hará, aunque Rafa fuera de madrugada su cómplice en las bromas (rellenaron el agua de las botellas con pimienta y cayena). Además, Nissy ayer se prodigó en críticas a Brenda y Marta. Esta última escuchó en el baño a su compañera soltando pestes de alguien, pero todavía no sabe que hablaba de ella. No tardará en descubrirlo. Los puñales vuelan, aunque luego se dan cita casi todos en torno a cama de Adrián. Es su harén particular, el lugar donde se debe sentir poderoso, con Marta y Virginia pillando siempre pole position.
Brenda y Cora usaron ayer a Álvaro como saco de boxeo que parase sus ataques hacia el trío, centrados en Rafa principalmente. He de decir que me sorprendió verle defendiendo a su amigo, aunque debería ser lo más normal del mundo. Tanto Brenda como Cora manejan prejuicios, ideas preconcebidas y lugares comunes para dar su opinión sobre Rafa. Lo que no han hecho nunca es intentar conocerle mejor. Si fueran más conscientes de la realidad seguramente pensarían diferente, aunque no tengan por qué hacerlo. Esto me hacer recordar la historia del paquete de galletas en la estación de tren.
El tren anunció que retrasaba su salida una hora y una señora fue a comprarse una revista, un paquete de galletas y una botella pequeña de agua. Buscó un banco en el andén central y se sentó, preparada para esperar al tren. Un joven se sentó a su lado y comenzó a leer el periódico. De repente, sin mediar palabra, cogió el paquete de galletas, lo abrió y empezó a comer. La señora, bastante molesta, respondió tomando el paquete con un gesto exagerado, sacando una galleta y comiéndosela mientras miraba fijamente al joven. Este cogió otra galleta y, con gran tranquilidad, se la llevó a la boca sonriendo. La señora, claramente enojada, cogió otra galleta y volvió a comer mirándolo fijamente. Ese juego de miradas y sonrisas se repitió hasta que quedaba solo una galleta. “No será tan caradura”, pensó ella. Con mucha calma, el joven cogió la galleta, la partió en dos y le ofreció la mitad a su compañera de banco.
Llegó el tren, la señora se levantó y subió a su vagón claramente ofendida. “¡Qué insolente y maleducado!”, pensó. Con la boca seca metió la mano en el bolso buscando la botella de agua para echar un trago. Entonces quedó paralizada ante lo que vio. Todavía seguía al lado del agua su paquete de galletas intacto. En un segundo dejó de considerar insolente y maleducado al joven del banco de la estación. Se dio cuenta entonces de que había sido generoso y considerado. Mejor no dejarnos llevar por los prejuicios.
Pues no dice…
Pues no dice Nissy que se considera "un pepino a la izquierda". Pepino como término a utilizar cuando no viene ninguna otra palabra a la cabeza.
Pues no dice Carmen que Álvaro cada día está más "parchoso". El significado de "parchoso" es otro secreto.
Pues no le dice Álvaro a Cora que no se encuentra a gusto con el trío porque el 90 % del tiempo se lo pasan hablando de nominaciones. Eso es... MEN-TI-RA.
El gato responde
Hoy traigo dos comentarios que me han hecho en Twitter y considero interesantes por diferentes razones. El primero es una brillante reflexión sobre Alberto, al que Laila señaló como “el novio de Elena” cuando ella y su hermana comunicaban un nominado de entre los ya salvados, porque posiblemente ni se acordaba de su nombre. Alberto seguía ayer afectado después de haber estado llorando la noche anterior. Este es el tuit:
Alberto no ha cumplido ninguna de las reglas del buen café: solo, caliente y fuerte. ¡Muy bueno! El otro tuit nos brinda una información de relevancia sobre el secreto “me enganché a comer estropajos”:
Muy bien visto. La lufa es muy conocida en países del caribe. Cuba, por ejemplo. Rafa es bastante viajero, pero no recuerdo si ha comentado que conoce Cuba. También podría ser el secreto de Kenny. En todo caso, está claro que lo de comer estropajos se refiere a esta fruta. Gran contribución la de esta lectora.
Moleskine del gato
Álvaro montó su chiringuito delante del teléfono para asegurarse de ser el siguiente en cogerlo. Luego ideaba poner a prueba a Carmen tardando en llegar a cogerlo para ver si le dejaba pasar o lo cogía ella. Tanto le urgía saber qué pasaría que se lo preguntó y Carmen dijo que cogería ella el teléfono, como es lógico. Otra decepción más para Álvaro.
Al final, en lugar de Álvaro cogió el teléfono Laila, a quien Jorge Javier Vázquez preguntó cuál era el concursante más vago. Respondió que Álvaro, por lo que esté deberá pasar un día entero inmovilizado y desplazándose en una carretilla.
Por Alatzne hemos sabido que Carmen ha accionado el pulsador de los secretos, y esta vez va en serio. Al parecer ha apostado por el secreto de Virginia, aunque no sé cuál le atribuye.
A pesar de su crisis, Alatzne no tuvo inconveniente en decirle a Álvaro en su cara que desconfía de su amor (¿’hamor’?) por Carmen. Hay que tenerlos cuadrados.
La prueba semanal ha agrupado a los concursantes al azar, lo cual servirá para que se conozcan mejor. Tal vez así dejen de manejar prejuicios, aunque no sé si a Alatzne le viene mejor o peor estar con Adri viendo a Rafa con Marta, por ejemplo.