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Hugo, ejemplo de concursante incómodo

telecinco.es 16/09/2019 09:26

Si Hugo pretendiera ser visto por la audiencia como víctima, un concursante marginado por sus compañeros, no habría entrado tan a saco y de forma tan poco disimulada. Creo adivinar que su intención es otra. Pienso que ha entrado pretendiendo convertirse en un concursante incómodo, la conciencia crítica de la casa, enfant terrible en su séptima edición. ¿Es una estrategia inteligente? Habría que saber lo que espera conseguir con ello para saber contestar a esa pregunta. Si quiere permanecer mucho tiempo en la casa es obvio que no está haciendo lo adecuado. Si su objetivo es dar la campanada y concentrar la atención en estos inicios de edición está claro que lo ha conseguido. Hugo y Mila, por razones distintas, han sido grandes protagonistas en estos cinco días.

Tan burda y poco disimulada es la sobreactuación de Mila, o su pretensión de manejar a la borregada, como la intención premeditada de tocar las narices a todos que se aprecia en Hugo. Ambos serán muchas cosas, pero sutiles no. Lo vimos en el Debate de anoche. Hugo aprovechando el directo para casi boicotear el programa. Y Mila convocando cónclave en el jardín con el rebaño en las pausas para dar sus consignas, mostrando aprobación o desaprobación a las intervenciones de cada uno en el bloque de programa anterior. Ninguno de los dos camufló o escondió sus intenciones. Cierto que negaron la evidencia en alguna ocasión, pero con la boca chiquita.

Mi interpretación es que no les importa evidenciar sus pretensiones, aunque también es posible que esté siendo muy generoso y no sean capaces de hacerlo. Viendo a Hugo bailar en la fiesta del viernes me cuesta creer que no estuviera haciendo todo lo posible por provocar espasmos desternillantes en la audiencia. No puede ser que baile así de normal. En cualquiera de los dos casos, sería una auténtica lástima perder a este concursante. Solo con su indescriptible baile me ha hecho reír más que todos los demás juntos en cinco días.

No perdamos de vista que Hugo ha conseguido ponerse a casi toda la casa en contra. Lo ha hecho sin apenas despeinarse. Y, reconozcámosle el mérito, diciendo algunas verdades lapidarias. Esta madrugada ponía a Kiko ante su propia realidad, recordándole la opinión mayoritaria en contra que suscitó su intervención en un reciente ‘Sábado Deluxe’. “El hashtag de después era #CantinflasExpulsión”, le recordó. Un poco antes se había metido Kiko en la boca del lobo por una pregunta que le trasladó Jordi González a través del tuit de un espectador. Le pedía opinión sobre que su actual pareja hubiera usado el pijama de su ex en el vídeo de presentación. En un momento pasó de hacerse el sorprendido a reconocer que ya se hablaba de ello antes de comenzar el encierro.

“Me rayo porque cuando me hacen esta pregunta debe ser porque se está hablando de esto fuera”, dijo en un principio. Pocos minutos después, cuando Anabel le apretó un poco las tuercas porque la polémica no había comenzado en el vídeo de presentación de GH VIP sino en un vídeo anterior de mtmad, Kiko cambiaba su discurso. “Ya se estaba hablando de ello antes de entrar yo aquí, no sé por qué lo tienen que sacar porque no tiene nada que ver con el programa”. Hombre, tiene que ver porque es de su vídeo de presentación. Le sentaron muy mal a Kiko y, por extensión, a la borregada, las críticas de Hugo sobre el pijama o sus declaraciones sobre Gloria Camila. Está claro que no es la mejor forma de intentar llevarse bien con el grupo. Pero llevarse bien es bastante incompatible con ser el “Pepito Grillo” de la edición. Reconozcamos que como “Pepito Grillo” no lo está haciendo Hugo tan mal, aunque el rol le quede algo grande.

Si a Kiko le ataca con el asunto de sus duras declaraciones sobre su ex, a Mila supo encontrarle pronto su talón de Aquiles. Acertó a la primera mentándole a Rodríguez Menéndez. Desproporcionada respuesta a la pregunta insistente sobre Miriam Saavedra, pero igualmente eficiente. Y seguida por la también desproporcionada reacción de Mila, que insultó a Hugo gravemente sin que nadie se rasgara las vestiduras. Esta es otra cosa que me hace algunos ratos ponerme del lado de Hugo, aunque luego me doy cuenta y pongo pies en polvorosa. Me refiero al trato injustamente distinto hacia este concursante por lo que hace y al resto por lo mismo, o algo muy parecido.

Si Hugo llama “niñato” al Cejas hay sofocos generalizados en Guadalix. Si Mila le dice a Hugo “gilipollas”, “cerdo”, “mierda” e “hijo de (las cuatro letras)” o Alba le llama “mamarracho” no pasa nada y todos miran a otro lado. Me di cuenta el sábado cuando Hugo se ponía una copa de refresco de la fiesta. La copa era para Adara, pero El Cejas hizo como la Guardia Civil en tiempos de El Lute, que primero disparaban y luego daban el alto. El Cejas cargó contra Hugo antes de preguntar. Cuando se dio cuenta de su error, porque el refresco no era para él, siguió en plan controlador advirtiéndole que el refresco es del grupo y todos debían tomar la misma cantidad.

Hugo dejó sin palabras al Cejas cuando le recordó que Anabel se había comido un yogur y solo tenían dos. “Pero Anabel pidió permiso”, dijo de inmediato el Cejas. “Te lo pediría a ti o a Dinio, pero no se consultó al grupo, y según tu tesis todos deberíamos comer la misma cantidad de yogur”, respondió Hugo. La bofetada sin manos se debió escuchar extramuros y allende Guadalix. Ahora bien, se equivoca Hugo en censurar el ramalazo controlador del Cejas porque el jefe de la casa le había encargado controlar la despensa. A Hugo le molesta que el Cejas esté pendiente de si hace la tarea que le han encomendado, pero en la primera discusión entre ambos fue el (digamos) cantante quien empezó preguntando al Cejas por qué no estaba haciendo nada.

No le pidamos peras al olmo. El Cejas está demasiado pendiente de lo que hacen los demás. Parecía un tipo alegre y despreocupado, pero ha resultado ser un amargado bastante incoherente. Además de uno de los principales palmeros de Mila. Decía el sábado: “La opinión de los de fuera me da igual. Me importa lo que opinen las 15 personas con las que estoy aquí". Sin embargo, ayer mismo le escuché decir: “Yo no tengo que amargarme por nadie. Mi vida real está fuera”. Mal en ambos casos. En primer lugar, la opinión que debería importarle más es la de fuera, porque es a la audiencia a quien ha de enamorar, y quien le va a mantener o no en esa casa. De acuerdo que sus compañeros le nominan o no, pero de nada vale salvar una nominación tras otra para salir luego escopetado en cuanto esté expuesto al voto popular. Y en segundo lugar, la vida real mientras esté ahí dentro no debe ser la de fuera, porque eso quiere decir que está viviendo la experiencia sin entregarse.

Algo parecido a lo del Cejas dijo Mila. “Esta no es mi casa. Mi casa y mi gente están fuera”, decía esta concursante. Mal, muy mal. Lo explicaba muy bien anoche Pepe Flores, ganador de GH 12+1: “Dice Mila que esa no es su Casa, ni su gente ni su vida. ¡Pero si eso es lo que queremos ver! Alguien real. Queremos ver cómo es en su casa, cómo se relaciona en las cosas cotidianas y que nos muestre su forma de vida. No solo ‘estar’ y llevárselo”. Palabra de príncipe. Toda la razón.

A Hugo le debemos haber podido comprobar tan pronto lo torpes que son casi todos los demás. Con la excepción de Adara y Dinio, han entrado al trapo enseguida. Se han posicionado contra Hugo y han hecho piña con Mila, quien no le ha hecho ascos a la idea de pastorear el rebaño. Mila ha seguido amenazando con irse varias veces al día y en medio del Debate pareció que se rompía víctima de la situación. ¿Quién está intentando quedar como víctima aquí? ¿Mila o Hugo? Posiblemente los dos. Aunque Mila tiene a la mayoría a favor y Hugo en contra. Este se lo ha ganado. Digamos que lo ha querido así. Y Mila tampoco tenía otra opción porque representa el poder, lo quiera o no.

No se trata de que haya un concursante marginado. Lejos de lo que algunos piensan, las últimas ediciones no han ido de eso en absoluto. Se trata de que la mayoría se pliega siempre ante el poder que constituyen en sí mismos. Es más cómodo estar con el poder, ser parte del grupo mayoritario, que sumarse a la disidencia. También está pasando esta vez, pero no hay nadie marginado. Debe ser lo que llaman la erótica del poder. Y los poderosos actúan a menudo con impunidad. La que le permite a Mila hacer esta comparación sobre Hugo: “Merodea como mis perros cuando les pongo la comida”. O al Cejas hacer esta venenosa insinuación: “¿Sabéis por qué Hugo come tanto? Porque tiene ansiedad de lo que le falta de fuera”. Nuria y Noemí asentían.

No hay marginación, por tanto. Lo que hay es borregada. Anoche les mostraron los porcentajes y al ver uno muy destacado respecto al resto decía Irene que la mayoría de la audiencia puede considerar que Hugo lo ha hecho muy bien o muy mal. En la siguiente pausa de publicidad Mila les convocaba en el jardín, como conté antes. Allí le reprochó a Irene sus palabras porque debería dejar claro que Hugo lo ha hecho muy mal, nada de contemplar cualquier otra opción. Quiere manejarlos como José Luis Moreno a sus muñecos y hablar por su boca. Dejar un margen de libertad a los borregos es un peligro que no se pueden permitir.

Aunque la mejor pausa de publicidad fue en aquella que decidieron quedarse dentro de la casa. Pensé que nada superaría lo de Hugo a cuatro patas haciendo de borrego, pero lo logró Alba imitando a su compañero. Ella no solo caminaba a cuatro patas haciendo el borrego sino que al tiempo decía, con voz temblorosa de auténtica cordera: “Maaa-maaa-rra-cho, maaa-maaa-rra-cho”. Este es el espectáculo que merecemos. Si bien creo que a Alba le convendría no ser tan pronto la desquiciada que conocemos. Y, sobre todo, se haría mucho bien a sí misma alejándose de Mila. Que mire a Adara o a Dinio. ¡Sí, se puede!

Oigo hablar a algunos y pienso que deben llevar una vida fácil para considerar que Hugo les está haciendo la vida muy difícil. ¿De veras consideran eso hacer la vida difícil? Viendo el directo todo el día no es mi sensación. Solo les está tocando las narices, dando a cada uno donde más le pica. Deberían enfrentarse a esta experiencia preparados para que algo así suceda. Si no lo hacen su paso por el programa será duro de verdad, porque más tarde o más temprano se van a encontrar con dificultades mayores que esta, dentro o fuera.

El cerco ya se estrecha sobre Adara y Dinio. Una se posicionó anoche contra Anabel, el otro contra Irene. Solo ellos evitaron ir contra Hugo. Anabel ya intentó esta madrugada devolver a Dinio al corral hablándole de Hugo diciendo “tu amigo”. Se salió de la borregada y van a ir a por él. La más beneficiada con todo esto es Adara. Sospecho que solo un milagro puede salvar a Hugo este jueves. En tal caso, Adara quedará como heredera. No ha faltado gravemente a nadie y cuando ha soltado algún misil ha sido en respuesta a los ataques del fuego enemigo. Pero le planta cara a la dictadura de la emperatriz Mila (Hugo le dice “emperadora”, no da para más). Adara será heredera de la disidencia.

Moleskine del gato

Los porcentajes ciegos conocidos anoche fueron estos: 80,4 %, 15,1 % y 4,5 %. Que Hugo está sentenciado lo sabe hasta él. Si piensa otra cosa es menos espabilado de lo que parece.

El jueves pasado animé a mis seguidores en Twitter (@DVDCano) a completar la lista de cosas que odia Mila Ximénez, comenzando por los disfraces. La lista es casi interminable, pero estas fueron algunas de las más curiosas: bailar sevillanas, los peloteos sutiles a su persona, la gatera, reptar, las pruebas, los búnkeres, los espejos, divertirse, bailar, ayudar, empatizar, no ser el centro de atención de todo, las habitaciones cerradas, los sitios pequeños, que la vacilen, las fiestas, la casa, los gritos, los gatitos, los juegos, la falsedad, las pelucas y los logopedas.

He suprimido algunos de los más ofensivos, aunque no omitiré ni un solo nombre, porque la lista estuvo también trufada de las siguientes personas: Encarna Sánchez, Rodríguez Menéndez, María José Campanario, Miriam Saavedra, Yola Berrocal, Chayo Mohedano, ABBA, Karmele Marchante, Rosa Benito y Manolo Santana.

Y los menos dados a la concreción optaron por lo global, conceptos generales como estos: la gente, las personas, la humanidad, el mundo, su sombra, la felicidad, el aire, el agua, respirar, la vida.

La conclusión sería que, en opinión de mis seguidores, Mila lo odia todo.