Desde hace varias semanas sois muchos los que a través de Twitter y Facebook me habéis hecho llegar vuestro nerviosismo, ya que este año me he retrasado un poco más en mi vuelta y estabais muy interesados en saber cuándo volvía a escribir en este Confesionario… Pues hoy comenzamos!!!
Hoy, 9 de Septiembre inauguramos la Séptima Temporada del Confesionario de Kiko, justo el mismo día en el que hace ya 6 años este espacio abría sus puertas para llegar a convertirse en el blog más leído, ¡y no hay nada mejor que comenzar esta nueva etapa que con la esperadísima décimo quinta edición de nuestro reality favorito!
Anoche, la casa más famosa de Guadalix de la Sierra volvía a encender sus luces para deleitarnos con una nueva parrilla de concursantes que, desde el minuto cero, nos demostraba que la espera de esta nueva edición de Gran Hermano había merecido la pena como nunca.
Un sorprendente flashmob protagonizado por los exconcursantes de Gh y Mercedes Milá fue sólo el comienzo de una noche llena de sorpresas en la que, finalmente, Mercedes Milá daba el gran paso y pasaba de observar y analizar a los concursantes como presentadora del programa, a convertirse en una de ellos para compartir esas primeras horas bajo la atenta mirada de las cámaras de Guadalix.
Tras inspeccionar toda la casa y compartir conversación con la gran mayoría de los concursantes, Mercedes Milá se ponía cómoda con un salto de cama y protagonizaba una de las tantas conversaciones de dormitorio de las que seremos testigos durante las próximas madrugadas.
Así, uno tras otro, los nuevos habitantes de la casa iban dejándose caer alrededor de esa cama para compartir con la presentadora sus primeras impresiones y sus historias del pasado como si de un confesionario se tratase, aunque Shaima, la estudiante del barrio de El Príncipe, fue quien decidió acampar junto a Mercedes y convertirse en la comidilla de las redes sociales debido a sus polémicas palabras, llegando a hacer un curioso alegato sobre la fe por encima de la ciencia que dejó boquiabierto a más de uno, para continuar admitiendo que no se siente española y que el fútbol es lo único que le aporta este país.
Si la intención de Shaima era llamar la atención del espectador, está claro que lo logró con creces, siendo uno de los nombres más repetidos en los innumerables tweets que inundaron la noche.
Otra de las concursantes que llamaron la atención durante la primera noche fue Paula, alias “la hawaiana” quien compartía historias de lo más rocambolescas con sus compañeros, quienes escuchaban patidifusos cómo esta barcelonesa de 19 años narraba las cualidades de sus pijamas, cómo de nerviosa se pone cuando los animalitos de su ropa no van en armonía, y sus asombrosas anécdotas en las que dejaba frases como “se pensaron que estaba muerta y que tenían que llamar a los geos” “¿meniscos? A mí de matemáticas no me hables” o “se me rajó el tatuaje con las olas marítimas”.
Loli y Mayca, que entraron en Guadalix creyéndose contratadas como servicio de limpieza, confesaban abiertamente las grandes dificultades a las que tienen que hacer frente en su día a día. Paco “el taxista” tomaba posición en el sillón del salón mientras nos daba una ligera idea del efecto que puede tener con los años lucir un look como el de Kristian Gh14, pudiendo protagonizar junto a Azahara el típico anuncio de champú del antes y el después. Mientras, esta malagueña que asegura que ella no come, sólo se nutre, se convertía en la guapa de esta edición gozando del apoyo de sus primeros fans dispuestos a forrar sus carpetas con su cara.
Omar, quien se presentaba como un ligón de Carabanchel, nos sorprendía con aquello que ocultaba bajo su inseparable gorra, mientras que su hermanastro Alfredo pasaba más que desapercibido y su amigo Vitin despuntaba como un concursante irónico y gracioso a partes iguales.
Por su parte, Jonathan y Juanma “los primos barbudos” se pasaron la mayor parte de la noche compartiendo confidencias en vez de integrarse en el grupo. José, “el papirrín-tin-tin” nos demostraba que las expresiones mejicanas que cualquiera de a pie conoce siguen estando en auge más allá de Coyote Dax. Alejandra y Yolanda, "las primas” demostraban que es posible sacarse una carrera manteniendo intacto el espíritu infantil que gracias a Dios no todos llevamos dentro, y Luis “el torero” se ganaba adeptos gracias a su alegato que venía a decir que los antitaurinos respetables son aquellos que no comen carne, mientras su apoderado Francisco, quien asegura no haber discutido nunca a sus 47 años, pasaba desapercibido por completo “dentro de la casa”.
Quien logró convertirse en una de las protagonistas indiscutibles de la noche fue “la rubi” la cabra acompañante de Hugo, que pasará a los anales de la historia de Gran Hermano como la primera concursante oficial del reality de cuatro patas que ha generado una lista interminable de nuevos chistes dando un significado algo animal al amor que su dueño le profesa sin tapujos.
Un popurrí de primeras impresiones basadas en las primeras horas de convivencia de los nuevos concursantes nacidos de un casting excepcional con una diversidad de personalidades arrolladoras y libre de musculitos y siliconadas que dará mucho de qué hablar, que para niñatos ya tenemos “Sensación de Vivir” versión Chabelita-Alberto Isla…
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