Alexia y Lara acusan a Agustín de ser el máximo inspirador del motín por el que las habitantes del barco encallado habrían pretendido lograr ser trasladados a otra ubicación privando de contenido al programa. Las advertencias de Carlos Sobera el martes tenían un trasfondo que no hemos conocido hasta anoche. Esa pasividad, falta de actividad y desidia que el programa consideró una actitud no adecuada tenía un objetivo. No era solo por cansancio o falta de motivación, sino que pretendían de esa forma modificar los planes del programa. “Propuso que no diéramos contenido”, afirmaba Alexia, a lo que siguió el desmentido de Agustín.
Agustín niega haber pretendido una especie de motín de la Bounty, que en lugar de desarrollarse en Tahití lo haría en los cayos Cochinos hondureños. Pero si nos fijamos en su negativa se limita a afirmar que nunca ha utilizado las palabras que dice Alexia. Luego, es evidente que sí ha estado hablando de la opción de no hacer nada para ver si así les llevaban a otro lado. Si siete de los protagonistas de la edición deciden hacer huelga de brazos caídos tenemos un problema. No sería la primera vez que los concursantes intentan un plante. Según me contó uno que lo fue hace más de una década, en su edición hubo un momento que todos los supervivientes comunicaron a la dirección que se marchaban si no les daban algo extra de comida. Lo hicieron en medio de una gala, además. ¿Quieren saber lo qué pasó? Cuento solo una parte: no se marcharon.
No esperaban que el tema saliera anoche en la gala. De otro modo se hubieran puesto de acuerdo en una respuesta. Al menos el chef Carlos y su ayudante de cocina Agustín. Este último es quien otorga esos papeles a ambos mientras afirma que se pegará más a su compañero para poder pasar mejor de Alexia y Lara. Hubiera podido creer a Agustín cuando negaba la mayor si Carlos no le chafa el desmentido afirmando que, efectivamente, es algo que habían barajado. ¿Qué más da entonces si hablaron de “no dar contenido” o fue otra la expresión utilizada? Agustín toma la parte por el todo y, negando haber utilizado unas determinadas palabras, evita faltar a la verdad no pronunciándose por el fondo del asunto.
En el trasfondo del supuesto intento de motín (que al final reconocieron todos menos el señalado, o sea, Agustín) está la poca simpatía que tienen por este supuesto ideólogo compañeras como Alexia o Lara. Valeria, por el contrario, se puso del lado de Agustín y Carlos, mientras Sylvia prefería ser Suiza (neutralidad absoluta). Y a Lola no vayan a preguntarle porque bastante tiene ella con lo que tiene. No solo sacaron del que fuera presentador del Telecupón lo del motín, también chistes suyos que califican de antiguos o el comentario de que él presentaría Supervivientes mejor que sus tres presentadores juntos. Al igual que lo del motín esto fue sacado por Alexia, confirmado por Lara y desmentido por Agustín.
Los ataques a Agustín no le han hecho despeinarse. Jorge Javier creyó ver cierta sensación de impotencia en el concursante, pero él respondía: “No es en absoluto un signo de debilidad, es un signo de inteligencia emocional”. Curioso que Agustín salte cuando Lara dice “vamos a dejarnos de gilipolleces”, ante lo cual preguntó si le estaba insultando, cuando él mismo acababa de exclamar “¡hay qué ser imbécil!” tras escuchar a Alexia en un vídeo. “Me estoy dando cuenta de que proyecto la imagen de un mito caído”, afirmaba quejicoso Agustín. Que es un mito, dice. ¡Un mito! Madre mía, cómo están las cabezas.
La palapa fue testigo de algún enfrentamiento más, aunque ninguno tan jugoso como este de los encallados donde se configuran ya posturas muy claras, de un lado Alexia con Lara y del otro Agustín, Carlos y Valeria. Sylvia está de oyente. Si por algo celebro que haya salido el tema del motín es porque ha supuesto la vuelta al juego de Alexia. Siempre me han fascinado los concursantes supuestamente frágiles, al tiempo que pueden con todo y con todos. Alexia parece de ese tipo, y tras querer marcharse emerge ahora como uno de los centros de atención, capaz de concentrar más mi interés que casi todos los habitantes de cayo Paloma (lugar también conocido como la isla del pirata Morgan) juntos.
Los otros enfrentamientos en la palapa fueron de Gianmarco con Alejandro y de Marta con Tom. Cualquier discusión en la que esté implicado Gianmarco pierde mi interés automáticamente. Sospecho que Alejandro se mueve bien en el conflicto y de alguna manera lo promueve, pero me resulta difícil ver a Gianmarco y Tom burlándose de Alejandro. Son como esos matones de colegio que eligen una víctima con la que ensañarse a base de bromas y desprecios. Han conseguido que me ponga del lado de Alejandro, lo cual es un logro inesperado.
En cuanto a Marta y Tom, pienso que igual han usado el nombre de la amistad en vano. Nos dijeron que eran grandes amigos, pero es posible que se hayan visto cuatro veces en la noche madrileña. Igual son menos amigos todavía que Antonio Canales y Fidel Albiac. A Tom le molestó que Marta dijera preferir la salvación de Alejandro (como así pasó). Creo que esto fue cuando ella estaba ya un poquito harta de las bravuconadas de su “hamigo”. Puede parecer intrascendente, pero creo que esto puede modificar las alianzas entre los supervivientes. Tanto Marta como Omar están ahora más cerca de Alejandro y Palito que de Tom y Gianmarco. Luego se refuerza ese grupo ahora que han perdido a Antonio.
Antonio fue el menos apoyado por la audiencia y, por tanto, se convirtió en el segundo en ser desterrado. El bailarín se reencontró anoche en isla Destierro con Lola. No estarán solos, por suerte para ambos. He de reconocer que Antonio me gana cuando muestra una ilusión superlativa, algo de lo que solo es capaz un niño. Él es un niño grande con el colmillo retorcido, pero que estando de buenas puede aportar más que el resto juntos. Ya sea ayudando a meditar a Gianmarco de madrugada u ofreciendo su cariño a los demás, en particular a quienes cree más débiles. Al poco de estar junto a Lola ya andaba Antonio haciendo planes para contarle mil y una historias, evitando así el mortal aburrimiento que ha debido sufrir esta semana.
Lola se ha ganado el corazón y las simpatías de una buena parte de la audiencia, y lo ha hecho a un ritmo vertiginoso. De pasar sin pena ni gloria hace dos semanas a ser favorita para muchos. Algo ha debido contribuir su coraje y capacidad de superación. En esta semana ha conseguido superar su miedo a la soledad y la oscuridad de la noche. “Aquí estoy feliz conmigo misma”, decía anoche con una sonrisa franca y abierta. Me parece una gran noticia que no vaya a estar más sola. Tal como deseaba en mi escrito de ayer, ella y el segundo desterrado por decisión de la audiencia aguardarán la llegada de un tercero y será entonces cuando haya la primera expulsión auténtica.
Hemos recuperado ya a Alexia, más en forma que nunca. Y Lola ha superado el difícil reto de aguantar una semana en soledad. Ahora solo falta que se le quite de la cabeza lo de marcharse a Melyssa. Pocas cosas desea con más ganas, pero la audiencia ha vuelto a salvarla. Y, para más contrariedad, anoche se proclamó líder, lo cual la hizo inmune a las nominaciones. Y encima los supervivientes perdieron la prueba de recompensa, por lo que se perdieron la cena de barbacoa con chuletón y cerveza sin alcohol (no fueran a tutearse). Dieron ganadores a los encallados, aunque tampoco son unos magos con los puzles. De primero de puzle es que las piezas deben rodear por fuera el tablero donde irán colocadas en lugar de apelotonarlas dentro. Pues nadie pensó hacerlo así. La cena explica que estuvieran luego tan animados los encallados hablando de motines.
Así nominaron nuestros náufragos anoche:
Palito > Tom
Tom > Alejandro
Alejandro > Gianmarco
Gianmarco > Alejandro
Olga > Tom
Omar > Tom
Marta > Gianmarco
El grupo dejó nominados a Tom (3), Alejandro (2) y Gianmarco (2)AlejandroGianmarco (2). Como líder, Melyssa nominó directamente a Palito. Esto sí que me descuadra las posibles alianzas. Que lo hiciera por descarte me hace pensar que sus intocables puedan ser Olga, Marta y Omar.
Mucho me extrañaría que Palito no fuera salvada, por lo cual la cosa estaría entre los tres concursantes enfrentados, buenos amigos del conflicto y las discusiones. Marta arrastra a Olga (y posiblemente a Omar) a decantarse por Tom, mientras ella prefiere nominar a Gianmarco.
Lo de pretender que el líder reparta tareas es una flipada, como dije ayer. La insistencia en la flipada por parte de Gianmarco hizo que discutieran él y Omar. El italiano igual se arrepiente en algún momento de esta bonita colección de enemigos que está haciendo.
Tom besó en la cabeza a MelyssaTomMelyssa consolándola por no haber sido expulsada (¿es el mundo al revés? efectivamente, lo es). Luego ambos quisieron aclarar que no volvería a haber nada entre ellos. Obsérvese el detalle: Tom quiso advertir que Melyssa tiene novio. “¿Y tú tienes novia?”, contestó ella. Igual se le había olvidado ya.
No le debió parecer suficiente a Valeria con volver a comparar a Jorge Javier con el dulce de leche que optó por la mayor de las exageraciones. “Te quiero mucho”, le dijo anoche. “Pero si no nos conocemos”, contestó el presentador. Y esta vez es cierto.
Confesiones desde la palapa. Marta: “Yo me consideraba lista y espabilada, y no”. Ni pongo ni quito nada.