Adara contra casi todos
Solamente Mila se salva de la ira de Adara, al menos de momento. En las últimas semanas esta concursante ha arremetido contra todos los demás. Hugo fue su primera víctima, además de haber sido el más cercano a ella. Digamos que empezó su criba por proximidad. El resultado es por todos conocido: ya está fuera de combate. El pasado domingo su objetivo fue Antonio David. Las razones parecen flojear cada vez más. Adara dijo que Hugo se había apartado un poco de ella tras la expulsión de Gianmarco, pero la cronología no coincide demasiado. En realidad, la relación entre los dos no había recuperado la temperatura de los primeros días tras regresar repescado. Desde entonces había sido todo bastante gélido. Antonio David, por su parte, osó posicionarse contra Adara explicando que nunca se han llevado bien, lo cual desató su ira.
Era de esperar que la ira de Adara volviera a aparecer, pero pensé que tardaría algo más. También estaba plenamente convencido en que sus razones serían de nuevo superfluas. Ayer Adara arremetía contra Alba, flamante jefa de la casa en el día que estrenaba esa responsabilidad. Y, por extensión, se estaba echando encima al resto de las ‘pijitanas’. En este caso fue porque Alba en el reparto de tareas de la casa había reservado la cocina para Adara junto a Noemí. No parece razón para una reacción tan airada. Adara se quedó encallada en la expresión “para tocar los cojones”, con perdón. “Pues nada, si hay que cocinar, se cocina. Y si hay que tocar los cojones, se tocan los cojones”, decía.
Dice Adara que siempre expresó su deseo de no cocinar en la casa. Se conoce que tan solo sabe preparar la papilla para su bebé, y tampoco parece tener interés en aprovechar la ocasión para aprender. En realidad, ninguna tarea ha apasionado a esta concursante. Mucho se dice que Antonio David es vago, pero me gustaría saber lo que piensa Alba de Adara en este aspecto. La reacción de Adara se hizo extensiva a Noemí, su compañera en la tarea y, sobre todo, a Estela. “Siempre la defiendes”, reprochaba Adara a Estela, molesta porque se pusiera del lado de su amiga, partidaria como ella de que las tareas vayan rotando y al final no quede nadie sin hacer alguna al menos una vez.
Entiendo que Adara se pueda sentir molesta porque no le apetece la tarea asignada para ella esta semana, pero su reacción contra el grupo en el momento de enterarse y que estuviese después apartada durante casi todo el día me sorprendente en parecida medida que el resto de reacciones suyas contra un compañero en estas semanas finales de encierro. Primero contra Hugo, luego contra Antonio David y ayer contra Alba, Estela y Noemí. Como dije al principio, solo se salva Mila. En realidad, su compasión hacia ella motivó el primer encontronazo con Alba ayer. Adara pretendía que Mila y Alba se reconciliaran, pero esta piensa que su relación con otra persona no es cosa suya.
“¿Ves a una persona así y no se te remueve nada?”, preguntaba Adara a Alba y Estela. Se refería a que ayer Mila decidió aislarse del mundanal ruido recluyéndose en el dormitorio. Lo del ruido no es una expresión, dijo expresamente que necesitaba un poco de silencio. Fue de su cama a una hamaca en el jardín y viceversa. Aparte de eso, de vez en cuando lloraba amargamente. Tan solo Antonio David se postró ante la cama de Mila, como hacía siempre Joao. Incluso acariciaba sus cabellos como este a Gianmarco. Mila estaba pasando un día de perros. Tiene razón Adara en que ver a alguien así no es agradable. Aunque en este caso parecía que Mila lo había elegido.
Me hizo esto recordar la historia de un maestro oriental que siempre estaba contento. Sus discípulos le preguntaron en una ocasión por ello. Estaban intrigados por cómo podía encontrarse feliz siempre. El maestro contestó: “No es difícil, amigos. Todas las mañanas, al despertar, me pregunto a mí mismo: ‘A ver, ¿qué elijo hoy, la alegría o la tristeza?’. Y casi siempre elijo la alegría”. Ayer Mila eligió tristeza.
Alba es de esas personas para quienes lo suyo siempre es más. Es del tipo que podríamos denominar “yo también”, con importantes trazas de “yo más”. Por eso reaccionó al comentario de Adara sobre que le daba pena Mila con las siguientes palabras: “Yo ayer también me puse a llorar y no se acercó nadie”. Como dice un precioso poema de Jacinto Benavente: “En el meeting de la Humanidad, millones de hombres gritan lo mismo: ¡Yo, yo, yo, yo, yo, yo!”. Luego Adara insistía en que no puede ver a alguien así, y añadía Alba: “Ya. Yo también estoy triste”. Y remató, poco después, con esto: “Yo también lloré”. Como dijo una vez la cantante Bette Midler: “Ahora basta de mí, vamos a hablar un poco de vosotros. ¿Qué pensáis de mí?”.
No quiero ser mal pensado y creer que esta conversación del cuarto de baño fue el primer intento de Adara y al resultar fallido decidió montar en cólera poco después en el jardín a cuenta de su tarea en la cocina. Eso sí, por lo inconsistente de sus razones, empiezo a estar bastante convencido de que desata su ira de forma dirigida hacia quien quiere cada vez, y ayer le tocó a Alba. O a Alba y compañía, más bien. Y eso que, según ella, Alba se equivoca considerando en un mismo pack a Mila y a Antonio David, cuando son personas diferentes. Sin embargo, si ella arremete contra Alba parece estarlo haciendo también contra Estela, y en menor medida contra Noemí.
Alba dice que no, pero sí está reprochando a Mila cosas que le corresponden a Antonio David. No se refiere a que le dijeron “tienes una parte que me da miedo”, lo cual dijo Mila. Se duele de que la acusaran de ser “como una persona a la que se le ha cambiado el colchón”. Se refiere a Hugo, que al parecer ha pasado a ser el Voldemort de Guadalix y no se puede pronunciar su nombre. Por no faltar a la verdad diré que Antonio David realmente le dijo que había cogido el rol de Hugo, no que fuera como él. Aunque la clave está en que realmente dijo “me han acusado de ser”, cuando solo fue una persona. Por otra parte, hace Adara una cosa curiosa: cuando se enemista con alguien automáticamente se muestra extremadamente cercana y amable con otro grupo u otra persona. Ayer la vi relacionarse muy afablemente con Antonio David, al que la noche anterior llamaba “falso” y “manipulable”.
Así las cosas, la casa parece dividida entre las ‘pijitanas’ (Alba, Estela y Noemí) y el dúo más estable y leal de esta edición, formado por Mila y Antonio David. No me atrevo a poner en ningún grupo a Adara. Tampoco descarto que mañana le toque descargar su ira contra Mila, y habrá hecho pleno. La estrategia de Adara parece consistir en intentar cargarse a todos los demás, lo cual está resultado demasiado evidente. La gran duda a estas horas es si ese porcentaje entre el 1 % y el 2 % pertenece a Mila o a Adara. En ningún caso se contempla que sea de Antonio David. Hablaron de esto Alba y Estela. Su conclusión es que muy probablemente sea Mila la nominada olvidada por la audiencia votante esta semana.
No parece disparatada la teoría de Alba y Estela. Esta decía: “No me pega que ese porcentaje tan bajo sea de Adara. Es que se ha salvado, pero nunca con un porcentaje como ese”. La posibilidad de que vayan Adara y Antonio David a la sala de expulsión la han procurado sus seguidores, especialmente los de ella. Está claro que quien le tenga a él de favorito no va a votar por Mila, su único apoyo en la casa. En cuanto a Adara, tanto sus más moderados seguidores como los más fanáticos han coincidido desde la madrugada del jueves pasado que irían a por Antonio David.
Unos y otros salvarán a Mila esta noche, dando una sensación de poderío que se corresponde poco con la realidad. Si atendemos solo a ese porcentaje podríamos sacar la conclusión de que en un enfrentamiento entre Adara y Mila ganaría de calle esta última, tenga Adara el porcentaje mayor o el segundo, que tampoco son tan diferentes. Poco variará la cosa tras la salvación de esta noche porque el porcentaje es tan pequeño que apenas sumará nada a uno de los otros dos. En cuanto a la posibilidad de sorpasso, no olvidemos que la semana anterior Antonio David estaba más de 16 puntos por encima de Hugo y al final se fue este. No está nada decidido, por tanto.
Corea central
Tras salir expulsado Hugo preguntó Antonio David si el gran apoyo que tenía este concursante (salió por poco más de la mitad de los votos) era porque le funcionaba eso de hablar a la cámara. Supongo que es por esta idea que desde entonces está siguiendo sus pasos y cada vez habla más solo. Este es un recurso que no ha inventado Carlos Lozano. Parece que fuera así porque algunos han comparado a ambos concursantes en base a detalles como ese. Sin embargo, ya en la segunda edición recuerdo a Kayet hablando al cielo en el jardín de la casa. Y, cómo no recordar a Aída Nizar hablando con Dios.
Me llama la atención el argumento tantas veces repetido sobre que Mila sería la favorita de la cadena. Ni siquiera la veo tan favorita de ‘Sálvame’, dado que algunos de sus compañeros han expresado con claridad el deseo de que triunfe otro de los candidatos. Tampoco he visto mucho apoyo en otros programas. Ni, modestamente, en este blog. Ya sé que este gato es muy pequeño al lado de tantos monstruos de la comunicación, pero no deja de molestarme que se hable de un apoyo global sin tener en cuenta las muchas excepciones. Son muchos los comentarios y poco el caso que se debería hacer. Estamos perdidos si tenemos que creer cosas tan disparatadas como que Mila tiene firmado por contrato que terminará haciéndose con el maletín. Lo mismo se decía cuando participó en ‘Supervivientes’, y no fue así.
Por hablar de rumores malintencionados también los hay sobre los demás. De Adara he leído que su estrategia ha sido preparada por Pepe Herrero, al parecer íntimo amigo suyo. Se dice incluso que las charlas con Joao en el suelo del ‘confe’ están premeditadas hasta en su escenografía. Según esto, el famoso rincón de la sala de confesiones habría sido elegido antes de comenzar el encierro. Pero este gato escamado dejó de creer en la existencia de contubernios judeomasónicos hace demasiado tiempo.
Moleskine del gato
Hablaba antes de porcentajes y ayer se actualizaron en el Diario de Lara Álvarez. Así estaban: 54,9 %, 43,4 % y 1,7 %. La tendencia es clara: se acercan los porcentajes grandes. El domingo había justo 18 puntos entre los dos. Anoche esta diferencia se había reducido a 11 puntos y medio. Si siguen esa misma progresión hay sorpasso antes del jueves.