Salió Carolina, ganó la mentira a la verdad
Si te dan a elegir entre ser invisible o poder leer la mente puedes tener duda en la toma de decisiones. También hay lugar a la duda entre morir helado o quemado; tener amor o dinero ilimitado; ser un genio nada atractivo o guapo con poca inteligencia; nacer con trompa de elefante o con cuello de jirafa, dejar para siempre el chocolate o el queso… Pero si la cuestión es elegir entre la mentira o la verdad y se elige mentira se trata de una paradoja o antilogía, es decir, una idea que infringe el sentido común. Me aturde que una mayoría sea capaz de optar por la paradoja, que prefieran a María Jesús frente a Carolina.
En mi desconcierto no dejo de respetar la opinión de la mayoría. La audiencia es soberana y se pone el gorro donde le da la gana, como le gusta decir a Jordi González. Ya sé que me dirán muchos que cada uno tiene su verdad. Es una eterna discusión si la verdad es subjetiva u objetiva, relativa u absoluta. Ahí hay dilema y lógica a la vez. Considerando lo difícil que es definir la verdad (y la mentira), cuando hago esta división entre lo que representan Carolina y María Jesús me refiero a sus papeles dentro de la necesaria clasificación en una narrativa. De la misma manera que los personajes en una telenovela representan en su división más básica el bien o el mal. Y nadie se sale de esa división.
Si nos ponemos tiquismiquis con esto podemos llegar a algo parecido a lo que plantea la paradoja del mentiroso. Dice su enunciado: “Un hombre afirma que está mintiendo. ¿Lo que dice es verdadero o falso?”. O el ejemplo clásico del libro en cuya nota final se afirma: “Todo lo escrito en este libro es falso”. Incluida esa nota, claro está. O la más compleja paradoja de Epiménides, que parte de esta aparentemente simple afirmación: “Todos los cretenses son unos mentirosos”. Con esta segunda paradoja el análisis debe hacerse en varias fases.
Empecemos por razonar que Epiménides (quien afirma eso de los cretenses) dice ser cretense y lo es, por lo tanto ahí dice la verdad. De esto pasamos a que si los cretenses siempre mienten y sabemos por el razonamiento anterior que Epiménides en ocasiones dice la verdad, la conclusión sería que es falso afirmar que todos los cretenses siempre mientan. De ahí que si no todos los cretenses mienten siempre y Epiménides dice que sí significa que Epiménides está mintiendo. Siendo cretense, si Epiménides miente en esto, pero sabemos que a veces dice la verdad, es falso que siempre mienta.
Esta falsa paradoja se basa en dos falacias: dar por probada una proposición sin estarlo y confundir los conceptos “mentiroso” y “alguien que siempre dice mentiras”. Decir una mentira no te convierte en un mentiroso que siempre dice mentiras. Mentiroso puede ser aquel que en ocasiones miente. Siendo así, la paradoja no es tal y vuelve a tener una conclusión falsa, aunque basada en una falacia. Epiménides es un mentiroso (en ocasiones miente) y es cretense. Luego todos los cretenses son mentirosos (de vez en cuando mienten).
Volviendo a nuestro tema, porque Carolina cambie el discurso de manera interesada no quiere decir que mienta. Sin embargo, tenemos la evidencia de que en muchas ocasiones los hechos no coinciden con lo dicho por María Jesús. Lo preocupante es que a Carolina no la castiga la audiencia con la expulsión por ser de natural interesada y cambiar su opinión sobre los demás de acuerdo con los aplausos o abucheos que escucha en las galas, así como los porcentajes que obtienen en ocasiones algunos nominados. Si Carolina está en la calle con el 74,5 % de los votos es porque María Jesús tiene un apoyo importante en la audiencia votante. Eso es lo que me preocupa.
Tampoco es nada extraño que la audiencia apoye a la concursante que encarna el rol de la mentira (obsérvese que ni la llamo mentirosa ni digo que siempre mienta). Como dice @claisotak también ha ganado la botánica contra la dinámica. Esto explica mi tristeza por ver salvarse siempre a Juan Miguel. Carolina es lengüilarga y descarada. No tiene pudor en ponerse del lado de María Jesús un martes y en contra al siguiente jueves. ¡Solo dos días después! No me lo invento, esto ha pasado las primeras semanas de encierro. Pero también es una gran cómica, capaz de improvisar monólogos muy graciosos y agudos. Repite muchas veces coletillas y frases hechas aprendidas. Pero al mismo tiempo va creando otras a tal velocidad que no le permite ir recordándolas.
Siento repetirme, pero lamento que haya sido esta enorme cómica, reina del chismorreo desopilante, gran dama de la murmuración y el comadreo. Dije en mis segundas impresiones: “Carolina es una veleta cuyo principal valor es contar a los espectadores todo aquello que no podemos ver. Solo por eso ya me vale”. Como espectador agradezco que alguien ayude a construir el relato de lo sucedido. Carolina es de esas que cuentan a veces cosas que ni siquiera se han visto, lo cual la convierte en una concursante valiosa.
El problema de Carolina es que ha parasitado, basando su concurso en las cosas que les pasan a los demás. Ella no tiene historia y eso significa renunciar de alguna manera a concursar porque es imposible que gane un concursante sin historia. Hemos conocido algunos que eran grandes relatores, pero también protagonistas de una parte del relato. Fue el caso de Rodrigo (GH 9), que además de convertirse en nuestros ojos y nuestras orejas intentó cortejar a Melania. Tuvo su historia, por eso hubiera podido ganar si no llega a hacer el feo gesto en los últimos días de quitar el cartel con el teléfono de Judit. Carolina ha pasado sin pena ni gloria.
Si Maite llega a ver las imágenes del miércoles por la tarde entre su hija y Alejandro, apenas unas horas antes de entrar ella en la casa de Guadalix, en lugar de tirar a Sofía por la oreja igual la hubiera abofeteado. Ya me parece fuerte lo de la oreja, así que no se hagan los ofendidos por la hipérbole. Las madres impusieron su ley (la hermana de Alejandro portaba mensaje de su madre, convencida de que es más momento de hacer la guerra que de imponer paz). A la voz de ya y en primer tiempo de saludo se han negado hasta el saludo los amantes de Teruel. Si alguien ha tenido tentación de comparar su historia con Romeo y Julieta le digo que no dan la talla ni para las matrimoniadas de José Luis Moreno.
“Para ti el maletín. Pero te lo metes billete a billete”, afirmó Alejandro. Le faltó especificar por dónde, aunque se le supone la intención. Señalando a Sofía con su dedo acusador decía: “Estás enferma. Mira Carolina lo que ha dicho. Has visto la personalidad que tienes, ¿no? ¡Decide tú! No tu madre. Muy triste eso, la verdad”. Como si él no hubiera estado el día anterior besando a Sofía y este repentino cambio fuera una cosa que se ha pensado él solito. Un poco más tarde añadía Alejandro: “Ojalá no te vea en la vida”. ¿No estaba enamorado? Qué pronto se le ha pasado.
Alejandro se refería a lo dicho por Carolina en su despedida a Sofía. Que hiciera lo que ella quisiera sin hacer caso a nadie. Negativo, mucho me temo. Carolina estuvo perfecta en su despedida. Cariñosa y sin una sola mala palabra para nadie. Buena manera de compensar sus dardos envenenados de estos dos meses y medio. Debo confesar que esos dardos me han hecho disfrutar mucho. Con todo, me he reconciliado con esta concursante, e igual que sucedió con Antonio creo que no ha sido tratada (por la audiencia y la opinión) como merecía. Además, es la única que casi no ha desafinado cantando en la prueba. Lo cual tiene delito habiendo un cantante (¿?) en la casa.
Observatorio de nominaciones
Así votaron anoche familiares de los concursantes:
Sofía (Maite) > Irene (1), Kiko (2) y Alejandro (3)
Kiko (Blanca) > María Jesús (1), Juan Miguel (2) y Sofía (3)
Alejandro (Paz) > María Jesús (1), Juan Miguel (2) y Sofía (3)
Juan Miguel (Rocío) > Kiko (1), Alejandro (2) y Sofía (3)
María Jesús (Juani) > Irene (1), Kiko (2) y Alejandro (3)
Irene (Mari Tere) > Sofía (1) > Juan Miguel (2) y María Jesús (3)
Los nominados provisionales fueron Sofía, Alejandro y Juan Miguel. La audiencia, por su parte, dejó estos votos de acuerdo con sus tres concursantes más votados en la web y la aplicación:
Audiencia > Alejandro (1), María Jesús (2) y Sofía (3)
Por tanto, los nominados definitivos (y últimos de esta edición) son: Sofía, Alejandro y María Jesús. Se salva in extremis Juan Miguel y entra en la terna María Jesús. Esto quiere decir que ya hay tres prefinalistas seguros: Irene, Kiko y Juan Miguel.
El voto de la audiencia dice mucho más de lo que parece, y puede tomarse como indicativo para decidir el voto esta semana. Los nominados anoche por la audiencia pueden ser también los más votados en positivo. Se trata de aquellos que excitan al espectador, quienes nos hacen reaccionar, los amados y odiados a la vez. Quiere esto decir que si Sofía no es expulsada el jueves tiene muchas posibilidades de convertirse en ganadora. Sería una ganadora injusta, un fatal remate a su exitosa carrera en los realities. Si fuera su amigo haría lo posible para evitar que pasara porque preferiría que se guardase la memoria de una gran ganadora, no la de un triunfo de rebote e inmerecido.
Antes que a Sofía prefiero ver finalista a María Jesús, a pesar de lo discutible que me parece su tramposa estrategia. Detesto el lamentable engaño de muchos espectadores, convencidos de que realmente ha estado marginada y sus compañeros la han tratado particularmente mal. Pero merece mucho más un puesto en la final que Sofía, cuya trama repetida ha carecido de interés y se ha comportado como una inmadura todo el concurso. Ni siquiera ha sido capaz de decirle a su madre la verdad.
Sofía pasa de Maite. Lo que realmente la disgustó el miércoles fue saber que no tiene el apoyo de la audiencia, lo cual acababa de conocer. Anoche fue delicada diciendo que quiere parecerse a su madre cuando tenga hijos. “Es muy dura y radical, pero creo que detrás de eso tiene grandes verdades”, afirmó. Al menos pudo enlazar un par de frases medio bien en esta ocasión, lo cual no es nada frecuente en ella. Se aprecia el detalle de que no dejase a Maite al pie de los caballos, pero su adhesión es una torpeza. Otra torpeza. Sin saberlo se estaba poniendo del lado de quien anoche mismo se dirigía a la audiencia así: “Ir al corral todos. ¡A la mierda, ya! Atontaos”. Como dijo, con acierto, Jordi: “Son las artes de Maite para ganarse al público”.
Moleskine del gato
A todos les preguntó Jordi si estaban de acuerdo con las nominaciones de su familiar. Sofía dijo que habría nominado para intentar salvarse, pero no tenía nada pensado. Fantástica forma de salvarse no pensando en cómo. Al menos debería elegir en tal caso con quién prefiere enfrentarse. Otra cosa no sería posible porque en las últimas semanas han nominado en la soledad del ‘confe’, como debe ser. ¿Incoherencia o falta de riego?
Creo que lo de Sofía va a ser incoherencia y reservo la segunda opción a Maite, emocionada por ser la primera en nominar. ¡Ideal! Lo que ella quería (que nadie le hable de las ventajas de nominar al final para poder ir cuadrando puntos).
Lo de la falsa prueba para elegir el jefe de la casa me pareció un troleo maravilloso. Les pusieron delante de una tarta a cada uno y Jordi solo dijo: “Ya sabéis lo que tenéis que hacer”. En seguida hundieron la cara todos en la tarta buscando la pelotita. Pero no había pelotita. ¡Thug life!