El hijo de Ortega Cano no ha tardado en volver a las andadas y sus promesas del cambio radical que iba a llevar a cabo en su vida, nuevamente han quedado en agua de borrajas.
Según El Diario de Sevilla, este fin de semana José Fernando Ortega Mohedano era sorprendido por la Unidad de la Policía Nacional que patrulla de paisano en el turno de noche, llevando encima 7 gramos de cocaína.
A pesar de tener en su poder tal cantidad de droga, los agentes de la Policía Nacional no detuvieron al hijo del torero al considerar que dicha cantidad de estupefacientes entra dentro de los límites de lo permitido para consumo propio.
Y es que, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, se considera que una persona puede llevar hasta 7,5 gramos de cocaína pura consigo para consumo propio.
Cuando la Policía realiza una intervención de drogas, no sólo se tiene en cuenta la cantidad de droga que posee la persona, sino también los indicios de que dichas sustancias puedan estar siendo vendidas o preparadas para su venta. Y, en el caso de José Fernando, los 7 gramos de cocaína no estaba dividida ni preparada en paquetes, sino que se trataba de una bola.
A su vez, el hijo de Ortega Cano tampoco llevaba encima una gran cantidad de dinero en efectivo ni utensilios que hicieran pensar que se encontraban ante un caso de tráfico de drogas.
Así pues, los agentes de la Policía Nacional requisaron la cocaína que portaba José Fernando y levantaron un acta por tenencia de estupefacientes, que supone una infracción administrativa y se castiga con una multa, por lo que el hijo de Ortega se ha librado de ser detenido por un delito contra la salud pública.
A José Fernando sólo le han bastado tres de meses de libertad fuera de la cárcel para volver a hacer de las suyas.
Tras haber sido condenado a un año y nueve meses de cárcel por pegarle una paliza a un joven y robarle el coche a la salida de un club de alterne, José Fernando aseguraba a la juez de lo Penal número 5 de Sevilla, María José Cuenca Bonilla, que no la defraudaría y le manifestó que estaba "arrepentido y avergonzado" por lo ocurrido.
En esa ocasión, fue condenado por la paliza y el robo del coche, y se le aplicó la atenuante de drogadicción, en contra del criterio de la Fiscalía. Al igual que se le aplicaron otras atenuantes como la de confesión y reparación del daño, ya que indemnizó a la víctima con 10.000 euros.
Está claro que para José Fernando pasar cuatro meses en prisión preventiva y contar con una condena de un año y nueve meses de cárcel no ha sido suficiente escarmiento como para encauzar su vida, y su cortísimo periodo en un centro de rehabilitación parece no haber dado los frutos deseados.
Pero puede que este no haya sido el único incidente en el que el hijo de Ortega Cano haya estado envuelto, ya que el 5 de Junio recibía el siguiente mensaje de una seguidora de este Confesionario:
“Hola Kiko, soy de Sevilla y te quería contar que mi cuñado trabaja en el Centro Comercial Nervión Plaza, junto el campo del Sevilla. Bueno pues esta misma noche ha visto a José Fernando, el hijo de Ortega Cano, y dos chavales más robando una moto.
¿Qué necesitará José Fernando para reaccionar de una vez por todas? ¿La familia de este chico tomará medidas en el asunto antes de que siga la estela de su padre y termine dando con sus huesos en la cárcel?
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