Gran Hermano es un concurso vivo, dinámico, en continuo cambio…Y aunque muchos compañeros –como por ejemplo Lydia Lozano- me tachen de recular en mis opiniones sobre los concursantes, porque ellos están acostumbrados a que lo que comentan el primer día del concurso les sirva hasta el final de este, yo me trago 24 horas de reality, mientras que estoy pendiente de los blogs, de los resúmenes, de los debates, de las informaciones…
Por lo que, hoy puedo expresar mi parecer sobre un concursante, y mañana, o en tan sólo unas horas, haber cambiado de opinión por completo, porque éste haya modificado su comportamiento o actitud dentro del reality, o porque simplemente haya hecho algo que me haya gustado y que consiga que deje de lado todo lo negativo que haya podido captar sobre él hasta el momento.
Así pues, os aseguro que no me entra en la cabeza que haya personas que no admitan con total normalidad que en Gran Hermano se puede cambiar de opinión sobre un concursante en cuestión de días o incluso horas, ¡porque para mí, lo anormal sería no hacerlo!
Y más teniendo el 24 horas a nuestra disposición, en el que captamos cada palabra, cada gesto, y cada movimiento de los concursantes, y el que ahora mismo está ayudando a uno de sus compañeros con la mejor de sus intenciones, dentro de cinco minutos puede estar poniéndole verde a sus espaldas como un judas.
Es cuestión de currárselo un poco, de saber cuándo estamos ante un programa vivo y querer disfrutarlo al máximo, de saber cuándo nos hemos equivocado y queremos rectificar…
En definitiva, que para sorpresa de muchos, y aunque le haya criticado duramente, comienzo a ver con otros ojos al Padre Juan Antonio Molina.
Reconozco que mi mentalidad será muy antigua o muy conservadora, pero desde que era monaguillo de pequeño, para mí la figura de un cura se trataba de una persona seria y respetable que transmitía la palabra del Señor, y jamás había imaginado que un perfil como el de Juan Antonio pudiera congeniar con lo anteriormente descrito.
No me entraba en la cabeza que un cura pudiera pasearse en calzoncillos con total normalidad ante la mirada de todos, que pudiera depilarse, que pudiera desobedecer a sus superiores por querer entrar en un reality…
Y por todo esto, he manifestado duramente toda una semana que el cura de Gh12+1 me caía fatal. Por lo que admito mi culpa, ya que el antiguo y el equivocado era yo.
Que la noche del miércoles Juan Antonio pidiera permiso al resto de sus compañeros para leerles un pasaje de la Biblia ha sido el detonante para que mi opinión sobre él comenzara a cambiar.
Tras 12 ediciones de concurso, nadie imaginaba que al poner el directo de Gran Hermano a altas horas de la madrugada, pudiéramos encontrarnos con semejante estampa, varios concursantes escuchando a un cura transmitirles la palabra de Dios, para más tarde crear una línea de debate.
Si realmente este señor ha decidido ponerse al mundo por montera, para conseguir que muchos jóvenes se acerquen a la Iglesia, ¡ole sus cojones! Porque lo que gana, seguramente supere con creces los problemas que su decisión ha supuesto en su profesión y en su vida.
Pero no todo lo que hace Juan Antonio de repente comienza a parecerme bien, con lo que os adelanto que nunca comulgaré con su afición de hacer uso de bromas de carácter sexual a las féminas de la casa. Las veo totalmente innecesarias y sacando el pie del tiesto…
Al igual que no comparto que el cura, nada más sentarse en la sala de nominaciones, se empeñe en recordarnos a todos que no tiene absolutamente nada en contra del resto de sus compañeros y que se lleva de fábula con todos ellos.
¡Somos nosotros los que tenemos que valorar el comportamiento y actitud de los concursantes sin necesidad de que ellos se vendan como en una campaña electoral!
Y justamente eso fue lo que anoche hicimos con Zulema, esa mística que va de diva por la vida, abrazando árboles y criticando por la espalda a todo aquel que se cruza por la casa. Para luego, desde plató, terminar admitiendo que no había terminado de integrarse bien con sus compañeros debido a que su horario era distinto al de todos ellos.
¡Tendrá cara dura! ¿No es esa la razón por la que se ha tirado una semana echando tierra encima de Pepe? El cazador cazado…
Zulema se ha dedicado a criticar aquello que le gustaría hacer y no se atreve, porque se ve que es del tipo de personas que en vez de esforzarse por cambiar, opta por atacar y destruir a quien consiga lo que ella no tiene.
Pero cualquier incongruencia era de esperar viniendo de esta chica, teniendo en cuenta que tras poner verde a Juan tachándole de manipulador, falso y lobo con piel de cordero y admitir que le produce rechazo y le cuesta digerir, después se sienta en la sala de nominaciones y aún estamos esperando que su nombre salga de su boca. Entonces, ¿en qué quedamos?
A pesar de todo esto, sólo nos queda tener lástima por Zulema, ya que me es difícil pensar en algo más penoso en un reality que llevar 9 años presentándote a unos castings para 7 días más tarde estar de vuelta a tu casa y con una pésima imagen a tus espaldas.
Por otro lado, David acompañó a Zulema a los estudios de Telecinco, batiéndose en duelo en las nominaciones con la asesora en estética tras haber metido la pata soberanamente durante toda la semana, a pesar de haber intentado arreglarlo días antes mediante unas lágrimas de cocodrilo que nunca llegué a ver salir de sus ojos por mucho que hiciera el son apoyado sobre el hombro de Juan.
Pero al final se libró de la expulsión gracias a que su contrincante generaba mayor fobia que él entre el público.
Aunque este nuevo sistema de expulsión me resulta original y llamativo, después de haber estado en esa misma casa durante 101 días, admito que me resulta un arma de doble filo.
Cuando te encuentras encerrado en esa Gran Hermano, no os podéis imaginar el valor que tiene para un concursante poder tomar un poco de aire fresco fuera de la casa de Guadalix, poder quitarte de un plumazo el miedo que te crea enfrentarte al plató y a la entrevista con Mercedes Milá, poder ver la cara de un amigo o familiar aunque sólo sea desde la distancia…
Y sobre todo, poder volver a esa casa habiendo tenido la posibilidad de conocer cuáles de tus compañeros son los que te han nominado y las razones por lo que lo han hecho.
David asegura que toda la información que ha conseguido en su viaje a plató no será utilizada en contra de sus compañeros, que él prefiere hacer borrón y cuenta nueva, pero eso es lo que dice ahora… ¿dentro de una semana cuando el hambre apriete y las rencillas entre los concursantes empiecen a tomar otro valor, va a ser capaz de no utilizar esas informaciones como arma arrojadiza? Lo dudo mucho…
Y aunque lograron sumar menos votos por parte de la audiencia, Mary Joy y Ariadna también formaron parte de la lista de nominados, teniendo el Páter razón sobre el peligro que podía suponerle a Ariadna haber hecho piña con Zulema.
Eso sí, no tengo claro si el resto de sus compañeros compartían la opinión de Juan Antonio, o si el mensaje de este ha calado fondo sobre el la opinión de los demás, reflejándose así en las nominaciones…
Para terminar, recordaros que desde anoche la casa cuenta con un nuevo habitante que ha entrado a formar parte del juego como concursante +1.
Se trata de Verónica, una joven bilbaína, separada y de carácter fuerte que logró vencer a otros dos reservas en su particular carrera de los estudios de Fuencarral hasta la casa de Guadalix de la Sierra, ganándose así su participación en el reality.
Veremos si el juego se ve alterado al añadir una nueva ficha en el tablero…
Por último, quiero daros las gracias a todos aquellos que me acompañáis desde las redes sociales, entre las que ya sumamos un grupo de más de 300.000 seguidores.
Si quieres ser el primero en comentar y ver en directo las últimas novedades, puedes seguirme desde Twitter y Facebook .
Para cualquier información referente a los temas que tratamos, este es nuestro correo electrónico: elconfesionariodekiko@hotmail.com