Olvido utiliza la enfermedad de Belén para hundirla
Anoche, la expulsión de Los Chunguitos por decisión de Mediaset, y la entrada de Kiko Rivera a GhVIP fue todo un acontecimiento, tanto para los concursantes como para los espectadores. Un acontecimiento que fue totalmente relegado por una intensísima noche de broncas ininterrumpidas que tuvieron lugar hasta altísimas horas de la mañana, y que se posicionaba muy cercana a la famosa noche en la que Paula, Omar y Lucía nos mantuvieron pegados a la pantalla en Gh15.
La gala de anoche fue un éxito rotundo donde los haya que contó con 4,3 millones de espectadores y un impresionante 31,5 de share, cifra que únicamente tuvo rival en las finales de Gh10 y Gh11, por lo que desde aquí felicito a la organización del programa y a la productora por semejante éxito más que merecido.
A pesar de haber sido testigos de una segunda gala de GhVIP3 de las que hacen historia, todo lo sucedido después de esta fue tan sumamente fuerte que incluso la expulsión de Los Chunguitos me resulta lejana.
Antes de conocer la decisión de la cadena, Toñi Salazar, hablando también en nombre de su hermana Encarna, me pedía ayuda desesperadamente para sacar a sus hermanos de GH VIP:
“Kiko, ¿qué podemos hacer? Hemos llamado a su representante para que saquen a mis hermanos de allí. Por favor, que los saquen a toda costa. Estamos pasando vergüenza ajena. No vamos a ningún sitio a defenderlos porque sabemos que es totalmente indefendible. Mis hermanos no saben lo que es un reality, se creen que sólo se conecta en las galas y que sólo se ve eso. Ni se imaginan la que les espera fuera. Todo es fruto de su incultura y me da muchísima pena porque mis hermanos han vendido millones de discos”.
Mientras, la casa de Guadalix era revolucionada por una panda de chicos de similares características físicas y vestidos de negro entre los que se encontraba camuflado Kiko Rivera. Decir que esas imágenes fueron impagables se queda corto, ya que observar al hijo de Isabel Pantoja y sus clones armando jaleo mientras se chocaban unos con otros y hacían caso omiso a las órdenes del súper parecía formar parte de un sketch de humor más que de una prueba en la que se jugaba su futuro como señor y criado en los próximos días.
Ante tal imagen, Víctor Sandoval, Ylenia, Olvido y Aguasantas fueron incapaces de detectar a su nuevo compañero por lo que automáticamente Kiko Rivera se ganó su puesto como lo que más tarde demostró que le viene como anillo al dedo.
Los concursantes fueron llamados uno a uno a confesionario para encontrarse con Kiko, y sus reacciones fueron de lo más sorprendentes. Laura Cuevas lejos de preocuparse, en un primer momento se mostraba radiante de alegría. Y Aguasantas más de lo mismo, llegando incluso a derramar alguna que otra lágrima que aún no acierto a entender.
Pero la alegría duró poco. Una vez que los roles de ambos grupos fueron intercambiados, a excepción de Ylenia y Víctor que permanecieron en sus antiguos puestos como castigo y premio tras la opinión de sus compañeros, los primeros roces no tardaron en llegar.
A pesar de que la primera toma de contacto entre Laura y Kiko fue de lo más amigable, una vez dentro de la casa el hijo de la tonadillera hizo uso de su puesto como señorito y mandó a Laura traerle un vaso de agua, añadiendo como coletilla a su petición un innecesario “como en los viejos tiempos”. Comentario que desató la rabia y las lágrimas de Laura.
Que Laura se haya buscado la animadversión de Kiko debido a los comentarios que ha vertido sobre su madre, es de lo más entendible. Es más, ni siquiera comprendo cómo pudo estar hablando con ella nada más verse como si nada hubiera sucedido. Pero esa salida de tono clasista hasta el extremo me pareció fuera de lugar.
Que Kiko pueda atacar a Laura por haber echado pestes de su madre, o que intente demostrar que todo lo que ha contado en los platós ha sido mentira entra dentro de lo lógico y lo esperado. Pero utilizar de manera peyorativa el puesto de trabajo que desempañaba el padre de Laura para intentar hacer que esta chica se sintiera inferior a él porque, en la vida real y fuera del juego de GhVIP, él sí era el señorito de la casa y ella la hija del mayoral, es decir, el servicio, me resultó muchísimo más ofensivo que cualquier insulto.
Y es que aunque parezca obvio, hay que recordar que nadie es más que nadie. Que tú limpies escaleras o cuides de una finca no da derecho a nadie a hacerte sentir una persona de peor categoría, y mucho menos el dueño de ese cortijo. Porque es de vital importancia saber obedecer, pero de igual o mayor manera, saber mandar. Y esto es extrapolable tanto a la vida real como al juego de criados y señoras que se está celebrando en Guadalix.
Y es que justo ese punto fue el que pareció olvidarse por completo Olvido Hormigos quien, con una mala baba sin límites, no dudó en hacer uso de su nuevo puesto de señora para intentar humillar a Belén Esteban y generar una nueva bronca más.
El ambiente entre ambas féminas estaba muy caldeado. Los mensajes que la ex concejala escribió en las redes sociales sobre Belén antes de que diera comienzo el reality no fueron más que el comienzo porque, una vez dentro de la casa, las disputas no han parado ni un solo momento.
Ayer por la tarde el enfrentamiento se volvió mucho más duro con motivo de las nominaciones entre compañeros. Los señores debían elegir al peor criado y los criados tenían que nombrar al mejor señor.
Aunque los compañeros de Belén se ofrecieron a votar a Olvido como la peor criada como vendetta de la última bronca que había tenido lugar la noche anterior, mi compañera fiel a sus principios agradeció el apoyo pero se negó en rotundo, no queriendo perjudicar a Olvido como concursante por dejarse llevar por problemas que han surgido entre ellas a nivel personal.
Una muestra de nobleza que por desgracia nos ha recordado que nunca hay que dar ventaja a nuestro enemigo, ya que la actuación de Olvido fue totalmente opuesta a la de Belén, intentando que sus compañeros castigaran a la de Paracuellos por temas que sólo les incumben a ambas, y decidiendo que Víctor fuera el elegido tras producirse un empate.
Así pues, gracias a que Belén no quiso hacer la puñeta a Olvido y obligarla a volver a hacer de criada, la ex concejala de los Yébenes se infló como un pavo al verse por encima de su contrincante y decidió hacer uso de su rol para que Belén estallara nuevamente.
El motivo, el desplazamiento y colocación de las maletas. Algo totalmente absurdo que derivó en un comentario desdeñoso en el que se dirigió a Belén como “la criada”. Como era de esperar, mi compañera saltó indignada y ambas comenzaron una nueva guerra en la que Belén nos recordaba a la primera edición de Gran Hermano entonando un “¡jodete!” al recordar a Olvido que se encuentra nominada.
La casa se convirtió en un auténtico hervidero de disputas, incluyendo a Ylenia contra Ares y Fede en un bucle de lo más surrealista. Pero la bomba de la noche tuvo lugar cuando los ánimos entre Belén y Olvido tocaron techo, dando lugar al siguiente intercambio de palabras…
Belén: “Tómate una copita de champán que se te da muy bien”
Olvido: “Y tú tomate otra cosita”
La se formó a continuación es imposible de describir en tan sólo estas líneas. La Ylenia de Gandía Shore hizo su aparición en pantalla llamando todo menos bonita a Olvido, Víctor Sandoval no paraba de chillar a Belén que acudiera al confesionario para pedir la expulsión disciplinaria de Olvido, Belén salía corriendo por el pasillo para enfrentarse a Olvido y saltaban todas las alarmas…
Una situación de lo más desagradable que consiguió hundir por completo a mi compañera que, a las 5:30 de la mañana, lloraba desconsoladamente mientras se lamentaba entre lágrimas y con un hilo de voz muchísimos grados más bajo de lo normal: “Ese san Benito lo voy a tener toda la vida y me da mucha vergüenza. Mi hija tiene 15 años…”
Asco, repugnancia, indignación y rabia son algunas de las sensaciones que me corrieron por el cuerpo al observar a Belén derrumbada sintiendo vergüenza de ella misma, cuando debería estar haciendo todo lo contrario. Debería estar sintiéndose orgullosa por su fuerza, por su superación, por haber conseguido dar un giro radical a su vida, por haber podido salir de ese pozo, por haber tenido el valor necesario para confesarlo delante de toda España, por haberse sometido a un tratamiento y haber salido victoriosa de esa lucha.
Y aun así hay quien en las redes sociales comparaba como si tal cosa ese intercambio de palabras justificando la bajeza de Olvido Hormigos. ¿A dónde vamos a llegar?
Olvido es una mujer que ha salido a la palestra por el sonado video de carácter sexual que envió a su amante. Ha seguido siendo noticia por sus imágenes en compañía de hombres que no eran de su marido a altas horas de la madrugada entrando o saliendo de casas ajenas u hoteles. Hace tan sólo unos meses fue portada de la Revista Qué Me Dices! magreándose a lo bestia con un señor desconocido a la salida de una discoteca y, más tarde, se sentó en Sálvame Deluxe para confesar que buscaba otras cosas fuera de su matrimonio y que el agua con misterio derribaba todo aquello que le decía que lo que quería hacer era moralmente incorrecto, por lo que daba rienda a la pasión con quien le apeteciera en ese momento.
Todo ello admitiendo por activa y por pasiva que no tiene ningún problema con el alcohol y que es una mujer libre, cosa que hay que respetar por encima de todo. Pero, ¿qué tiene que ver todo eso con el caso de Belén?
¿Cómo me definiríais si teniendo delante a Sofía Cristo o a Pedro García Aguado utilizara ese punto de sus vidas que ya permanece en el pasado y que han superado con auténtica valentía con la única intención de hacer daño? ¿Dónde se quedan nuestros alegatos políticamente correctos sobre el hecho de que las adicciones son un duro problema al que se enfrentan muchísimas personas y que se trata de una enfermedad a tratar? ¿Ahora eso es comparable con hacer uso de tu libertad para beneficiarte a quien te dé la gana mientras tu marido te espera en casa con los niños? ¿En serio estamos llegando a ese punto?
Por eso y mucho más espero y deseo que el próximo jueves Olvido sea la elegida por la audiencia para abandonar esa casa, porque esa señora podrá gozar de todos mis respetos en cuanto a que tiene todo el derecho a hacer uso de su libertad como le plazca y acostarse con quien quiera estando soltera, casada, separada o divorciada. Pero como persona ha demostrado que más bajo no se puede caer.
Quiero y apoyo a mi compañera y Olvido sólo puede producir sufrimiento a su estancia en la casa ya que en tan sólo cuatro días ha demostrado que para ella no existen los límites. Porque no hay nadie más peligroso en esta vida que quien no tiene nada que perder, y en este caso está claro que Olvido es de las que opta por morir matando…
Así pues dejemos al torero dándonos juego en las noches de fiesta. Dejemos a Laura Cuevas para que ella y Kiko Rivera nos den los momentos que tanto esperamos y echemos a la calle a la ex concejala, que por garantizarse un paseo por los platós de televisión es capaz de llegar a lo más bajo que se haya visto en un reality.
Para completar una noche de lo más entretenida y surrealista, no quiero olvidarme de Víctor Sandoval hablando animadamente con Olvido después de haber pedido su expulsión, dejando muchísimo que desear como amigo y compañero de Belén.
Y, sin duda, no quiero dejarme en el tintero esa imagen de Kiko Rivera –que no ha parado de dar información del exterior- mostrando a sus nuevos compañeros un trapito bordado que asegura formar parte de los trabajos de manualidades que su madre hace actualmente. Y que después de lloros y enfrentamientos, anoche a las 4:30 de la mañana Kiko, Aguasantas y Laura charlaban entre risas como tres amigos de toda la vida en el jardín de la casa.
¡Este GhVIP es de lo mejor que hemos visto en mucho tiempo! Si todo esto ha sucedido llevando cuatro días de reality, ¿qué será lo próximo que nos espera?
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