Por fin llegó el momento esperado. Anoche se obró el milagro. Dejando en el pasado la posibilidad de ser inmune y la opción a intercambio en la lista de nominados, Mónica Hoyos finalmente subió a la palestra gracias a su tremenda obsesión.
Y es que, Mónica podía haber evitado caer en picado la última semana de nominaciones. Podría haberse librado de su primera nominación, si en vez de dejarse llevar por su odio desmedido hacia Miriam, hubiera sorprendido a los espectadores teniendo dos dedos de frente y utilizando sus puntos con inteligencia. Pero nada, es un caso perdido de nula visión de concurso y altas dosis de mala leche. Mónica está ciega de odio.
Un odio que lleva tanto tiempo instalado en su sistema que ha nublado sus otros sentidos y su razón por completo hasta tal punto que anoche la ex de Carlos Lozano acusaba de nuevo a Miriam en directo de haber roto su familia. ¿En serio? ¡Parece que los problemas de los cuadernillos Rubio no eran el fuerte de Mónica!
Es muy sencillo. Si Carlos Lozano dejó a Mónica Hoyos hace 14 años y Miriam tiene 24, esta última tenía 10 años cuando el presentador y la azafata rompieron su núcleo familiar. Por lo que culpar a Miriam de esto tiene el mismo sentido que temer por su bienestar físico al saber que tenía que compartir habitación con sus enemigos y transmitir a su retoño mirando a cámara: “Estate tranquila, nadie va a permitir que me hagan nada”.
Lo de Mónica es fuerte. Está tan obcecada con Miriam que da igual lo que diga o lo que haga, siempre habrá un motivo por el que recriminar que alguien le está faltando el respeto, siempre habrá una razón que justifique que pase la mayor parte del día rajando sobre ella…
Y lo peor de todo es que, tras tantas semanas de concurso, lejos de entretenernos, nos aburre. El papel de Mónica ha estado íntimamente unido al de Miriam desde el primer minuto de concurso. O estabas de un bando o estabas del otro. Pero, ahora todo está tan claro que este enfrentamiento cansa.
Anoche Mónica, tan en su mundo como siempre, amenazaba con la supuesta campaña internacional que van a llevar a cabo para salvarla: “Los que se tienen que poner que se pongan ya porque esto vamos a lucharlo, no para quedarme una semana más, vamos hasta el final, para lo que he venido. ¡Ahora sí que vamos a hacer la campaña! Singapur, Perú, mi primo el de Lima… ¡Vamos todos! Los de Miami, Pablo mañana te diré lo que tienes que hacer… Si vieras mi confe, ¡creo que podía ser hasta presidente!”.
¿Ahora se ve a sí misma llevando la Casa Blanca? En otro momento, con otro concursante, me habría echado a reír hasta no poder más ante tanta majadería en una sola frase. Pero ahora, y viniendo de Moniquita, he llegado a un punto en el que me produce hasta lástima.
Lástima del leñazo que se va a meter de bruces contra el suelo el próximo jueves cuando sea expulsada por goleada en manos de una audiencia que la tiene tantísimas ganas. Porque, no sé si batirá algún récord con su porcentaje de expulsión, pero ha hecho méritos para eso y mucho más.
Muchos querían que Mónica llegara a la final del concurso únicamente para ser testigos de su cara de reventada cuando proclamaran a Miriam ganadora del concurso. Pero ya no interesa ni para eso. Asraf y Suso se han ganado un pase directo a la final mientras Miriam y Koala, con 11 y 10 nominaciones a sus espaldas, respectivamente, lucharán de la mano hacia la meta. ¿Y Mónica? Pues tendrá que conformarse con verlo desde el plató.
El envenenar a todos sus compañeros en contra de Miriam, los insultos, las insinuaciones sobre sus supuestos trabajitos en Perú, sus extraños soplidos en la ropa, vasos y platos de Miriam, tirar restos de comida sobre su cabeza, advertir sobre que su primo pueda hacer que te echen de tu país, pedir en reiteradas ocasiones que también de echen de España… Todo esto conlleva un precio a modo de porcentaje, cuyo valor conoceremos el próximo jueves.
Mientras tanto, ya hay quien se ha ofrecido para vestir a Miriam para la gala final. María `la jerezana´ de Gh12+1 ha querido brindar su apoyo a la peruana, a quien ya considera la ganadora de esta edición de la siguiente manera: “Se acerca la final de GhVIP, ¿quién vestirá a la reina inca para ese día tan especial??? Me ofrezco voluntaria para vestirla con un diseño mío!”.
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