Se enfrentan a la expulsión de hoy tres pesos pesados que han sido importantes en diferentes fases del concurso. Si miramos hacia adelante, no todos tienen el mismo futuro. Manuel se ha estancado en un perfil poco variable, contando peces capturados como quien hace una muesca en su cinturón por cada conquista. Su enfrentamiento a Asraf no ha evolucionado y su corrimiento hacia el grupo de Adara y Jonan pinta que es en parte estratégico. También es cierto que en el otro lado empieza a ser mayor la población de cangrejos que la de personas, y ya no se identifica con casi nadie. Su última decepción ha sido con Raquel, responsable última de que hoy esté en peligro.
Jonan ha ido destilando su carácter desde aquel humor espontáneo e inocente que tenía junto a Gema hasta este otro más cáustico y maledicente que muestra ahora con Adara. Le ha matado estar seguro y confiado en su futuro junto a una de las llamadas “reina de los realities”, lo cual ha transformado su alegría contagiosa en un rencor oscuro que transmite una sensación de rabia y resentimiento. No me esperaba que terminase pareciéndome antipático en ocasiones. Además, si se quedase solo en la isla no sería capaz de sobrevivir. Dije en su día que de quedarme en una isla desierta quería a Jonan junto a mí. Lo mantengo, pero con una salvedad: que se vengan también Manuel o Asraf para no perecer antes de que amanezca.
Con todo lo dicho, veo futuro tanto a Manuel como a Jonan. Sin embargo, tengo suficientemente claro que Ginés ha cumplido ya su ciclo para no dudar ni un poco de que debería ser expulsado esta noche. El Ginés gracioso junto a Jonan en las primeras semanas o el que jugaba a ser una especie de tronista moderno conquistando a Diego (con beso incluido) se apagó hace mucho. Ahora es un alma en pena que parece consumirse un poco cada día, como si fuera ese fuego que tan bien cuida. Es como si hubiera asumido hace tiempo que ese no es su sitio. Ginés tiene muchas más cosas pendientes aquí fuera, y su mente parece haber llegado mucho antes de que lo haga su soporte orgánico. Es un concursante sin futuro con el que no cuenta apenas nadie, ni en los cayos Cochinos ni aquí.
Digo que nadie hecha cuentas a Ginés, lo cual vimos el otro día cuando decía que Alma no era justa haciendo la repartición de la comida, una de sus labores fijas por encargo del resto de compañeros. También Artur utilizó ese mismo argumento. Y antes de estos dos se lo soltó un día Asraf generando una importante polémica. Por lo que sea, cuando lo dijo Asraf no se levantaron muchas voces defendiendo a Alma, pero semejante afirmación hecha por Ginés despierta la oposición de todos, más o menos afines a la hija de Raquel Bollo. La acusación de Ginés da muestras de lo descolocado que se encuentra, dando la razón indirectamente a Asraf, que ni siquiera es ya su enemigo.
Un concursante sin futuro es también aquel que no transmite entusiasmo por continuar esta aventura, y en eso tampoco encuentro a Ginés. Escuchando a los cuatro nominados antes de salvarse Asraf, celebro que ninguno diga o sugiera deseos de marcharse. La decena que han llegado hasta aquí tienen el objetivo y la ilusión por llegar hasta el final. Estén más o menos comprometidos con la supervivencia, sí que demuestran estarlo con el propio programa. Esto es algo que no siempre sucede a estas alturas de concurso (recordemos el abandono de Isabel Pantoja a pocas semanas de la final). Ahora bien, tanto Jonan como Manuel trasmiten un entusiasmo que no parece tener Ginés. Y esto delata quien tiene confianza en su continuidad en el concurso y quien no.
Como conté de pasada ayer, mientras Laura Madrueño intentaba introducir la ceremonia de salvación escuchábamos de fondo gritos y jaleo que, en un principio, pensé pudiera proceder de personas del equipo no conscientes de estar en directo (y vía satélite, como se decía antes). Laura hubo de parar y esperar a que terminasen la discusión Adara y Jaime. Según han logrado escuchar algunos oyentes el comentario origen de la discusión fue este, pronunciado por Jaime: “Das vergüenza como mujer”. A lo cual respondía Adara: “No me faltes el respeto como mujer, machista”. Ya conté ayer que Jaime apuntaba maneras. No ha sido el primer concursante en cuestionar a Adara no por su labor como concursante sino basándose en su papel como mujer o como madre, lo cual no parece nada pertinente.
Jaime se equivoca mucho añadiendo “como mujer” a su comentario, aunque la respuesta hubiera sido igual de virulenta si llega a hablar solo de dar vergüenza. Porque ya sabemos que Adara (y en eso es igual Asraf) puede soltar las mayores barbaridades, pero que no le digan nada a ella. Ya me refería ayer al juego que plantearon el martes, donde tenían que decir el compañero que resultaba necesario, el más cochino, el peor superviviente o quién traicionaría antes a otro para seguir en el concurso. Adara y Asraf podían dar un nombre, incluso una explicación detallada, pero que no les mencionasen a ellos. Asraf consideró un traidor en potencia a Manuel, hablando de sus cambios de alianzas. Pero cuando Raquel le señala a él parece pedir incluso la participación de la organización para evitar que le llamen traidor. ¡Pero si era un juego propuesto por el programa!
Me recordó este episodio que comento a cuando Bosco, Diego y Yaiza consideraron que Adara debía comer el pincho de tortilla más pequeño, lo cual fue una ofensa que esta llegó a considerar humillante. Entre sollozos se quejaba de haber sido elegida en quinta posición, pero ella quería encasquetar esa porción de tortilla a otro compañero, concretamente a Bosco. Como si en el caso de que este se hubiera tenido que quedar la porción pequeña no fuera una humillación para él. Por alguna razón que no alcanzo a entender, Asraf y Adara se consideran intocables y se ofenden casi con cualquier cosa. Sin embargo, ellos reclaman poder opinar libremente, o insultar sin censura de ningún tipo. No le digas a Adara que da vergüenza, pero ella se anima enseguida a decir que Raquel no la tiene.
A poco que insistan en fiscalizar todo lo que hace Jaime conseguirán que pase con él lo mismo que con ese Asraf salvado cada martes y camino de la beatificación por una parte de la audiencia. Jaime ha retomado un enfrentamiento con Adara que parece planeado desde un principio. Además, está cometiendo algunas equivocaciones y en su regreso al grupo ha entrado como elefante en cacharrería en lugar de hacerlo con discreción y prudencia. Pero si empiezan a perseguirlo se pondrá de su lado el espectador. En el resumen diario de ayer vimos como Jonan le recriminaba que hubiera partido las caracolas para el cebo en la misma piedra donde parten las almendras. Sin mucho pensar hubiera llegado a la conclusión de que no era un buen sitio para hacer eso, pero también es verdad que es nuevo en el grupo y nadie se lo había advertido.
Dudo que muchos se resistan a la tentación de nominar a los antiguos habitantes de playa Olvidada. Es la opción fácil de nominar “porque no he convivido apenas con él”, lo cual puede suponer una cierta tregua entre los miembros más veteranos del grupo. Si es Ginés el expulsado solamente quedará Raquel de su grupo, y ya he hablado otras veces de su carácter camaleónico y facilidad de adaptación. Si hoy se salva (Jonan prometió que la nominaría) no me extrañaría verla haciendo la pelota a Adara. En cualquier caso, estas nominaciones se me antojan especialmente interesantes y un buen test para tomarle el pulso a las posibles alianzas con vistas a la recta final de la edición.
La discusión de Artur y Jaime con Ginés a cuenta de la forma de alimentar el fuego en el Moleskine del gato. Además, ¡superamos hoy los 80 momentazos!