No lo está poniendo fácil Artur (he decidido no poner el acento abierto por simplificar) para evitar ser un blanco fácil en futuras nominaciones. De un lado por su queja sobre el cuidado del fuego, del otro por el robo a los fatales. Por lo primero se enemista con los de su propio grupo y por lo segundo con todos los demás. Aunque a saber cómo estarán formados los grupos en un futuro. No le falta razón en que la tarea de mantener vivo el fuego, también durante la noche, debe ser repartida entre todos. Tal vez el fallo haya sido no dejarlo claro y fijar unos turnos. Si no hay organización se deja al albur de quien quiera ocuparse. Artur se queja de haberse levantado diez veces en la madrugada frente a una o ninguna del resto de sus compañeros. Mal por los otros, pero es un problema de falta de organización.
La enemistad que se ha podido granjear Artur por el robo a los fatales es mucho más peligrosa que el asunto del fuego. Es curioso como varios concursantes centraron las críticas en este compañero, cuando se trató de una acción conjunta de todos los habitantes de tierra de nadie. Ellos fueron los elegidos para poder robar a uno de los otros grupos por haber cogido más almendras en una actividad propuesta. Llamativo que estando en una porción de playa mucho más pequeña y acotada a las de los otros, fueran capaces de hacer un mayor acopio de ese fruto seco. Las críticas de algunos sobrepasaron lo admisible. Manuel comentó que Artur “tiene pinta de raterillo” y Alma se quejaba del “put* italiano de los hue***”. Lo de estos hermanos no es válido para el horario protegido.
En esta aventura hay que valorar cuándo conviene ejercer el liderazgo y cuando no. Aunque tierra de nadie tiene una líder oficial, que es Raquel M., el otro día en una prueba parecía aceptar las directrices de Sergio y anoche vimos que en el robo hacía de líder el ucraniano (a pesar de su acento no es italiano, que alguien avise a Alma). No era este el mejor momento para liderar el grupo porque ha quedado en la mente de la mayoría como el autor del robo. Ahora bien, su criterio es inmejorable porque frente al debate sobre si conviene más robar comida o herramientas que ayudan a conseguirla, Artur decidió llevarse un tronco en llamas para así tener fuego. ¡Chapeau!
Entre una lata de comida o unas gafas de buceo está claro que es más útil robar las gafas. Entre un saco de arroz y un kit de pesca lo mismo, mejor la herramienta que les puede ayudar a pescar más. Pero mucho mejor que todo lo anterior es conseguir fuego. Artur vio un tronco coronando el fuego y flipó más que Moisés con la zarza ardiente. No sé bien cómo fue capaz de llevarse el tronco en llamas, pero prometo que lo hizo y así fue mostrado en el ’Tierra de Nadie’ de anoche. Se entiende el disgusto de los fatales, pero no tanto una cierta indignación entre los royales. Con vistas a algunas pruebas es deseable un equipo contrario debilitado. En todo caso, nada justifica improperios tan fuertes como los dirigidos a Artur, menos cuando no ha hecho nada que no le propusiera hacer el propio programa.
Prueba de que un equipo contrario debilitado puede servir para ganar una prueba lo vimos anoche con la de la boa rosada (advierto que no se sacrificó ningún animal para hacer esta prueba). La boa era de trapo y alojaba en su interior nueve cocos tan verdes como pesados, lo cual incrementaba el peso de ese enorme peluche empapado en las aguas del mar Caribe. No se le puede poner queja a ninguno de los tres grupos, que hicieron de manera eficiente la prueba. En cualquier caso, ganaron los de tierra de nadie (completaron la misión en 4 minutos y 32 segundos) casi de chiripa, derribando las dos últimas viborillas de madera en apenas segundos. No tardaron mucho más los royales (4 minutos y 55 segundos), y los fatales se demoraron algo más (6 minutos y 18 segundos) por su mala suerte en el lanzamiento de cocos. Los concursantes de mayor peso eligieron tirar cocos y no nadar, excepto Sergio, que lo hizo tan rápido y ágil como cualquiera. Los royales tuvieron unos segundos para meterle mano (es literal) a la enorme fuente de espaguetis, mientras los fatales se quedaban a dos velas. Ellos a lo suyo: o sea, fatal.
Y hablando de víboras, anoche Patricia empezó el programa decidida a abandonar, pero terminó una vez más aplazando el momento. Sigo convencido de que finalmente lo hará, y probablemente no espere ni siquiera las dos semanas que preconicé la noche del domingo. Estaba cabreada con su pareja porque pactaron que él no entraría nunca en el programa y lo hizo al tercer día. El domingo entraba por videoconferencia para decirle en directo a Patricia que no se fuera. Ella está convencida de que hablaba en contra de su voluntad. También cree saber que Charles desea lo contrario (que abandone). No sé si le convenció su amiga y defensora en plató afirmando que Charles fue sincero.
Con la tontería de la amenaza de abandono ya ha tenido protagonismo domingo y martes, además de haber hablado con su pareja y una amiga. Aquellos concursantes que echan en falta tener una conversación con algún ser querido son tontos de remate porque es tan sencillo como decir que quieres abandonar. Puestos a pensar en soluciones fáciles, tengo una infalible para evitar estas tentativas de abandono, y posiblemente el abandono real y definitivo. Lo diré así, de gratis: bastaría con que el presentador le dijera a Patricia que si abandona no volverá salir en ningún programa. Ni Supervivientes, ni ningún otro. Esto es mano de santo, en Pekín y en Pokón.
En el amigo invisible me llamó la atención que Adara no tuviera piedad con Diego y después del encontronazo del otro día decidió darle el “regalito” de cuidar el fuego toda la noche él solo. Aunque más destacable me parece que Manuel le encasquetase a Patricia lo de no poder tumbarse ni sentarse de sol a sol. Ni siquiera Jaime (el último del grupo tenía potestad de cambiar un regalo) se dio cuenta de que solo faltaba eso para que abandone todavía más convencida de hacerlo. Curioso que ella hablase de sus cinco compañeros como las mejores personas que se podría haber encontrado allí, mientras ellos le reservaban esta sorpresa.
En los fatales, Jonan sí cambiaba un regalo y le quitaba a Alma los huevos rotos que había decidido Asraf para ella. Los huevos terminaban devorados por Ginés y Alma se quedó con la tarea de cocinar y repartir la comida. Tampoco vi mucha simpatía en Arelys dedicando a Katerina el castigo de no poder tocar el agua. Parece molesta porque pase mucho tiempo en el agua. Tampoco le gustó que le cantasen el cumpleaños feliz varias veces, como cuento en el Moleskine del vídeo al pie de este texto. Arelys no traga a la rusa.
De lo de la salvación de Diego también hablo en el vídeo, así que voy a terminar con ese sorprendente gesto de Manuel queriendo robarle un beso a Adara. Este chico parece ir como pollo sin cabeza, poniéndole ficha a varias chicas. De momento, se está decantando por Katerine y Adara. No sé si al final terminará bajando el listón. La reacción de Adara completamente explicable. Parece un poco de adolescentes aprovechar cualquier circunstancia para dar de sorpresa un pico. Así no, Manuel.
Hoy el vídeo diario lleva mi Moleskine y una novedad: ‘El Gato nomina’. Son mis nominaciones y las hago como quiero. Adelantándome un día. Si no has dado al play otros días hazlo hoy, y si lo ya lo hiciste repite, ¡hombre, ya!