José Antonio casi activa el protocolo de abandono
Dije hace un par de días que todavía nadie había amenazado con abandonar y ya no lo voy a poder repetir. José Antonio ha estado a punto de activar el protocolo de abandono por primera vez en este Supervivientes 2020. Podemos sumar a este fracaso predictivo que también hable de carpetas imaginarias refiriéndome a un supuesto tonteo entre Hugo e Ivana cuando solo llevaban dos días de concurso. La realidad me está poniendo en mi sitio. Las razones de José Antonio no han quedado claras. Una noche se acostó con calor y se levantó luego con frío. Entre medias molestó a sus compañeros e intentó quitar la lona de ese techadito donde duermen. Razón tiene en que el techado es demasiado bajo y se entiende que pueda resultar agobiante. Otra cosa es que sea motivo suficiente para abandonar. Pero nunca hay un solo motivo.
No es la primera vez que el periodista habla de abandonar. La vez anterior fue Elena quien puso fin a su amenaza con un contundente: “Aquí no abandona nadie”. Y se acabó. Esta vez es Rocío quien más empeño ha puesto para evitar el abandono de José Antonio, mientras Yiya rezongaba: “Si sabe que no se va a ir, lo dice para enredar”. Rocío le puso los puntos sobre las íes: “Tienes que entender que te queremos y nos reímos contigo, pero gritas muchísimo y te fallan las formas”. Perdón por la puntualización, pero no grita, habla fuerte. Si es que no saben entender al pobre. Confieso que José Antonio me está robando un poquito el corazón y hasta le perdono estas veleidades. Cualquier cosa menos que abandone la isla y vuelva a la media hora, como hizo Víctor Sandoval.
Rocío consuela a José Antonio e Ivana a Vicky, preocupada porque aun estando en el lado de la playa donde en teoría se pesca mejor no cogen ni un boquerón. También a Jorge le toca consolar, en este caso a Alejandro, cuyo bajón vino de no haber superado la prueba del martillo. “Yo lloró también cuando no me siento bien”, afirmó Jorge, como si fuera un superhéroe. Ojo, que igual lo es. Al menos la frase suena a eso. Otras variantes podrían ser “yo también tengo miedo cuando hago la declaración de la renta”; o “yo también achino a veces los ojos cuando voy al baño”; o “yo también bajo el volumen de la radio del coche cuando voy a aparcar”, o “yo también digo a veces yo también”. Lo cual no quita para que las palabras de Jorge fueran seguramente útiles para tranquilizar a Alejandro, quien mucho me temo que sangraba por la herida de haber sido superado por José Antonio más que por otra cosa.
En plató discutían el martes si la prueba del martillo beneficiaba al de mayor peso y, por tanto, tendrían que haber emparejado igualando los kilos y no enfrentando a chicos con chicos y chicas con chicas. Si llegan a enfrentar a una chica con un chico igualmente se hubiera dicho que los chicos tienen ventaja porque son más fuertes. Y la realidad es que ninguna de esas reglas teóricas tiene una base real. Ni va a ganar siempre quien más peso tenga ni siempre perdería una chica contra un chico. Son muchos los factores que influyen en una prueba de este tipo y fue, precisamente, Yiya quien mejor lo definió: “La actitud en la vida lo es todo. Ni fuerza, ni maña, ni nada. ¡Actitud!”. Los resultados de la prueba lo demuestran. Rocío ganó a Bea, Yiya a Fani, Ivana a Elena, Ana María a Vicky, Ferre a Nyno, y José Antonio a Alejandro. Hicieron tablas Pavón con Cristian y Barranco con Jorge. Ni siquiera se puede decir que son los chicos quienes más quedan en tablas porque la muestra parece insuficiente. Y el peso, aunque influya no es determinante. La prueba está en el duelo de Ferre y Nyno, donde este perdió pese a ser más pesado y voluminoso.
No quiero ser negativo, pero si con un salvoconducto para pescar en altamar, donde fueron llevados por una barca motora del programa, tan solo son capaces de volver con seis capturas de tamaño medio (o menos de medio) es que igual tienen un problema con la pesca. Una de las grandes mentiras de Supervivientes es lo de la pesca. Hemos escuchado muchísimas veces decir que la pesca allí es muy complicada, cuando no se ha dicho que es prácticamente imposible. A ver, un día la corriente se puede ponerse de cara y otro de espaldas, y eso influye mucho en la pesca. También otros factores, pero en tres meses habrá días para todo. Algunos años hemos visto ya los primeros días a cuatro o cinco concursantes metidos en el agua intentando pescar. Unos días sacaban poco o nada, mientras otros sacaron bastantes piezas, alguna de tamaño considerable. Consiste en intentarlo y, sí, también esto es cuestión de actitud.
Una actitud a la que mucho puede ayudar la preparación. Ir sin una mínima preparación es imperdonable. El abecé de la preparación para ser un buen superviviente es practicar la pesca y la apnea, así como la mejor manera de hacer fuego o construir una cabaña. Incluso este año no habría estado mal añadir unas clases para aprender a resistir mejor bajo una tormenta tropical. La cosa consiste en ir medianamente preparado. Y poner en práctica lo aprendido. Actitud no es contentarse con sobrevivir, porque no es lo mismo sobrevivir que ser un buen superviviente. Eso sí, Ferre sigue celebrando las capturas, sean pocas o muchas, como si hubiera ganado la Champions.
El gato responde
Son innumerables los comentarios que recibo defendiendo la relación entre Ivana y Hugo. La mayoría me señalan que ellos no han hablado de amor (por lo que no cabe hablar tampoco de “hamor”) y se alegran de que se estén dando una alegría para su cuerpo (¡Macarena!). No puedo estar más de acuerdo, aunque también digo que me importa mucho más lo que hagan respecto a su supervivencia que en la convivencia, porque esto es Supervivientes. Sucede que igual no me he sabido explicar bien o no todo el mundo se ha parado a analizar mis palabras, dando por supuesto que digo cosas distintas a las que digo en realidad. Entre otras cosas, afirmé ayer que “se debe sobrevivir mucho mejor junto a alguien”. Me parece muy bien que disfruten y esto no va a hacer cambiar mi opinión sobre el concurso que hagan cada de uno de ellos. De momento, nada que objetar sobre el de Hugo, quien sigue contando con todas mis simpatías.
¿Por qué pienso que esto puede perjudicar a ambos, en particular a Hugo? Pues porque estoy seguro de que a muchos espectadores les parecerá demasiado prematuro todo. Tanto que tenderán a pensar mal, ya sea en un montaje cutre y salchichero como simplemente en la consecuencia de un despecho. En realidad, me da rabia que pueda resultar perjudicado este concursante, ya sea que se mueva por despecho o por darse una alegría al cuerpo. Y todos sabemos que este tipo de relaciones en los realities son interpretadas en clave romántica siempre. Allí mismo, entre sus compañeros, lo están haciendo así. De igual manera que están dudando si son sinceros o lo hacen por trepar en el concurso. En todo caso, Huvana tienen todas mis bendiciones, aunque no tanto sus “talifanes”, que han demostrado ser tan desagradables como otros que yo me sé.
Moleskine del gato
Esta noche solo se salvará uno de los nominados, porque los otros dos van a ser desterrados a isla Desvalida. Mi apuesta es que se salva José Antonio, lo cual haría buena nuestra encuesta. Luego un juego de fuego servirá para que compitan para decidir la nueva distribución de los concursantes en playa Uva, es decir, quiénes serán siervos y mortales, además de proclamar un nuevo dios. Y, por supuesto, habrá nuevas nominaciones de las que saldrán los dos nuevos siervos y mortales que se expondrán al voto de la audiencia. Es una buena decisión que a playa Desvalida vayan de entrada dos concursantes porque así nadie vivirá la dura prueba de pasar una semana en soledad absoluta. Imagino que la próxima semana el televoto definitivo decidirá quién debe volver a España entre el nuevo candidato a la expulsión y los dos que queden hoy en playa Desvalida.
Me preguntan muchos lectores que por qué la encuesta de este blog pregunta por la preferencia sobre el expulsado y no por el favorito para salvarse ya que se vota en positivo. La respuesta menos amable y reflexiva es que la encuesta es así porque así lo quiere el autor, que soy yo mismo (hola, encantado). Pero ya dije antes que nunca hay un solo motivo. La encuesta es para saber a quién preferimos ver expulsado porque aunque durante la semana se vote en positivo entre los nominados (que durante las primeras semanas serán cuatro), después viene otra votación durante la misma gala cuya consecuencia es el objetivo final de todo el proceso: la expulsión definitiva de un concursante.
Como del voto definitivo no hay encuesta, entre otras cosas porque no daría tiempo a obtener de la misma una muestra suficiente, esta sirve durante la semana para adelantar el posible resultado definitivo. Por otra parte, sea la encuesta en positivo o en negativo los resultados deberían coincidir en la mayor parte de las veces. Sin ir más lejos, el martes se salvó Fani, la más votada por la audiencia, siendo a su vez la menos votada en nuestra encuesta. Por último, que no coincida el sentido del voto impedirá la confusión que se sigue produciendo entre algunos espectadores que confunden la encuesta con los votos oficiales.
Y ahora me quedo haciendo los ejercicios que les está enseñando Jorge en la isla. A ver, la pierna a este lado…