La gran perdición de Yolanda
Yoli se enfrenta a un serio obstáculo en el concurso que cada día consigue que el maletín se aleje más de sus manos. Y no, la perdición de Yoli no tiene por nombre Jonathan, el mayor problema de Yoli se trata de ella misma.
Hay que reconocer que con el ganado que habita en la casa tampoco es que haya tenido mucho donde elegir, pero enamorarse perdidamente del primo con todas las letras ha sido una de las peores decisiones que ha podido tomar en su vida.
Porque compro que es el amor el que llama a tu puerta, que tú no puedes elegir de quien enamorarte… Pero sÍ sentir atracción por una persona nos nublara por completo el resto de nuestras decisiones, el mundo estaría aún más loco y tendríamos una excusa de carácter legal que nos eximiría de todos los errores que cometemos a nuestro paso, y ese no es el caso.
Yoli ha decidido enzarzarse en una relación que no va a ningún sitio. Y me atrevo a asegurar que, dejando de lado su encierro voluntario en Guadalix, su personalidad ha jugado un papel fundamental en su comportamiento, ya que la propia Yoli definía de la siguiente manera su relación con uno de los primeros amores de su vida: “Que cansina soy. Siempre te estoy mordiendo, chupando, pellizcando, besando, abrazando. Pero como te quiero, o sí ya lo creo que te quiero. Por cierto, nochecitas especiales a tu lado cariiii, y despertar y verte a mi lado me hace tan feliz. Hasta tus ronquidos me gustan!”
Está claro que su modus operandi no ha variado en absoluto, pero Jonathan también ha ayudado lo suyo para que la situación llegara a este punto.
Es verdad que el primo ha repetido hasta la saciedad que tiene fuera a “su gitana” pero también ha optado por hacer las veces del perro del hortelano, regalando a la de Albacete una de cal y otra de arena.
Si llevas más de 70 días encerrado en una casa con una chica que tiene fuertes sentimientos por ti que van más allá de lo físico y tú no quieres nada con esa persona, no estés todo el día toqueteándote con ella, no compartas cama con ella, no juegues con ella bajo las sábanas, no te sobes con ella en la despensa, no le regales la rosa que hiciste a tu madre, no evites por todos los medios que ella se aparte de ti rogando por su cariño cuando ella te lo quita…
Nociones básicas de parvulario que te impiden verte envuelto en una situación de difícil salida en la que las tus únicas opciones son quedar como un cerdo delante de toda España o seguir dando espacio a las ilusiones de alguien que terminará sufriendo por ti. Pero para ello hace falta tener más neuronas funcionales que el hámster al que Luis asegura que huele el pelo de Paula, y no ser un completo egoísta que sólo busca tener protagonismo a base de una falsa carpeta.
Porque al igual que al principio del concurso comentábamos las miradas de Omar a cámaras tras besar o intimar con la hawaiana, son más que habituales las de Jonathan cuando es abrazado por Yoli y permanecen juntos en la cama, verificando que forma parte del tan esperado plano.
Otro punto a tener en cuenta en toda esta historia son las falsas esperanzas que el hipócrita del primo mayor dio a Yoli hace tan sólo unas semanas cuando esta, después de una bronca con Jonathan, quiso apartarse un poco de él.
Juanma: “Tú no te vas a buscar nada porque quieres a mi primo”
Yoli: “No voy a hablar del tema, no voy a buscar lo que no me dan”
Juanma: ''Pues igual te dan…''
¿Por qué Juanma se empeñó en dar falsas esperanzas a Yoli animando a la chica a no tirar la toalla con su primo? Estrategia, falsedad o maldad, igual me da, ya que pocas horas antes Jonathan confesaba a su primo que creía estar enamorado de su gitana. Así pues, decir únicamente que Yoli se ha obsesionado con Jonathan es contar sólo una parte de la historia.
Aunque también hay que reconocer que hay pocas cosas que consigan que Yoli cese en sus intentos. Da igual si se trata de amor o de amistad, la de Albacete se ha dejado pisotear por cualquiera de sus compañeros, dejándose llevar por su creencia irracional de que todo el mundo es bueno y que en el fondo merece la pena.
Lo hizo con Vitín en infinidad de ocasiones, pidiéndole perdón por cosas que él había dicho sobre ella. Lo hizo con Alfredo, cuando este decidió despreciarla hasta el extremo y aun así Yoli quiso enterrar el hacha de guerra. Y anoche volvió a hacerlo una vez más con Jonathan, a quien pidió disculpas a pesar de que el primo le confesó que había llegado a decir sobre ella: “Le pego una hostia que la reviento”.
Yoli será cansina e insistente hasta la saciedad y queda patente que le falta aprender mucho de la vida, pero lo que está claro es que posee un buen fondo que resalta de sobremanera al de la mayoría de sus compañeros.
Por otro lado, la resaca del jueves pasado con la entrada de los amigos y familiares, unida a la visualización de los videos de apoyo que anoche los concursantes vieron desde El Debate, han creado distintas reacciones entre los habitantes de Guadalix.
Luis se tomó al pie de la letra el “sigue así” que le transmitió su familia y, viendo con buenos ojos su alianza con la hawaiana, ha decidido mover ficha y ya tenemos imágenes de sus primeros besos debajo de las sábanas y de cara a la cámara.
Lo que más me inquietó de dichas imágenes no fueron esos sonidos de caracol nadando en babas que daban rienda suelta a la imaginación, sino los movimientos que el torero protagonizó en solitario bajo las mantas mientras Paula dormía plácidamente a su lado. Después de Campamento de Verano, ¿Gran Hermano 15 ha visto nacer a un nuevo Pedre? Si es así, en este escenario Paula tomaría el papel de la polémica escritora, por lo que todo comenzaría a tener bastante sentido…
Mientras, Azahara sigue con sus continuos agobios, y es que lo de esta malagueña no tiene nombre. Anoche el drama de Azahara llegó a su estado máximo tras darse cuenta que su novio ni había ido a visitarla el pasado jueves, ni había formado parte de su video de apoyo en el que salió hasta su peluquera. ¿Y acaso se sorprende?
Sus continuas muestras de cariño a Juanma, sus conversaciones en clave, sus miradas de cordero degollado y sus celos infundados dicen mucho más de los sentimientos de esta chica que sus propias palabras, que en esta ocasión se limitaron a “no quiero que nadie lo pase mal por mi culpa, me siento culpable”.
Pero, ¿por qué se siente culpable? ¿Por haberse desenamorado de su pareja en la casa? ¿De haberse enamorado de un chico con novia? ¿De no haber tenido los arrestos suficientes para haber acudido al confesionario y haber dado opción a su novio a seguir con su vida?
Porque aunque la actuación de su novio haya dejado mucho que desear como lanzador de pelotas de tenis, no me gustaría estar en su pellejo. Ya que si eres testigo de que tu novia protagoniza 5 minutos de pasión con otro hombre, a pesar del bochorno te queda la opción personal de perdonarla. Pero cuando eres testigo de cómo tu novia se enamora de otro hombre, me parece que la única opción que te queda es aceptar la realidad.
Y es que son su comportamiento, Azahara me parece el tipo de personas que, en vez de dar por zanjada una relación, esperan a que el otro sea quien tome la decisión para así no cargar con la culpa a sus espaldas. Y teniendo en cuenta que hace unas semanas su novio eliminaba de sus redes sociales el 80% de las fotos en las que aparecía con Azahara, y que anoche lanzaba un mensaje por Twitter haciendo publicidad a la programación de otra cadena que se emitía durante El Debate, es más que probable que los planes de la malagueña hayan dado sus frutos.
Porque a ese “me siento culpable” le faltó detallar me siento culpable porque mi novio haya podido dudar de mis sentimientos, o me siento culpable si mi novio está sufriendo porque sigo enamorada de él como el primer día… En cambio, no ha tenido ningún reparo a la hora de enumerar las discrepancias que existen en su relación y lo incompatibles que son. Así pues, quien calla otorga.
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