El pasado domingo se estrenaba el avance de la octava temporada de la exitosa serie de la cadena “La que se avecina” en la que el personaje Maxi, encarnado por Eduardo Gómez, ha tenido muchísima relevancia, siendo sus frases célebres repetidas hasta la saciedad por mayores y pequeños. Por lo que hoy comparto con todos vosotros la entrevista integra que realicé a Eduardo para la revista Qué Me Dices! en la que conoceremos a fondo la vida personal y profesional de este querido actor.
Eduardo, ¿cómo estás?
De puta madre.
Como siempre, ¿no?
No, hay veces que estoy de putísima madre, pero ahora estoy de puta madre nada más.
Nos has dejado huérfanos sin tu personaje en La Que Se Avecina, ¿qué te movió a decidir abandonar tu papel en la serie?
Cuando terminamos de grabar la temporada anterior, me tuve que ir a grabar en Barcelona el “Tú Sí Que Vales” y estaba ya francamente agotado. Entonces lo hablé con Alberto y me dijo que no había ningún problema.
¿Estabas agotado de la serie?
No, no es que estuviera cansado de la serie sino que yo personalmente estaba agotado, no sé si psíquica o psicológicamente, pero tenía que parar porque llevaba ya 10 años en la serie y estaba muy cansado. Entonces me dio un toque mi cabeza y mi cerebro, y una voz interior me dijo que parara un poquito.
¿Estabais sometidos a duras jornadas maratonianas de grabaciones?
No, las jornadas maratonianas eran en “Aquí no Hay Quien Viva”, En LQSA la verdad es que se vive estupendamente bien, con las grabaciones y los guiones muy organizados y con muchísimo tiempo.
Entonces, ¿tuviste algún susto que te empujó a tomar esa difícil decisión?
No, cuando dejé la serie no es porque a mí me doliera algo, pero ya no tenía fuerzas, era una cosa muy extraña. Necesitaba parar o me iba a dar un jamacuco, y entonces ya iba a ser tarde…
El éxito en este caso tiene un precio, ¿no?
Claro, cuando se está en una serie de esa envergadura, hay que darlo todo. No puedes empezar a grabar una temporada sin estar bien psicológica y físicamente, porque estamos haciendo una comedia brutal y hay que estar al 100%. Si no es preferible esperarte un poquito, parar, y después ya volver a darlo todo de nuevo.
¿Te has arrepentido en algún momento?
No, yo no me suelo arrepentir de las decisiones que tomo. No sé si habrá sido acertada mi decisión, pero la tomé y no hay marcha atrás.
¿Qué han significado para ti tantos años metido en la piel de ese personaje?
Estoy encantado de la vida de haber trabajado con ese pedazo de equipo y de haber estado los años que he estado, y doy gracias porque realmente he sido un privilegiado por haber trabajado en lo que me gusta y con ese equipo tan estupendo.
Supongo que después de tantos años el equipo de la serie se habrá convertido en una especie de gran familia, ¿verdad?
La verdad es que sí, eso pasó en La Que Se Avecina y en Aquí No Hay Quien Viva. Han sido10 años y en tanto tiempo juntos el contacto es más que con tu gente, con tu novia o con tu mujer.
¿Sigues manteniendo mucho contacto con tus compañeros de LQSA?
¡Como no podía ser de otra manera!
¿Hacéis quedadas?
Sí, hacemos quedadillas, pero una vez que la gente para de grabar, cada uno se va a recargar pilas y nos vemos menos.
¿Con que compañeros de la serie tienes más complicidad?
Complicidad con todos, date cuenta que estamos haciendo comedia y tenemos que tener feeling entre todos nosotros y nos tenemos que llevar bien a la fuerza. Yo no puedo grabar con una persona que me lleve mal, el público detectaría ese mal rollo.
Pero supongo que durante tantas horas de rodaje habrá habido algún roce de vez en cuando, ¿no?
Bueno, el roce hace el cariño compañero…
Durante estos años habéis sufrido la pérdida de grandes actrices que supongo que habréis echado muchísimo en falta.
Sí, como fue la gran Mariví Bilbao o la gran Emma Penella. Dos pérdidas súper duras y súper heavies, pero la vida continúa y hay que reponerse. Yo las llevo en mi corazón que es donde mejor se puede llevar a un ser querido.
¿Recuerdas alguna anécdota en su compañía que guardes con especial cariño?
Vivir, rodar y grabar con Mariví era anécdota tras anécdota. La preguntaban por un calle y ella respondía “Eso está muy cerca, a tres cigarros de aquí” ¡Lo calculaba todo por cigarros! Mariví tenía mucho arte, era una grande.
Ahora que no están, hemos visto que el papel de Gemma Cuervo ha desaparecido, ¿a qué se debe su ausencia de la serie?
La verdad es que no tengo ni la menor idea. Gemma Cuervo estaba estupendamente y hacía un papel extraordinario, pero yo no sé si la decisión fue suya o si fue de la productora, pero de una temporada a otra ya no estaba.
¿Te gustaría hacer algún capítulo de despedida de tu personaje?
Bueno, es que yo no me he ido de la serie, sólo comenté a Alberto que quería descansar y ahí se ha quedado eso en stand by. Así que yo no sé si querrán a lo mejor contar conmigo o no, eso es una decisión suya y yo no puedo intervenir. Pero en cualquier caso, ellos son los guionistas y son los que ven lo que es mejor para la serie y para el producto que están haciendo y yo ahí no me meto.
Una vez que decides retirarte, ¿qué lugar elijes como destino?
Jessica y yo nos retiramos a la casita que tengo en Mijas. Hemos estado una temporada bastante larga en plan de no hacer absolutamente nada más que disfrutar.
Si durante ese periodo de relax te hubieran ofrecido el papel de tu vida, ¿qué habrías hecho?
Estando en Mijas me llamara Spielberg o los Hermanos Coen ¡me da lo mismo! Como si me dicen que me van a dar un millón de dólares diario, les digo ¡pues os lo metéis en el culo qué no quiero! Sólo quería estar en Mijas tranquilo con Jessica, mirando al mar y comiéndome una paella.
Una vez recuperado, con las pilas cargadas y al 100%, regresas con un trabajo diferente a lo que hemos visto de ti hasta ahora.
Sí, me llamaron de Televisión Española, de la productora de Ana Rosa. Es el programa “el pueblo más divertido” y la verdad es que es un palo distinto al que estoy acostumbrado a hacer y nos lo estamos pasando estupendamente bien. ¡Hay que hacer de todo en esta vida!
Tienes como compañeros como Melani Olivares, Mariló Montero y Millán Salcedo.
Sí, lo estamos pasando fenomenal. Mariló es un bellezón y una profesional como la copa de un pino, y desde el minuto cero el trato es inmejorable, nos ayuda en lo que puede. Sé que es lo que se suele decir de todos los compañeros y la mayoría de las veces es mentira, pero te aseguro que esta vez es verdad. Con Millán ya trabajé en el Teatro de la Zarzuela con Los sobrinos del Capitán Grant. Es un equipo de gente de la que sólo puedo decir cosas buenas.
También has hecho mucho cine, ¿cómo es grabar con el gran Alex de la Iglesia?
Aparte de ser un estupendo director de cine tengo la suerte de que es amigo mío. He hecho con él cuatro pelis y sin comentarios. Te quiero Alex.
¿Y con Javier Fesset en El Milagro de P Tinto?
Yo hice el spot aquel de gomaespuma hace un montón de años y después me llamó Javier para El Milagro de P Tinto y yo lo flipaba, la gente me conocía por la calle y yo no hablaba en esa película, ¡solamente me pilla el tren! No sé si es que tengo un físico que la gente se queda más con él que con el de otros actores... Desde ahí empecé con Javier y con un montón de gente súper grande como es Garci o José Luis Cuerda.
¿Qué película llevas más clavadita en el corazón?
La película que más me ha gustado con diferencia de las que he hecho, ha sido “La Lengua De Las Mariposas” de José Luis Cuerda. La he visto como cuatro veces porque es una preciosidad de película. José Luis es un maestro, no hay más que decir.
¿Alguna vez has tenido una época dura en la que no te sonaba el teléfono y no tenías trabajo?
Realmente soy un hombre con suerte y casi siempre he trabajado. No sé ni cómo, ni por qué, y yo digo ¡pero Dios mío muchas gracias!, porque yo soy un actor bastante mediocre y hay pedazos de actores por ahí que están parados. A veces me pregunto ¿cómo me llaman a mí con lo malo que soy y no llaman a este que es buenísimo? Pero no lo sé, será que tengo una buena estrella, no tengo ni idea.
Eres muy modesto, ¡si has trabajado con todos los grandes!
Todos los grandes son unos inconscientes que me llaman. A mí cuando me llaman los directores de cine les digo que procuren darme pocas sesiones o si no os jorobo la película (Risas). Me miran extrañados como diciendo este tío está loco…
¿Con que directores te gustaría trabajar que aún no lo hayas hecho a estas alturas de tu carrera?
Me gustaría mucho trabajar con Benito Zambrano. Me encantaría porque he visto todas las pelis que ha hecho y me han dicho que hace un trabajo con los actores espectacular, y yo quiero ver si saca algo que tenga ahí escondido en mí que yo no tenga ni puñetera idea.
¿Eres ahorrador?
No, nunca lo he sido. ¡Para luego morirte y que se lo gasten los demás! Yo me lo gasto todo y mañana Dios dirá.
¿Eres un hombre de grandes lujos o de vicios caros?
No soy de grandes lujos, y vicio sólo tengo el tabaco porque ni bebo ni hago otras cosas.
¿Cuál es el último capricho que te has dado?
Dos calzoncillos de Emporio Armani que venían en un paquete de oferta a 22 euros en Puerto Banús, y un bolso para Jessica de 100 euros que estaba en oferta de esas marcas caras.
¿Cuántos años llevas de relación con tu novia Jessica?
Llevamos cinco años, ya camino de seis.
¿Cómo os conocisteis?
En Estepona, yo iba con una amiga por ahí purulando y se me acercó Jessica. Fue mirarla a los ojos, quedar con ella, empezar a vernos y venirse conmigo a Madrid.
La diferencia de edad me imagino que hizo que los comienzos de vuestra relación no fueran nada fáciles, ¿no?
Sobre todo para ella, ha tenido que aguantar mucho el tirón y lo ha pasado mal. Ella lo tuvo más complicado porque era muy pequeña y tuvo que soportar las habladurías del tipo “fíjate, está con ese que podía ser su padre”.
Que Jessica tuviera 20 años ¿suponía para ti un problema?
No, yo cuando miro a una persona o me enamoro de ella, mientras que sea una persona adulta, no me interesa la edad.
¿Apostaste por ella como tu relación definitiva?
No sé lo que puede durar, hay que vivir el día a día porque a largo plazo las cosas no suelen salir bien. Si se acaba, pues se ha acabado, pero si continua, genial.
Pero está claro que eres un hombre enamorado, ¡tanto que durante tu visita al plató de Sálvame Deluxe tenías preparada tu petición de mano a Jessica con anillo en mano!
Sí, yo la compré un anillo y nos casaremos.
¿Para cuándo?
Es que somos muy jóvenes los dos hay que pensárselo… Sobre todo por ella, ¡qué tiene 25 años ya y se le va a pasar el arroz! (Risas) Pero es algo que tenemos en mente y lo haremos.
¿No te gustaría casarte en Las Bodas de Sálvame?
Si Jessica y yo tomamos la decisión de casarnos lógicamente ¡el primero en saberlo y enterarse serias tú!
¿A Jessica le gustaría que fuese vuestro maestro de ceremonias?
Lo que pasa es que Jessica se pone muy nerviosa, y cuando la llaman para algo de la tele lo pasa muy mal y se me echa a llorar. Es un disgusto para ella porque se asusta, pero lo hablaré largo y tendido con Jessica y yo creo que llegaremos a un acuerdo…
¿Os gustaría tener niños?
Nos lo planteamos hace tiempo y después nos lo dejamos de plantear porque yo, pensándolo egoístamente, creo que un hijo me puede romper todos los esquemas a mis 62 años. Tener un hijo es una maravilla pero también te corta mucho la historia y te limita, así que estamos en esa dinámica de qué hacemos, pero estamos relajados y bien de momento.
Tú ya eres padre, ¿verdad?
Sí, tengo un hijo de 34 años que se llama Héctor, al cual quiero, adoro y venero. Es músico y actor.
¿Qué lugar ocupa la familia en tu vida?
Es lo más importante para mí. Mi madre, mi hijo, Jessica, mi hermana, mi sobrina…La gente que quiero, todos metidos en una coctelera.
¿Invitarías a tu boda a todos tus compañeros de La Que Se Avecina?
Pues no lo sé, los que me hagan regalos vendrán a la boda… ¡Primero es el regalo y después ya pensaré si se merecen venir a mi boda o no!
¿Y a Kiko Rivera?
Hombre, ¡no te quepa la menor duda!
¿Cómo se forjó vuestra amistad?
Yo estaba en Puerto Banús tomándome algo con Elio González, el compañero mío de la serie que hacía del hijo de la hierbas, y de repente oímos “¡quiiillooo!” Vi que Kiko Rivera se acercaba a mí, me dio un abrazo y comenzamos a hablar a pesar de no habernos visto nunca.
Entonces conociste a Kiko Rivera porque era tu fan, ¿no?
Sí. Al final acabamos toda la noche por ahí tomándonos una copa y, desde ese momento, nos llamamos y comenzamos a quedar para vernos.
¿Seguís manteniendo contacto?
Eso ya se ha desconectado un poquito porque ambos tenemos mucho trabajo y nos vemos menos, pero si me llama y estoy en Mijas, pues quedamos en Marbella o en Fuengirola y nos tomamos algo.
¿Cómo es Kiko Rivera como amigo?
Súper cariñoso, súper buena persona, muy salado y muy gracioso. Muchas veces me acuerdo de una cosa que me dijo hace años: “¡quillo, me he echado una novia que está más apretada que los tornillos de un submarino!” ¡Me hizo tal gracia! Tiene un arte que con eso se nace, no se aprende. Con él te lo pasas de maravilla y yo le quiero mucho.
¿Sigues viendo la serie desde casa?
¡No te quepa la menor duda! La serie es brutal.
¡La verdad es que se ha convertido en todo un exitazo!
Sí, y yo lo vivo día a día. Me muevo por toda España y la reacción de la gente es impresionante. Me hacen referencia a mis compañeros, a los guionistas, y raramente la gente hace alusión a lo buenos que son los guionistas, pero no paran de decírmelo. La verdad es que el público tiene un cariño y una aceptación por la serie impresionante, y agradezco enormemente a todos los que ven la serie porque es para comérnoslos a besos a todos.
Aparte de La Que Se Avecina, ¿qué otro tipo de televisión consumes?
Aparte de LQSA, el Digital Plus, la Paramount Comedy… y porno.
¿Eres muy aficionado al porno?
No soy muy aficionado, pero lo veo.
¿Ves bastante cine?
De todo un poco. Veo documentales y alguna película buena.
¿Y programas del corazón?
¡Hombre! Yo veo el Sálvame Diario y el Sálvame Deluxe, y no lo digo de coña. Recuerdo que para el programa “Hay Una Cosa Que Te Quiero Decir”, que me llevaron por lo de mi amigo Alfonso que en paz descanse mi niño, me llamaron al timbre de mi casa y me dijeron “Eduardo que somos de televisión, que hay una cosa que te quiero decir” y como hay veces que algunos gracioso me dan al timbre para gastarme bromas, les dije “¡pues dímela coño y vete ya!”… Hasta que me explicaron que eran de Telecinco. Entonces subieron a mi casa y me pillaron en pijama viendo el Sálvame.
¿Cuáles son los colaboradores de Sálvame que más te gustan como espectador?
Me encanta Mila y Belén Esteban, pero contigo me identifico mucho en las cosas que dices, y con Matamoros también. Es que prácticamente conozco a todas, incluso Lydia, que es un cielo, me presentó hace poco a su madre cuando coincidimos en un restaurante. Y a Belén la quiero mucho, es un crack, y estoy contentísimo por lo guapa y contenta que está.
¿Crees que nos pasamos mucho?
Vuestro programa es así, ¡a cuchillo! En eso consiste y tiene el puntillo, además Jorge Javier lo conduce de fábula y también mi amiga Paz Padilla. Pero tiene que correr la sangre, si no cambias de canal y ves animalitos o mariconadas porque no ponemos Sálvame para ver Heidi o Bonanza.
Como cinéfilo, ¿qué película crees que nos pegaría protagonizar?
“A sangre fría” de Truman Capote. Pero no hay película para vosotros, hay que hacerla ¡y yo me apunto!
¿Tienes a espera algún proyecto profesional?
Sí, el otro día mi representante me dijo que tenemos una película para primavera, pero no sé más detalles.
¿En alguna ocasión te han ofrecido participar en algún programa como concursante?
Sí, en Mira Quien Baila y Mira Quien Salta.
¿Por qué no te animaste a formar parte del concurso de saltos?
¡Porque yo no tenía el coño para ruidos! Como estoy un poco colgado soy capaz de bajarme del taxi y, nada más llegar, quedarme en bolas y tirarme desde los diez y hacerme algo. Me doy miedo a mí mismo y tengo que frenarme…
¿Y te ha costado mucho aprender a frenarte en la vida?
¡No lo he aprendido todavía, soy de los que se apunta a un bombardeo!
Eduardo, gracias por tus confesiones. Agradecer al fotógrafo Luis Miguel González las excelentes instantáneas que acompañan a esta entrevista.
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