¡Decir que la ganadora de 'Gran Hermano 15' ha sufrido un tremendo cambio radical sería incluso quedarse corto!
Poco queda de la concursante infantiloide que conocimos en Guadalix, hasta tal punto que cuesta bastante trabajo reconocer a la hawaina en las últimas fotografías que ha compartido con sus seguidores tras pasar por el quirófano.
Paula conquistó a gran parte de la audiencia de 'GH' como una rubia, con labios finos, nariz ancha y poco pecho, que gimoteaba y lloraba de emoción ante una piña bebé. Desde entonces, su imagen ha pasado por multitud de cambios de look.
Media cabeza rapada, pelo rosa, rojo, negro, trenzas… Pero cambiar de tinte cada dos días y medio no es nada comparado con las modificaciones que ha ido realizando en su cuerpo a base de agujas y bisturí.
Tras su primer posado en Interviú, Paula decidió pasar por el quirófano para aumentar su talla de pecho a la vez que iba coloreando su cuerpo con diferentes tatuajes hasta ocupar por completo sus brazos, manos y espalda. E incluso rapar parte de su cabeza para llenarla de tinta. De igual manera, la hawaiana ha aumentado su número de piercings en orejas y a ambos lados del abdomen. Pero su transformación no termina ahí…
Poco después de protagonizar su última sesión de fotos desnuda. Paula se sometía a varios retoques estéticos en su cara, reapareciendo prácticamente irreconocible como una morena de pelo negro azabache, con labios llenos y nariz de Barbie. ¡Menuda transformación!
Lo más curioso de todo es que Paula acompaña todas estas imágenes con divagaciones trascendentales del tipo “Hay mujeres tan feas que la única belleza que tienen es física”. Por lo que yo me pregunto, si esta ganadora de 'GH' ha alcanzado semejante nivel zen de anti-superficialidad, ¿para qué entonces todo ese empeño por modificar su imagen hasta casi confundir su reflejo con el de Laura, ganadora de 'Gran Hermano 12'?
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