Victimismo y garrapatas

Anoche la dirección de 'Campamento de Verano' decidía que los días de Pedre en el reality habían tocado su fin, aplicándole una expulsión disciplinaria tras las desafortunadas e inaceptables palabras que el gallego había pronunciado la pasada noche durante el pregón de las fiestas del pueblo de Mombeltrán.

Debido al profundo rechazo que me ha producido la vergonzosa actuación de este concursante, me niego a seguir hablando de este personaje que, pese a haber tenido el premio al alcance de su mano, se ha empeñado en cubrirse de gloria y tirar por tierra cualquier posibilidad de permanecer en el campamento.

Así pues, centrándome en los verdaderos concursantes del programa… El enfrentamiento entre Mónica Pont y Montalvo anoche se resolvía mediante la expulsión de la modelo por una diferencia abismal de votos, por mucho que deseara todo lo contrario, pero tal y como era de esperar.

No es que de repente el señor Montalvo se haya convertido en un auténtico ídolo de masas adolescentes dispuestas a empapelar sus carpetas con la cara de este ficus que parece formar parte del decorado del campamento, sino que aprovechando los buenos resultados que le generó su estrategia en 'Supervivientes', el Míster ha decidido volver sobre sus pasos y repetir su papelón infumable de caballero de capa caída. Actuación para la que Noemí Merino le ha venido a pedir de boca.

Montalvo siempre está dispuesto a arrimarse al sol que más calienta y, a falta de méritos propios, se empeña en explotar la imagen pública de la fémina con repercusión con la que comparta reality, enganchándose a ella como una garrapata.

En la isla fue Rosa Benito, por la que era capaz de subir montañas y bajar laderas como muestra de su profunda amistad. Relación de conveniencia se mire por donde se mire, ya que desde que terminara el concurso, mi compañera y Montalvo no se vieron ni en una sola ocasión en todos estos años, demostrándonos lo sinceras que eran sus palabras.

Y ahora en ‘Campamento de Verano’, Noemí ha sido la candidata perfecta. Concursante polémica de anteriores realities que goza de apoyo en las redes sociales y que encima opta por hacerse la víctima para meterse al público en el bolsillo.

Pobrecita de mí que mis compis de campamento no quieren jugar conmigo. Pobre de mí que me hacen el vacío. Pobre de mí que mis compañeros no aplauden que me haya arrimado al gordito del concurso delante de las cámaras para luego despreciarle detrás de estas. Pobre de mí que mis compañeros no ven con buenos ojos que haya tardado media hora en traicionar la confianza de mi supuesto amigo. Pobre de mí que mis compañeros no parecen entender que mis mentiras son mi sello de identidad. Pobre de mí que mis compañeros no se creen mis lágrimas de cocodrilo…

Un suma y sigue que parece no tener fin, pero que a Montalvo no le importará ni lo más mínimo mientras que siga obteniendo beneficio del comportamiento de la canaria, y mientras su anterior baza, Rosa Benito, siga defendiéndole desde los platós de televisión. Una jugada perfecta para quien es incapaz de destacar por sí mismo y que se conforma con ir al rebufo de la repercusión mediática de los demás.

Por lo que conociendo el resultado de las últimas nominaciones, el nombre de la expulsada de la semana que viene está más que claro. Mi apuesta es clara, el lunes la audiencia salvará a Noemí, y el jueves, las mismas personas que apoyaron a la canaria se volcarán en votar a Olvido Hormigos como expulsada y así volver a salvar al único apoyo de Noemí en el campamento.

Espero de todo corazón que el juego dé un giro inesperado y que semana tras semana no se repita este mismo patrón…

Mientras, Mónica desde el plató se encargaba de echar por tierra todos sus logros en el concurso cargando tintas contra mis compañeras Raquel Bollo y Belén Rodríguez, y mostrándose reacia a aceptar ni una sola crítica sobre su comportamiento.

Durante el concurso he apoyado a Mónica porque ha sido una de las concursantes que mejores momentos ha aportado al reality a golpe de polémicas, pero lejos de dejar las ganas de guerra en la Sierra de Gredos, mi compañera de programa ha salido del reality empeñada en seguir armando gresca con todo aquel que se atreva a analizar negativamente su actitud. Un comportamiento totalmente absurdo para quien acaba de participar en un reality y que, sin duda, no ayudará en absoluto a suavizar las fobias que genera entre el público.

Jacobo Ostos

anoche se convertía en uno de los protagonistas de la noche tras haber podido disfrutar de la visita fugaz de su novia, con la que decidió inaugurar la cama de Toya en la cabaña VIP. Su revolcón en lecho ajeno tuvo como resultado unas sábanas revueltas y manchadas con un líquido blanquecino más que sospechoso y kleenex usados debajo de la almohada. ¡No se puede ser más cerdo!

Además de demostrarnos que el respeto a una señora de 70 años es algo que no entra en esa cabeza que Mónica Pont se encargó en marcar a golpe de copa de cristal, Jacobo Ostos da buenas muestras de no haber heredado los genes de su padre. Es ver el piloto rojo encendido en la cámara y Jacobo parece perder el habla, pero durante las publicidades, la cosa cambia. El hijo del torero pasa a deleitarnos con un bailecito improvisado mirando a cámara desbordando movimientos arrítmicos y, más tarde, se encarga de aleccionar a Esteban sobre lo que tiene que decir a la vuelta al directo para terminar de cubrirse de gloria.

Y lo peor de todo, es que el tatuado hasta las cejas, a falta de neuronas funcionales en su cerebro, no duda en repetir palabra por palabra todo lo que su amigo le ha chivado momentos antes para, así, atacar a "su hermanita" y vengar el honor de su novia.

Que Esteban se atreva a echar a cara a Gaby que sea conocida por su historia con Paquirrin habiendo sido él quien ha estado retozando con ella día tras día mientras que juraba a cámara no tener novia, me parece asqueroso y rastrero hasta decir basta.

Porque ¿este chico es conocido por su carrera profesional? ¿Por sus logros artísticos? ¿O por haber participado en un reality lleno de 'chonis' que ha destacado por su desfase nocturno y competir por quien es capaz de apuntarse más muescas en el cabecero de la cama?

Veremos si esta noche el resultado del polígrafo de Conchita al que se someterá Gaby en ‘Sálvame Deluxe’, termina de retratarnos a este orangután que parece perder la memoria y la testosterona nada más oír la voz de su 'choni-churri'.

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