Raquel Mosquera pasó de ser una peluquera anónima a convertirse en portada de las revistas del corazón tras su relación y posterior matrimonio con Pedro Carrasco, ex-marido de la fallecida Rocío Jurado.
La muerte del boxeador supuso un duro golpe para Raquel, quien tardó mucho tiempo en recuperarse y volver a probar suerte en el amor. Su matrimonio con Tony Anikpe –del que nació su única hija- terminó en un sonado y polémico divorcio y, desde entonces, no hemos vuelto a conocer ninguna pareja estable de esta mujer todoterreno.
Ha participado en tres realities: Mujeres y Hombres y Viceversa, Mira Quien Salta y en Expedición Imposible -su participación en este último terminó antes de lo previsto debido a problemas de salud-.
Tremendamente discreta y con un marcado carácter de superación, en la entrevista que le realicé para la Revista Qué Me Dices! y que hoy comparto con todos vosotros en su totalidad, Raquel Mosquera se sincera sobre todo tipo de detalles sobre su vida, dejándonos impactantes titulares que dejan entrever que en su silencio se esconde una auténtica Caja de Pandora:
“Varias veces he tenido un cheque en blanco por hablar”
“Respecto a la herencia de Pedro Carrasco, tengo claro que ahora mismo hubiera hecho las cosas de otra manera”
“Me han llegado a proponer montajes hasta en tres ocasiones, entre ellos, algún famoso”
“Cuando falleció Pedro, me sentí muy dolida con el comportamiento de Lydia Lozano”
“Tengo que medicarme para no estar ni demasiado hiperactiva ni demasiado relajada”
“Por mis manos han pasado muchísimos actores de Hollywood”
“Fui quien hizo el famoso tatuaje de Elsa Pataky”
Raquel, recientemente te hemos visto buscando el amor en MyHyV, ¿por qué decidiste irte sola?
Porque necesito sentirme a gusto y que mi corazón me diga lo mucho que me gustas, para poder apostar por ti. Soy joven, pero ya no tengo 20 años, y la experiencia me dicta que debo asegurarme mucho antes de elegir una pareja.
¿Te ha frenado la posibilidad de que tus pretendientes fueran por quién eres más que por cómo eres?
Siempre te queda la incertidumbre. Primero quiero conquistar, asegurarme de que esa persona me quiere y luego no me importa salir en los papeles. No quiero que se aprovechen de mí.
¿Has sufrido mucho por amor?
Sí, soy una persona muy sentimental y, cuando me enamoro, me entrego mucho a esa persona. Incluso, a veces, me descuido yo por atender a mi pareja, por eso me da miedo volver a sufrir.
¿Se te acercan muchos buscones?
Sí que vienen hombres solteros y divorciados que me tiran los tejos. Incluso algunos me dejan notitas en el coche y me llaman haciéndose pasar por un familiar sólo por hablar conmigo. Y, mientras que no se pasen, es algo que halaga.
A la hora de buscar pareja ¿te importa la diferencia de edad?
Creo que a lo largo del tiempo he demostrado que no me importa la edad -porque con Pedro me llevaba 26 años-, ni la raza, -porque el padre de mi hija es negro-, ni la clase social.
A no ser que sea una diferencia de edad excesiva, mientras que sea un hombre maduro y realmente me enamore, a mí no me importa.
¿Qué condiciones tiene que reunir el hombre que te enamore?
Me conquista que sea buena persona, que tenga buen corazón. También tiene que ser trabajador, tener sentido del humor y mirar por mí. Que día a día me demuestre que me quiere, no sólo con palabras bonitas, sino con hechos.
La figura de tu hija también es fundamental a la hora de buscar pareja, ¿verdad?
Por supuesto, mi hija es lo más importante de mi vida y yo tengo que ver que ella se siente a gusto con esa persona, si no, no estaría con él. Aunque como ves, mi hija es una niña muy buena y muy sociable, ¡ha pasado de pedirme tener una hermanita a que me eche un novio!
¿Qué tal la relación con el padre de tu hija?
La relación es cordial, no soy una persona rencorosa. Él se marchó a África porque allí le van mejor las cosas, así que los domingos me llama para hablar con la niña.
¿Tu hija ha viajado ya a Nigeria?
No, porque es muy pequeña. Lo más normal es que su papá venga a verla a ella. Pero el día de mañana a mí no me importará ir a conocer sus orígenes.
¿Cómo lleva tu hija que su madre sea famosa?
Cuando era más pequeñita no lo entendía y se sentía incómoda, pero ahora lo lleva bien. Ve como una cosa normal que alguien se acerque a pedirme una foto.
Me dejó muy tocado cómo contabas en la Caja Deluxe cómo habías vivido la muerte de Pedro Carrasco, ¿crees que a día de hoy has superado todo lo que supuso en tu vida la pérdida de Pedro?
En la vida siempre hay algo que se te queda ahí… Estábamos muy enamorados, y que de la noche a la mañana desaparezca la persona a la que más quieres, es como un shock. Es muy difícil y lo pasé realmente muy mal.
Pero ahora te puedo decir que siento que lo tengo más superado, puedo hablar de él con naturalidad y no me hace daño. Aunque siempre le tengo presente, ha sido el amor más importante de mi vida y es algo que sale de mí.
¿Tienes trato con la familia de Pedro?
No pero, por ejemplo, cuando veo a Rosa, la relación es cordial y cariñosa. Aunque no hay amistad.
¿Mantienes relación con Rocío Carrasco?
No hay relación, ni buena ni mala. Por mi parte, era como una hermana pequeña… Pero soy muy discreta, y aunque varias veces haya tenido un cheque en blanco por hablar, soy incapaz.
Hace unos años dijeron que estabas pasando por un bache económico, ¿es cierto?
Sabes que se dicen muchas mentiras. Gracias a Dios llevo currando desde los 16 años. Me he comprado mi casa y mis locales, que cuando yo me metí en compras con Pedro, fue cuando falleció, justo un mes antes… Nadie me ha regalado nada.
¿Y de herencia?
Se hicieron las cosas y yo firmé. Sinceramente, no me sentía ni con ganas ni con fuerzas de estar de papeleos ni con rollos. Ahora mismo hubiera hecho las cosas de otra manera, lo tengo claro.
Pero eso demuestra que nunca estuviste con Pedro por interés…
Eso está clarísimo.
¿Te sentiste engañada?
Esa es una de las entrevistas por las que me ofrecían cheques en blanco, y no entré en eso ni aun necesitándolo…
¿Nunca te has arrepentido de haber rechazado ese talón?
No. En su momento no me senté para hablar de ello, hoy seguiría sin hacerlo, pero mañana no lo sé… Nunca se puede decir de esta agua no beberé.
Me imagino que esa entrevista dejaría con la boca abierta a muchísima gente…
Lógicamente sí. Está claro.
¿No te han ofrecido escribir tus memorias?
Sí, y hacer un Interviú. Si otra estuviese en mi lugar, se aprovecharía más de las circunstancias. Me han llegado a proponer montajes hasta en tres ocasiones…
¿De qué tipo?
Para salir con una persona, hacer unas fotos y enfocarle como mi nueva pareja.
¿Se trataba de alguien famoso para promocionarle?
Sí. ¡Me vino hasta con su representante!
Estuviste una breve temporada de colaboradora de Sálvame, ¿cómo fue esa experiencia?
Cuando voy a un plató sé a lo que me expongo e intento contestar a todo, pero me da rabia que se me falte al respeto o no se me deje hablar. Y de eso no me puedo quejar con vosotros, porque siempre que he ido a Sálvame he sido de las personas a las que más se me ha respetado.
¿Cómo te llevas con Jorge Javier?
Jorge Javier es un pillín. Quizás por lo bajo digo “¡qué cabrón!” Pero me gusta y me hace gracia cuando me pincha.
Uno de los enfrentamientos que has tenido en televisión fue con Lydia Lozano, con la que manteníais amistad, porque cuando fallece Pedro buscaba que le dieras una entrevista, ¿no?
Yo me sentí muy dolida, pero no soy rencorosa, y cuando coincidimos en Mira Quién Salta le di un beso de corazón. Pero lógicamente sé quiénes son mis amigos y quiénes no…
Cuando fallece Pedro todo el mundo quería entrevistas, pero Kiko, yo no cogía ni el teléfono. Me sentía muy mal, ni tenía fuerzas, ni sabía si me estaban grabando. Desde que salía de casa hasta que volvía a entrar todo el mundo me hablaba de Pedro y yo terminaba encerrada en el baño sin parar de llorar, me desahogaba y volvía a salir para ponerme a peinar, pensando en él.
En Mira quien Salta, te vimos muy arrimada a Fortu…
Fortu me encanta como amigo, si me gustase de otra manera, no me arrimaría tanto. Del concurso no me gustaba nadie en ese sentido.
¿Ni Escassi?
No. Está muy bueno, pero para mi amiga Sonia. Hemos hecho buena amistad.
¿Te han invitado a la boda de Beatriz Trapote y Víctor Janeiro?
No tengo todavía la invitación pero fui de las primeras a las que, antes de salir en la televisión, ya se lo habían dicho.
Dicen que de una boda sale otra boda…
Pues si es bueno, ¡bienvenido sea! Me pondré guapa por si acaso.
Este año has colaborado en tres realities y hemos descubierto a una Raquel distinta a la que conocíamos antes, ¿te ha ayudado mostrarte en televisión como realmente eres para afrontar la vida de otra manera?
Hay mucha gente que se ha sorprendido. No se esperaban que fuera una mujer tan fuerte, resistente y deportista y a mí me ha venido muy bien.
Me pareció muy valiente que hablaras con esa naturalidad de los problemas que te hicieron abandonar “Expedición Imposible”…
Hay mucha gente que me llama para que les aconseje cómo pueden llevarlo ellos así, pero yo aparte de recomendarles que se pongan en mano de sus médicos, poco puedo hacer, porque eso es algo que tiene que salir de ti. Yo soy muy luchadora y tengo mucha fuerza.
Te pusiste mal porque no te tomaste la medicación, ¿verdad?
Exactamente. Yo pasé una depresión muy grande y, por mi enfermedad, tengo que tomar una pastilla para no estar ni demasiado hiperactiva ni demasiado relajada, para estar normal.
Si te dejas de tomar la pastilla, en momentos de mucho estrés, te da mucha ansiedad.
¿Por qué dejaste de tomarte la medicación?
Yo cuando me preparé para lo del desierto, además de estar en la peluquería y ocuparme de la niña, me metía tres horas en el gimnasio, cuatro días a la semana. Entonces pensé que si no me tomaba la pastilla quizás tendría más energía….
Metí la pata, me tiré casi un mes sin tomármela y así me ocurrió… A 40 grados en el desierto, con una mochila de ocho kilos y bajo presión. Pero he aprendido lo que no debo hacer, y ahora nunca dejo de tomármela por las noches, me cuido y descanso bien.
¿Vas todos los meses al psiquiatra?
Sí, y está súper orgulloso de mí. Me ve súper bien.
Me han contado que trabajaste en el Hotel Ritz
Sí, cuando conocí a Pedro yo tenía mi propio centro de estética y de ahí me pasé al Hotel Ritz. Estuve trabajando allí durante tres años con el peluquero que fue de la Casa Real durante 20 años.
¡Por tus manos tienen que haber pasado grandes estrellas!
Sí, muchos actores de Hollywood como Kelly Lebrock, Jack Nicholson, Richard Gere cuando estaba casado con Cindy Crawford, etc. Además, vinieron todos los presidentes de Norteamérica y peinaba también a sus mujeres, que me hacían siempre algún regalo.
A Jesús Hermida le conocí allí, le atendía siempre y luego se enteró de que yo era quien salía con Pedro.
Las propinas serían generosas, ¿no?
Mucho. Yo cobraba en aquel entonces cinco mil pesetas por corte de pelo, y como propina me dejaban lo mismo.
¿Alguno de ellos te tiró los tejos?
Claro que sí. Yo era muy mona, delgadita, con tipazo y siempre arreglada.
También me han contado que el famoso tatuaje de Elsa Pataky se lo hiciste tú, ¿es cierto?
Sí, la luna que lleva. Se lo hice antes de que empezara a salir con Fonsi Nieto, a quien también peinaba.
Eres una mujer de lo más polifacética, ¿es cierto que también tienes licencia de armas?
Sí. Pedro y yo practicábamos el tiro al plato.
Pero no practicas la caza porque eres muy amante de los animales, ¿verdad?
No, eso de tirar y matar a un animal, no me gusta. Fui una sola vez a una cacería de conejos con Pedro, acerté a la primera, y no fui capaz de ir ni a recogerlo. Me tiré fatal un mes por haberlo matado.
¿Cuáles son tus nuevos proyectos? ¿Te veremos en otro reality?
Me han llamado de Acorralados y de Supervivientes. Me gusta trazarme metas y, cuando las consigo, me da mucha fuerza. Como ahora que he podido hacer la reforma en el centro de belleza y he conseguido otro de mis sueños, y más en los tiempos de crisis que tenemos.
Ahora si me ofrecieran otro concurso, me encantaría por ejemplo participar en Mira Quien Baila. ¡Iría a ganar! Me gusta el baile, el sacrificio y el esfuerzo.
Raquel, gracias por tus confesiones. Y, una vez más, agradecer a Luis Miguel las excelentes fotografías que acompañan a esta entrevista. Vestuario: Paco Cecilio.
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