Laura Bozzo se equivoca planteando que hagan dos compras separadas y cocine cada grupo lo suyo. Sencillamente, es algo que no está permitido por las reglas de la casa. Por otro lado, ya conocemos a la diva y ella dice una cosa y al rato lo matiza, se aviene a razones, transige, cambia de opinión y si te he visto no me acuerdo. No es que mañana se le haya olvidado y plantee una alternativa al plan, es que a los diez minutos puede estar ya cambiando la propuesta por ir una persona de cada grupo a hacer la compra. Además, no se ha visto cocinar a Laura ni creo que vayamos a verlo (bueno, esta madrugada se hizo unas fajitas, si se pueden llamar así).
Cuando Laura Bozzo le planea a Jessica Bueno que las dos hagan la compra a esta no le parece bien. Cree que hacer compras separadas es una muestra de egoísmo, ¿y hacer la compra junto a Laura? Ojo, que me parece respetable si no le apetece el plan, pero da la impresión de que prefería lo de separar la compra para poder acusar al equipo rival de egoísmo. Por otra parte, no deja de ser un sarcasmo que hable de egoísmo la persona que se ha fundido más de la mitad del premio final en su propio beneficio. Ella misma dijo “voy a ser egoísta” cuando iba a comunicar que pagaría el dinero para que volviera Luitingo. Tal vez considere que ser egoísta le deba salir más barato a ella que a los demás, igual que dar una tercera oportunidad a Luitingo costó mucho menos que la segunda de Susana Bianca.
A pesar de la incoherencia de Jessica puedo estar de acuerdo con ella en que dividir la compra y la comida es egoísta. Sobre todo, me parece contrario al espíritu del programa. Se ha insistido hasta la saciedad en que este es un concurso de convivencia, lo que no dice en ningún lado es que deba ser de buena convivencia. A pesar de lo cual, siempre he defendido que mantengan unos mínimos formalismos que les identifiquen como miembros de una misma comunidad. Por ejemplo, hacer juntos las principales comidas del día. A eso se une que la comida es un bien común, que no debe separarse ni individualizarse.
Ni siquiera estoy de acuerdo con que se repartan las galletas contando unidades. Nagore Robles fue de las primeras en proponer contar granos de arroz para repartir la comida a partes exactamente iguales y la expulsamos a las primeras de cambio. Por todo lo dicho no puedo estar de acuerdo en lo propuesto por Laura, pero sería injusto no reconocer que cambió de idea enseguida. Lo cual hace que no entienda la reacción de Jessica contándole entre lloros y sollozos este episodio a Luitingo. Jessica apela en esa conversación al compañerismo y la necesidad de pensar en los demás. No volveré a recordar su enorme muestra de compañerismo. Sobre pensar en los demás, evitemos meter en este asunto a Pilar Llori, que no es cosa suya. Pero vamos, que te tienes que reír, por no llorar.
Anoche había otro encontronazo, esta vez más bronco y preparado. Lo curioso es que no vimos a Jessica llorar, sino más bien dar la réplica a Laura con media sonrisa en la boca y aires de revancha. La diva no había sido ni la primera ni la segunda en salvarse, y por la evolución de los porcentajes ciegos puede que no vaya a ser ni siquiera la tercera, si es que existe ocasión. Esto le dio alas a Jessica, que un rato antes se había enterado de que Zeus Montiel la salvó de la nominación. Sin estar en riesgo de expulsión y con Laura Bozzo más votada que Carmen Alcayde y Naomi Asensi (salvadas esta vez), Jessica Bueno estaba hinchada como un palomo en celo.
De nuevo, lo más llamativo es la doble vara de medir de la “correcta” Jessica. Pide a Laura que no la juzgue mientras habla de las veces que esta es normal, lo cual quiere decir que a veces no lo es, o asegura que no tiene corazón. Ella tiene patente de corso para decir cualquier cosa, mientras los demás parecen obligados a tener extremo cuidado en no ofenderla. “Es mi opinión”, dice reclamando derecho a expresar lo que piensa. Pero cuando sus rivales opinan que no ha sido empática y está ocultando sus sentimientos hacia Luitingo pide que no la juzguen.
Como dice el filósofo José Antonio Marina, no todas las opiniones son respetables. Debemos respetar el derecho del otro a expresar su opinión, pero no estamos obligados a respetar esta necesariamente. Las opiniones pueden ser contrarias a principios que consideramos inamovibles. En todo caso, parece más aceptable considerar a otra persona poco empática que acusarla de no tener corazón. Los papeles se intercambian cuando Jessica es la incorrecta y Laura responde con calculada contención y frialdad.
Sobre fundirse más de la mitad del premio, se utilizan argumentos poco sólidos para defenderlo. Solamente habiendo sufrido una amnesia temporal se puede obviar que la mayoría en el equipo azul fueron contrarios a gastar un solo euro. Que machacaron a Alex Caniggia por gastar 100 ridículos euros para ser inmune en unas nominaciones. Por estos antecedentes resulta llamativo que todos apoyasen a Zeus cuando se gasta 25.000 euros por dar una segunda oportunidad a Susana. A partir de ahí se levantó la veda y de lo dicho no se acuerda nadie. Quienes estaban de acuerdo con jugar se gastaron cantidades muy pequeñas y los que censuraron esa opción se han fundido el premio. Jessica y Zeus, principalmente.
Todos somos víctimas de nuestras propias contradicciones, pero algunas son más llamativas que otras. Durante la gala del jueves hubo un careo entre Pilar y Luitingo en el que este último pedía alterado que no se hablara de su familia. Su padre y hermanos son intocables y nadie debe mencionarlos, ni siquiera como una referencia y sin faltarles en ningún momento. Sin embargo, en una pausa de publicidad, en voz baja, Luitingo le decía esto a Pilar: “Dile a tu padre que no baila bien”. No solo es contradictorio pedir que se deje fuera a los familiares y sacar a relucir la navaja luego con una faltada como esta. Más interesante me parece la diferencia entre lo que se dice ante las cámaras y cuando creen que no están en antena.
Se acusa a Pilar Llori de estar obsesionada con Jessica Bueno y se señala que debería centrarse en cargar contra Luitingo que es quien le ha hecho daño. Parece obviarse que quien ha hecho daño a Pilar el pasado jueves es Jessica porque de no ser por ella ahora estaría en la casa feliz viviendo su concurso sin tener a Luitingo a escasos metros. Pilar sufre el castigo de ver como Luitingo pasa todo el día junto a Jessica, quien ha pasado de “solo eres mi amigo” a “solo quiero verte como a un amigo”, lo cual es radicalmente diferente.
Lo de Pilar Llori es un proceso en el que debe pasar del dolor a la vergüenza ajena, como ella misma contaba anoche. Más tarde la situación le producirá indiferencia, si es que llega a durar suficiente tiempo en el concurso. Aunque su relación con Luitingo durase tan solo veinte días, tendrá que vivir su duelo como cualquiera. No entender esto es falta de empatía. Por eso me parece un disparate decir en plató que Susana ha sido una concursante ejemplar al tiempo que se pone de medio loca a Pilar.
Susana Bianca tenía anoche en plató la ocasión de reconocer sus errores, si es que piensa que ha tenido alguno. No entiendo bien que necesite ver vídeos para hacer esa especie de examen de conciencia. Pero ni siquiera viéndolos fue capaz. Le pusieron un buen resumen de sus comentarios hirientes sobre el paquete de Zeus y ahí pidió perdón, pero siguió defendiendo sus actos. Y cuando escuchó un puñadito de críticas rompió a llorar como una niña chica. Si no estaba preparada para este concurso mejor hubiera hecho rechazando la invitación de participar en el mismo. Como ya adelanté, le está costando aceptar que no es un referente para todo el mundo. Con serlo para una sola persona ya debería ser bastante, aunque tampoco lo veo necesario.
Confieso que no me gustó ese espectáculo que montaron el sábado por la noche los naranjas para llamar la atención del equipo azul. Harían bien en olvidar a los rivales y divertirse ellos mismos, además de divertirnos a quienes vemos el directo. Pasé un poco de vergüenza ajena, aunque estoy en una fase que ya casi no tengo de eso. Salvo de esta crítica a Albert Infante y su desfile en tanga, con sendas vueltas laterales en el suelo que le salieron penosamente mal. Y es que Albert, haga lo que haga, me hace gracia. Es más, creo que es el único que está divirtiéndose ahí dentro en estos días. Al menos, es quien más lo está haciendo.
Leo todo el rato titulares como “Crisis en el equipo naranja”, “El equipo naranja se separa” o similares. ¿De verdad lo cree alguien? Anoche hubo la enésima crisis y un nuevo posible final del team. Como si no conociéramos ya el percal. De esto hablo en mi Moleskine de hoy.