Salió Michael Terlizzi, quinto clasificado que llegó hasta aquí porque nadie se molestó en expulsarlo. Todavía no tengo clara la razón por la que Carmen Alcayde salió el jueves pasado, antes que el italiano. Creo que me falta una clave que espero conocer dentro de tres días. Según lo que pase en la semifinal del miércoles y la final del jueves confirmaré o no mi teoría. Tenía previsto para hoy el daguerrotipo de Michael, pasase lo que pasase. Así lo haré, pero será un poco más adelante y con mayor brevedad que los anteriores. Primero porque no es habitual publicar daguerrotipo de un concursante que ya no está en liza, y segundo porque Michael da para poca disertación.
La eliminación de Michael no sorprendió como la de Carmen el jueves. Más que estar previsto era lo deseado por muchos, entre quienes me encuentro. En el coche que devolvía anoche a Michael a la cruda realidad de aquí fuera iba también su jefe de campaña. Gustavo Guillermo no fue un concursante igual de intrascendente que su defendido porque lo fue todavía más. Aunque parezca imposible, Gustavo no tuvo ni siquiera su semana de gloria, como le pasó a Michael, aunque fuera a costa de Albert Infante, que fue castigado con la expulsión.
Gustavo había dado un paso más que Karina porque estuvo anoche en la casa. Aunque su estancia fue algo más larga que la de Susana Bianca, jefa de campaña de Albert Infante. Por segunda vez, Susana tuvo que aguantar el desprecio de que su defendido cambiase una vez haber aceptado ser su jefa de campaña. La pasó con Naomi Asensi, quien prefirió a Pilar Llori en cuanto supo que esta quedaba libre al renunciar a la defensa de Albert Infante. Pues bien, anoche Albert hacía lo mismo y cambiaba a Susana por Carmen Alcayde. A la Infanta le dieron la opción y lo decidió del tirón.
La pobre Susana había llevado un maletón enorme para, en el mejor de los casos, permanecer cuatro días dentro de esa casa. No cuatro meses, ni cuatro semanas, solamente cuatro días. Con semejante maleta se tuvo que volver anoche, rechazada por segunda vez y sin poder demostrar al mundo que es la más especial como jefa de campaña, al igual que lo es en todo. Por desgracia no ha sido esta su ocasión. Hubiera sido fantástico verla exaltando las virtudes de su defendido con un discurso en el que no pronunciase ni una sola vez el nombre de este mientras decía “yo” no menos de dos docenas de veces. Para rematar el castigo a Susana imagino que se volvió de la casa en el coche de Michael y Gustavo. La alegría de la huerta, vamos.
A Albert Infante se lo perdono todo porque ha sido el otro gran descubrimiento de esta edición, junto a Alex Caniggia y Laura Bozzo. No obstante, su poca consideración con Susana no mejora el gesto de Pilar Llori, que critiqué en su momento. Si a él no le gustó que Pilar le despreciara bien podría haber evitado hacer lo mismo con Susana. Tampoco me ha gustado su falta de definición de los últimos días. Hace bien en llevarse a las mil maravillas con Naomi a pesar de su actitud de enfrentamiento permanente con Laura, pero evitar dar la razón a una u otra para seguir llevándose bien con las dos a veces es un poquito indecente. En el debate electoral estuvieron casi todos demasiado diplomáticos, pero lo de Albert fue hasta ofensivo.
El primer finalista en encontrarse con su jefa de campaña fue Luitingo y la última Naomi. Aquel estaba en una nube y llegó a planear sacar su cama y la de Jessica Bueno fuera del dormitorio. La cara de ella era un poema, a saber para qué pensaba hacer tal cosa. Como comento en el Moleskine de hoy (vídeo al pie de este escrito) habrá que ver cómo son las conversaciones de estos dos hasta el próximo miércoles. Tremendo contraste entre el estado de felicidad del cantante y el reventamiento de Naomi Asensi, que se considera una concursante de segunda categoría porque la dejaron para el final. Luego acusa a Laura de querer ser siempre protagonista, pero ella no se queda atrás.
Me llamó la atención que Naomi Asensi no recordase haber afirmado el pasado jueves, es decir, solo tres días antes, que cuando ella entró en la casa Alex Caniggia ya no era favorito entre la audiencia. Laura había dicho estar convencida de que se pegó al equipo naranja nada más entrar porque había visto que Alex era el gran favorito, lo cual negó tajantemente ante el juez Chamorro. Como me recordaba por Twitter (llámalo X) Javier Lorente Ferná, faltaba poco para que entrase en la casa Naomi y Alex Caniggia era salvado antes de Laura Bozzo, siendo expulsada Sol Macaluso. Tras eso, Alex recibió cero puntos en las nominaciones por el miedo que tenían en la casa a enfrentarse a él. A los tres días entraba Naomi y en la siguiente gala Alex se salvaba de nuevo era el primer nominado en salvarse. Que explique Naomi lo que ella entiende por ser favorito. Aunque ya vimos anoche que ante Alex no se atrevió a mantener la mentira.
Michael Terlizzi ha sido catalogado como el gran mueble de esta edición. No seré yo quien enmiende esa opinión, pero a mi juicio ha destacado más otra característica de su rol en el concurso. Más que mueble me ha parecido el típico concursante que parasita en otros, siendo en ocasiones una auténtica rémora para estos. Su principal víctima fue Albert, a quien tanto exprimió que logró su expulsión, no sin la inestimable colaboración de José Antonio Avilés. Michael necesitaba alguien que le diera cierto brillo en el concurso, consiguiendo en el catalán un móvil perfecto para presentarse como una pobre víctima en sus manos.
Michael se quedaba sin trama una vez expulsado Albert, por lo que decidía ir parasitando en unos y otros, aprovechando aquellos compañeros dispuestos a llevar esa carga. Gustavo Guillermo se prestó encantado, también Zeus Montiel y otros. Al final se quedó solo con Luitingo, que no debía ser suficiente para él por lo que aprovechó las ganas de un nuevo acercamiento que mostró Albert a su vuelta a la casa. De nuevo estaba Michael aprovechándose de un gran concursante, de esos que tienen personalidad suficiente y brillan por sí mismos.
Lo más llamativo es que Michael no haya tenido pudor ninguno en jugar la baza del pobrecito. Lo vi claro en las entrevistas de campaña que han hecho la última semana y en el debate que tuvieron anoche. Con gran humildad se pone a la cola de los demás y reconoce haber sido el menos protagonista de todos. Su única baza ha sido dar pena y por compasión ha llegado hasta donde ha llegado. A nadie le gusta hacer leña del árbol caído y el pobre bastante tenía con lo suyo como para votar su expulsión. No ha sido solo por su intrascendencia, también por pura clemencia.
Desconfío siempre del concursante que aprovecha el sentimiento de piedad de la audiencia más benigna y apela a su indulgencia. Esto se relaciona con la falta de confianza en sí mismo, que ha reconocido él mismo. También con su complejo de ser el menos conocido en España, aunque yo le tenía tan poco visto como a Luca Dazi, Susana Bianca, Marta Castro, Pilar Llori o Luitingo. Me encantan estas ediciones VIP llenas de auténticos desconocidos para mí. Y no me olvido del escaso dominio que tenía Michael del idioma, algo en lo que ha mejorado notablemente en estos tres meses. Algo que se lleva, porque como personaje nos olvidaremos de él en unas semanas, tal vez cuando aún estemos entretenidos comentando eL encierro de unos dúos (guiño, guiño).
Los porcentajes ciegos estaban así anoche, antes de ser eliminado Michael Terlizzi: 33,6 %, 23,5 %, 20,1 %, 13,2 % y 9,6 %. Por tanto, Michael era el último votado, único que no pasaba del unidígito. Los casi diez puntos de Carmen Alcayde se repartieron así: 2,4 fueron al más votado, otros 2,7 al segundo y 3 al cuarto, mientras Michael no recibía nada. En principio, se supone que deberían heredar más puntos Naomi y Albert, con quienes Carmen tuvo mejor relación los últimos días. Siendo así, estos dos concursantes se disputarían con Luitingo las posiciones segunda a cuarta.
Lo que se puede esperar de los próximos días, últimos de concurso, con Luitingo y Jessica Bueno otra vez juntos inspira mi Moleskine de hoy.