La actitud despreocupada de Alex Caniggia hizo que nueve de sus compañeros de encierro le dieran puntos en las primeras nominaciones de la edición. Es un kamikaze a quien no parecen importarle las posibles consecuencias de sus actos. Por eso se enfrenta a quien haga falta, lo cual siempre va a favor del espectáculo. No sé si es más porque confía en que continuará en el concurso en cualquier caso o porque no necesita el dinero del premio final ni el de su caché, que posiblemente esté entre los más altos. La mayoría de las razones esgrimidas por sus compañeros me parecieron muy cogidas por pinzas, cuando no injustas o exageradas.
Vi la escena en directo y no recuerdo que Caniggia llamara a Albert Infante “piojoso de mierda”, como afirmaban este y Carmen Alcayde anoche. Fue una broma que Albert se tomó a la tremenda. No se corresponde la mínima importancia que tuvo la broma en el momento con las veces que lo han contado y repetido en la casa VIP, incluso antes de la primera gala de nominaciones que vivimos anoche. Parece claro que intentaban predisponer a los demás contra Alex Caniggia facilitando munición para ir a su caza. Esto también explica que anoche fuera objetivo de la mayoría.
Lo del argentino era más o menos previsible. No tanto que en el ranking de más nominados fuera a ocupar Karina el segundo lugar, empatada a puntos con Luca Dazi. La mayoría de los concursantes que dieron puntos a la cantante esgrimieron un falso argumento para justificarse. En realidad, es un mismo argumento en dos versiones ligeramente diferentes. Unos afirmaban que les había pedido el voto y otros que se quería marchar. Ella misma desmintió ambos extremos cuando fue preguntada por ello. Ni había pedido que la nominasen ni se quería ir, al menos de momento.
Lo único que ha dicho una Karina considerada con sus compañeros es que puede suponer un lastre para ellos por sus problemas de movilidad. Ni puede hacer muchas tareas de la casa ni pruebas que impliquen esfuerzo físico. Se siente mal por poder ser un estorbo para sus compañeros, lo cual difiere mucho de querer marcharse. Y, por supuesto, no ha pedido que la nominen en ningún momento. Esta explicación es doblemente desafortunada porque no solo es mentira, sino que podría poner en peligro a Karina porque la están acusando de hacer algo prohibido por las reglas del programa. Me parece que también temen a Karina, en su caso por varias razones: es la más famosa (excepto para los más jóvenes), resulta entrañable y esas mismas limitaciones por las que ella se lamenta pueden despertar la compasión del espectador. Y por compasión también se vota.
Volveré más adelante a hablar de las nominaciones en el apartado correspondiente. Ahora quiero hacer algunas reflexiones sobre el infiltrado y su inexistente misión. Parece imposible, pero Pedro García Aguado no fue capaz de hacer lo único que tenía encomendado. Me refiero a mantener en secreto que era el “colibrí”. Como infiltrado podía haber tenido un papel en el concurso, desde boicotear la prueba semanal hasta traicionar a sus compañeros cruzando información entre ambos grupos, fuera verdadera o falsa. Pero no fue así y solamente debía mantener la boca cerrada y no dar pistas que llevasen a concluir que el infiltrado era él. Poco que debía hacer y no fue capaz. Durante la fiesta de cumpleaños de Luitingo lo confesó ante este y no sé si se enteró alguien más.
Cierto que la confesión de Aguado tuvo lugar cuando ya habían apostado (o no) todos por la identidad del infiltrado. Pero fue advertido no solo de que debía evitar beneficiar a alguno de sus compañeros dando a entender que era él, sino de que debía mantener silencio hasta el final. Anoche no pareció entenderlo, pero parece evidente que eso solamente debía desvelarlo el programa durante la gala. Adelantándose estaba aguando la sorpresa. Aún así, fue premiado con el ofrecimiento de quedarse en la casa pasando a ser concursante en idénticas condiciones al resto.
Estaba convencido de que Pedro no desaprovecharía la oportunidad y aceptaría la oferta. Es más, creí que eso era precisamente lo que deseaba. Pero me equivoqué. Después de permanecer más de una hora (si no más) en una sala que tenía la antorcha olímpica con la que Javier Fernández entró en la casa, el campeón de waterpolo declinaba la oferta de ser concursante de verdad y volvía a su trabajo y su casa. Explicó que su mujer le mataría (esta es siempre una causa de fuerza mayor) y tenía que seguir con su compromiso de ayudar a mucha gente. Como infiltrado mostró cierta suficiencia con la que mirar a todo el mundo por encima del hombro (y no lo digo por su estatura) y una importante fijación contra Laura Bozzo.
Fue su “enemiga” Laura Bozzo quien acertó primero la identidad del infiltrado al sacar la medalla con el número tres. Por tanto, obtuvo la inmunidad y muchos se quedaron con las ganas de darle algunos de sus seis puntos. Fueron pocos quienes decidieron arriesgar apostando ante la amenaza de fallar e inaugurar su casillero en las nominaciones con tres votos antes de que estas empezaran. Solo fallaron Sol Macaluso, que apostó por Gustavo, y Jessica Bueno, que lo hizo por Karina.
Luca, Pilar, Marta, Oriana, Zeus, Gus, Alex y Luitingo disfrutaron de la privacidad del confesionario para nominar mientras el resto lo hicieron a la cara y sentados en un trono de hielo. Los mencionados formaron aquellos grupos que más hielos pasaron de un lado a otro con la boca. Quizá una de las claves fuera que uno de esos grupos estaba formado solo por mujeres y el otro solo por hombres. Puede ser casualidad, pero los dos grupos perdedores tenían una composición mixta.
El caso es que tuvieron más ventaja quienes nominaron en el ‘confe’ y lo hicieron al final, después de haber visto los votos de todos los que nominaron a la cara. Como queda dicho, Jessica y Sol partieron con 3 puntos y Laura era inmune. Por otra parte, el recién llegado Javier Fernández no pudo nominar ni ser nominado. Las nominaciones transcurrieron así:
Laura > Karina (1), Michael (2) y Zeus (3)
Albert > Gustavo (1), Zeus (2) y Alex (3)
Carmen > Gustavo (1), Zeus (2) y Alex (3)
Michael > Luca (1), Marta (2) y Pilar (3)
Karina > Susana (1), Alex (2) y Luca (3)
Jessica > Luca (1), Michael (2) y Gus (3)
Luca > Gustavo (1), Zeus (2) y Alex (3)
Luitingo > Susana (1), Karina (2) y Luca (3)
Marta > Michael (1), Alex (2) y Karina (3)
Oriana > Zeus (1), Karina (2) y Alex (3)
Sol > Luca (1), Alex (2) y Karina (3)
Susana > Pilar (1), Karina (2) y Alex (3)
Zeus > Carmen (1), Albert (2) y Luca (3)
Pilar > Karina (1), Michael (2) y Alex (3)
Gustavo > Karina (1), Luca (2) y Jessica (3)
Alex > Luca (1), Sol (2) y Pilar (3)
Nominados: Alex Caniggia, Karina, Luca Dazi y Zeus. Advierto que si se quiere nominar a este último no admite que se ponga Ulises (así le han estado llamando por error varios compañeros).
Curiosamente, nominaron exactamente igual Carmen Alcayde, Albert Infante y Luca Dazi. Me parece especialmente llamativo porque Luca se ha integrado en el trío mortífero formado por Oriana Marzoli, Marta Castro y Pilar Llori. A partir de ahora debo considerar si otorgo al grupo la categoría de cuarteto. Los que habitaron la cueva acordaron no nominarse entre ellos, lo cual no cumplió nadie. Cierto que Alex y Luca no llegaron a vivir juntos en la cueva, pero se trataba de proteger a quienes habían tenido peor vida en la semana.
Una sorpresa positiva me llevé con que fuera Michael Terlizzi quien nominase de manera más distinta. El italiano no dio puntos a Alex ni a Karina y tampoco nombró a Zeus. Solo coincidió con la mayoría nominando a Luca. Gustavo también dio puntos al exconcursante de MasterChef y se equivocó dando sus razones. Habló de un comportamiento poco decoroso, en el que Laura fue consentidora, lo cual supone extender sobre ellos un manto de duda innecesario. En este caso, no dar detalles produce todo tipo de suspicacias. La imaginación llega más lejos que la realidad y es capaz de pintar peor las cosas. Dicen que se refería a un perreo entre Luca y Laura. De ser esto ya sabemos que Gustavo tiene un problema: la mente cerradísima.
Jessica Bueno tuvo el atrevimiento de defender mínimamente a Alex Caniggia y hubo de soportar la presión de Oriana al terminar la gala. Además, durante esta protagonizó Laura Bozzo un nuevo encontronazo, esta vez con Sol Macaluso. La periodista se enfrentó a la presentadora y salió trasquilada. De estos dos momentos hablo en el Moleskine de hoy.