Anoche volvió a ser la gala de nuestra canaria preferida, Noemí, esa concursante que está muy afectada por su paso en un reality y que nos regala cada día joyas de un valor incalculable en forma de videos, perlas en forma de acoso hacia Alessandro, su ex pareja o ex folla-amigo dentro de Guadalix.

El caso es que lo que comenzó siendo un juego y algo inocente, como una simple mentira sobre una supuesta infidelidad, se está convirtiendo en un acoso en toda regla que dejaría a Glenn Glose en la película de Atracción Fatal en una mera aprendiz… Ya que, bromas aparte, la insistencia de la de Lanzarote dejó de tener gracia para pasar a preocuparnos seriamente.

¡No se puede admitir ni tolerar una actitud así bajo ninguna circunstancia! Máxime cuando a otros concursantes, por la mitad o incluso por un 10 % de lo que esta haciendo Noemí, han sido expulsados de la casa.

Como recordamos el caso de Indhira y su vaso de agua, Arturo y la lasaña, Gonzalo y el lanzamiento de silla, o Carlitos el Yoyas que fue directamente tema del Congreso de los diputados y se quedó con la etiqueta, justificada o injustificadamente, de maltratador.

Las imágenes de Noemí lanzando zapatillas a la cabeza de Alessandro me parecen asquerosas, algo que tendría que preocupar bastante a su familia, a su madre, a sus amigos, a la gente que quiere un mínimo a este chaval, porque no creo que nadie merezca un trato tan vejatorio como el que está recibiendo el italiano ante los ojos de toda España, y por alguien que, recordemos, morirá matando, pues Noemí lo tiene todo perdido, imagen, fama, reputación... y al parecer, no quiere caer sola.

Por lo que, no seré yo quien lleve la contraria a Mercedes Milá cuando comentó nada más ver las imágenes en las que Noemí se liaba a puñetazos con el italiano, se metía en el sofá, en su cama, en la ducha -y sin previa invitación por parte de Alessandro-, que si fuera un hombre en vez de una mujer quien hiciera eso, tendría un nombre...

¿Se lo ponemos desde aquí? ¿Maltratador? ¿Acosador?

Además, según la opinión de la presentadora, dicho hombre tendría que marcharse no sólo del concurso ¡sino también del país!

Así pues, ¿por qué no se le aplica a Noemí la misma vara de medir? ¿Simplemente por ser mujer? ¿Por no estar bien de lo suyo? ¿No queremos igualdad entre hombres y mujeres? ¿Por qué este caso es distinto al resto de los ya mencionados?

No me parece legal que pasemos por alto semejantes imágenes. Y me parece totalmente injusto e inapropiado que esta concursante disfrute de los mismos privilegios que el resto de sus compañeros y, menos aún, que siga optando a un premio de 20.000 euros.

Aunque los telespectadores no somos imbéciles, y estoy seguro de que la audiencia votante castigará duramente a esta concursante quitándole cualquier opción a ganar ni un mísero euro más gracias a su comportamiento en este concurso.

Automáticamente, siendo Pepe el mayor afectado de esta decisión, que verá cuando salga de la casa que su defensor en plató se ha cubierto de gloria señalándole a Noemí como la más uno que tenía que elegir. Ya que lejos de ser la concursante que le aportara la lluvia de votos necesarios para proclamarse ganador del reality, será la única razón por la que muchos decidan no votar al bailaor por la persona que arrastraría en su victoria…

¡Y es que Noemí se encuentra totalmente fuera de órbita! Sólo hace falta ver cómo ríe y acto seguido se le caen lágrimas de dolor, y a los 4 segundos retoza con Dani, después quiere ver el miembro de Aless para terminar cogiéndole el paquete a Pepe...

Pobre Noemí, espero que tu familia y amigos te apoyen cuando estés fuera, porque como tengas que fiarte de las Noemistas, ¡acabarás peor de lo que estás!

Y mira qué ya es decir, porque el numerito que protagonizó anoche la canaria enseñando el culo, las tetas y la rajeta del mismísimo a todos sus compañeros en medio del salón de la casa ya resulta difícil de calificar a cualquiera sin echar mano de ningún manual…

Cambiando de tercio, el resultado de las votaciones sorprendió a casi todos, situando a María como cuarta y última finalista, mientras Sindia se quedaba momentáneamente fuera de juego.

¡Son cosas paranormales que no tienen explicación ninguna! Pues, ¿qué méritos ha hecho la jerezana para ganarse un puesto en la final y no nuestra recoge mondarinas??

¿Cuál es el exactamente el comportamiento que premiamos en María frente al de Pipi? ¿Su posado en Interviú? ¿Su ligereza al meterse en la cama con un chico ennoviado delante de toda España?

¿O sólo ha sido directamente beneficiada del comportamiento de Noemí al ser su archienemiga reconocida convirtiéndose así en finalista como su peor pesadilla durante sus últimos días en el concurso? Esta teoría seguro que haría a la canaria morirse del gusto…

Es lo malo que tiene un reality tan largo, y dar por hecho que Sindi lo dio todo al principio del concurso, haciéndonos partícipes de su evolución personal al descubrir que existía un nuevo mundo más allá de las paredes de su casa, de su enamoramiento no correspondido, de su ruptura con Sergio después de 5 años de relación…

Pero no hay más que echar un vistazo a la aparición en plató de ambas féminas para hacernos una idea de cuál hubiera sido la finalista merecida de ambas.

Lo único que engrandeció a la jerezana fue su decisión de elegir a Sindi como su más uno, volviendo a poner de nuevo en el juego a una de las concursantes más importantes de esta edición en vez de elegir a ese mueble desaliñado del que asegura esar locamente enamorada.

Pero, aunque muchos quieren santificar a María por esa decisión, encuentro más estrategia que corazón en su elección, como en casi todo lo que hace y dice esta chica.

Mientras, Sindi se enfrentaba a una dura situación en plató volviendo a la realidad de sopetón después de 3 meses de aislamiento en Guadalix.

Ahí estaba esperándole Sergio, tan interesado como siempre, que pasó de la ilusión de poder ser repescado por su antigua churri para ganarse un sobresueldo, a un cabreo de campeonato al comprobar que su pase a la final se desvanecía delante de sus narices, y que su influencia en Sindi ya no gozaba de la misma intensidad ya que la joven osaba a contradecir sus palabras o incluso a maldecir su actitud o comportamiento, algo totalmente nuevo e inesperado para este cromañón que ha hecho piña con el payaso de micolor…

Por su parte, Azucena, comenzaba su discurso como abanderada de la amistad mientras lanzaba dardos envenenados a su supuesta defendida. Hija mía, con amigas como tú y con quereres como los tuyos, no se necesitan enemigos en esta vida…

¿Qué buscabas, el minuto de protagonismo que tanto ansiabas? ¿O quien hablaba era tu despecho al darte cuenta de que por muchas vueltas que diera esta edición de Gran Hermano nunca habrías sido la elegida de Sindia y que únicamente se trataba de una absurda ilusión en tu cabeza?

Pero para protagonismo fuera de lugar el que anoche tuvo Carmen, la madre de Sindia, que actuaba como si su hija no tuviera suficientes dedos de frente para decidir qué pensar ni a quién creer, mientras aprovechaba para meter más leña al fuego.

Es entendible la actitud y las palabras que Carmen ha tenido hacia Sergio durante el transcurso del programa como defensora de Sindi, pero una vez que la concursante en cuestión pone un pie fuera de esa casa, su defensor en plató debe asimilar que su papel en la función ha tocado su fin, en vez de comportarse como una nueva madre coraje que se entromete en la relaciones sentimentales de su hija formando una auténtica batalla campal con su yerno por los programas de televisión, como ya conocemos unas cuantas…

Y como es el caso de la hermana de Noemí, nunca apoyaré que un defensor o familiar intente ocupar a empujones el lugar que le corresponde a los verdaderos protagonistas de la historia.

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