¿Es posible que Artur se esté convirtiendo en el nuevo Asraf? Me refiero a ese concursante inconformista, protestón y desconfiado. Un auténtico experto en tocar las narices, vamos. Artur ve a Alma apartando raciones de comida de la dotación semanal y cree que está guardando para ella. Artur protesta porque cuando le toca entrar a pescar se ha acabado la carnada. Artur ve mal que cocinen el king crab como dice Bosco, que es quien lo capturó, y por partida doble. A Artur le golpea un trozo de madera que han tirado desde arriba (como hacen siempre) cuando sale con varios compañeros a por leña y se retira enfadado temiendo que no podrá andar al día siguiente. Artur ha sido el último en incorporarse al grupo (junto a su brother Jaime) y no está contento con nada.
Tengo dicho que Artur y Jaime deberían haber llegado asumiendo que el grupo está hecho desde hace semanas y ellos deben adaptarse a las costumbres establecidas. Es lo que le toca al recién llegado. Jaime para eso ha sabido frenar a tiempo y, con más o menos esfuerzo, se muestra conformista y poco molesto. Pero Artur no es consciente de que no puede llegar y cuestionar todo de repente. Cuando el grupo se equivocó acusando a los del corralito (Jaime, Artur y Diego) de haber robado comida, Artur se molestó porque no pudieran demostrarlo y acusasen sin pruebas. Ahora no se aplica el cuento y es él quien acusa a Alma.
Antes de seguir quiero aclarar que no doy por buenas las explicaciones de Alma y Manuel sobre el reparto de comida. Es posible que la encargada del reparto se haya pasado semanas estafando al grupo y guardando para ella y su hermano parte de la dotación. Si así fuera son todos muy torpes o demasiado confiados, porque tiempo han tenido para darse cuenta o sospechar de algo. Todo podría ser y no he podido observar lo suficiente la labor de conteo y repartición de la comida como para hacer una acusación, aunque tampoco para dar mi absolución. Por otra parte, la duda es razonable y Artur está en su derecho de sospechar. Se equivoca en las formas, como pasa tantas veces, y también en lo inoportuno del momento que suscita la polémica.
Si Artur tuviera la intención de evitar una posible mala práctica esperaría a un momento de tranquilidad, reuniría a todo el grupo y plantearía cambios en la manera de hacer esa labor o una mecánica alternativa que le parezca mejor. En tal caso, la mayoría podría decidir si se siguen haciendo las cosas como hasta ahora o se acepta la propuesta de Artur. Sin acusaciones gratuitas carentes del suficiente fundamento. Y, sobre todo, sin montar un pollo que le puede garantizar ser protagonista de uno de los vídeos en la siguiente gala. No perdamos de vista que tiene experiencia en realities y viene asesorado por personas con suficiente conocimiento, sobre este en concreto. Creo que Artur está recuperando el tiempo perdido y por eso ha llegado tan a saco a playa Pelícano. Y, lo que es más llamativo, mantiene un in crescendo de tensión generada en el resto del grupo.
No me digan que no parece un nuevo Asraf, que de manera coincidente parece mucho más tranquilo y conciliador. Que se hayan marchado algunos de los concursantes que más lo cuestionaron puede estar relacionado con esto. También que tenga un sustituto bastante bueno en la tarea de sacar de quicio a la mayoría. Por si no fueran pocas las coincidencias, también tiene Artur una excepción entre sus compañeros, alguien a quien respeta y con quien se muestra amable y comprensivo. Se trata, casualmente, de la misma de Asraf, de nombre Adara y Molinero de apellido. En eso Artur va más lejos porque no solo es la única persona a la que perdona todo, incluso que tire una lata de comida y derrame por la arena parte de su contenido. Además de eso, tontea con ella. O sea, ambos ronean en una simulación suficientemente artificial para no ser nada creíble.
Son muchas las cosas que tiene en común este Artur y el Asraf de hace unas semanas, ahora mucho más tranquilo, como digo. Su inconformismo, la exageración de pequeñas cosas, como el golpe de una madera en el pie. O que se queje de ser el último en salir a pescar y ya se hayan terminado los peces (como si eso fuera un mercadillo) o la carnada. Son comportamientos que Artur parece haber clonado, y eso sin haber estado presente. Asraf también acusó a Alma de no ser justa en el reparto de comida, añadiendo primero que había sido testigo de ello muchas veces, lo cual terminó rebajando hasta solamente dos. Que tantos hayan mencionado esto (Ginés también) me hace dudar de Alma. Ahora bien, nunca pillaron a Asraf escondiendo un bien común. A Artur sí.
No se trata de comida, sino del gel que también reciben semanalmente. Poco después de haber acusado sin pruebas a Alma de estar apartando comida, se supone que para ella, las imágenes son muy claras mostrando a Artur vertiendo del recipiente del gel a otro recipiente. Después coge esta parte de gel apartada por él y se la guarda entre sus cosas. Hace esta maniobra a la vista de todos, lo cual podría hacer despejar las dudas sobre él. Aunque no tiene por qué, ya que la mejor forma de entrar a un sitio donde no se tiene acceso es hacerlo naturalmente, sin dar ni una muestra de duda y saludando en la puerta con toda amabilidad. Si se quiere guardar una parte del gel lo mejor es hacerlo con descaro. Así es más difícil levantar sospechas.
Que Artur sacase el gel guardado en cuanto Alma se dio cuenta de que faltaba mucha cantidad y lo trasladó al grupo no le exime de culpa. “Lo devolvió enseguida”, dicen sus defensores y simpatizantes. Claro, y si nadie se hubiera dado cuenta seguiría entre sus cosas, y estaría haciendo un uso privativo de un bien común. Lo de Alma está en duda y todavía puede que descubramos su gran fraude a todo el grupo durante mucho tiempo. Pero lo de Artur está visto y demostrado. Para acusar a otros de tener trapos sucios hay que tener la casa muy limpia. Esto me hace recordar la historia de la ropa sucia que he contado alguna vez.
La mujer de una pareja de recién casados observó en su nueva casa los primeros días a través de la ventana que su desconocida vecina colgaba las sábanas en el tendedero y exclamó: “¡Qué sucias le quedaron las sábanas a la vecina! Le recomendaré cualquier día de estos un buen jabón”. La mujer repetía sus críticas cada cierto tiempo, y un día se sorprendió al ver que las sábanas de la vecina parecían mucho más limpias que nunca colgando de las cuerdas. “¡Mira, la vecina por fin aprendió a lavar! ¿Quién le habrá enseñado?”, le dijo a su marido. “Nadie, cariño”, respondió este, a lo que añadió: “Lo que ocurre es que esta mañana me he levantado antes para limpiar los cristales de nuestra ventana. Estaban muy sucios”.
Termino con lo de Adara y su mareo fijo a la que se pone a bucear. Entiendo que para pescar bucean porque es el método más práctico y efectivo. Pero si Adara tiene comprobado que se marea, me parece innecesario, y hasta temerario, que insista solo porque Jorge Javier acusó a Jonan y a ella de llevar un tiempo tocándose los mismísimos. Hay muchas otras cosas que se pueden hacer además de pescar. Cualquiera podría haber elegido Adara para recuperar algo de actividad menos pescar buceando.
Que Arias y Bosco ocupen el lecho de amor de Yaiza y Ginés no da buenos augurios, como comento en el Moleskine del gato. También hablo de la mala suerte de Adara con la comida y tenemos nuevos momentazos.