No hay más que ver los concursantes de Supervivientes 2023 que anoche en plató celebraron cada victoria de Bosco. Tanto cuando ganó la votación contra Asraf, como al vencer a Jonan o en el momento de saber que le iban a entregar el cheque de ganador. Si exceptuamos a Alma o Gema, los demás saltaban de alegría al ver cada uno de estos avances hasta la gloria de verle figurar en la lista de ganadores de este reality. Mientras que Adara o Jonan tenían a pocos de sus excompañeros de concurso a su favor y Asraf prácticamente a ninguno, Bosco se había metido a la mayoría en el bolsillo. Y lo había hecho por un don natural de llevarse bien con unos y otros. Creo que Bosco se lleva el cariño de Jonan y Adara, sus rivales de la noche, del mismo modo que el de todos los demás. Posiblemente también el de Asraf. Ganó, por tanto, el candidato más querido, la opción de consenso.
Contar con el apoyo de casi todos los concursantes le ha servido a Bosco para que pidieran el voto para él e hicieran fuerza con el objetivo final de su triunfo. No creo que le haya valido de nada el tonteo con Adara, que anoche declaró estar dispuesta a intentar algo con él y estar ilusionada, alternativa poco comprometida al enamoramiento. Bosco no paró de meter ficha durante todo el programa y hasta se llegaron a dar un beso. Si todo esto es sincero me alegro. Bosco puede presumir entonces de haber ganado el concurso y llevarse a Adara. Si lo han hecho todo por ayudar a su triunfo confío poco en que haya podido influir en la votación de los espectadores.
El solitario Bosco, ese salvaje niño Mowgli, un espíritu libre e independiente que no quería molestar a nadie, ha conseguido ser el más querido, ligarse a una de las chicas guapas del baile y ganar el concurso. Como bien dijo Jonan, la evolución que ha experimentado Bosco en estos cuatro meses ha sido espectacular. De comunicarse poco a no parar. Anoche llegó a perder esa buena educación de familia rica cuando animaba a que el público del plató corease su nombre mientras Sobera presentaba a Adara. Pero es que estaba desatado. Me gustan los concursantes que celebran el triunfo de forma expresiva. Bosco fue más allá y montó un pequeño pollo en plató, hasta hacerlo prácticamente ingobernable. ¿Cómo censurárselo? Había ganado 200.000 euros.
Los tres triunfos consecutivos de Bosco en las votaciones no estuvieron acompañados del acierto en la consecución de las pruebas. No voy a incidir mucho en lo cansinos que son defensores y detractores de Adara. Unos y otros demostraron anoche un mal perder escandaloso. Guste o no, hay que reconocer que la segunda clasificada ganó las dos pruebas de la final. A este rédito puede añadir que ya había ganado, a su vez, las dos pruebas de la semifinal. De manera que Adara triunfó en todas las pruebas que pasaron los cinco finalistas en semifinal y final. Anoche hizo la prueba de la pirámide de Morgan un poco más rápido que Jonan, mientras Bosco había quedado descolgadísimo de ambos. Y volvió a ganar la apnea. Si el jueves pasado superaba a Asraf anoche lograba aguantar más que Jonan.
Es justo decir que cuando algunos discuten que Adara mereciera estar en la final, no digo ya ganar, ella iba callando bocas a medida que ganaba pruebas. No será tan mal superviviente si supera todas las pruebas planteadas en los dos últimos programas, fundamentales todas ellas para llegar a la votación final. Y ahí decide la audiencia soberana, que hace lo que le da la real gana. Adara ha sido muy buena concursante, y algo menos buena superviviente. Al menos ha sido menos trabajadora que algunos de sus compañeros y compañeras. Pero no ha quedado segunda por casualidad, sino por merecimiento propio. No reconocerlo es estar demasiado reventado. Ahora bien, si le aplicamos su propia doctrina como concursante de reality podemos decir que ha logrado el peor puesto, el que más rabia da a todo el mundo: el de segundona. Esto lo ha repetido Adara en otros realitys, renunciando a la gran idea de quedar callada.
Me alegro de que no ganase Adara para no tener que gastar mi tiempo en recopilar las cosas críticas o poco amables que he dicho sobre ella en estos meses. Así evito también comentarios absurdos como que ha ganado gracias a mí. No se dan cuenta de que la audiencia no es tonta y se deja influenciar poco, mucho menos de este modesto cronista cuyo principal truco es dar la turra a diario y sin falta. Insisto en que si Adara ha llegado tan lejos ha sido por merecimiento propio y deseo de la audiencia votante. Del mismo modo que esa misma audiencia dejaba en la estacada a Asaf antes de comenzar el juego en la final.
Asraf respondió bien ante el revés que hubo de encajar nada más empezar la gala. Con deportividad y pensamiento positivo dijo sentirse ganador, no dejándose vencer por la frustración. Otra cosa es que le sentase a cuerno quemado que cuando Sobera sometía a los dos finalistas a un último cuestionario de preguntas y pedía a Adara que dijese quién había sido el compañero más pesado, esta respondía que Asraf. Que pidiera perdón al momento de decirlo no debió valer de nada. Asraf, uno de los malos perdedores de la noche, se levantaba dirigiéndose a la salida del plató, aunque volviese pronto a su sitio. Debió sentirse vencido y apaleado, dentro del tono de exageración que él y su defensora han tenido siempre. No fue ese el único detalle feo de Asraf. Preguntado por la razón de haber quedado eliminado en votación frente a Bosco su respuesta fue: “Cada uno tiene sus prejuicios”. Le faltó añadir mención a su origen.
Asraf no quiso aprovechar el servicio de peluquería que les ofrecieron y del que disfrutaron sus otros tres compañeros. Quería mantener las apariencias. Apariencias de náufrago, me refiero. El resto llegaron a las instalaciones de Mediaset en el helicóptero y renovados en su estética. La melena corta de Adara o el pelo blanco decolorado de Jonan les daba un mejor aspecto al mostrado durante semanas en los cayos Cochinos. Aunque algunos digan que este año han vuelto con más peso del que tenían al llegar a Honduras, Asraf ha perdido nada menos que 21,6 kilos, Jonan 12,1, Bosco 10,7 y Adara 3. Aunque en este último caso aclaró Sobera que llegó a perder 6,3 kilos, pero tras la mesa de las tentaciones empezó a recuperar. No me extraña porque las cinco penitencias tuvieron sus correspondientes recompensas.
Perder más de 12 kilos para alguien como Jonan, que estaba más bien delgado, es mucho. Y asumo que él también llegó a perder más peso, pero en las últimas semanas de concurso empezaron todos a recuperar. Pensar que hablamos de una aventura realmente dura por ponerle épica al relato es de una ignorancia importante. Tendrían que mentir los centenares de concursantes de todas las ediciones y, en particular, los 19 de esta que acabó anoche. Para defender a un concursante no hay que desmerecer a otro porque eso es como escupir hacia arriba, muy posiblemente te vaya a caer encima. Bosco ha sido mejor superviviente que Adara, dicen algunos. Posiblemente, pero en su planteamiento de concurso fue a estar, mientras que Adara fue a concursar. Que cada uno decida lo que prefiere.
No sabría decir si ha ganado la supervivencia o no. En el daguerrotipo de Bosco escribí lo siguiente: “Si tuviera que ganar quien ha hablado menos de sus compañeros, me refiero a hablar mal, obviamente ese sería Bosco. Ojalá llegar a la conclusión de que este programa lo gana quien inflige menos daño a sus compañeros y rivales, porque de ser así se lo llevaba de calle Bosco”. Pues no sé si ha sido por esto, pero quiero pensar que ha tenido parte de “culpa” en su triunfo. Y no vale contestar que no quiso compartir con todos uno de los king crabs que capturó, porque no dije que Bosco no hubiera infligido ningún daño a nadie, algo prácticamente imposible, sino que tal vez fuera quien menos daño hizo. Otro factor a su favor es que nunca le vi quejarse por nada. Además de su permanente sonrisa y la sorprendente capacidad de adaptación a las circunstancias.
En el momento de saber quién si ganaba Bosco o Adara ambos tomaban posiciones a ambos lados de Sobera, como ha pasado durante tantos años con Jorge Javier (a quien yo también he echado mucho de menos). Adara a la izquierda del presentador y Bosco a su derecha. Se llegó a pensar que era una leyenda urbana lo de que siempre ganaba el de la derecha de Jorge. Luego supimos que era él mismo quien situaba a quien iba a ser ganador a ese lado porque debido a un accidente doméstico le costaba subir el brazo izquierdo para levantar el del ganador. Por eso entre 2011 (Rosa Benito) y 2016 (Jorge Díaz) el ganador siempre se encontraba a la derecha de Jorge, izquierda para el espectador.
Una vez se supo el truco, los propios concursantes decidían dónde ponerse y entre 2017 (José Luis Losa) y 2019 (Omar Montes) ganó el situado a la izquierda del presentador. Pues bien, en los últimos cuatro años (incluyendo Bosco ayer) ha vuelto la racha de la derecha del presentador, esta vez por puro azar. Desde que Jorge Javier empezó a presentar Supervivientes solo 3 ganadores estaban a la izquierda, frente a los 8 que, como Bosco, se habían situado a la derecha.
Bosco ha dormido esta noche (si ha podido) con un cheque de 200.000 euros y fecha de julio (¿?). Por mi parte, solo puedo decir: ¡Enhorabuena a los premiados! Esto acabó ya, pero no del todo. El lunes volveré para cerrar capítulo comentando el debate final con todos los concursantes que presentará este domingo Ion Aramendi. Saludos a todos los que no han ganado anoche miles de euros.
Hoy entregamos el Premio Tortuga de Oro de Supervivientes 2023 y otro premio sorpresa. Y el lunes pondremos fin a estos vídeos con un Moleskine del gato final. ¡Nos vemos!