Adara Molinero descubre en la sala de la verdad a unos inéditos Gemeliers
Me siento un poco como esos tres monos tallados en madera, guardianes del mausoleo de Toshogu, en Nikko (Japón), encargados de que nadie interrumpa el sueño del Shogun (el gobernante), incitando a tener prudencia. Son los monos de 'no ver, no oír y no hablar', los mismos de la primera pista del secreto de Lucía, descubierta ayer por la pareja de hecho que forman ya Cristina y Luca en la casa de los secretos. Mizaru se tapa los ojos para no ver lo indebido y es quien le habla a Iwazaru, que cubre su boca para no hablar, pero escucha los mensajes y decide la pena que los dioses aplican al desafortunado, mientras que Kikazaru tapa sus oídos negándose a escuchar maldades.
No ver malas acciones y no escuchar maldades son castigos suficientes, pero ninguno como no poder contarlo. El peor papel en esa función se lo lleva Iwazaru, sin duda alguna. No querría estar en la piel de Mizaru, Iwazaru y Kikazaru. Pero, sobre todo, no quiero ser el Iwazaru de esta historia, por eso comparto cada día mis pensamientos de gato sin salir de este encierro, no vaya a ser que me eche alguien el guante. Son pensamientos de un gato encerrado que, un día más, tengo el gusto de compartir con vosotros. Sin secretos.
Adara Molinero y los Gemeliers entraron en la sala de la verdad sin saber lo que les esperaba. Cuando Carlos Sobera les adelantó algo sobre lo que iba a pasar ya empezaron los gemelos cantantes a intentar explicarse. Adara (con su look de secretaria del 'Un, dos, tres...') no podía prever lo que iba a ver. Desde Jesús difundiendo en la casa la especie de que Adara lo busca (“no digo que le guste ni mucho menos, pero que me busca”) hasta duros calificativos de Dani, como “lagarta”. También tuvo que escuchar Adara que “solo abre la boca para decir tonterías” o ver a un hermano avisando al otro de que tenga “cuidado con ella”. Y, de remate, Jesús sacando su colchón al jardín después de regarlo con el agua de su botella y su hermano volcándolo en el suelo después de que Julen y Luca lo volvieran a poner en su sitio.
Argumentaban después los hermanos que habían sido “todo imágenes de las dos primeras semanas”. Observación innecesaria porque Adara no ha cumplido todavía su tercera semana completa en esa casa, por lo que necesariamente tenía que ser eso que dicen. O sea, se trata de una obviedad, palabra de ocho letras. Pero es indiferente de cuándo sean los vídeos dado que en la sala de la verdad los Gemeliers se ratificaron en todo lo dicho en los mismos. Está claro que se puede cambiar de opinión sobre una persona de un día para otro, pero no parece el caso. La misma Adara le confesaba hace un par de días a Cristina que al entrar las personas con las que menos posibilidades veía de congeniar eran precisamente ella y Luca. De hecho entró dando caña a los dos, acusando a este último de estar jugando a dos bandas con Emmy y Cristina, y a esta de tratar mal a Miguel Frigenti.
Los Gemeliers habrían salido perfectamente de este embrollo diciendo en la sala de la verdad que ya no piensan lo que dicen en los vídeos vistos. Incluso, no habría estado de más que Jesús se disculpara por decir eso tan pretencioso de que Adara le busca, y que ni siquiera fue capaz de explicar en directo. “¿Qué quieres decir con que te busco? ¿Te busco para qué?”, preguntaba Adara. Pero Jesús solo acertaba a decir: “Para lo que tú quieras interpretar”. La imagen de buenos chicos que van de corazón se resquebraja con los vídeos mostrados a Adara y que en la casa estaban viendo igualmente. He oído más de una vez a Dani o a Jesús decir “nosotros no tenemos maldad”, lo cual es ridículo porque todos somos en yin y el yang. Además, en el yin hay yang y en yang hay yin. ¡Ea!
La torpeza de los gemelos fue que en lugar de aclararle a Adara que ya no piensan lo dicho en los vídeos se fueron viniendo arriba y, para justificar sus precipitados y lengüilargos juicios, no hicieron otra cosa que ir agravando las ofensas. De esta manera, terminaron siendo más duros y contundentes con Adara, diciendo cosas sobre ella de una mayor gravedad, como que es maleducada o no hace nada en la casa. Lo más fuerte fue la acusación de que es poco limpia, que en directo solo se atrevían a poner en negativo, aunque luego en el pasillo de vuelta a la casa la llamaban directamente "guarra". Y, ya en el salón, Jesús se reiteraba en lo dicho: "Más guarra que una mano". No sé muy bien lo que significa ser más guarro que una mano, pero tengo claro que no es nada bonito ni se trata de ninguna broma.
Carlos Sobera tuvo que intervenir para advertir que bajo ningún concepto el programa iba a consentir palabras malsonantes o insultos dirigidos a un compañero de concurso. “Lo de guarra ha sobrado, es una pasada indecente y espero que no se vuelva a repetir nunca más”, dijo el presentador. La advertencia de Sobera fue rematada por Jesús con un “así será”. Hay que añadir el contexto: entre el momento en que Jesús dice en el salón “más guarra que una mano” y su recogida de cable del “así será” pasaron tan solo un par de minutos, poco más o menos. La casa de los secretos es uno de los sitios donde caben menos secretos. No cuento los propuestos por los concursantes para el juego, que se van descubriendo a buen ritmo, tanto por la expulsión de los mismos como por la perspicacia de algún compañero. Por lo demás, se enteran de todo al poco de suceder. A Adara solo le faltó saber que Jesús había pedido en el cubo su expulsión disciplinaria por hacer una broma. Los Gemeliers quieren ganar a toda costa.
A diferencia de los robos (por así llamarlo) de comida, las bromas que hacen en esa casa no solo les divierten a ellos, también a los espectadores. Cualquier intento de acabar con esta vieja tradición es ir contra el propio concepto del programa, que no deja de ser un espacio de entretenimiento. En este sentido, los Gemeliers, Cynthia, Isabel o Luis son nuestros enemigos, lo cual no resulta fácil de olvidar. Me parece especialmente triste en el caso de Luis, bromista por naturaleza y totalmente desubicado en el lado de quienes protestan por no poder dormir cuando Lucía hace una broma a Adara antes de medianoche. ¡Pero si la música no suena hasta cerca del mediodía! Por cosas como esta arrastra este concursante, que tantas veces me hace sonreír, la sospecha de que muchas veces esté forzando su simpatía y buen humor. Al parecer, ya no habrá bromas. Lo explicaba Lucía anoche con su brillantez habitual: “No os preocupéis que de doce a una vamos a jugar a pinta y colorea para que nadie se ofenda”.
Cristina tenía miedo de que en la gala de anoche pusieran la conversación con Adara del lunes en la que hablaba de sus sentimientos hacia Luca y de cómo ve el avance (o no avance, más bien) de esa "relación". Hice ayer la lectura de que pudiera estar ensayando con Adara una imprescindible conversación con Luca en un futuro cercano. Mi lectura de hoy es que no sé si puede pesarle más el deseo o el temor de que se muestren esas imágenes y las pueda ver Luca. En tal caso se podría ahorrar tener la iniciativa de dicha conversación. Digamos que se lo darían un poco hecho. Al hilo de esto quiero traer fragmentos de dos conversaciones. La primera entre la genial muñidora Adara y Luca. Adara pregunta: “Si te gusta alguien, ¿prefieres decirlo o que surja?”. Respuesta de Luca: “Tienes que ser claro en la vida, tienes que decirlo. No sabes lo que puede pasar, tienes que intentarlo, luego puede salir mal o bien, pero intentarlo”. La segunda es tras el baile de anoche, coronado con un beso, cuando Cristina afirma que “eso ha sido solo trabajo”, a lo que Luca responde que “a veces no es trabajo” y termina con un casi definitivo: “Bueno, ¿y ahora qué?”. No te digo nada y te digo todo.
Secretos
Canales se quedó anoche con la esfera que los Gemeliers le habían ganado en un juego a Isabel dos días antes. Los gemelos apostaron a que era del torero el secreto de hacer sexo en un funeral, que ha quedado matizado a que fue en realidad en un tanatorio. No es probable que estuviera cerca el difunto. Este es el único secreto que oficialmente ya está atribuido, concretamente a Adara al haber entrado con el concurso empezado.
Por otra parte, Cristina y Luca ganaron la votación popular al mejor porté en el baile de ‘Dirty dancing’, lo cual llevaba como premio obtener una pista. Cristina, que no tiene esfera, hubiera optado por una de Canales, pero mandó Luca, que prefería ir a por Lucía al tener esta cuatro esferas. De ganarle la partida el italiano podría llegar a tener en su poder once. La pista era la figura de los monos Mizaru, Iwazaru y Kikazaru, que son vigías este escrito de hoy. Luca sacó la conclusión de que podría ser el secreto “fui kelly” porque las empleadas de la limpieza que trabajan en casas ajenas o en el negocio de la hostelería ven, escuchan y callan. Y menos mal que ellas callan, porque algunas deben de ver cada cosa…
Moleskine del gato
Los porcentajes oficiales ciegos estaban así antes de salvarse Luca y Cristina: 48,4 %, 35,2 %, 8,4 % y 8,0 %. Una vez más se había producido sorpasso puesto que la barra azul de 35,2 % tenía el domingo tan solo un 18,9 %, a escasa distancia de las dos siguientes. Sin embargo, anoche había subido hasta el 48,4 % (casi la mitad de los votos), por encima de ese 35,2 % que el domingo se elevaba hasta el 47,3 % (también casi la mitad). Luca y Cristina tenían parecido resultado en torno a los 8 puntos, y al desaparecer sus porcentajes se espera un duelo bastante enconado entre la planta Canales y la “princesita Disney” (Lucía dixit), que ha pedido ser nominada y ha contado un montón de veces que se quiere marchar.
A Emmy parece dársele bien marear a la audiencia. Ha dicho que se quiere ir varias docenas de veces, aunque luego lo ha negado transformándolo en que solamente quería recibir una señal del exterior. Cuando ya estaba yo pensando que solicitaba una aparición mariana resulta que desea medirse a Luca y Cristina, que parecen de los más fuertes de la casa y casi dando por buena esta versión me entero de que quiere ganarle a Adara en la sala de expulsiones para demostrar quién es aquí más reina de los realities. Luis Rollán no se hace ningún favor defendiendo lo indefendible, tanto con Emmy como con los Gemeliers.
Ahora entiendo la buena relación que tiene Emmy Russ con Isabel Rábago. Una tiene ataques de ansiedad cuando hay una prueba en la que debe trabajar y la otra se molesta porque se ofrezcan a hacerle un café. Una dice que “la gente asquerosa suele reunirse en sitios como este” y la otra llama a sus compañeros “gentuza”. Emmy dice que no se refería a este reality e Isabel asegura que se trataba de una broma. Lo de ella siempre es broma, ya sea que pida hacer un sindicato de trabajadores en la casa o le diga a Emmy que no la deje ahí dentro “con toda esa gentuza”. ¡Qué broma más graciosa! ¿no?
Emmy se está convirtiendo en una concursante molesta. ¿Doy ejemplos de por qué? Va uno: anoche mismo acusó a la organización de manipular los porcentajes ciegos de expulsión. Seguiremos informando.
Según la teoría de Isabel Rábago, sí juegas al parchís con un amigo no debes hacer por ganar por el cariño que le tienes. No tiene nada que ver el juego con la amistad.
Si Canales no fuera expulsado mañana se rumorea que dentro de un par de domingos, después de haber abrazado a su amigo cantante y a su señora madre en la white room, le podría visitar su cuadrilla al completo, incluyendo el apoderado y, dicen las malas lenguas, podría ir también el caballo del picador. Dicen, dicen…