No creo que nadie en la casa vea futuro como pareja a Susana Bianca y Zeus Montiel. Me atrevería a decir que ni siquiera los propios protagonistas confían en ello. Zeus puede estar suficientemente ilusionado para no ver lo que todos. Era tema de conversación ayer entre Laura Bozzo, Albert Infante, Carmen Alcayde y Alex Caniggia. Coincidían en que les da pena el cantante. La sensación de que Susana está utilizando el asunto de forma oportunista no es solo de este gato desconfiado. Imposible creerse esta artificial pareja.
Zeus le contó a Susana, nada más saber que ella se le había adelantado en eso tan naíf de la cita entre ambos, que se ha operado dos veces para implantarse pelo y aún espera una tercera intervención. Tras compartir esa poco trascendente información se ha puesto en manos de Luitingo para un cambio capilar. Este puede ser buen cantante y alguien habrá a quien le haga gracia, pero como peluquero no tiene futuro. Susana no le dio mucha importancia, ni siquiera cuando Zeus dijo, con su candor habitual: “Mientras me sigas queriendo…”.
Necesito que este mismo jueves Susana quede nominada, aunque no confío demasiado. Me urge ver qué pasos da estando en peligro de expulsión. Es la única situación con algo de interés que implica la artificial pareja del cantante y la modelo. Lo cierto es que estoy ya bastante harto de estas carpetas tan poco fiables. Me pasa como a Laura y Albert, que anoche decían estar cansados de las parejitas, si bien este último se encargaba de matizar: “Yo el primero con Michael, que soy muy pesado”. No le falta razón.
El hartazgo con las parejas viene de que no hay casi otro tema, lo cual no es culpa del programa y sí de los propios concursantes. Laura está preocupada por la audiencia del programa y duda que ella lo viera porque no están haciendo lo suficiente para darle interés a la cosa. Supongo que por eso se plantea gastar dinero del premio en la máquina de los deseos. De momento piensa en comprar unos chuches, o la revista con las declaraciones de Bigote Arrocet, o una manicura si fuera para todas las concursantes. Me siento un bicho raro porque no comparto la opinión respecto a que nos estén dando poco. Pocos días he disfrutado tanto como el de ayer desde que empezó esta edición hace 26 días. Fue un día lleno no, repleto de conversaciones. Y si algo he echado de menos en algunas ocasiones ha sido que no hablen.
Especialmente interesante me resultó la conversación entre Albert Infante y Pilar Llori sobre las historias amorosas de ambos, aunque el catalán se ha pasado días negando que lo suyo con Michael Terlizzi tenga que ver con el amor, y mucho menos con el sexo. Ahora empieza a admitir que se haya podido enamorar del italiano. La pareja entre Pilar y Luitingo también genera desconfianza, aunque es menos general. Alex cree que no va a pasar nada entre ellos. “Si no ya hubiera pasado”, decía. En lo que sí hay unanimidad en la práctica es en que en esta pareja están sobrepasando ciertos límites. Lo reconocía por la mañana Pilar con Albert: no se han besado, pero Luitingo se ha puesto durante mucho rato a escasos milímetros de su boca, como cantaba Jesús Vázquez.
Menos consenso hay en lo relativo a los ritmos que están imprimiendo a lo suyo Luitingo y Pilar. Mientras unos piensan que van a paso de tortuga otros dicen que están avanzando muchísimo y demasiado deprisa. Es la sensación que tiene Pilar, a quién veo más preocupada por lo que tiene fuera que por los pasos dados en la casa, aunque ella diga lo contrario. Creo que está bastante segura de que no va a sobrepasar las líneas puestas por ella misma y pactadas con su novio. No dudo que le apetecería darse un homenaje con el flamenquito en la casa, pero parece claro que su prioridad es dar un escarmiento a su novio, con quien tiene bien claro que volverá.
Solo si Pilar sobrepasa esas líneas de las que hablo y termina besando a Luitingo estaría en peligro la posibilidad de volver con su novio. Es la razón por la que eso no está pasando, y puede que solo tenga un par de días más para cambiar de idea. Descubro gracias a su charla con Albert una Pilar más real que la vista hasta ahora, y me gustaría que no se fuera el jueves. Veo ahora que tiene las ideas más claras de lo que pensaba y se ha dado perfecta cuenta de cómo es Luitingo. Por eso fabula con tener una aventura con él, y nada más. La idea es atractiva para ella como venganza por la infidelidad de su novio, con quien siempre vuelve.
A Susana Bianca y Jessica Bueno les contaba más tarde que tras ponerle los cuernos su novio le pidió a este que le diera todas sus contraseñas (Facebook, Instagram, correo electrónico, etc.), pero no ha sido capaz de entrar una sola vez. Cuando ha tenido en su poder su teléfono con la intención de curiosear le ha empezado a temblar la mano y ha sido incapaz de hacerlo. Desde aquello lo han dejado infinidad de veces, para luego volver. Teniendo un enganche tan fuerte se explica que eche el freno, Magdaleno, con Luitingo. No hay mal que por bien no venga, por otra parte.
También genera dudas en Pilar el mensaje que le dio Anabel Pantoja a Luitingo, durante la fugaz visita del domingo. “Todo bien, pero vive tú”, le dijo, lo cual media casa ha interpretado como que fuera adelante con su relación en la casa. Sin embargo, Pilar lo interpreta como que hiciera su concurso, sin depender de nadie más, o sea, sin estar atado a ella. Ya dije ayer que Pilar no sabe bien lo que quiere y, como dice Albert de sí mismo, quiere estar en misa y “replicando”, que debe ser un campanario por descubrir en la película ‘Blade Runner’. O algo.
Marta Castro se quejaba ayer de que siempre llamen a los mismos en las galas. Ella también quisiera estar ante el dilema de hacer una llamada, aunque decidiese hablar con su familia y no con Rodri (el exconcursante más conocido como “tumbaíto” o “zapato”). Nadie le ha explicado que no elige el concursante. Este ni siquiera sabe quién va a estar al otro lado cuando descuelga el teléfono. Tampoco se ha planteado Marta que quienes han tenido la posibilidad de llamar han sido los nominados, además de Pilar por la particular situación con su exnovio.
Se entiende que Marta sí hablaría en la llamada, gastando dinero del premio. Algo curioso si tenemos en cuenta que es quien más ha criticado a sus compañeros que hicieron eso mismo. Incluso ayer se negaba a gastar cien euros por la manicura de la máquina de los deseos a propuesta de Laura. Eso sí, está dispuesta a gastar cien euros cada diez segundos de conversación telefónica.
También sigue Marta preocupada porque Rodri no ha subido las curvas hasta la casa de Guadalix de la Sierra para gritarle algo. Dice que quedó en mandar un amigo para hacer tal cosa, no vaya a ser una actividad demasiado agotadora. Al ver que esto no pasaba ha llegado a pensar que se ha podido agobiar y ya no está con ella. Además, le preocupa no tener especial afinidad con nadie en la casa. Desde que no está Oriana Marzoli, Marta ha perdido el norte porque Pilar siempre fue un verso suelto en ese trío. Hasta tal punto que quiere ser nominada y salir ya de la casa, harta del ‘falserío’ de sus compañeros con Laura, a quien han ido aceptando después de todo.
Lo que le sucede a Marta es que sangra por la herida producida por los aplausos entusiastas del plato para Laura, que algunos escucharon en la casa con cierta sensación de derrota. A Marta le están robando protagonismo en el reality las parejitas y personalidades fuertes como las de Laura o Alex, que no necesitan una carpeta para destacar. Sin protagonismo, ni especial complicidad con nadie, Marta tiene claro que su concurso está siendo un fiasco. Por eso todo le está pareciendo mal.
No he hablado de una tercera pareja en la casa, que sería la formada por Michael Terlizzi y la ‘Infanta’. Esto también lo comentó este último con Pilar, quien le dijo alguna cosa nueva y bastante arriesgada. Pilar duda de que Michael tenga clara su identidad sexual, convencida de que fuera podría enrollarse con Albert. "Si este tío fuera un heterazo, de los heterazos que hay, no daría pie ni a esto", decía Pilar haciendo el fácilmente imaginable gesto con los dedos. Está aplicando la lógica al decirle a Albert que no se hubiera empalmado al abrazar al italiano si no tuviera atracción sexual hacia él, algo que siempre ha negado.
Albert contó lo del abrazo a casi todas sus hermanas, porque ayer le dio por dar ese tratamiento a sus amigas. Pilar se sumó a ello y también le llamaba hermana, por lo que la conversación tenía algo inquietante al ir cada frase seguida de un “hermana”. También repitió lo del perfume de Michael, de manera que no queda nadie sin saberlo. Por eso le hicieron la broma por la noche de rociar su cama con esa colonia. Albert Infante no podía con ese olor porque le recordaba a los días de la cueva y Michel Terlizzi tuvo la delicadeza de dejar de ponérsela. Esto ha sido sublimado por la ‘Infanta’ hasta considerarlo poco más o menos como una prueba de amor.
La figura de Albert está ayudando a cohesionar la casa. Es el concursante trasversal capaz de hablar con todos y tener su grupo de afines. Está al plato y a las tajadas, o en misa y “replicando”. De esto hablo en el Moleskine de hoy.