Todos son contingentes, pero solo algunos necesarios

telecinco.es 12/06/2023 06:59

Me permito parafrasear al gran José Luis Cuerda en su película más celebrada, ‘Amanece que no es poco’. Un hombre del pueblo le grita al alcalde lo siguiente: “¡Alcalde, todos somos contingentes, pero tú eres necesario!”. Lo hago para expresar mi oposición a la idea de que todos los que siguen en el juego son merecedores de ganar este programa. A ver, vamos a reprimir la euforia. No todos son iguales ni tienen idénticos méritos. Aceptar eso sería la propia negación del concurso. Todos son merecedores de estar a la final por el simple hecho de haber llegado hasta aquí. Más de cien días lo acreditan. Supervivientes 2023 se va a convertir en la edición más larga de su pequeña historia, ya que las anteriores oscilaron entre 70 y 105 días desde 2006. Llegaremos a los 105 el próximo jueves.

Entre los prefinalistas se puede decir que todos son contingentes, pero solo algunos necesarios. No voy a discutir algo que yo mismo he defendido hasta el hartazgo, y es que aportar a la supervivencia del grupo es fundamental para merecer el triunfo final, pero no puedo evitar comparar lo que globalmente han aportado unos y otros, lo cual me lleva a negar que todos sean igual de merecedores. Por mucho que lo intenten quienes quisieran ver a Artur portando el cheque gigante con el importe del premio serigrafiado, no sería justo ni ajustado a la realidad defender que su aportación ha sido la misma que la de Adara.

Adara ha sido fundamental en la historia que los propios concursantes han escrito durante los últimos casi cuatro meses y yo me he limitado a comentar. Si eliminamos su figura no sería posible contar la historia al completo, quedando distorsionada y casi irreconocible. Sin embargo, imaginemos que es Artur al que cancelamos. Borrando su aportación del relato este sería prácticamente el mismo, sin apenas ver alterado su sentido. Esto es a lo que me refiero cuando digo que algunos son necesarios en el relato de lo sucedido, y otros simplemente contingentes, es decir, que podrían estar o no.

No nos engañemos, la importancia de ciertas tareas que contribuyen a sostener al grupo es exagerada o menospreciada dependiendo de la simpatía que sintamos hacia unos concursantes u otros. Tiene toda la razón Manuel Cortés en su protesta porque si se destacaba en los programas nocturnos su facilidad para la pesca se escuchaba argumentar que un tío pescando todo el día es un aburrimiento. Y si contaba los peces que iba capturando (también lo hacía Ana María Aldón en su edición, así como otros concursantes) es que se regodeaba de sus habilidades. Sin embargo, cuando pescan Artur o Asraf, y este último también ha ido contando (con menos acierto) sus capturas, eso les hace merecedores de llegar a la final y ganar porque la supervivencia es lo más importante. ¿En qué quedamos?

Lo que vengo a decir es que si tenemos como favorito a alguien que destaca en las tareas de supervivencia aunque sea menos animado que una palmera defenderemos que debe ganar alguien con ese perfil. Y si tenemos como favorito a uno de los grandes protagonistas de la edición, aunque no haya estado entre los más activos, los que más han pescado ni a los que mejor se les han dado las pruebas, entonces defenderemos que aquí lo más importante es que nos hayan tenido entretenidos, dando mucho contenido al programa. Ambos perfiles son importantes, pero no todos igual de necesarios.

Por fortuna, esta temporada hemos tenido grandes pescadores, casi todos han dado el callo, contribuyendo cada uno en su medida a que el grupo funcionase. Solo hubo una semana que cundió el desánimo en uno de los grupos, al no ser capaces de hacer fuego y negarse a comer pescado crudo. Y bastó un toque de atención del programa para que se pusieran las pilas. El resto del tiempo hemos visto un grupo casi modélico, que han cumplido sobradamente con lo que se espera de ellos. Puedo asegurar que no siempre se puede decir lo mismo. Ahora bien, exagerar el esfuerzo que las distintas tareas comportan, poniendo unas muy encima de otras, es separarse de la realidad.

Pescar es importante para el grupo. Hacer la comida también. Ambas cosas desgastan y suponen un esfuerzo. Es verdad que a algunos se les ha visto más tumbados tomando el sol, pero es algo que han hecho todos. Porque pescando o haciendo la comida, al igual que cogiendo carnada o buscando leña, se pasan unas horas al día, y el resto es puro aburrimiento que cada uno gestiona a su manera. Exageramos tanto unas cosas como otras, de igual modo que pintamos la situación de un concursante como Asraf con grandilocuentes frases como “todos contra Asraf”, “situación insoportable” o “agresiones a este concursante”. Es un disparate, la realidad deformada, como vista a través de los espejos cóncavos valleinclanescos del callejón del Gato.

Ya es harina de otro costal el argumento de la xenofobia o el racismo. Se cae por su propio peso porque estamos hablando de un plantel de concursantes donde hay un ucraniano con acento italiano y dos gitanos. ¿Por qué iba a ser víctima de tan detestables prejuicios solo Asraf, y no Artur, Alma o Manuel? Por otra parte, o están equivocadas todas las fuentes consultadas o Asraf nació en Ceuta. Considerar inmigrante a un ceutí de nacimiento me parece un insulto para esta ciudad autónoma. Por último, en ningún caso el programa habría consentido actitud alguna de carácter xenófobo o racista por parte de ningún concursante hacia otro. Repito que esas insinuaciones no se sustentan en nada que sea real, me parecen un disparate y me ofenden gravemente.

Se equivoca Alma Bollo cuando hace una especie de declaración de intenciones sobre que no responderá en plató a acusaciones o críticas de su prima sobre el concurso que ha hecho. Manifiesta su intención de contestar solamente en privado. “En mi casa, la suya, un coche o por un móvil”, dice Alma. Digo que se equivoca y voy a explicar las razones por las que lo creo. Primero porque no lo va a poder mantener, por tanto, haría bien en evitar decir aquello que no hará. Con su prima hablará en privado de todo lo que quiera, pero que también contestará en público, tanto en el propio programa como en otros, eso no lo duda nadie.

Además de no poder mantener su afirmación, sería una estafa a los espectadores si lo hace. El análisis de su concurso debe hacerse en el mismo, allí donde debe rendir cuentas de sus actitudes. He tenido un buen juicio del concurso de Alma, que posiblemente haya estado lo más cerca posible de lo que sería mi concursante favorita. Lo cual no es óbice para que haga esta crítica porque me parecería desleal con los espectadores negarse a dar respuesta a las críticas que haya hecho su prima o cualquier otra persona. No le pega nada a Alma, que ha sido clara en casi todas las situaciones, siempre y cuando no perjudicase a sus amigos. Tiene toda la razón Raquel Bollo cuando cuenta el revés que recibió cuando Jonan la dejó de lado para apartarse del grupo e irse con Adara y Asraf. La lealtad y constancia de Alma, su ilimitada generosidad, permitió que no se rompiera la amistad con Jonan. Y esto se tenía que decir, aunque ya esté fuera de concurso.

El gato en vídeo

A partir de hoy veréis algunos cambios en el vídeo diario. Al haber menos contenido, intentaré hacer comentarios más generales, no necesariamente relacionados con uno de los argumentos del día en el programa. Eso comporta algunos cambios formales, que iréis observando. Hoy, por ejemplo, vuelvo a la semifinal de la prueba de líder disputada entre el miércoles y el jueves, uno de los hitos del programa a destacar entre lo más importante en toda su historia. Por otro lado, empezamos hoy a presentar los momentazos candidatos a los Premios Tortuga. Tras la presentación de los vídeos seleccionados daremos los premios de bronce, plata y oro en la última semana del programa.

 

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