Milenio Hermano
Estamos viviendo tal vez la edición de Gran Hermano más paranormal. Paranormal me parece que Kiko algunos días ni siquiera pruebe el chorizo. He llegado a preocuparme por ello. También tiene algo de paranormal que pasen más tiempo ahora en los incómodos sofás del salón. Durante casi tres meses las reuniones han sido en el cuarto de baño o en el jardín. Eso sí que es paranormal, que en pleno mes de enero estuvieran a la intemperie, tomando el sol incluso. Tampoco descarto que ayer estuvieran intentando la telekinesia para mover el romero de la mesa del comedor. Pero es más paranormal todavía que a Kiko le cambiase el color de los ojos después de morir su padre, el torero Paquirri. Él mismo lo ha contado.
Además de la piel de canela, Kiko tenía los ojos azules cuando era pequeñito. Un toro mató a su padre en Pozoblanco y justo al día siguiente se levantó estrenando color de ojos. Igual no es tan paranormal porque muchos bebés parecen noruegos al nacer y cuando crecen un poco pasan mejor por latinos. Una lástima, porque los noruegos van siempre bien abrigados y con las manos bien hidratadas, dice el gran cómico Nacho García en uno de sus monólogos. Los ojos claros pardean y el pelo rubio oscurece, es ley natural. Más adelante incluso a algunos se nos cae, pero eso sí que no tiene nada de paranormal.
Me parece curioso que Kiko cuente estas cosas paranormales porque le he visto burlarse de algunas historias de Juan Miguel. Claro que ahí entramos en puro Cuarto milenio. Con Iker Jiménez este concursante daría más juego que en la casa de Guadalix. No me digan que no es paranormal que Juan Miguel tome café con leche junto al mismísimo Jesucristo. Según contó hace un par de meses, un día se presentó en su casa. Que vaya a verte Jesucristo normal no es, pero la cosa empieza a ser de estudio si se convierte en costumbre. “Siempre viene los viernes”, relató. Tendrá el día libre. O algo.
Juan Miguel es experto en teletransportaciones, ha ido a la tele muchas veces. Además, dice que ha volado, aunque una revelación tan sorprendente quedó ensombrecida cuando contó lo de las visitas de excepción que recibe en su casa. “Llamaron a la puerta y era Jesucristo. Tengo fotos con él”, afirmaba el peluquero. Digo yo que igual iba a hacerse un moldeado o a que le arreglase un poco las puntas. “Iba vestido como tú y como yo. Ese día no iba vestido con túnica”, seguía relatando Juan Miguel. De lo que se deduce que otras veces sí va con túnica, como en las películas. Pues efectivamente: “Otra vez sí vino ella (la túnica), pero ese día venía normal”. Prejuicioso este concursante, porque ir con túnica no es nada anormal. Otra cosa es que sea sagrada.
Al menos el Jesucristo que va a casa de Juan Miguel tiene el detalle de apretar el timbre antes. No quiero imaginar el susto que se podría dar si se lo encuentra directamente sentado en el salón de su casa. O atracando la nevera, aunque eso es más de gorrones. “Es joven. 33 años tenía. Ojos especiales, pelo largo y ondulado”, contaba. ¿Ojos especiales? A ver si le vamos a tener que pasar un Pantone para que aprenda los colores. Ante las dudas quiso aclarar que quien visita su casa siempre en viernes no es cobrador del frac (de la túnica, en este caso), ni un impostor ni su último match en Grinder. “Era él”, decía con convicción Juan Miguel. Y añadía: “Habló conmigo y me ha dado mensajes”.
Confieso que en un principio entendí “masajes”, no “mensajes”. Lo de los mensajes supongo que lo contará cuando vaya a Cuarto milenio. Se me hace necesario un crossover entre el programa de Iker y nuestro Gran Hermano. Ahí podría Juan Miguel mostrar las fotos que tiene tomando café con leche… y con Jesucristo. Porque sí, se hizo un selfie con él. Por otra parte, curioso me parece que este histórico personaje haya parado su edad en la que fue crucificado. Y menos mal que no solo entra como Pedro por su casa donde Juan Miguel, sino que también le habla. Se me antoja un silencio muy incómodo si entra y se queda callado.
Creo que Juan Miguel quemó demasiado pronto su mejor cartucho. Tras esto de Jesucristo cualquier cosa iba a parecer pequeña, pensé entonces. Pues no te creas. Lo de la peli porno es casi más paranormal. El mismo día lo contó: “Unos chicos monísimos con unos cochazos que flipas me recogieron”. Ya digo yo que no era una película española, porque aquí la producción no es nunca tan lujosa y derrochadora. Tres películas para adultos, dice que rodó. No entendí bien lo que le contestó entonces Kiko. Dijo así: “Me muero por ver una película porno tuya”. ¿Perdona? Esto sí que es un Expediente X.
Poco imaginativos estos directores de cine que ponen a Juan Miguel haciendo de peluquero en la película. ‘Viaje al sublime Edén’, dice que era el título. Totalmente paranormal acordarse del título de una peli porno. Sobre lo de su testículo de descomunales dimensiones mejor no hablar. La curiosidad le pudo a Sofía, que no pudo evitar palpar porque, según ella: “Tienes que tener el ciruelo al compás”. No recuerdo si hizo comentarios al respecto. Otra cosa casi paranormal suya son los ruidos que hay en su cama cada noche. Algunos dicen que son ronquidos, pero nada de eso, son psicofonías.
Lo paranormal agarra bien en la casa de Guadalix. Hemos visto a concursantes de varias ediciones enseñando el culo a la luna porque dicen que da buena suerte. Esta vez también lo hicieron Irene, Alejandro y algunos más. Ahí descubrimos que lo más interesante de este último parece estar en su retaguardia. Bueno, si es cuestión de culos Juan Miguel lo enseña a la luna, al sol y hasta al sursuncorda. La hucha de este concursante es más famosa ya que cualquier Caja de Ahorros. También hemos tenido precognición en la casa de Guadalix. Dice Alejandro que su esposa será morena y con los ojos marrones. Casi añade que de Navarra y apellidada Suescun. Ahora mismo igual haría otra predicción.
También el mundo de los sueños conecta con lo paranormal. Yurena soñó en la casa un día que pedía a alguien que fuera a su casa con un ataúd. Porque, claro, un ataúd es algo que se consigue fácilmente en cualquier lado. Vas a El Corte Inglés y dices: “Me da usted un ataúd. ¿Tienen alguno de oferta?”. ¡Y listo! Luego la cosa se complicaba, confieso que no recuerdo bien. Me cuesta recordar siempre mis propios sueños como para retener los de los demás. Fue entonces cuando María Jesús hizo el comentario tan poco delicado de que igual su madre le estaba reprochando algo. Y a Yurena casi le da un soponcio. Por cierto, su madre está viva, que dicho así parece otra cosa.
Y cómo no recordar, ahora que estoy en pleno revival, lo del amarre. El lado más canalla de lo paranormal, los encantamientos para asegurarse de que alguien quede enamorado, sujeto a la voluntad y arbitrio de una persona. No tiene mérito la definición de amarre porque está copiada del DLE. “Don expulsado”, llama a Julio en plató la madre de María Jesús. Pero él mismo se llama en Twitter “don amarres”. Y “don perfecto” lo llamaba su ex, a la sazón compañera de concurso. Lo primero que pareció paranormal en Julio fue su edad: ¡36 años! Muchos le hubiéramos calculado unos cuantos más. Y no es paranormal, pero sí curioso, que la hija de ambos concursantes se apellide “Ruz Ruiz”. Que no lo tenga que decir Rajoy.
Muy convencida contó María Jesús que Julio le había hecho un amarre empleando para ello pelo y flujo. Fue todavía más lejos y llegó a contar cómo había conseguido el pelo, al parecer de un mechón que guardaba de cuando se dieron los anillos, o algo así. Ruego disculpen las imprecisiones, pero es lo que tiene escribir con carácter retrospectivo. No dijo nada sobre la manera que tuvo de conseguir el flujo. Lo mejor sobre este tema lo dijo Antonio un día que fue poseído por el espíritu de un rapero. Era algo así la rima: “No te fíes de Julio y su cara angelical, porque te ha quitado pelo y flujo vaginal”.
Como dije antes, Kiko mucho criticar a Juan Miguel por sus historias para no dormir, pero luego es él uno de los más aficionados al tema. No sé si es más fuerte lo de que a Juan Miguel se le abriera una montaña a su paso o que Kiko cuente la historia de un hombre con brazos de árbol. Que no dudo de ninguna de las dos cosas y de la segunda incluso hay fotos para aburrir en Internet. Pero claro, luego que no se queje cuando su compañero de concurso le ofrece encontrarse con su padre para poder darle un abrazo. “Yo te llevo para que hables con él. Y hablas con él como estás hablando conmigo ahora”, le ofreció Juan Miguel. Si no le viene bien basta con decir no.
Alguna otra historia sobrenatural contada por Kiko no era tan exclusiva como él pensaba. Me temo que no era consciente de ello, pero cuando contó lo de que su hermana Isa tuvo la aparición de un señor vestido con traje de luces no era la primera vez que lo escuchábamos. Lo había contado la propia Isa en el último VIP, tan solo tres meses antes. Son las historias de Cantora, que por lo visto se cotizan bien. Entonces Isa contó que a su madre le leyó una mujer la mano con 22 años y le dijo que iba a tener 2 hijos, su vida sería trágica y su marido moriría en un coche. Al torero lo mató un toro, pero murió de camino al hospital.
Lo de la aparición es que un día escucharon a Isa reír siendo niña. Al día siguiente una limpiadora de la finca llamó a la niña desde una de las habitaciones, pero ella no quiso entrar. "Mi hermana le dijo que ahí no quería entrar porque estaba el hombre que le hace reír por las noches", contó Kiko. Igual peco de desconfiado, pero sospecho que Kiko no sabía nada de esto hasta que se lo vio contar a su hermana en la casa. Y él lo repitió amablemente, por si no nos habíamos enterado.
Aunque si soy sincero, lo que me parece más paranormal de todo es que Kiko confiese que lleva deseando que esto termine desde el comienzo. Mayor ingratitud no cabe.
Moleskine del gato
Se puede observar que he dedicado al recuerdo lo de hoy. Ayer fue otro lunes al sol y aparte de contar que cambiaron de tienda online no se me ocurre nada más medianamente interesante. Mañana será otro día. Peor, muy probablemente.