Durante muchísimo años, y por desgracia aún en la actualidad, cierto tipo de sectores han sufrido discriminación social, ya sea por su aspecto, por su inclinación sexual, etc.
Lógicamente, a excepción de unos cuantos cortos de mente, todos condenamos este tipo de comportamientos. Pero mi debate hoy es otro, y aunque doy por hecho que mi enfoque es muchísimo menos populista, no puedo dejar de expresar mi opinión al respecto…
Cuando Desi entró en Gran Hermano captó la atención de todo el mundo por razones obvias. No era la primera vez que entraba un transexual a la casa, pero sí era la primera vez que nos encontrábamos en Guadalix con una persona de su condición sexual sin haber comenzado a hormonarse ni los procesos de reasignación de sexo.
Sin duda alguna, el caso de Amor, Nicky o Hans distan mucho del de Desi, pero cualquiera de los cuatro se merece el mismo respeto; por lo que acogimos la entrada de Desi en el reality con mayor tacto del habitual, sobre todo, teniendo en cuenta el poco que tuvieron algunos habitantes de la casa con sus comentarios ofensivos.
Porque tenemos aceptada y comprendida la posibilidad de que una mujer se encuentre “encerrada” en el cuerpo de un hombre, y viceversa; pero, hasta el momento, no habíamos observado a una mujer viviendo en un cuerpo totalmente masculino y con incipiente barba.
Por lo que yo creo que decidimos adoptar justo la actitud contraria a la que os comentaba al principio del post. Comenzamos a discriminar a Desi, pero en esta ocasión, de forma positiva.
Nos esforzamos en realzar sus virtudes y en dejar pasar sus defectos, cayendo en exactamente lo nunca hay que hacer, tratar de manera especial a una persona por su condición sexual.
Y yo me incluyo en el saco. Hace un mes compartía con todos vosotros el álbum personal de Desireé incluyendo unas desgarradoras declaraciones que la sevillana hacía meses antes de entrar en la casa en las que admitía haberse sentido abandonada, desamparada e incomprendida hasta por su propia familia.
Y al terminar ese post reflexionaba sobre si el marcado carácter de Desi quizás se trataba de un escudo que se había creado a causa de las circunstancias a las que tenía que haber hecho frente en su vida.
¿Había multitud de comportamientos de Desireé que me parecían totalmente fuera de contexto? Sí, pero es como cuando en el plató de Sálvame una persona es el centro de las críticas por parte de todo el mundo, que al final lo único que te sale es defenderla.
Tampoco quise hacer mucho hincapié en hechos ocurridos antes de su entrada en el reality. Ya que, como recordareis, Desireé se puso en contacto conmigo mucho antes de entrar en Gran Hermano para intentar colarme una historia de amistad traicionada por parte de Antonio Tejado, mientras me dejaba sus datos para que me pusiera en contacto con ella para, supuestamente, desenmascararle.
Información que directamente deseché y dejé en el olvido hasta que esta concursante se dedicó a hilvanar, dentro de Guadalix, una auténtica trama de ficción en la que aseguraba haberme contado su supuesto affaire con Antonio Tejado, haberme comunicado que tenía fotos comprometidas y que días más tarde alguien le robara justo el ordenador que las contenía. Dejando caer una duda de cuestionable moral…
Tampoco tuve interés en sacar a relucir las innumerables incongruencias de sus palabras y actos dentro y fuera de la casa. Ya que mientras Desi nos definía a su prototipo de hombre estilo Juan Carlos, da la casualidad que existen comentarios -que corresponden con los mismos datos que ella me facilitó- en páginas de alto contenido sexual de temática gay.
Para ser más concretos, en una web en la que los denominados “osos” –hombres pasados de kilos y con muchísimo pelo por todas las partes del cuerpo- se intercambian fotografías más que explícitas a las que alguien que corresponde con los datos personales de Desi –mail- comentaba: “mmmmmm qué me gustan los hombres así con pinta de macho y que sean tan cerditas luego....”
O que sus frecuentes conversaciones dentro de la casa sobre las operaciones que tiene pensado hacerse antes de posar en Interviú tampoco se correspondan con otro tipo de comentarios que existen en la red en los que se vuelven a facilitar los mismos datos que tengo suyos –mail, nombre, apellidos, nombre artístico, dirección y teléfono- acompañados de mensajes como este: “Soy Desireé "la pasión latina” de Umbrete, Sevilla. Busco un fotógrafo alegre, simpático, cariñoso, dinámico, liberal & con estudio de fotografía y bastante idea en desnudos artísticos para aserme un book profesional y ya hablaríamos del precio y formas de pago ok?”
Y os estaréis preguntando, ¿por qué no he sacado a relucir esta información -o la que sigo guardando en el trastero- si la tenía desde el primer día de su participación en Gran Hermano?
En primer lugar, porque en esta edición de concurso he intentado, más que nunca, analizar o criticar el comportamiento de los habitantes de la casa únicamente como concursantes, dejando de lado sus historias pasadas y ciñéndome a las impresiones que me han ido generando con su comportamiento en el día a día.
Y eso que en el caso de Desi era tarea difícil conociendo muchos más datos personales de lo que viene siendo habitual en estos casos… Pero allá cada cual, y que cada uno haga lo que le salga de la peineta con su vida personal, profesional o sexual.
Eso sí, he de reconocer que varios de los datos de los que dispongo crearon en mí ciertas dudas.
Y en segundo lugar, pues yo creo que exactamente por la misma razón por la que la mayoría se ha centrado en reír las gracias de la sevillana y dejar pasar de largo sus continuas faltas de respeto.
Pero en mi caso, hasta hoy. La discriminación positiva hacia Desi se ha acabado por mi parte, ya que el fin que se deseaba con el caso de esta concursante es justo el contrario del que ella utiliza como medio, faltar el respeto de la manera más mezquina que se le ocurra.
Creo que con Desi se ha corrido un riesgo cuyas consecuencias han sido las menos deseadas, adoptando esa costumbre que tiene tantos seguidores: que una vez que te dan la mano, te tomes el brazo y parte de la cabeza hasta directamente subirte en la chepa.
Desireé entró en la casa llamando “pija de mierda” a Noe, robó objetos personales de Argi… Pero las palabras que anoche salieron de su boca no tienen justificación posible se mire por donde se mire, y muchísimo menos gracia.
Ayer por la tarde la sevillana hacía alarde de comentarios racistas asegurando: “Esto es como los rumanos, que das de comer y vienen cuatrocientos”
Para, hacia las 10 de la noche, soltar auténticas barbaridades a Susana y Álvaro refiriéndose a Igor. La mayoría de ellas recogidas en el siguiente video:
“Vergüenza le tenía que dar sabiendo que no le quería nadie haber entrado en la repesca. La próxima vez que tenga algo a mano se lo tiro a la cabeza. El tío mierda que tiene la gracia en el culo, desgraciao, más feo que un bujero. No ha valido ni para mantener ni a la mujer ni al hijo, qué no me toque el coño. Le he dicho al súper que si hay la posibilidad de salir de esta puta casa sin pagar un duro... Ojalá se vaya el Igor a chuparla, España por Dios sacarlo”
Y aunque sus compañeros le aconsejaron que rebajara el tono, esta terminaba sentenciando con un: “Si yo estoy fuera ya le hubiera dado con la botella de zumba en la cabeza, ¡pero de canto!".
¿La razón de este odio desmedido por parte de Desi? Que Igor opinara que había estado algo floja en los ejercicios de zumba.
Tremendos insultos, comentarios ofensivos metiendo a menores de por medio, comentarios racistas y agresivos… ¿alguien da más? Porque yo creo que Desi ya ha tocado absolutamente todos los palos habidos y por haber.
Por lo que, cuando unas horas más tarde, desde El Debate pudimos observar cómo el Gran H concedía el deseo a Desi y esta disfrutaba de su “noche de chicas” junto a Álvaro y Susana, directamente me llevaban los demonios… Y más aún cuando escuché a algunos colaboradores alabar el gran corazón y la gracia que tiene la sevillana.
Maldita la gracia que le tiene que haber hecho a la pareja de Igor y madre de su hijo haber tenido que escuchar semejantes atropellos…
Mientras, los gemelos seguían en su línea durante El Debate, atacando al vasco por ser “un jugador”. ¡De traca! Tiene delito que este sea el máximo defecto que saquen a Igor juntando la media neurona de cada una de sus cabezas. Sería surrealista y absurdo pensar que después de 14 ediciones de concurso y con 300.000 euros en juego, se entra a esa casa con la finalidad de hacer amigos. Pero tratándose de los repetidos, de donde no hay no se puede sacar…
Y Juan Carlos, otro qué tal baila… El mueble de Ikea parece haber despertado de su letargo para cargar tintas contra Susana y, a su vez, recordarnos una vez más cada una de las razones por las que resulta incomprensible que siga permaneciendo dentro de esa casa.
JC anoche nos asombraba con una bajada de pantalones de las que hacen historia, y no me refiero a la que protagonizó en el apartamento mientras hacía un chupetón a Desi, sino a que antes de volver a ejercer esa profesión para la que parecer haber descubierto que ha nacido, Juan Carlos le pedía tiempo al Súper para, antes de tomar la decisión de hacer o no el striptease a sus compañeros, consultárselo a Kristian.
¡Mueble aburrido y encima carente de personalidad! Menuda joyita que se está perdiendo Raki…
Kristian, por su parte, sigue aburriendo a las ovejas con sus continuos discursos sobre su posible expulsión y la decisión de no haber aceptado la contraprestación del Gran H siendo nominado automáticamente.
¡Cada día tengo más claras dos cosas! Primero, que espero y deseo que Igor vuelva a ganar la batalla el jueves y que por fin nos libremos del Pelocho. Ya que este concursante debería haberse esperado a que la productora decidiera hacer un Gh Junior para encontrarse en un nivel equiparable al resto de sus compañeros.
Y segundo, ¡qué Dios los cría y ellos se juntan! Ahora mismo no se me ocurre mejor unión que la de Kristian y Sonia. ¡Parecen nacidos el uno para el otro, y entre ellos se complementan a la perfección! Es como los cochinos y el lodo, que no quieres tener a ninguna de las dos cosas cerca, pero ambos unidos parecen estar en comunión.
Pues eso mismo me pasa con los amantes de Teruel, a los que les deseo la mayor felicidad del mundo y que tengan a bien no transmitir la genialidad de sus genes a sus churumbeles, ya que nuestro mundo no se encuentra aún preparado para eso. Pero, de todo corazón, qué sean felices y qué a partir del jueves disfruten el uno del otro… ¡Ah! Pero eso sí, ¡lejos, por favor! A ver si es posible que podamos disfrutar a gusto de la recta final de nuestro reality por antonomasia.
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