Anoche, por primera vez en la historia de Gran Hermano, poníamos cara a los porcentajes. Un resultado favorable en forma de manzana envenenada.
Tras la expulsión de Laura Campos y Rappel con unos porcentajes de apoyo ínfimos, tal y como era de esperar, Laura Matamoros y Carlos Lozano se convertían en los únicos finalistas que optan por el título de ganador de 'GH VIP4' junto con el preciado maletín.
La cara de Laura Matamoros correspondía al 58,5%, mientras que la de Carlos se reflejaba en un 41,5%, motivo de celebración para los lauristas. Pero, conocer que Laura se encuentra actualmente en cabeza para ganar el concurso puede volverse en nuestra contra.
Por un lado, todos aquellos que tras escuchar hasta la saciedad que España es lozanista y anoche comprobaban con ilusión que su favorita estaba ganando por goleada a Carlos, pueden caer en el error de acomodarse. Pensar que ya está todo hecho y que tenemos la guerra ganada. ¡Y nada más lejos de la realidad!
Todavía queda una larga semana para conocer el ganador de 'GH VIP4' y los seguidores de Carlos Lozano desde anoche están más organizados que nunca enviando votos a mansalva para conseguir dar un vuelco a los porcentajes.
Y, lauristas, no nos engañemos, tienen tiempo de sobra para poder llevarlo a cabo. Más aun, cuando la mayoría de ellos daban por hecho que Carlos tenía la victoria más que asegurada y ahora han enfocado todas sus fuerzas en intentar llevar a cabo su objetivo hasta el final.
Así pues, desde aquí ánimo a todos aquellos a los que Laura os ha conquistado con su sinceridad y autenticidad y queréis evitar por todos los medios que un personaje totalmente ficticio y arrogante como Carlos Lozano pueda ser recompensado por sus actuaciones forzadas de martes, jueves y domingos, que votéis ahora más que nunca.
Porque si no, el temido sorpasso se producirá de manera irremediable, los lamentos no servirán absolutamente de nada y tendremos que hacer frente a la derrota más amarga tras saber que, tan sólo una semana antes, nuestra Laura Matamoros podría haber ganado sin resultados ajustados.
Anoche tanto Carlos como Laura pudieron disfrutar de una llamada de sus familiares. El primero pudo hablar con su hija Luna, y la segunda con su madre Marian Flores. Momentos que ambos vivieron claramente emocionados.
Pero, ni la emoción de esas llamadas ni los videos que pudieron visionar de los comentarios que han suscitado fuera de la casa, hicieron que ninguno de estos dos finalistas cambiara su esencia.
Laura siguió su línea habitual, mostrándose clara y tajante. Sin medias tintas. Sin divagaciones absurdas. Sin hacer uso de la pena para intentar convencer al espectador que merece ganar por ser una pobre víctima de las circunstancias…
Caso totalmente apuesto al de Carlos Lozano, uno de los motivos principales por los que este concursante me produce un profundo rechazo. No hay momento que desaproveche para vender su papel de víctima, de aislado injustamente por sus compañeros, de atacado sin ningún motivo ni razón.
Carlos es incapaz de hacer autocrítica. Para él es mucho más cómodo esparcir la basura encima de todos los que le rodean que admitir sus propios errores, hasta tal punto que ha conseguido crearse y vivir en una realidad paralela.
Una realidad inexistente en la que Carlos Lozano no ha sido más que un concursante simpático y dicharachero al que han obligado a sacar los dientes para defenderse ante los ataques que le han regalado todos sus compañeros de forma injustificada. Porque Carlos nunca ha ido en contra de sus compañeros en cuanto ha sabido que estaban en directo, yendo a la yugular y a sus puntos débiles para dejarlos tocados y hundidos…
Este es el papelón infumable que Carlos Lozano nos vende, mientras Laura Matamoros simplemente se muestra tal y como es, sin tapujos ni filtros de ningún tipo, para bien o para mal.
Yo tengo claro lo que espero de un concursante de reality y lo que considero que debe ser un ganador de una de sus ediciones, y Laura indudablemente reúne todos y cada uno de los requisitos.
Sólo nos hace falta un último empujón para conseguirlo. Ahora mismo tenemos el viento a favor. No dejemos que un posible sorpasso arrebate a Laura Matamoros su justo y merecido puesto de ganadora.
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