El Páter y Noemí, esclavos de sus palabras

Hoy veo justo y necesario rescatar una jugosa y reveladora conversación que tuvo lugar entre Juan y Noemí durante la última fiesta de la casa, porque aunque no se hayan comentado esas imágenes, nos dejan mucha tela que cortar…

En ella, el Páter enseña la patita por debajo de la sotana, dejando de lado esa esa fachada de cura que entra en Gran Hermano para mostrar un lado más cercano de la Iglesia, para dejarnos ver que es una persona envidiosa, soberbia y vengativa, dispuesto a insultar y descalificar a sus compañeros a las espaldas.

Mientras, Noemí nos revela ese punto que quizás hasta ahora no hemos cogido de esta canaria, y que podría facilitarnos de sobremanera el comprender sus continuas contradicciones entre lo que hace y lo que dice.

Sin más rodeos os dejo con el video que he rescatado del 24 horas de Mitele.espara que, como siempre, tengáis la posibilidad de juzgar por vosotros mismos.

En primer lugar, lo del Páter me parece tremendo. ¡Su discurso destila rabia allá por dónde lo mires!

Tiene una inquina y una envidia descomunal al bailaor que empeora más aún, si cabe, la imagen que tenía formada sobre este individuo.

“Cuando estoy comiendo o cenando y tengo que estar todo el día escuchando que si él es de corazón y de la palabra, me dan ganas de dar un golpe en la mesa y decir ¡Tú eres un gilipollas, eso es lo que eres! Lo que pasa es que no me apetece…”

¿Lo que pasa es que no te apetece o es que no eres lo suficientemente valiente para decirle a la cara todo aquello que vas vomitando a sus espaldas?

Es alucinante que encima termine puntualizando que si no lo hace, ¡es porque no le apetece! Vamos, lo más lógico

teniendo en cuenta que es un cura de 40 años que pretende atraer a la juventud ¿no?

¿No os iríais a pensar que no insulta a bocajarro a un compañero porque considera que no es lo adecuado, o que no debe dejarse llevar por sus instintos más bajos?

Querido Juan, con este último numerito te llevas la palma, y me completas toda la quiniela de pecados capitales que has ido desgranando poco a poco durante el reality: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia, soberbia… ¡No te dejas ni uno!

Si hay alguien que todavía tenía alguna duda sobre el futuro de este cura, entre sus continuos comentarios subidos de tono, sus manoseos y sus bromas fuera de lugar, queda claro que con este tipo de insultos dirigidos hacia uno de sus compañeros con ese tono amenazante e incluso, algo agresivo, estoy seguro de que la Iglesia no quiere semejante alhaja ni regalada y envuelta con un lazo.

Si tanto predica sobre la sinceridad, el compañerismo y los buenos sentimientos, ¿cómo luego tiene la cara dura de insultar de esta forma a uno de sus compañeros?

¿No decía que su sueño en Gran Hermano ya estaba cumplido y que él no iba a rebajarse y clavarse puñaladas por la espalda por un concurso?

¿No nos intenta vender semana tras semana que se lleva a la perfección con todos sus compañeros y que no tiene ningún problema con ninguno de ellos mientras, curiosamente, el nombre de Pepe siempre sale a relucir?

Eso sí, el Páter nunca se olvida, durante su intento de lavado de imagen, de aclararnos que su nominación es “por descartes”, al igual que hizo el lunes su propia hermana. ¿Esto les viene de familia o es que se creen que la audiencia se chupa el dedo?

¡Menudo falserio se gasta el curita!

¡Flaco favor estás haciendo a tu congregación!

Querido Juan, reza porque la gente sea lo suficientemente inteligente como para no creerse el mensaje que nos querías vender con tu entrada en Gran Hermano, y que no lleguen a pensar, tal y como tú querías, que los curas modernos son como tú, ¡porque las iglesias se quedarían más vacías que un solar abandonado gracias a ti!

Y hablando de falsos, por otro lado, me llamaron poderosamente la atención las palabras que utiliza Noemí como pieza clave para diferenciar lo verdaderamente importante en el comportamiento de una persona, lo que le define, con lo que debemos quedarnos…

“Los actos hacen a las personas, no las palabras. ¿Para qué creer las palabras si los actos te confirman otras cosas?”

¡Yo creo que es imposible meter más la pata que esta chica!

Pero gracias a sus propias declaraciones si alguno de vosotros aún seguía creyendo en la nobleza de sus palabras, en sus arrepentimientos fugaces y en sus lloros forzados que luego no se correspondían para nada con lo que hacía y cómo actuaba a continuación ¡aquí tenemos el quid de la cuestión!

Que decía que quería a Paolo… Pues no hay que creérselo, ya que tardó nada y menos en meterse en la cama de Alessandro para dar rienda suelta a la pasión.

Que ahora dice que quiere a Alessandro… Pues gracias a su aclaración ya sabemos que no debemos dar ningún tipo de importancia a sus palabras cuando con su comportamiento nos demuestra todo lo contrario, con su beso robado a Pepe, con su intento de calentar a todos los tíos, con sus edredonings en Brasil…

Vamos, ¡qué hoy tenemos más claro que nunca que esta chica está intentando vendernos el papelón de su vida mientras hace lo que le viene en gana y se ríe de sus compañeros y de toda la audiencia!

Pero la decisión está en vuestras manos, y en esta ocasión más que nunca ya que ambos se encuentran en la palestra.

En mi caso lo tengo claro, quiero al Páter fuera de esa casa ya por falso y “viejo verde”, y a Noemí ya le llegará su turno, que para eso somos fieles seguidores de este reality y vamos quedándonos con todo lo que sucede en Guadalix. Y mientras tanto, que siga haciendo de las suyas, porque aunque detesto sus formas, sus medios y sus fines, nadie puede negar que nos está dando multitud de momentazos y temas a debatir, cosa que el Páter no logra ni por asomo desde hace ya muchísimas semanas.

Por último, quiero daros las gracias a todos aquellos que me acompañáis desde las redes sociales, entre las que ya sumamos un grupo de más de 350.000 seguidores.

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