¡A dormir a Cantora!
Desde que comenzó 'GH DÚO' he escuchado sin parar que en este reality íbamos a conocer al nuevo Kiko Rivera. A una renovada versión del hijo de la tonadillera que nos sorprendería gratamente dejando atrás todo aquello que tanto nos ha chirriado del pequeño del alma.
Y, ¿qué queréis que os diga? Yo lo único de lo he sido testigo es del regreso de la versión más casposa de Paquirrín en estado puro.
Es cierto que durante los primeros días consiguió mantener su papel bajo control pero, desde hace ya semanas, Kiko Rivera ha ido despojándose poco a poco de la careta de 'chico reformado' para dejar al descubierto al verdadero Paquirrín que tan poco hemos echado de menos.
Aplaudo el ojo clínico que tuvo Santiago Segura para contar con él para un cameo en su película. Y no me refiero a sus grandes dotes como actor, sino al Torrente que este chico lleva dentro. ¡Un fiel retrato del personaje de ficción!
Cada día deja patente que no le hace falta guión ni director, mientras nos deleita con alguna de sus bromas, relatos y hazañas dignas de chascarrillos de las películas de Fernando y Esteso.
La verdad es que es para mondarse haciendo chistes sobre cómo en el timbre de los burdeles suena su nombre, o cómo su mujer está pensando en dejarle a él a sus hijas mientras ella pretende irse a la feria. ¡¿En qué cabeza cabe?!
O las tiernas imágenes que está dejando grabadas en nuestras retinas protagonizando momentazos a la altura de las míticas escenas de 'Ghost' o 'Titanic'… Esas en las que aparece Irene recolectando cera en las orejas del pequeño del alma o cuando se ocupa de cortarle una a una las uñitas de sus aromáticos pinreles. Sin duda alguna, una hermosa estampa a la altura de un unicornio defecando arcoíris.
¡Lo único que me preocupa es quién se ocupará de sus necesidades básicas si este jueves resulta el expulsado de 'GH DÚO'! ¿Mamá Pantoja tendrá que hacer el relevo a Irene? Porque, visto lo visto, parece que a sus 35 añazos este chico sigue siendo incapaz de valerse por sí mismo. Es más, aún alucino de cómo es capaz de limpiarse solito en el baño sin que Irene tenga que ir a rematar la faena.
Por todo lo que digo y, sobre todo, por lo que no estoy diciendo, espero y deseo que Kiko Rivera se convierta en el próximo expulsado del reality.
Su comportamiento ha dejado tanto que desear que sólo hay que hacer un breve recordatorio mental de lo que ha sido su paso por el concurso para tener claro que él se merece más que nadie que su aventura en el reality haya llegado a su fin.
Dentro de la casa hace las veces de un mueble muy caro que no nos ha brindado la utilidad que nos vendían. Su ausencia no nos resta juego, es más, sería más que beneficiosa. Sobre todo para Irene, que bien merecido tiene por lo menos una semana de descanso.
Y, a nivel concurso, si los grupos de fans de los demás concursantes no se dejan llevar por sus filias y fobias y se paran a pensar un minuto, se darán cuenta que para todos ellos lo mejor es unir fuerzas y no desaprovechar la ocasión de poder mandar al Pantojo a dormir a Cantora.
Kiko Rivera forma parte de la única pareja que permanece en la casa. Y ahora que juegan individualmente, su ventaja está más presente que nunca. Ahí dentro tiene a su mujer y a su amigo de la infancia. Dos concursantes que nunca le darán puntos en las nominaciones, y que le salvarán de estas en cada ocasión que se presente. Y todo sin haber movido ni un solo dedo. Sin ganárselo. Sin necesidad de un buen juego o estrategia.
Está en nuestro mano nivelar el juego y, de paso, hacer un poquito de justicia. Y ya si eso le regalamos a PaquirrÍn un bono de compensación de 'crash therapy' para que lo disfrute fuera de la casa.
¿Tienes información sobre algún famoso? Ahora puedes ponerte en contacto conmigo en WhatsaApp mediante mi número de teléfono 644 33 02 33 (solo mensajes de texto). Si lo prefieres también puedes utilizar mi correo electrónico: info@kikohdez.com o visitar mi página web.