Adara ha vuelto a ser expulsada tan pronto como ha sido posible. En apenas veinte días ha salido de la casa dos veces por los votos y ha vuelto repescada una por los bots. Cuando su participación en el concurso ha estado en juego mediando el voto de pago la decisión de la audiencia fue que dejara de ser concursante, mientras que solo con el voto gratuito a través de Internet logró el apoyo necesario para volver a serlo. Hace dos semanas supo que una de las dos plazas definitivas de la repesca era suya. ¿Por qué ha sido tan fugaz su segunda oportunidad? Porque en lugar de tener sus propias tramas dependió de las de los demás y su diversión fue a costa del sufrimiento de otros.
Siempre vi a Adara tan buena concursante como inconsistente. Su primer reality lo hizo junto a Pol Badía y el segundo con Gianmarco Onestini. Anoche dudaba de la relación que mantienen Cristina y Luca, lo cual corroboraba después de ver el morreo espectacular de la noche anterior. “No hay más que ver cómo se besan”, decía. Si hubiera dependido de eso que nos creyéramos su historia con Gianmarco lo habríamos tenido difícil porque no hubo beso alguno mientras ambos eran concursantes. Pero eso también sirvió para cimentar sus dudas sobre sentimientos ajenos, como si solo se quisieran los que se besan. Adara sin Cristina, su rival de anoche, no hubiera sido nada, y eso fue lo que ha castigado la audiencia por partida doble en este reality.
Aparte de no tener sus propias tramas, Adara ha cometido el error de repetir el mismo esquema de concurso que sus dos veces anteriores. Las mismas frases, idénticos recursos y parecidas provocaciones. No ha entendido que siempre se demanda algo diferente. Para ver lo mismo es preferible volver a repasar sus anteriores participaciones. Ahora se nota que lleva todo muy aprendido y está aplicando unos principios que no siempre valen. Ella siempre fue una concursante contaminada, por no decir intoxicada. En su primera participación por los consejos de su amigo Pepe Herrero, y en las posteriores por su propia experiencia anterior. De ahí esa artificiosidad que tantos le han comprado, mientras que para otros fue un obstáculo insalvable.
Adara nunca sabe bien dónde situarse, si quiere estar con los malotes o prefiere el lado del bien. Este es un error bastante más habitual de lo que pueda parecer en los realities de encierro y expulsión competitiva. Querer estar en misa y repicando es siempre un error. Ella volvió a la casa atacando con dureza a casi todos sus compañeros. Su táctica de enfrentamiento planteaba una enemistad frontal con Cristina y Luca, pero también el desprecio hacia Luis y los Gemeliers. Al primero entró llamándole falso y a estos les cambió la profesión por la de sastre para terminar poniendo en duda su éxito como cantantes. Entró con la navaja entre los dientes, y una vez navajeados todos se echó a llorar apenada porque sus víctimas no quisieran sentarse a la mesa del desayuno con ella al lado.
Aparte de no ser cierto que se negasen a compartir mesa con ella, lo extraño es que le sorprendiera que así fuera. No se puede pretender la inmediata indulgencia del ofendido, pero es que cuando esta llegó también fue motivo de crítica. O sea, primero defiendo la buena convivencia y cuando el mismo compañero que la nomina se muestra amable con ella en el día a día resulta que es un traidor sin principios. Esa incoherencia no me ha permitido ver a Adara con buenos ojos a pesar de mi predisposición al respecto. Predije y deseé que este fuera el reality en que me encontrase a una Adara madura y sin comportamientos estrafalarios. Así me lo pareció en sus primeras semanas, pero la cabra tira a monte y no tardó en salir la Adara de siempre.
Solo ha mantenido el apoyo incondicional de Miguel Frigenti. Además de hacer con él esta segunda parte de concurso pretendió que fuera también junto a Sandra y Julen, que terminaron nominándola y hasta renegando de ella. Julen sufría por ver a Sandra participando en el ‘Buenos Días con Frigenti’ de la otra mañana. Aunque pusieran sordina a sus críticas, lo cierto es que no terminaron del todo bien. Se preguntan algunos qué pasó entre ella y Cristina. Pues lo que les pasa a todos, que no la aguantan mucho tiempo. Frigenti lloraba anoche tumbado bocabajo en la cama para que no se viera que era llanto seco, o sea, sin una sola lágrima. Eso sí, se dejó puesto el micrófono a pesar de haberse calzado el antifaz. Que se escuchara bien el sofocón.
Frigenti aprovechó para mutar de nuevo presentando un nuevo perfil de concursante que afronta la fase final del concurso solo y marginado por todos. Lo hizo estando Adara de cuerpo presente, antes de conocer su segunda muerte mediática. “Seguiré completamente solo”, decía Frigenti reprimiendo el gesto de frotar sus manos disfrutando de lo que se viene. Sospecho que está encantado con su nueva situación a pesar de su fingido penar por la expulsión de la concursante de cuya amistad renegó nada más entrar ella en la casa. Recordemos su afirmación ante Luca y Cristina de que sus amigos eran ellos y Adara nunca lo había sido. También en esto sufrió luego un cambio radical que la convertía en amiga de repente, o tal vez deba decir “hamiga”. Ambos afrontaron la repesca usando la provocación como arma principal y no veo a Frigenti dispuesto a cambiar de estrategia. Si acaso, combinará ahora la provocación con el victimismo, justo el error que le ha costado tan temprana expulsión a Adara.
Cristina y Luca iban anoche primorosamente conjuntados en color fucsia, lo cual les hacía parecer niños de San Ildefonso a punto a cantar el premio gordo. Repitieron la escena del fogoso encuentro tras salvarse Cristina una vez más de la expulsión, aunque esta vez con beso apasionado incluido. Mientras tanto, el resto de la casa pasando frío encerrados en la sala de las pistas de los secretos, que ya se ha quedado sin su función. Otra gala más que se pierden los Gemeliers prácticamente entera. Digo que ya no tiene sentido una sala con pistas de secretos porque fue descubierto el que faltaba sin que hubiera baile de esferas. Luis Rollán es amante de un presentador, con la peculiaridad de que no es amante exactamente, sino más bien un rollete. Además, el presentador en cuestión es uruguayo y trabaja en la televisión mexicana y de los Estados Unidos de Norteamérica del norte.
Conoceremos en su momento cuál es la bola premiada y quién es su poseedor. Por el momento, la notaria que conocimos la primera noche todavía tendrá que esperar para tener su noche de auténtico protagonismo. Solo sabemos que esos 50.000 euros de premio no serán para Cristina (sin esfera) ni para los repescados Frigenti y Adara, que se reincorporaron exentos del tema secretos por razones obvias. Julen tiene doce posibilidades más que el resto, lo cual no impide que el premio pueda estar en una esfera que no forme parte de su colección.
Antes de la expulsión, Cristina tuvo la visita de su amiga Fátima y Adara la de Jesús Molinero, el padre que llevaba dos años sin ver ni hablar, aunque ya tuvieron una conversación telefónica estando ella dentro de la casa. Nunca es tarde si la dicha llega y yo celebro que todo esto le haya valido a Adara para recuperar a su padre. Este, muy correctamente, lejos de aprobar todo lo que ha hecho su hija le advirtió que en alguna cosa se había pasado un poco. Lo único raro del encuentro fue que Adara preguntase enseguida por su concurso en lugar de interesarse por algo más personal y que Jesús no acertase a decirle otra cosa aparte de que Lola Índigo la estaba apoyando. Pero son nimiedades al lado de la buena noticia del emotivo reencuentro.
La mecánica de la inmunidad implicaba esta semana a la audiencia para que decidiera si el inmune disfrutaba del poder de la salvación o del intercambio. Ganó esta última opción y Julen no solo aguantó todo el rato con los pies entre hielo (solo abandonó Sandra) sino que se acercó más que el resto al apostar por la altura real del Everest. De forma que Julen debía ejercer su poder de intercambiar un nominado por otro concursante que no lo estuviera, pero rechazó hacerlo dejando las cosas como habían quedado. La cosa es que Sandra era una de las nominadas.
Como en una repetición de algo ya vivido, Julen se mostraba hundido al acabar la gala, justo después de decidir no salvar de la expulsión a su pareja. Con toda la buena intención, le intentaba calmar Luis Rollán con estas palabras: “Cualquier persona en tu lugar habríamos hecho lo mismo”. Pero el problema es precisamente que no había hecho lo que todos piensan. Luis y los Gemeliers creen que uno de ellos estará nominado por haber salvado a Sandra, pero no es así.
Creo que Julen miró por sí mismo y, convencido de que saldrá Frigenti, prefirió arriesgarse a que sea expulsada Sandra a cambio de asegurarse que no le nominan esos mismos compañeros a los que no quiso nominar anoche. Veremos cómo se lo toma Sandra. Si sale expulsada no podrá evitar reconocer que el culpable de su expulsión es su pareja. Me parece curioso que se dude de la relación entre Cristina y Luca, pero nadie diga nada de esta otra pareja singular. Prescindiendo de si se dan más o menos muestras de cariño durante el día, lo cual no es indicativo de nada, lo cierto es que me resulta imposible imaginar en Luca algo como lo que hizo anoche Julen. Me parece imposible que pudiendo hacerlo renunciara a salvar a Cristina.
Julen > Gemeliers (1), Luca (2) y Cristina (3)
Luis > Gemeliers (1), Sandra (2) y Miguel (3)
Sandra > Miguel (1), Cristina (2) y Luca (3)
Gemeliers > Luca (1), Luis (2) y Miguel (3)
Miguel > Luis (1), Luca (2) y Cristina (3)
Cristina > Gemeliers (1), Miguel (2) y Sandra (3)
Luca > Gemeliers (1), Miguel (2) y Sandra (3)
Nominados provisionales: Miguel (11), Cristina (8), Luca (8) y Sandra (8). Como Julen renunció al privilegio del intercambio se quedó así la cosa.
Frigenti había pactado con Adara unas nominaciones diferentes si ella se salvaba. Iban a darle un punto a los gemelos, tres a Luis y los dos puntos se nominarían entre ellos. El objetivo era asegurarse que salían los dos junto a Luis. Malogrado el objetivo, Frigenti renunció a intentar que saliera Luis a la palestra. No se entiende, porque si alguien más le hubiera dado un par de puntos a Luis y él en lugar de darle solo uno le llega a dar los tres podría haber quedado empatado a puntos con Cristina, Luca y Sandra.
Me parece que esta semana tenemos nueva edición del duelo vivido anoche, aunque en este caso el contrincante de Cristina Porta puede ser Miguel Frigenti. Son muchas más las cosas que les unen a las que les separan. Los dos se dieron a conocer siendo totalmente anónimos y comparten su pasión por este formato televisivo. Fueron uña y carne durante las tres primeras semanas y ahora son enemigos aparentemente irreconciliables. Si no se divide el voto entre Frigenti y Sandra tengo claro que Cristina ganará otro duelo.
En absoluto estoy de acuerdo con la teoría expresada repetidamente en todas partes sobre que quien se salvase anoche de la expulsión sería quien vaya a ganar este reality. Si es así y termina ganando Cristina le habrán llevado a ello em volandas sus enemigos, fortaleciéndola con sus torpezas. Ganar un duelo como el de anoche la puso en órbita hacia el triunfo, pero todavía es pronto y no lo va a tener nada fácil. Por su parte, la salvación de Adara habría asegurado el triunfo a Luca. Es merecedor de ello por sí solo, pero esa habría sido una ayuda definitiva. Ayuda in memorian, digámoslo así.
No pido nada por la idea, pero se me ocurre que podría participar el hermano de Adara en un reality de Telecinco y así puede que le vaya a ver su padre. Es solo una idea.
La madrugada del miércoles no me perdí el morreo de Cristina y Luca, pero anoche no pude comprobar si se acostaron realmente en pelota picada o nos estaban vacilando al plantear ese reto. Cristina lo calificó como “sacrificio”, lo cual es excesivo a todas luces.
Y termino dejando el vídeo completo del lote que se dieron en el baño Luca y Cristina. Un señor morreo.