Hoy estuve en la casa de un futbolista y una ex actriz porno
Bueno, o se podría decir así.
Hacía tanto calor hoy en Madrid que en vez de ir a la redacción de telecinco.es, algunos nos fuimos a una hermosa* casa de gente rica en Las Rozas. Las Rozas es un sitio que yo conocía sólo por dos cosas: porque hay algo llamado Las Rozas Village de lo que la gente habla pero que yo nunca he visitado y porque cuando era pequeñito y veníamos de viaje a Madrid teníamos que atravesar primero Las Rozas y a mí, que tenía muchas ganas de llegar a ver la gran ciudad desde mi pueblo de vacas y pececitos, ese trayecto se me antojaba eterno. Así que Las Rozas era un sitio al que le tenía mucha manía, vaya, hasta esta mañana: resulta que tienen por las calles unos árboles recortados con formas poligonales que son igualitos a los del Super Mario 64. En aquel juego todo eran entornos tridimensionales excepto los árboles, que eran en 2-D. O sea, que al rodearlos se limitaban a girar contigo sin darte nunca la espalda. Las Rozas no puede ser un mal lugar con semejante decoración. Si no fuese porque estaba encerrado en un autobús estoy seguro de que podría haber rodeado unos cuantos para comprobar que estos tampoco tenían fondo, sólo alto y ancho.
Bueno, a lo que iba: esto era un encuentro con la prensa en uno de los lugares de grabación de Sin tetas no hay paraíso. Ya hubo una rueda de prensa para presentar al nuevo personaje que sustituirá al Duque en el corazón -digamos mejor corasón- de las espectadoras, completamente derrotadas desde que le frieron a tiros. Y seguramente volverá a haber otra cuando la serie se vaya a estrenar. Vamos, que sea cual sea el resultado de la serie sin su personaje más conocido, no se podrá decir que promoción no le han dado por un tubo.
La casa donde nos citaron hoy era el escenario que se usará como vivienda de una de las coleguis de Catalina, Cris, que resulta que deja atrás su pasado de actriz porno, se casa con una promesa del fútbol y se va a vivir a una casa con esta piscina:
Conclusión, cualquier trabajo en el que las bolas estén implicadas pueden comprar la felicidad. Eso sí, en la finca había muchas hormigas y alguna que otra abeja. Yo, que odio a los insectos, creo que hay cierta injusticia cósmica en comprarse un chaletazo en Las Rozas y encontrarte con los mismos insectos con los que podrías encontrarte en Orcasitas. Digo yo que en Las Rozas podría haber abejas mucho más elegantes y educadas, que pudieras decir "por favor, no me piques" y ellas respondieran "siento haberle molestado, me voy".
La dueña de la casa era una señora muy simpática llamada Melanie que tenía pinta de ser una millonaria de Alemania, Polonia o esa zona de por ahí. No sólo estuvo todo el rato muy sonriente observando qué se cocía en su propiedad, sino que en cuanto vio que llegaban actores guapos y altos salió corriendo a un quiosco para comprar una cámara desechable para poder hacerse fotos con ellos. Y no sólo se hacía fotos con ellos, sino que una vez se hacía una foto con uno le pedía a otro actor que le sacase una foto con el siguiente.
La casa, por dentro, ha sido decorada -supongo- por los responsables de la serie para reflejar a los personajes que viven en ella. Una promesa del fútbol y una ex-actriz porno viven en una casa así:
Ella ha puesto un cuadro de sí misma con una cinta en la cabeza.
Él ha puesto una gaviota que ve la tele.
Atención a la gaviota porque, si yo fuera uno de los guionistas, la convertiría en parte importante de la trama. Podría ser, por ejemplo, el arma de un crimen cuando alguien aparece asesinado a picotazos. Esas plumas serían perfectas para ocultan algo. Pero a lo que iba antes es que a mí la casa me pareció encantadoramente... mediterránea y white trash. Eso sí, de ahí a lo que sale en la pantalla hay un trecho, que para eso se inventó todo esto, para falsear la realidad. Que luego me cogen mis jefes o los de prensa y me dicen "te mandamos a los sitios y luego lo pones todo a parir". Yo no pongo nada a parir, yo digo lo que veo.
Pero retrotraigámonos una o dos horas en el tiempo: Telecinco, que piensa en todo, puso un autobús a periodistas, medios gráficos y pasilleros para llegar a las Rozas. Yo observaba fascinado como los periodistas iban indicando los medios a los que venían representando: "Yo soy de Loka", decía una. "Yo soy de Cuore", la siguiente. "Yo soy de Top Music". Sin ápice de ironía, las revistas más interesantes, honestas y necesarias del país. Pero más que un agradable paseo matutino con gente cantando "Para ser conductor de primera / de segunda, de tercera / Para ser conductor de primera / Hace falta tener buen humor", como yo esperaba, aquello fue un viaje de lo más normalito donde algunos dormían y otros ponían verde a sus compañeros. Vamos, como volver al autobús del cole.
Decía una periodista cuando empezaron a hablar sobre una famosa cantante de pop español:
-A esa imbécil lo que le han puesto en el morro se lo han quitado del cerebro. La pobre es tonta del culo y le monta unos pollos al marido...
Y otro añadió:
-El otro día fui al photocall de Jack el de Perdidos y el tío se quería largar tras dos minutos. Así que le grité "¡Eh, guapito de cara, que llevamos aquí media hora esperándote!". Y se quedó.
Yo el otro día también tuve mi particular y tenso encuentro con Matthew Fox, pero de eso mejor hablo otro día. Lo divertido, siguiendo con el cotorreo, es que el grupito que hablaba de la cantante de pop borde y mala empezó a contar después que Rigoberta Menchú y Heidi Klum sí que eran simpáticas. Rigoberta tiene el Nobel de la paz y Heidi es modelo, así que malas personas ya sabía yo perfectamente que no podían ser. Pero obtener la confirmación en un autobús camino a Las Rozas, rodeado de árboles bidimensionales con forma poligonal, me pareció una forma de arreglar la mañana.
En un viaje a Las Rozas se ven muchas cosas interesantes por la ventana:
1. En la Plaza de Castilla están construyendo un Obelisco y yo no me había enterado porque paso todos los días por ahí pero por debajo, no por encima. Creo que una ciudad no es una ciudad de verdad hasta que tiene un obelisco como Dios manda, así que me quedé muy contento.
2. Cuando giré la cabeza me di cuenta de que en la misma plaza están construyendo también un paso elevado para los coches que entran en la Castellana. Y resulta, lo prometo, que el paso elevado va directo hacia el obelisco. Un día que no tenga nada que hacer me acercaré allí a decirle al capataz que han calculado mal las distancias.
3. Me he enterado gracias a un cartel anunciador de la autopista de que Buenafuente sale en la publicidad de White Label. Usar el rostro de Buenafuente para que los españoles se lancen en masa a beber whisky es dato incontestable de la buena salud del marketing español.
4. Pasamos por una plaza así como en medio de la nada con una glorieta de lo más desangelada y sin nada de especial. Exclamé "Joder, qué plaza más horrible". Y cuando me fijé en el cartel ponía: "Plaza de las víctimas del terrorismo". Habría que añadir con un spray: "estético".
No hubo rueda de prensa esta vez, sino que la mañana consistió en un divertido paseo por el jardín mientras los periodistas preguntaban sus cositas a las estrellas de la serie y los fotógrafos sacaban a los actores posando junto a riachuelos y gladiolos. Carmen Hornillos le pidió a Iker Lastra, que interpretaba a Nino en Herederos, que le sacase una foto con Manolo Cardona, el nuevo galán de la serie. Hornillos, como los directores de casting, tienen una noción de la belleza que difiere bastante de la que tengo yo.
Y estos son otros tres últimos datos de sumo interés sobre esta mañana:
1. Antes de que nos dejasen comer las pulguitas de salmón -¡¡¡viva!!!- que esperaban sobre una mesa, María Castro, o sea Jessi en la serie, se acercó a los periodistas y les ofreció rosquillas de un cuenco. Dijo uno:
-Sí que debe de estar mal la cosa en Telecinco para que las rosquillas nos las tenga que traer ella.
2. Cata llegó tarde, pero luego estuvo tan amable como de costumbre porque esta chica parece muy simpática. Cuando alguien de prensa de Telecinco pidió a los periodistas que se ciñesen a la serie y no hiciesen preguntas personales uno de ellos soltó: "¡¡pero que responda ella lo que quiera!!".
3. Resulta que no sólo hay pájaros de plástico en el interior de la casa. Estaban por todas partes: