La ley del silencio en playa Pelícano
La ley del silencio, una omertá al más puro estilo siciliano, se ha impuesto en playa Pelícano. La Cosa nostra hondureña está formada por Diego, Arias y Ginés, aunque este último tiene cierta bula al tener relación con la acusada. Yaiza ha estado fuertemente protegida por parte de sus compañeros, que no colaboraron anoche en esclarecer lo sucedido. Si por ellos hubiera sido, la pareja oficial de Ginés (incorporada al juego en sustitución de Gema) no hubiera podido ser expulsada anoche de manera disciplinaria (e inmediata). A Asraf le fue puesta en bandeja la vendetta (venganza). Una vez más fueron muy torpes y volvieron a auparle un par de peldaños camino de la beatificación. Solo Manuel aprovechó la situación como el pentito (arrepentido) que arremete contra Yaiza y tiene la excusa perfecta: le pilló durmiendo (pero no dormido).
Diego y Arias demostraron anoche que pueden ser muy buenos supervivientes, pero no saben mentir. Lo mismo se puede decir de Yaiza, quien tendría un atenuante al ser la acusada. La exconcursante expulsada por la organización tenía una tarea casi imposible anoche: convencer a todo el mundo de que decía la verdad. Por mucho que tuviera la inestimable ayuda del silencio de sus compañeros, no pudo conseguirlo. Principalmente porque su discurso sonaba a preparado de manera minuciosa. Igual que las versiones de Diego, Raquel Arias y Ginés. Los cuatro urdieron sus propias coartadas y todas empezaban por la ausencia del lugar de los hechos. Diego y Raquel junto a los depósitos de agua donde se lavan los dientes, Ginés en el mar. Ninguno escuchó nada a pesar de que las distancias son cortísimas.
Desde el lugar donde se aíslan Adara, Asraf y Jonan se escuchaban los gritos, y es posible que no lograsen entender una palabra. Pero no se puede defender que eso mismo pase desde donde estaban Diego y Arias porque es burlarse de la audiencia y la dirección del programa. “¿A qué distancia están los depósitos de agua?”, preguntaba Jorge Javier, a lo que Diego respondía: “La distancia suficiente para no escuchar lo que decían”. Parecía la respuesta propuesta al concursante por un abogado defensor de pleitos pobres. Peor aun cuando la propia Yaiza explica que le dijo “maricona” a Asraf repitiendo sus propias palabras. “Me dijo que el día anterior le había llamado maricona, pero le había dicho marioneta”, explicaba Yaiza. Y añadía: “Y luego dije que vale, le dije maricona para que se callara”. Un niño de seis años hubiera inventado algo más creíble.
Sabía este gato que Yaiza animaría más aún el cotarro, pero no podía imaginar que ya lo había hecho la noche del martes. La gala de anoche estuvo dedicada a ella por entero y hasta ultimísima hora permaneció en la palapa, asistiendo a sus últimos minutos como concursante. No aventuraba tanta atención a lo dicho por ella una despedida tan veloz. Desapareció de la palapa en un segundo, tras besar fugazmente a Ginés y después de que Jorge Javier anunciase su “expulsión inmediata”. Y tan inmediata, aunque no antes de trascurrir tres horas de programa y dirigir a Asraf unas veinte veces la palabra “máquina”. Al día siguiente de incorporarse al juego pronostiqué una posible expulsión por dar información del exterior. No podía prever que le iba a perder su tendencia camorrista.
Ayer estaba seguro de que se rompería una pareja, pero no imaginé que de esta manera. La expulsión oficial fue suspendida al haber una disciplinaria (e inmediata), lo cual es más fácil siendo las votaciones gratuitas. La salida de Yaiza hubiera tenido un buen remate con Ginés nominado nuevamente, pero cuenta con la inmunidad del líder. Ni él, ni Arias están nominados. El único que participó de la ley del silencio y está expuesto a ser el próximo eliminado es Diego. Algunos espectadores se lamentaban anoche en redes sociales de que no hubieran sido nominados disciplinariamente (y de forma inmediata también, imagino) por mentir. Pedir una nominación por mentir es de estar para ingresar (inmediatamente, por supuesto) en la López Ibor.
Que Yaiza llamase “maricona” a Asraf y le amenazase con verse las caras fuera aprovechando que el cámara se había ausentado momentáneamente para cambiar baterías tiene la suficiente gravedad para que anoche Asraf se fuera de rositas, y eso que ha tenido una semana estelar. Semana rematada con una nueva discusión ayer por la tarde, que no veremos hasta el domingo. Solo Alma recordó en una ocasión que Asraf no era santo de su devoción, lo cual lleva implícito el reconocimiento de su santidad, y es que no aprendemos. No era recomendable anoche cargar contra la víctima, más víctima que nunca, lo cual no parecía posible. Poner los pies en polvorosa implicaba anoche tener una coartada que explicase los silencios propios y no cometer el error de cargar contra el débil, que anoche era Asraf.
La carga de la prueba venía anoche del pobre cámara, quien escuchó con claridad lo que no fueron capaces de descifrar Diego y Arias desde mucho más cerca. Como testigo protegido, su testimonio nos fue trasmitido verbalmente. El cámara dice que los insultos son… VERDAD. Incluso llegó con la batería recargada a tiempo para captar la imagen de la vergüenza. Para mí esta no es la de Yaiza diciendo “maricona”, que quedó grabado, sino Ginés advirtiendo “cállate, que está la cámara otra vez”. No podía haber mayor reconocimiento que uno de los de la omertá pidiendo silencio. Es lo suyo.
Ante hechos de cierta gravedad no cabe ni plantearse si Asraf provocó o no. Lleva 57 días haciéndolo, por lo cual es indiferente. Y nada que hiciera o dijera justifica esa respuesta, lo cual no era la primera vez que sucedía. El tono y los modos de Yaiza han sido intolerables muchas veces, aunque le sigo reconociendo la capacidad de haber dinamizado esto, al igual que lo han hecho Asraf o Adara. Su expulsión llega para parar la posibilidad de que además de dinamizarlo lo dinamitase. De este episodio sale beneficiado el disidente Asraf, pero también Manuel, que estalló anoche contra Yaiza, harto de ella. O Alma, tan justa y clara como siempre. Escuchar a Alma es vitamina para mis oídos, siempre clara y concisa, cargada de razón y sentido común. También salió indemne e incluso reforzada una Adara sensata y contenida, que encima lograba ser líder junto a Ginés. Bosco, por su parte, se libraba en un nuevo ejercicio de escapista, su mayor especialización.
Si nos atenemos a los protocolos de la policía serían sospechosos quienes sacasen beneficio de la caída en desgracia de Yaiza, pero en este caso no es de aplicación. Por otro lado, me llama la atención que Jonan no estuviera entre quienes sacaban provecho de la situación. Anoche confesó que tiene ahora gran seguridad, y sospecho que eso puede ser lo que le está perjudicando. Se está sobrando y le veo prepotente en ocasiones o fuera de lugar, como si no estuviera controlando sus propios actos. En el momento de comunicarle su expulsión a Yaiza fue el único que aplaudió. Lo hizo con sordina, sin llegar a hacer ruido alguno, pero el gesto es claro. Nadie más cometió ese error. Es un error menor, minúsculo si se quiere, pero me parece significativo. Igual que no era el momento de cargar contra Asraf, tampoco lo era de hacer leña del árbol caído.
La otra trama de la noche, también relativa a Yaiza, está relacionada con la subida a la atalaya del pirata Morgan (capitán, para Ginés). Parece que Yaiza se quejó de que Adara le llamase “gorda”. Aunque fuera su apreciación, lo cierto es que nunca dijo esa palabra. Y si no tenemos intención de manipular la realidad, se entiende que Adara quiso referirse a que ella ha perdido más peso. De ahí la apelación a comparar los físicos. Hasta en esto anoche había que ir con Adara.
Observatorio de nominaciones
Ya he contado que Ginés y Adara ganaron sendos collares de líder al aproximarse más al peso que debían dejar de una apetitosa hamburguesa. Con el plato pesaba 800 gramos y debían comer hasta dejarlo en 750 o más. La báscula le marcó 769 gramos a Adara, lo cual superó magistralmente Ginés, a quien haber trabajado como frutero le convierte casi en una báscula humana, capaz de dejarlo en 753 gramos. ¡Lo clavó!
Las nominaciones trascurrieron así:
Alma > Asraf
Manuel > Asraf
Bosco > Asraf
Jonan > Arias
Diego > Jonan
Asraf > Manuel
Arias > Jonan
Los nominados del grupo son Asraf y Jonan. La líder Adara nominó directamente a Diego y a Alma el líder Ginés. Nominados, por tanto: Asraf, Alma, Diego y Jonan.
Jonan y Arias se nominaron mutuamente, igual que Manuel y Asraf. Al no poder Diego nominar a Adara se decantó por uno de sus aliados y en lugar de sumarse al voto mayoritario (que fue para Asraf) ayudó a sacar a la palestra a Jonan. Bosco sigue siendo el único que no ha estado nunca nominado. La composición de los nominados esta semana haría pensar que corre peligro Diego, a quien podría beneficiar la regla de las proporciones al ser el único que ni es del bando disidente (como Adara y Jonan) ni tiene buena relación con ellos (como Alma).
El gato en vídeo
En el Moleskine del gato hablo de la prueba de líder y la precisión de Ginés con la báscula. Además, reflexiono también sobre las primeras propuestas que están surgiendo de consumir cada cual sus propias capturas de pescado. Y hoy hay tres momentazos, tres.
Buen finde a todos.