Carmen Alcayde dice que le encanta Laura Bozzo, pero ayer le metió el miedo en el cuerpo pronosticando que será la próxima expulsada. Me parece que la periodista no le dice la verdad ni al médico, al menos durante su estancia en la casa de Guadalix de la Sierra. Tengo dicho que mentir en un reality tiene perdón porque puede ser parte del juego. A Carmen le falta compartir ese supuesto juego con la audiencia. No lo hace porque creo que ella es así. Cuando Karina habló mal de esta compañera por las cosas que decía de ella en ‘Aquí hay tomate’ me pareció injusto porque otros le escribirían los guiones. Ahora estoy de acuerdo con la eurovisiva, porque no deja títere con cabeza.
Desconfío de la gente que habla mal de todo el mundo. Alcayde ha puesto como chupa de dómine a todos sus compañeros. Karina es una vaga, Susana Bianca (a la que llama siempre por su apellido) no se lanza con Zeus Montiel porque está esperando que le metan un tío que le guste más (o, sencillamente, que le guste) y así con todos. Incluso ha destilado veneno hablando de Albert Infante, su principal cómplice en la casa. No veo casual el ejercicio de precognición que hizo ayer a Laura sobre su posible fatal destino. La peruana había dado muestras de optimismo contando su teoría sobre por qué saldría Alex Caniggia, pero enseguida fue Carmen Alcayde para que abrazase el pesimismo.
Laura Bozzo cree que Oriana Marzoli tiene poder suficiente para hacer que la audiencia expulse a Alex está semana. Se confunde el tener muchos seguidores en redes sociales y un fandom muy activo con poder controlar el voto, cuando votan también los haters y, sobre todo, una masa ajena a Instagram o TikTok. Por cierto, Oriana ha borrado todo lo que publicó desde el viernes contradiciendo lo informado por las cuentas oficiales del programa y amenazando con emprender acciones legales. Supongo que le ha dado un apretón, temerosa de enfrentarse no solo a una prestigiosa productora y un poderoso grupo de comunicación audiovisual, también de enfrentarse a la verdad.
Carmen Alcayde le quitó el positivismo a una Laura convencida de que Alex tiene la continuidad amenazada porque Oriana pueda influir en el voto después de hacer el más escandaloso de los ridículos con su sonado abandono. Lo peor de Carmen no es que acierte poco con sus predicciones, sino que se posicione siempre del lado más antipático para la audiencia. Ayer tenía claro que Laura se irá mañana y no dudó en decírselo a la interesada. Luego expresaba su arrepentimiento, pero ya era tarde. Tampoco ayudó que llegase Jessica Bueno y afirmase que la cosa estará entre Laura Bozzo y Sol Macaluso. “Ya me enterraste”, decía Laura antes de meterse deprimida en la cama y no salir hasta horas después.
Todos son conscientes de los amores que se están fraguando en la casa con tanta premura como poco apremio. Quiero decir que han empezado muy pronto a formarse las parejas, pero no aparentan tener prisa en cambiar de estado y dar oficialidad a las carpetas. A pesar de que me pareció mala idea el consejo de Jessica Bueno a Pilar Llori animando a que hiciera lo mismo que Luitingo y pidiera en el ‘confe’ hablar con su novio, lo cierto es que no me pareció malintencionado por parte de la sevillana. Simplemente creo que Jessica está viviendo las carpetas ajenas como quien sigue con interés las revistas del corazón. Solo que en este caso le toca muy de cerca.
La ex de Kiko Rivera es una cotilla de primera y no lo esconde. Si hace falta puede quedarse un buen rato parada en el quicio de una puerta escuchando alguna conversación ajena. Lo que viene a ser poner la antena. Hay más recelo de Pilar a Jessica que en el sentido contrario. La influencer todavía ve a su compañera como una competidora, el tercer vértice de un triángulo amoroso que nunca existió. Mientras tanto, para la modelo creo que ese atisbo de triángulo es parte de un pasado cercano y todavía difuso por la falta de perspectiva.
Cuando alguien habla de su situación, los miembros de las nacientes carpetas parecen incómodos, cuando no molestos porque les digan la verdad. Si es Jessica la que se mete en la relación con Pilar, esta no solo evidencia su incomodidad, también tiende a ver intenciones oscuras en lo que escucha. Sin embargo, Jessica le ha dicho alguna verdad prohibida, que pocos se han atrevido a abordar. Pienso que algún día agradecerá Pilar Llori que le digan la verdad, en lugar de rechazarlo. Esto me ha hecho recordar el cuento sobre Liora, la leona de los ojos celestes, recopilado por el argentino Marcelo Birmajer.
Intentaré resumir un poco el cuento, que se puede encontrar completo en el libro ‘Fábulas salvajes’, del mencionado autor. Liora nació con los ojos celestes, cuando los ojos de las leonas eran hasta entonces pardos o amarillos. Todos empezaron a cortejar a esta leona de ojos diferentes. Excepto el rey, quien decretó que Liora no tenía los ojos celestes. Es más, prohibió que se hablara del color de sus ojos. Y al río le fue también prohibido reflejarlos.
Los ojos de Liora dejaron de ser un impacto en la selva, hasta que ella misma llegó a olvidar su color. Nadie la miraba al pasar, hasta que un joven y hermoso león mandó construir una casa para ella, proponiéndole matrimonio. La boda nunca se celebró. Liora se casó y años más tarde su marido, al que conoció ya viejo, había muerto. Entonces se volvió a cruzar en su vida aquel pretendiente abandonado, ahora también viejo león. Este no pudo reprimir las preguntas: “¿Escapaste con uno más joven y bello? ¿Qué hizo por ti?”. La leona respondió: “Escapé con uno más viejo, más feo y que no hizo nada por mí”. Ante las siguientes preguntas completó la explicación. “No era de nuestra tribu, no conocía al rey. Y simplemente me dijo: tiene los ojos celestes”, relató Liora. “¿Y eso te enamoró de él?”, preguntó interesado el león, a lo que respondió ella: “No. Me enamoré de la verdad”.
Algún día se enamorará de la verdad Pilar y dejará de sentirse molesta cuando le hablen de su evidente interés por Luitingo. Por el momento, más que buscar la sinceridad en el cantante parece estar esperando el momento adecuado para que todo estalle entre ellos. Ni demasiado pronto para acabar con la tensión sexual, ni tan tarde que no tenga tiempo de explotar la situación. No estoy dudando de que haya atracción entre ellos, lo cual no es nada difícil. Son jóvenes y guapos, están encerrados entre cuatro paredes y sin demasiada actividad durante todo el día. Nada me parece anormal en la situación entre los dos. Por mí se podrían ahorrar las largas e insulsas conversaciones de las que solo se puede sacar una conclusión: están mareando la perdiz.
Ya dije ayer que hay conversaciones que solo son auténticas ceremonias de cortejo, parecido a cuando un pavo real despliega sus alas y va tras la pava. Imposible de creer que realmente les frene lo que tienen fuera, lo cual tampoco censuro. Cuando Pilar Llori dice “no pienso nada en lo de fuera” y luego añade que se corta por las consecuencias que puedan tener lo que haga está diciendo una verdad y una mentira. Dejo al inteligente lector que decida, pero vamos que es cuando da la razón de por qué se está cortando. Por eso no va a ser.
El de Susana Bianca y Zeus Montiel no es el mismo caso porque entre ellos hay distintos deseos y sensibilidades. Entre Pilar y Luitingo solo él hace insinuaciones sexuales, ante lo que ella da su tímida aprobación con un esbozo de sonrisa. La modelo curvy y el cantante no han llegado a ese punto y probablemente no llegarán, pero ya se ha encargado ella de darle una información clave: “Soy morbosa, muy sexual”. Dado su comportamiento, está claro que Zeus no le pone por muchos masajes desganados y mal dados que le haga. Como ella dice: “de momento”.
Empezaron los conflictos por las tareas del hogar. Como es tradición, algunos se escaquean y no hacen ni el huevo. Marta Castro fue una de las más activas en la protesta y ni por esas ha conseguido ser protagonista de un solo vídeo en el programa de prime time. Pilar Llori decía: “No somos mancos”, lo cual soy capaz de certificar sin haber hecho un análisis detallado. ¿A quiénes apuntaron como los mayores eludidores? Entre otros nombres salieron los de Laura y Karina. “Las manos las mueve bien”, afirmaba Albert Infante refiriéndose a la cantante setentera.
No demuestran ser muy empáticos reclamando que las más mayores doblen el espinazo y se pongan a limpiar la casa. Ya sé que Karina no está para pasar la bayeta por el suelo, pero sí podría fregar los cacharros. De todas formas, a muchos otros tampoco se les ha visto limpiar ni fregar y no fueron nombrados. No deja de sorprenderme la obsesión de algunas con Karina. Ya están volviendo a hablar de si se quiere ir o no, supongo que por tener una excusa para volver a darle parte de sus puntos mañana. Ahora también comentan que se quiere ir Javier porque tiene compromisos profesionales fuera. Si supieran de Karina…
Me pregunto si están siendo sexistas a la hora de nominar, incluso en los posicionamientos del lunes. La respuesta en el Moleskine de hoy.