A dos semanas de la final lo que corresponde es valorar el concurso entero de cada uno de los habitantes de la casa y no fijarse solo en lo sucedido en las últimas jornadas. De una visión global se benefician quienes han sido más protagonistas y no aquellos que no estuvieron todo el tiempo, ya sea porque entraron más tarde o fueron expulsados y volvieron repescados por la decisión de la audiencia o el capricho de otro concursante. Está claro que los reservas y repescados tienen el mismo derecho a ganar el concurso que cualquier otro, pero no se trata de eso.
Si hacemos caso a la realidad de lo sucedido en la pequeña historia del reality, nunca se ha proclamado ganador un concursante repescado y solamente una vez lo hizo alguien que no permaneció en la casa desde el primer día hasta el último. La primera repesca se produjo en GH 9 y en estos 17 años hubo muchas más. Pues bien, en ninguna de las versiones del formato se ha dado el caso de que ganase un concursante que en algún momento fuera expulsado por decisión de la audiencia. En cuanto a los reservas que entran cubriendo una plaza, solamente ganó Judith Iglesias, precisamente en aquella edición donde Amor Romeira fue la primera repescada.
Con todo, también afecta a Pilar Llori, Luitingo y Naomi Asensi la conveniencia de analizar su concurso íntegramente y no de manera parcial. Para bien o para mal, Naomi no es solo la que se nos está mostrando estas últimas semanas, al igual que pasa con los demás. Tampoco hay que dejar de valorar lo diferente que es su experiencia. Siendo más corto su paso por el concurso afronta la final con una frescura que no tienen Laura Bozzo o Carmen Alcayde, quienes llevan desde el principio en la casa.
Mientras Laura Bozzo, Carmen Alcayde y Michael Terlizzi llevan 84 días soportando el encierro, Naomi solo lleva 57. Y un mes casi entero pesa mucho en desgaste físico y, sobre todo, psicológico. Lo mismo pasa con Pilar, quien estuvo 28 días en la casa antes de ser expulsada por la audiencia, se pasó otros 28 en casa, y desde su vuelta han pasado igualmente 28 días. Como Naomi, Pilar ha pasado solo 57 días en la casa, con un descanso no tan plácido entremedias de casi un mes. Imposible valorar el concurso de ambas (o el de Luitingo) igual que el de sus compañeros de encierro.
Por otra parte, tanto a Pilar como a Naomi les beneficia considerar solo la fase final de su concurso. A pesar de su entendible dificultad para salir del bucle del despecho por lo que le pasó con Luitingo, lo cierto es que Pilar ha sido una concursante más apreciable desde su vuelta. A diferencia del primer tramo de su concurso, en el que fue dependiente de su relación amorosa con Luitingo, al volver se enroló en el equipo naranja y ha hecho un concurso menos dependiente de los demás. No cabe el reproche de que se unió al team porque había visto fuera que eran favoritos y, sobre todo, que había una diferencia notable con el otro equipo. Si acaso, sería criticable por torpe y poco inteligente que hubiera hecho lo contrario.
A Naomi también le beneficia analizar su concurso fijándonos solo en estas últimas semanas porque durante las primeras se limitó a peinarse y maquillarse. Cuando salía del baño era para hacer buenas migas con Susana, a pesar de que ella también había valorado la popularidad del equipo naranja para echarse a sus brazos, que la acogieron con generosidad e interés. No estaba la cosa para despreciar seis votos más a la hora de nominar. Durante semanas, la exconcursante de ‘La isla de las tentaciones’ permaneció oculta y protegida por el cómodo paraguas del team. Justo cuando ha decidido renegar de la pertenencia a ese grupo y enfrentarse a su líder, la diva Laura Bozzo, ha sido cuando Naomi Asensi ha despuntado, mejorando su imagen para parte importante de la audiencia.
Insisto en que no se trata de tener o no derecho a llegar hasta el final o incluso ganar. Está claro que si el programa ha planteado así el concurso es para que todos tengan igualdad de oportunidades, no pudiendo negarse la posibilidad de que sucediese tal cosa. Ahora bien, conviene ser consciente de la realidad en su conjunto para explicarse por qué ningún repescado ha ganado. Sencillamente porque la audiencia ha sabido valorar en todas las ocasiones anteriores la ventaja de quienes viven parcialmente esta experiencia. Ni siquiera el caso antes mencionado de Judith Iglesias es comparable al entrar tan solo 10 días después que todos los demás. 10 días, no casi un mes.
A diferencia de Pilar Llori y Naomi Asensi, para Laura Bozzo y Carmen Alcayde es mucho mejor que repasemos todo su concurso y no solo los últimos días porque es al final cuando han cometido los más grandes errores. Alcayde ha sido siempre la reina de las cagadas. Como le dijo un día Laura, lo suyo es como el caminar de los patos: pasito, cagada, pasito, cagada. Pero no ha sido hasta el final que muchos hemos sido conscientes de que era realidad aquello que habíamos escuchado sobre la facilidad que tiene para traicionar a sus amigos. La previsión se ha cumplido, aunque no la culpo por eso. Sin embargo, me está molestando seriamente que Carmen decida partir de cero con Laura y ambas hagan las paces para al cabo de un rato hacer comentarios más hirientes que nunca y juicios extremadamente severos que nunca hizo de quien fuera su amiga barra hermana.
Mis máximos respetos a que Carmen Alcayde decida no pasarle ni una más a Laura Bozzo, valorando con dureza aquellas cosas que durante semanas no solamente le consintió, sino que la llegó a jalear por ello, riéndole las gracias para terminar aplaudiendo. Ofende verlo por el enorme contraste entre una actitud y otra, pero entiendo las razones de Carmen. Lo que no me cabe en la cabeza es que la esté poniendo de hoja perejil por la tarde hablando con una tercera persona, cuando esa misma mañana ha estado conversando amigablemente con su examiga. Una conversación en la que han reconocido ambas tener parte de la culpa de sus desacuerdos, y decidido partir de cero sin rencores, abrazándose y tomando la chuche de la paz en la playa (por no decir fumando la pipa de la paz),
Esa doble cara que estoy observando en Carmen Alcayde es lo que me desagrada y no una posible traición a alguien con quien tampoco tiene firmado un contrato de lealtad que deba cumplir durante un tiempo determinado. Por eso prefiero valorar el concurso de la ‘crátercagadas’ durante los dos primeros meses. Entonces ya apuntaba a que sus errores iban no la perjudicarían solamente a ella, también lo harían a terceros como Albert o Laura. Pero no veía en ella esa contradicción permanente e interesada, probablemente motivada por su apuesta ganadora. Cree que podría ganar el concurso y para ello Laura es un obstáculo que necesita derribar.
Tengo dicho que Carmen y Laura son tal para cual. También en esto que comento porque estoy convencido de que el inflexible enfrentamiento de la diva a sus antiguas aliadas viene de considerar necesario romper con ellas y hacer trizas el grupo que las unió pues ahora es momento de individualidades y no de lo colectivo. Solo hay un ganador y conviene afrontar la recta final sin rémoras ni pesados equipajes. Laura debe pensar que si llega a la final de la mano de Carmen, Pilar y Naomi está taponando la posibilidad de su triunfo. Por eso prefiere llegar solo con Albert. Lo curioso es que creo que solo la Infanta podría ganarle el concurso, a pesar de haber pasado también una temporada fuera. Que lo hicieran Pilar o Naomi me parecería una burla porque han sido concursantes flojas y prácticamente intrascendentes durante demasiado tiempo.
Tampoco considero justo un hipotético triunfo de Carmen porque lo mostrado estas últimas semanas no me está gustando nada. Laura se está equivocando de forma muy parecida a Carmen, siguiendo ambas idénticas motivaciones. De nuevo parecen separadas al nacer. En este caso la diferencia es que Laura no asegura que va a partir de cero con su vieja amiga para luego ponerla verde con otra concursante. Tal vez no lo esté haciendo al faltarle confianza con la mayoría de sus compañeros, algo que le pone de nuevo más difícil el camino hasta la final.
Anoche hubo posicionamientos en positivo y, de facto, tres concursantes dijeron preferir que se quede Laura, otros tres prefieren que lo haga Pilar, y solamente uno apostó por Luitingo. Estoy sumando los posicionamientos de los propios nominados, que siguen siendo Luitingo, Pilar y Laura porque esta semana no hubo más que un salvado. No obstante, imagino que mañana salvarán a un nominado al comienzo de la gala para dejar paso, como de costumbre, al duelo final. Apuesto a que será la repetición del duelo entre Pilar y Luitingo. Si fuera así se nos presenta un superjueves más visto que el tebeo, pero no por ello menos interesante.
Los porcentajes ciegos estaban así anoche: 34 %, 39 % y 27 %. Se mantiene el porcentaje más bajo desde el lunes y tras ser salvado Michael Terlizzi. El 2 % de este concursante parece haber ido íntegramente al más votado, que incrementa su diferencia con el siguiente en cuatro puntos.
La prueba semanal les ha dividido en dos equipos y cada uno de ellos están preparando una canción. Creo que algunos se están viniendo arriba pensando que son Shakira y Bzrp a un tiempo. De esto hablo en mi Moleskine de hoy.
[FE DE ERRATAS DEL VÍDEO: El conjunto de cantantes de cuatro componentes está formado por Luitingo, Laura, Albert y Michael. Laura y no Pilar, como digo en el vídeo]