Nadie explica cuál es el pecado de Manuel González
El relato de Marta López, apoyado sin ningún tipo de fisuras por su camarilla, dice que durante la visita de Ivana Icardi y Finito estos convencieron a Keroseno para que fuera a por ella, para lo cual se debía aliar a Manuel González. El resultado sería que Keroseno cumplió esa sugerencia a pie juntillas, razón por la cual se lleva bien con Manuel. Flaquea el relato en un punto, porque todavía no he escuchado a Marta explicar cómo han ido a por ella, qué es eso tan supuestamente grave que han hecho. O sea, lo que provoca que ella tenga un ataque de ansiedad en la sala de confesiones y no esté hundida, pero sí tocada, como aseguró anoche.
Tirando del hilo de ese fallo por el que el relato de Marta López se tambalea, he terminado llegando a la conclusión de que es falso de cabo a rabo. Para ello he vuelto a escuchar la charla de los visitantes con Keroseno y me reafirmo en que no dicen lo que aseguran Marta y sus esbirros. Le recomiendan que se apoye en Manuel González porque todo el mundo necesita un desahogo y Keroseno se había quedado solo. Es una simple cuestión de higiene mental tener al menos una persona que te escuche y con quien poder intercambiar conclusiones. No vale el ‘confe’ por razones obvias.
También hablaron de que el próximo objetivo de las nominaciones de Keroseno pudiera ser Marta López. Madre mía, qué cosa más grave. Como si no fuera parte de este juego nominar, y los concursantes no planificasen con frecuencia sus estrategias nominatorias. Nominar, nominan todos, porque escuchando a Marta parece que solo lo hicieran los demás. Ella y Manuel se dieron mutuamente dos puntos el jueves pasado. ¿Alguien me podría explicar por qué Marta López dejó de hablar a Manuel González por haberla traicionado con su nominación? Su argumento es que le podría haber dado los dos puntos a Keroseno y a ella solo uno. De igual manera que Marta podría haber dado dos puntos a Lucía y a Manuel solo uno.
Marta López pasa pantalla: soy una víctima y tengo ataques de ansiedad
El relato de Marta López hace aguas porque no se apoya en una realidad, y aunque fuera verdad tampoco justificaría la virulenta reacción contra Manuel González. Este y Keroseno habían mejorado su relación hace ya un par de semanas. Solo que el punto de inflexión que les hace compartir más ratos en la casa fue que se dieran cuenta de un pensamiento común sobre Marta. Ambos coinciden en el análisis que hacen de esta concursante y su desastroso concurso. Tengo dicho que Marta López es una estajanovista del reality. Su entrega es indiscutible y me parece admirable su capacidad para aparentar que tiene el don de la ubicuidad porque está metida en todos los fregados. Aunque tal vez deberíamos decir “estaba”.
La entrega de Marta López revaloriza su concurso, que si no fuera por eso tendría una consideración en mínimos por manipuladora. Dije hace unos días que ha intentado hacerse amiga de todos para que no la nominen, y si lo hacen les insulta. Ahora se puede añadir algo más, intenta intoxicar a todos contra el que ha cometido el error de osar darle puntos en una nominación. Este ha sido su modus vivendi como concursante, lo demostró con Ana María Aldón, a quien quiso echar encima toda la casa. Cree el ladrón que todos son de su misma condición, por eso Marta da por seguro que Manuel y Keroseno han “ido a por ella”.
Pero la primera expulsada de la segunda edición de ‘Gran Hermano’ no es capaz de contestar cuando Manuel González le pide que diga en qué le ha perjudicado, qué es eso hecho en contra de ella. Más bien se podría decir al contrario, que Marta le ha retirado el saludo y no para de machacarlo siempre que tiene ocasión. Los aquelarres en el dormitorio contra el exconcursante de ‘La isla de las tentaciones’ son continuos y está recayendo sobre él y sobre Keroseno la culpa de la crisis que está viviendo. Una crisis tan dudosa como que lleva 30 años trabajando en la televisión (desde su debut en ‘Gran Hermano’ han pasado menos de 23 años). No me creo a Marta López porque es muy mala actriz y los ataques de ansiedad se tienen en el salón delante de todos, no en la sala de confesiones que nunca sale en el directo.
De manera que Marta López intenta hacerse amiga de todos para que no la nominen, si lo hacen les insulta e intenta intoxicar a todos contra ese compañero para luego hacerse la dolida (tocada, pero no hundida) y pasar por la víctima contra la que están yendo dos concursantes, teniendo el apoyo de los otros cuatro. Le asiste toda la razón a Manuel González cuando se pregunta qué ganaría él aliándose a Keroseno, el más discutido y repudiado del grupo. Elena Rodríguez intenta hacernos comulgar con ruedas de molino cuando muy ofendida dice que han tratado muy bien al hermano de Finito. Yo he visto que lo seguían despreciando y le daban 12 puntos en las últimas nominaciones (Elena obtuvo 2). Le dijeron que no estaba solo y podía contar con todos, pero luego eso no llegó nunca a materializarse porque no se acercaron a él salvo para decirle esto.
Manuel González ganó claramente el cara a cara con Lucía Sánchez
En todo caso, vamos a dar por bueno el relato de Marta. Pensemos que fuera verdad el complot organizado por el hermano (Finito) y la gran hermana (Ivana) para que fuera contra Marta y se aliara a Manuel. Vale, aceptamos barco como animal acuático. Ahora bien, ¿cuál es el pecado de Manuel? Ya sé que la nominó (lo hicieron mutuamente) con dos puntos (ella lo mismo), pero el juego es así. Además, esto solo afecta a Marta López, mientras que la venganza en su contra ha sido también de Elena Rodríguez y Lucía Sánchez. Me voy a detener en lo de esta última, a la sazón expareja suya, con quien anoche tuvo un interesante cara a cara.
Lucía Sánchez saltó contra Manuel González por haberse aliado (si se puede decir así) con Keroseno. Dijo entonces que no quería nada con él, le acuso de actuar con estrategia (pecado absurdo estando en un juego de estrategia) y la escuchamos decir por enésima vez que no quiere volver a saber nada de él. Al hilo de estos reproches volvieron a salir los relativos a su comportamiento durante el tiempo que fueron pareja y su infidelidad pública y televisada. Ojalá hubiera hablado solo de esto y no de otras cosas privadas que no se deberían airear de nadie. Debo ser justo y después de lo visto la última persona que deseo se lleve el maletín es Lucía Sánchez. Nadie se merece el despreciable comportamiento que ha tenido con Manuel González.
Anoche mismo vimos el diferente comportamiento en el cara a cara entre Lucía y Manuel. Este último dio una lección a su expareja de respeto y buenas intenciones. Lucía Sánchez no podía ir más lejos de lo que ha ido en su intención de evitar que su ex le pueda arrebatar el maletín. Ha estado tan convencida de que el premio era suyo que cualquier signo contrario la tiene nerviosa. Los aplausos en plató para Manuel la han descolocado. Como dije ayer, el peor escenario para ella es que llegase a ganar él. Por eso estoy plenamente convencido de que a Lucía Sánchez le da lo mismo si Manuel González se alía o no con Keroseno. Ella se ha subido a ese carro para intentar erosionar a un rival a quien la audiencia decidió salvar con sus votos. Lo que votase en la última nominación se la sopla lo más grande. A ella le importa que Manuel pueda ganar. Y, por lo visto, está dispuesta a todo para evitarlo.
Asraf Beno, don Tancredo
Anoche Asraf Beno se volvía a poner de perfil aprovechando el vacile o error de Ion Aramendi. Sabemos que se posiciona del lado de Marta López y Elena Rodríguez, a quienes está entregado. Sin embargo, ni entra ni sale en el comportamiento de Manuel González o Keroseno si no es por algo que le afecte personalmente. Pocas cosas detesto más que eso de “a mí no me ha hecho nada”, como si las ofensas a los más afines no doliesen a veces más que las propias. Como dije en mi Moleskine de ayer, Asraf es un don Tancredo.
Don Tancredo era una figura habitual ligada a la tauromaquia. Un tipo que vestido todo de blanco, incluso con su cara pintada de esa manera, esperaba que entrase el toro subido a un pedestal en el centro de la plaza. Todo su mérito era exclusivamente quedarse quieto. De esa manera, entre el color blanco y la inmovilidad el toro debía pensar que se trataba de una estatua en mármol y no le embestía. Asraf Beno (desde anoche sin barba, pero con bigote) es de esos concursantes que se quedan quietos para que no les pueda embestir la realidad, como auténticos don Tancredo. El otro día pedía Frank Blanco un término para sustituir a la clásica acusación de ser un “mueble”. Pues ahí lo tiene.
Moleskine del gato
Así estaban anoche los porcentajes ciegos antes de ser salvado Asraf Beno: 48 %, 28 %, 13 % y 11 %. Solo se han movido los dos porcentajes menores, que estaban igualados con el 12 % el pasado domingo.
En mi Moleskine de hoy me sitúo en el hipotético escenario de que sea expulsado Keroseno mañana. Nada cambiaría con vistas a la final… o tal vez sí. Lo que no me cabe duda es que nos aburriríamos un poco más.