Carmen Alcayde habrá dormido bien esta noche. Ella desea caer bien a todos y se maneja mal ante la animadversión, el enfrentamiento, la enemistad y hasta la antipatía. Ni siquiera soporta la indiferencia. Necesita sentir el cariño de quienes la rodean, por eso hubiera vuelto a derrumbarse si solo se ve apoyada en los posicionamientos por sus dos compañeras del team. El simple hecho de que Susana Bianca también se posicionase a su favor, incluso que Michael Terlizzi no haciéndolo dijera que lamentaría su ausencia, fue suficiente para hacerla feliz.
Tanto le nubla la mente a Alcayde esa necesidad de aceptación que no fue capaz de entender la risa floja que entró a Laura Bozzo y Naomi Asensi cuando escucharon al italiano decir que Carmen era su amiga. Ese momento es ya mi preferido en lo que lleva la edición. Michael acusaba el lunes a Zeus Montiel de hablar por boca de Susana Bianca, aunque luego lo negase, cuando él habla siempre por boca de otros. Repite lo que escucha y ante la más mínima dificultad echa mano de la paginita de la pena y llora desconsoladamente. Entonces, cuando alguien se acerca a consolarle menciona problemas personales que no puede contar ahí dentro y solo lo sabrán estando fuera. Como si fuera continuase el reality. No se menciona aquello que no se está dispuesto a compartir con el espectador.
Tal vez por eso es Michael Terlizzi uno de los protegidos de Jessica Bueno, la embajadora de la corrección que defiende al más incorrecto de la casa. Con Carmen Alcayde nunca tuvo ningún encontronazo, pero prefiere que se quede esta noche José Antonio Avilés, al que está dispuesta a nominar después, si no fuera el expulsado. Avilés sigue siendo Pierre Nodoyuna, no en vano ayer apostó a que no habrá repesca y está seguro de que va a ganarle el duelo a Alcayde. Sin embargo, a Jessica la tiene bien calada, por eso ayer la comparó con un Guardia Civil. Puedo imaginar por qué lo dice. La sargento Bueno pretende hacer cumplir las leyes… que ella misma impone.
No son las leyes de Jessica muy bienvenidas en un reality. De ser todos correctos, amables y comprensivos, sin provocar apenas discusiones, el programa se va a tomar viento. Es la anticoncursante, enemiga perfecta del formato, ideal para la competencia porque de ser todos así y comportarse como ella desearía imponer estaríamos muertos de aburrimiento o nos habríamos dedicado al estudio de la cría del percebe, temática mucho más divertida que el programa perseguido por la modelo. Pero su papelón en el concurso se desmorona cuando prefiere que se quede Avilés. La correctísima defensora de los buenos modos defendiendo al concursante más tóxico y malintencionado que he visto nunca en un reality. Como decía anoche Naomi: “La vara de medir de Jessica está estropeada”.
Una vez descubierto que lo de Jessica es un papelón, empieza a darme lástima que tenga un gusto tan estropeado. Se reía mucho con Luitingo, que debe tener la gracia en el tupé, si acaso. Y también le parece muy divertido José Antonio Avilés, cuando es para mí el ser más cargante que nunca he conocido. Si lo defendiera porque le gusta su causticidad tendría un pase, pero ¿divertido? Avilés se crece cuando concursantes con los que no tiene nada en común se posicionan a su favor. Anoche lo hicieron Jessica Bueno, Zeus Montiel y Michael Terlizzi. De este último nada me sorprende porque es el hombre sin personalidad, pero Zeus es a Avilés como el día a la noche.
No siempre se han justificado los posicionamientos con explicaciones sencillas y certeras, sino que algunos están abonados al argumento hipócrita, tal vez por evitar hacer más daño del que ya supone un posicionamiento en contra. Puedo entender que se suavicen esas explicaciones por el motivo que digo, pero lo más curioso es que en el caso de Avilés muchos optan por adornar las explicaciones en exceso. En serio, parece que lo tuvieran un temor enorme y no quisieran despertar la bestia que lleva dentro. ¿Por qué tanto miedo por un concursante que no dice más que tonterías? ¿No habrá nadie en esa casa que lo vaya a desmontar? Tienen unas horas para hacerlo.
Pierre Nodoyuna Avilés dice que Laura ya no podrá trabajar en la televisión de este país porque ha usado la palabra odio. ¡Qué miedo! Ha dicho que Avilés ha llevado el odio a esa casa. Mejor dicho, el personaje tras el que está ese soporte orgánico de nombre José Antonio y apellido Avilés. También pretendió anoche meter el miedo en el cuerpo a esta misma compañera de encierro diciendo que iba a pedir su expulsión disciplinaria por hablar del “tema”. Imagino que se refiere a lo ocurrido en la noche de autos, cuando vimos aparecer las flores y un par de horas después faltaban dos concursantes. Pero lo único que había dicho Laura Bozzo es aquello que lleva días repitiendo por doquier, que el culpable de lo sucedido esa noche fue Avilés. El otro día conjeturaba sobre un posible amigo común que habría contado a Alcayde como era Bozzo, cuando ellas mismas han reconocido que se conocían de antes.
Vive tan alejado de la realidad que en su mundo irreal Naomi ahora le está haciendo lo que hizo Yiya con ella. Pero la verdad es que Naomi no hace nada, ya que es la única decidida a pasar de él ampliamente. Eso significa no darle besitos ni emocionarse con sus palabras elogiosas, igual de falsas que todas las demás. Naomi tuvo que ver ayer de buena mañana a Carmen Alcayde dando un beso a Avilés olvidándose de ella. Por suerte, es una mujer leal y discreta, que respeta y protege a los suyos. Si Naomi no fuera así y no le tuviera cariño a Alcayde le habría montado un numerito. Con toda la razón.
Lo que no haría nunca Naomi es recular después de haber reaccionado con sinceridad, como Laura anoche cuando se partía de la risa escuchando las justificaciones al posicionamiento de Michael. No me pilló de sorpresa cuando vi a Laura disculpándose con el italiano. “Me equivoco mucho”, afirmó Laura y no dudo que en esto también es sincera. Debo decir que esta vez está más justificada la disculpa que otras porque, además de las risas, Laura le espetó: “Cuando hables bien español hablo contigo”. Ahí no solo se equivocó porque en lugar de ser un exceso se trata de otra cosa mucho peor.
Mucho hemos hablado del récord de Nagore Robles, aunque en el mundo hubo una expulsión que superó su porcentaje. El 94,5 % de la colaboradora quedó en ridículo al lado del 99,17 % de los votos que fueron a la rapera Karol Conká en el Gran Hermano de Brasil. La productora del programa en ese país tuvo que reforzar las medidas de seguridad ante la salida de la más odiada de la historia del formato en todo el mundo. Volviendo a Nagore, estamos comparando indebidamente su récord en un Gran Hermano de anónimos con el que tenga hoy el más votado, obviamente José Antonio Avilés (no concibo otra opción).
Si nos fijamos, por tanto, solamente en Gran Hermano VIP, nadie ha llegado ni siquiera al 80 % de los votos para su expulsión. Recordemos que en los porcentajes ciegos conocidos anoche el más votado llevaba un 87 % de los votos, frente al 13 % del otro nominado. Por cierto, el récord de Nagore fue entre tres nominados, lo cual le otorga mayor mérito (mérito en negativo, pero mérito, al fin y al cabo). Fue Irene Junquera en GHVIP 7 la expulsada con mayor porcentaje hasta el momento, concretamente un 76,2 %. Esto significa que Avilés puede superar en más de 10 puntos el récord actual.
Los siguientes nueve concursantes expulsados con más porcentaje son estos (todos ellos por encima del 70 %): Toño Sanchís 75,97 % (5), Techi Cabrera 75 % (6), Sol Macaluso 75 % (8), Adi Villaespesa 74,8 % (2), Marta Castro 73 % (8), Kiko Jiménez 72,9 % (7), Marta López 72,7 % (1), Ángela Carrasco 72,5 % (1), Laura Cuevas 72,4 % (3). Por tanto, este Gran Hermano VIP 8 tendrá récord en el porcentaje de una expulsión y vamos a meter a tres entre los diez más votados para salir. A poco que nos apliquemos todavía podría estar Avilés por encima del 90 %. Me parece ideal, porque quedará como el más votado de la versión de famosos, pero no tocará el merecido récord de Nagore, una de las peores concursantes de la historia, que ni siquiera tuvo la suerte de ser elegida para la repesca.
Hoy es día de nominaciones, también para mí. Falta saber el nombre y las razones, algo que se puede encontrar en mi Moleskine de hoy.
Esta noche tenemos una fiesta, con Marta Flich como maestra de ceremonias. Una expulsión de récord y el comienzo del proceso de la repesca. Dos bombazos, vamos.