Si en la conciencia de Manuel Cortés tuviera algún reproche importante a Asraf anoche se lo hubiera desgranado a Isa Pi cuando le pidió explicaciones sobre su concurso. Tampoco es necesario que haya nada importante, más allá de una falta de sintonía o la crítica a cómo lo está haciendo su compañero de concurso. “No se ha portado bien”, dice Manuel sobre Asraf, y a mí me parece poca cosa esa explicación de por qué tienen mala relación. Me hubiera convencido más si le dice simplemente que no le gusta su concurso, que cambia cuando tiene una cámara delante y tiene una peculiar habilidad de enrarecer el ambiente a su alrededor. Cosas concretas y subjetivas que no persiguen el descrédito general dejando una sombra de duda sobre ese concursante.
Personalmente, veo a Asraf como un personaje taimado y oscuro, capaz de enmarañar una conversación de forma sibilina, con comentarios que sacados de contexto no tienen gravedad. Cuando hablando con Ginés se refiere a Yaiza como “tu amiga” está provocando que su compañero se exalte y quede como un maleducado que le amenaza y exige que se calle. Si practicase un arte marcial su técnica sería prescindir de hacer llaves evidentes e ir dando pellizquitos en las axilas a su contrincante sin parar, hasta provocar su abandono por pura desesperación.
A pesar de todo lo dicho, Asraf no ha hecho nada que Manuel pueda utilizar para explicarse. Aunque yo me hubiera negado a responder a la novia de Asraf, que no es concursante y tal vez debería pedir menos explicaciones. Es muy fácil llegar allí bien comido y bien dormido exigiendo que te cuenten una realidad que tampoco parecía dispuesta a admitir. Pero puestos a responder, Manuel tendría que haber sido más inteligente, teniendo siempre en mente lo rentable que es ser educado y mostrarse interesado en restañar heridas abiertas, en lugar del mantenella y no enmendalla que practicó anoche.
Más inteligente se mostró Alma, muy por encima de su hermano Manuel (una vez más). Solo falló en hablar demasiado, casi sin parar. En muchas circunstancias beneficia dejar de hablar a la otra persona, pero Alma necesitaba explicarse y dejarle claro a su prima que ella va por libre y no es una extensión de su hermano. Si se hubiera parado a escuchar igual su prima le hubiera dado alguna pista sobre lo mejor para ella en las próximas semanas, aunque Isa se cuidó muy mucho de no influir de forma determinante en el concurso. Solamente en lo que se refiere a la mala relación entre Asraf y Manuel. Lo que esperaba Isa era que cuando Manuel hubiera tenido algún reproche que hacer a su compañero se esperase a que no estuvieran las cámaras delante para hablarlo. Bien mirado, lo que pretende Isa va contra los intereses del programa y sus espectadores. Todos menos ella y su novio.
Urge que los familiares y defensores de los concursantes, así como los colaboradores de los programas, salgan de ese juego de la exageración en el que a Manuel ayer le llamaron de todo y nada bueno. Si es o no machista (está claro que sí) no depende de lo que diga sobre su hombría, igual que tampoco lo demuestra que Ginés utilice la expresión tan vieja como odiosa de “soy un tío que se viste por los pies”. Se explica que exageren los concursantes porque tienen una vida de escaseces y les cruje de hambre el estómago. Pero tal vez nosotros tendríamos que introducir un poco de moderación.
No ha pasado nada realmente importante. Asraf y Adara no han conectado con la mayoría de los concursantes y por eso se apartaron de todos. Se han dicho cosas inconvenientes, posiblemente rozando lo intolerable. Que se mencione sin tener por qué al hijo de Adara no se debería consentir. También es claramente evitable que Adara se siga burlando de la carrera musical de Manuel. Pero ojalá fuera esto todo lo que se vayan a decir en los tres meses que dura esta aventura. Si todo fuera como quisieron hacer ver Isa y Manuel anoche, esto sería una aldea del arce soporífera. Por suerte no lo es. Ahora bien, no veo la gravedad por ningún lado.
En respuesta a que Adara pudo escuchar lo más importante de la conversación de Manuel con Alma en aquella merienda de hace unas semanas, anoche Manuel pudo escuchar también fragmentos de la merienda entre Adara y Jonan. No hay punto de comparación porque Adara no arremetió contra nadie ni intentó manipular a su amigo. A lo más dijo que Manuel y compañía están “como quemados” y “amargados”, lo cual es una fruslería frente al famoso mensaje del grupo, que tras ser escuchado por Adara lo compartió con Jonan. Este le dio a Manuel la oportunidad de explicarse y lo hizo a su manera, tranquilamente, sin malos rollos. A lo que Manuel aprovechó para retorcer el argumento como si fuera un calcetín mojado, improvisando una explicación imposible de creer.
Según Manuel (ahora), todo el grupo pensaba que la intención de Adara en cuanto llegase la unificación era juntarse con Jonan. Se lo dice al propio Jonan, dando una interpretación inesperada a aquello de “será el próximo”. Ni siquiera confirma que fuera un mensaje pactado por el grupo para dárselo a Adara, sino que todos pensaban lo mismo, como si fueran una sola persona. Con lo difícil que es poner de acuerdo un grupo para cualquier cosa, ahora resulta que estos actuaban como un solo cerebro, algo de lo que Manuel no parece tener duda ninguna. Buen intento, pero no ha colado.
Cambiando de asunto, quisiera dejar colgada la siguiente pregunta: ¿cómo es posible que nadie se ponga en las botas de Diego y entienda que sea prioritario en su estrategia cargarse a Adara? Su exnovia y exsuperviviente Lola Mencía lo afirma como si fuera algo extraño o censurable. “Su estrategia es cargársela”, dice Lola. Lo normal, respondo yo. Adara es la concursante más fuerte de esta edición, con un fandom temible como ya he señalado en varias ocasiones. Se supone que Diego, como cualquier otro concursante, quiere llegar a la final. Para ello, le conviene quitarse los más fuertes cuanto antes. Está claro que el primer objetivo es Adara.
Se le critica que nomine siempre a la misma persona. Isa Pi diría que le tiene “inquina”, es decir, rechazo o repugnancia. Es lo que le dijo a Manuel respecto a su actitud con Asraf. Pero ¡vamos a ver! ¿puede haber olvidado que esto es un concurso? No estamos en unas jornadas de confraternización, aquí hay un premio que está esperando solo a uno de ellos. Se puede exigir juego limpio y respeto al contrincante, pero no es necesario que expresen simpatía hacia todos los demás. Con unos se llevarán mejor que con otros, pero sin dejar de tener presente que son sus rivales, los objetivos a batir. Personalmente, no estaría preocupado por Yaiza, pero si por Adara.
Tan temible es Adara que se volvió a salvar anoche. Por si había alguna duda de que es el principal rival a batir. Además, los concursantes de cayo Paloma ganaron un juego por el que podrán comer tres perritos calientes cada uno. El grupo de Cabeza de León jugo como compensación a la recompensa envenenada y Asraf comenzará mañana las nominaciones con dos puntitos gracias a Ginés. Cada uno podía elegir si quedarse su recompensa y la penitencia asociada o bien podía cambiar ambas cosas por las de otro compañero entre las que no hubieran sido todavía descubiertas.
Cómo es el azar que a Ginés le tocó un bocadillo XXL y dos puntos de nominación, y se lo cambió a Asraf. Son los peores concursantes de la historia, porque poco a poco van logrando que este concursante quede ante buena parte de la audiencia como un pobre chico contra el que están todos. La historia de siempre, el grupo pequeño machacado por la mayoría, lo cual viene a garantizar una catarata de simpatía popular. En la parte positiva, se llevó una de las mejores recompensas, junto al pollo frito de Raquel y la tarta de chocolate de Diego. Eso sí, los próximos tres días van a ser un cuadro, con concursantes que irán ciegos todo el día o no podrán pisar la arena en ningún momento. A Asraf le afecta poco lo suyo porque iba a quedar nominado igualmente.
En el Moleskine del gato reflexiono sobre la curiosa estrategia de los habitantes de playa Olvidada, que distribuyen la comida de forma diferente cuando son tres que cuando se quedan de nuevo solos Jaime y Artur. Curiosamente, comen menos cuando más son. Además, hoy El gato nomina, y hay sorpresas.