Durante toda la semana estuvo siendo Antonio David el más votado, hasta que llegó el sorpasso justo antes de cerrar los teléfonos, ya con solo dos concursantes en liza. Noemí se había salvado muy al principio de la gala y habían quedado los otros dos concursantes, el que animó las últimas semanas, aquel en torno al cual giró todo tras la expulsión de Gianmarco, frente a uno de los más anodinos de la edición. Ganó el que menos ha aportado, posiblemente uno de los peores concursantes de la historia de Gran Hermano VIP.
Así son las cosas, un concursante prescindible tumbando a uno de los grandes protagonistas de la edición porque así lo ha decidido la inapelable audiencia. Entre todos pintaron la historia de Hugo de manera muy diferente a la realidad, llegando a hablar de acoso (de él hacia los demás), acusándole de repetidos intentos de agresión (cada uno más ridículo que el anterior) y hasta sugiriendo cosas más delicadas (y disparatadas). Hugo ha tenido que luchar contra el fantasma del concursante víctima del hostigamiento y la actitud arribista de una mayoría. Una historia suficientes veces repetida en este concurso para que pueda existir la tentación de forzarla sabiendo que puede conducir a hacerse con el triunfo. No convenía que volviera a ganar el que se ha enfrentado a todos, lo cual hace despertar cierta simpatía entre la audiencia. Además, muchos tuvieron serias dudas sobre si en esta ocasión no había sido algo forzado por Hugo, convencido de que podía acercarle al maletín.
Pero lo que ha sido definitivo para que Hugo pasase de ser el salvado de la semana pasada de una terna junto a Joao y Adara a ser expulsado anoche fue la traición de esta última. Adara fue único apoyo en la casa tras haber salido Pol dos semanas antes, la única que le había defendido y definía la actitud del grupo con Hugo diciendo que lo estaban “machacando continuamente”. Pero justo un día después de decir esto había soltado sapos y culebras en su contra hablando con Joao fuera de cámaras, y unos días más tarde se quejaba amargamente de que en la casa había discusiones de la mañana a la noche porque “este señor” es un provocador.
Anoche recordaba Hugo algunas de las ocasiones en las últimas semanas en que la provocación partió de Adara y no de él. Momentos como el enfrentamiento que tuvo esta concursante con Antonio David estando todos encerrados en la sala de confesiones, o los gritos que interrumpieron repetidamente la grabación de un capítulo de la telenovela en la prueba semanal que tanto hicieron enfadar a Mila. Han sido bastantes más los casos, pero para muestra vale un botón.
Hugo y Adara han tenido una actitud muy parecida ante el concurso. Ambos han sabido convertir la provocación en una diversión y, desde luego, han sido de los pocos que se han divertido de verdad ahí dentro. Así lo hicieron en la fiesta de la uva, donde bien que provocaron a los demás. ¿O es que no fue provocador que se pusieran a bailar restregándose contra la cristalera para que les vieran todos desde dentro de la casa? Y no fue solo Hugo, también Adara y Dinio lo hicieron. Adara entonces no se quejó de la provocación porque ella fue la principal provocadora. Dentro de la casa Mila hacía el gesto de acunar un bebé y hacía referencia a su pareja en términos despectivos, lo cual no pareció importarla demasiado y hoy debe haberlo olvidado.
Ahora Mila y Adara viven una auténtica luna de miel y ni siquiera se nominan mutuamente. Las dos están interesadas en reescribir la historia haciendo que figure Hugo como el provocador mientras se blanquea el concurso de su entonces aliada hasta el paroxismo de intentar librarla de toda culpa y lamentar no haber hecho por conocerla antes. También debe ser culpable de esto Hugo. Quizá se hayan olvidado de que estuvo semanas fuera de la casa, y durante ese tiempo prefirieron seguir nominando a Adara antes de amigarse con ella.
Hugo dijo anoche que tiene la conciencia tranquila y achacó su expulsión a la traición de Adara. Me faltó, si acaso, un atisbo de autocrítica porque tanto antes de su primera expulsión como tras regresar repescado su actitud no contribuyó en absoluto a facilitar una convivencia mínimamente aceptable. No me cabe duda de que pensó en lo conveniente de utilizar la estrategia de la confrontación y así lo hizo, pero llevó las cosas hasta el límite. Lo dije al día siguiente de la fiesta de la uva, que sirve bien como símbolo y reflejo de su paso por este concurso: el grupo de la uva no supo parar y llevó hasta el extremo el exceso en la celebración. Al tiempo, esa actitud tan extrema sirvió para delatar a una mayoría capaz de asustarse al ver tres concursantes divertidos desbarrando.
Personalmente, agradezco a Hugo que desnudase al resto de concursantes para conocerlos mejor desde pocos días después de comenzar el encierro. Ya entonces vimos a una Mila sin escrúpulos, capaz de utilizar el bebé de Adara para hacer daño a esta concursante con lo más delicado y querido. O a Noemí acusando falsamente de haber sido alcanzada por las uvas arrojadas. Y, sobre todo, esa actitud pasiva del grupo, mostrando incapacidad real para hacer lo que se espera de ellos como concursantes y trabajadores. Tanto es así que fueron capaces de acostarse al poco de empezar una fiesta. Gracias a la fiesta de la uva vimos bien pronto de qué pie cojeaba cada uno.
Se ha utilizado de nuevo contra Hugo el argumento ad populum, una de las falacias más comunes. Este argumento falaz concluye que una proposición debe ser verdadera porque muchas personas lo creen así. Si muchos están contra Hugo debe ser por algo, piensan algunos. Aparte de falaz el argumento supone un cierto desprecio a la audiencia, esa que anoche puso a Hugo fuera de la casa solo en su mitad (47,3 % de los votos), porque la otra parte prefería la expulsión de Antonio David. A su vez, se trata de esa misma audiencia votante que salvó a Hugo de la expulsión una semana antes con un ridículo porcentaje de votos.
Es curioso, pero ya hablé del argumento ad populum en la edición de Adara. Entonces era ella junto a Bárbara contra el resto, igual que ahora ha sido durante mucho tiempo ella junto a Hugo contra el resto. Dije entonces: “En realidad, algo es cierto o falso independientemente del número de personas que lo piensan. Es un argumento utilizado típicamente en el mundo de la publicidad, de donde procede una formulación que niega un argumento ridiculizándolo. Se trata del famoso: ‘Coma mierda, tres mil millones de moscas no pueden estar equivocadas’”. Por algo será que Hugo solo se lleva la amistad de Dinio, se dice. De igual forma que por algo será que tres mil millones de moscas comen mierda. ¡Comamos mierda, entonces!
Se puede llevar el argumento más al límite recordando que ciertos dictadores genocidas fueron elegidos por la mayoría en votación democrática, pero no quisiera agotar aquí mis argumentos penalizado por la ley de Godwin. Me interesa más reseñar que el parecido entre GH 17 y este GH VIP 7 no es solo en sus guarismos sino también en el relato de lo sucedido. En ambas ocasiones hubo dos concursantes contra el resto, aunque entonces la traición se produjo tras el abandono de una de ellas. Adara no lamentó el abandono obligado de Bárbara sino que solo se preocupó porque no se hubiera despedido de ella. Pero pueden ser más las coincidencias, dependiendo de lo que pase esta semana.
Entonces Adara fue expulsada tras haber estado nominada 7 veces y ante un rival de perfil bajo como Alain, el francés. Ahora Adara lleva precisamente 7 nominaciones y también puede terminar batiéndose en duelo contra un concursante de perfil bajo, el anodino Antonio David. Si Adara es expulsada esta semana la historia se repetirá para ella. Además, sería expulsada también frente a Mila, su gran rival. Se equivocan los seguidores de Adara pidiendo el voto para Antonio David. Mirando con perspectiva, este concursante no es rival para ella de cara a la final. Solo Mila puede quitarle el maletín a Adara, por lo que harían bien en quitársela de en medio ahora. En cualquier caso, esta es la primera ocasión en la que Mila puede arrebatar el maletín a Adara. Pero si esta se salva habrá otras ocasiones más adelante.
No ha tenido nada a favor Hugo. Su defensor en plató ha sido un auténtico lastre por sus nulas capacidades comunicativas y escaso carisma. Otra cosa hubiera sido con ese lugar ocupado por su padre. Ayer fue su primera vez en televisión y se comió la pantalla. Mucho más provechosa me pareció esa visita que las del marido de Noemí o la hija de Antonio David, esa a la que deben repetir las preguntas un par de veces para que le llegue. Tampoco tuvo ayer Hugo un ángel protector a la hora del desayuno y hubo de tragar las alubias con canela, el café con sal y los zumos de naranja bañados en vinagre. ¡Era vinagre, no veneno!, exclaman algunos intentando ridiculizar la preocupación de otros por la salud pública en la casa de Guadalix. Nadie merece comer algo sin saber. No se trata de que Hugo fuera a morir por esto, pero solo por una cuestión de principios alguien debió para los pies a Noemí. No todo vale.
Tampoco fue la noche de Mila, que terminó recibiendo de todos lados. Primero Estela la quitó de huésped del decadente hotel de la prueba para meter a Alba y Noemí, dejando a Adara. Mila será sirviente desde hoy. Y luego Alba la metió de forma voluntariamente involuntaria en la terna de nominados salvando a Estela. No sabría seguro que iba a subir Mila, pero pocas posibilidades más había. Con su decisión, Mila o Noemí estarían nominadas junto a Antonio David y Adara. Alba salió del ‘confe’ compungida y preocupada tras decidir utilizar su poder como nueva jefa de la casa. No descarto que diga haberse equivocado, como hizo Estela. Ambas dudaron de que Antonio David se hubiera podido equivocar nominando, pero ellas sí pueden hacerlo a la hora de tomar una decisión importante. ¡Faltaría más!
Observatorio de nominaciones
Como queda dicho, Alba encontró el billete de ‘Si yo fuera rico’ y se convirtió en jefa de la casa, inmune y con el poder de la salvación. Ha sido la última semana con inmunidad y poderes para el jefe de la casa. Así transcurrieron las nominaciones anoche:
Alba > Mila (1), Adara (2) y Antonio David (3)
Estela > Noemí (1), Mila (2) y Antonio David (3)
Adara > Estela (1), Noemí (2) y Antonio David (3)
Noemí > Mila (1), Antonio David (2) y Adara (3)
Mila > Antonio David (1), Adara (2) y Estela (3)
Antonio David > Mila (1), Adara (2) y Estela (3)
En primera instancia quedaron nominados Antonio David, Adara y Estela. La jefa Alba decidió salvar a Estela sin pestañear. Por tanto, nominados definitivos: Antonio David, Adara y Mila. Curiosamente, Antonio David vuelve a decidir con su solitario punto. La semana pasada condenó a Noemí por ese punto y ayer la salvó dándoselo a Mila. Si llega a darle el punto a Noemí hubieran subido ella y Mila, quedando cuatro nominados.
Corea central
Cosas que podemos aprender de Alba. Alba dixit: “En la facultad de fisioterapia aprendí que cuando la zona del lomo se pone dura lo otro no”. Amerita que aclare si se trata del lomo alto o el lomo bajo.
Hugo se despedía como un señor de la casa: “Yo he perdido y vosotras habéis ganado. Que disfrutéis de vuestra victoria y que gane el mejor”. Un poco como el señor obvio también. Bueno, pues tampoco les pareció bien la despedida. No hay manera.
Moleskine del gato
Como los seguidores de Adara prefieren evitar enfrentarla a Mila, el duelo de esta semana será entre Adara y Antonio David. Si los seguidores del resto de concursantes quieren tener opciones de ganar deberían aprovechar y votar a Adara para eliminar el rival más complicado. No solo lo harían por defender a Antonio David sino también para allanar el camino de los demás, incluido el de Mila, también nominada.
Como dije antes, la séptima nominación puede volver a atragantársele a Adara. Si es así no será solo por la conveniencia de los que defienden a otros concursantes, también en castigo por la traición a Hugo y su doble lenguaje dependiendo de quién piensa que la está escuchando. Es decir, por cosas como asegurar en su curva de la vida que Hugo Sierra la da todo lo que ella puede desear y decirle todo lo contrario a Joao en un rincón del ‘confe’. Adara se ha revelado como la gran farsa de esta edición. Ya lo dijo Hugo: “Prefiero mil Milas a una Adara”.