En la época de los 90 los coleccionables de fascículos semanales estuvieron en pleno auge. Artículos decorativos, prototipos que se iban completando por piezas… Todo esto es agua pasada y, gracias a la magnífica premio Planeta, hemos comenzado una nueva era.
Una nueva moda a la que cualquier hijo de vecino podría unirse. ¿Tenéis interés en publicitar vuestro negocio? ¿Habéis sacado a la venta algún tipo de objeto? Pues, prestad atención y tomad nota, que Lucía Etxebarría nos da las claves para conseguir vuestros objetivos.
Primer paso. Imprescindible carecer de escrúpulos y decoro. Es un procedimiento realmente complicado así que ruego que actuéis con extrema precaución.
Aunque todavía no lo sepáis, tenéis puesta ahora mismo vuestra propia campaña de publicidad. ¡No tenéis más que quitaros vuestra ropa interior y sortearla entre completos desconocidos!
¿El medio utilizado? Las redes sociales. ¿Qué pedís a cambio? Publicidad gratuita, que vuestra venta esté de boca en boca.
Como ejemplo ilustrativo, Lucía Etxebarría os muestra cómo sacar rendimiento a vuestras bragas:
“El fetichismo es una forma de creencia o práctica religiosa en la cual se considera que ciertos objetos poseen poderes mágicos o sobrenaturales y que protegen al portador o a las personas de las fuerzas naturales. También hay una variante de fetichismo sexual, mediante el cual, al fetichizar al objeto se le concede una característica sensual de forma que su presencia excita al portador.
Cuando el autor de un libro se lo firma al lector convierte al libro en fetiche, porque el ejemplar pasa a ser diferente de los demás y a tener una característica especial.
Como ya no sé qué hacer para que este vídeo se haga viral he decido sortear un auténtico fetiche, El bustier que yo llevaba puesto - bajo el vestido rojo- la noche que gané el Nadal. Garantizo que trae suerte, como ha quedado demostrado.
Se entregará al ganador o ganadora con certificado de autenticidad y todo.
Cómo optar al sorteo:
A- Cuelga este vídeo en tu perfil de facebook, con la siguiente frase: "Me ha encantado el libro".
B- envía enlace o pantallazo
Entre todos los recibidos sortearé el bustier con su certificado de autenticidad pertinente, firmado por mí. E incluso foto con él puesto para que no haya duda”
Así que ya sabéis, ¡debajo de vuestros pantalones tenéis un auténtico diamante en bruto! Al contrario de lo que cualquier persona lógica pensaría, el que vuestra ropa interior esté usada, no resta valor, ¡lo suma!
Eso sí, si ya tenéis precedentes en esta práctica, seguramente os irá mejor. Este es el caso la insigne escritora, que el día que acudió a Sálvame Deluxe no tuvo mejor idea que traerse a plató una colección de bragas usadas que regaló a todos los allí presentes.
Usadas, doy fe… Esas manchas y círculos sospechosos son realmente difíciles de olvidar, y aún hoy en día me siguen persiguiendo en mis peores pesadillas.
Por lo que entiendo que tras el revuelo que se formó esa noche, Etxebarría haya encontrado como buen negocio sortear su ropa interior a modo de publicidad.
La única duda que tengo al respecto es si con la prenda y el certificado de autenticidad se acompañará un kit al más estilo CSI para experimentar. Ya sabéis, para recogida de muestras, análisis de fluidos… Todo muy higiénico, con mucho estilo y con mucho glamour.
Segundo paso. Si no tienes suficientes razones para hacer valer tu trabajo de cara al público, no lo dudes, la ética no da de comer, así que carga contra aquellos que ahora mismo son tus rivales dentro del mismo mercado.
Competencia desleal, ataques gratuitos… En definitivo, ¡suelta basura a mansalva!
Nuevamente, Lucía Etxebarría nos muestra cómo hacerlo. En este caso, la premio Planeta utiliza el reciente libro publicado por Belén Esteban -que ya va por la tercera edición en tan sólo unos días- como diana de su mala baba:
“El libro de Belén es otro montaje. Se lo han escrito, supongo que a partir de unas conversaciones que hayan tenido con Belén, en las que Belén, evidentemente miente. No reconoce sus verdaderas adicciones y se inventa un cuento con más o menos correlato con la realidad.
¿Que si Belén Esteban me puede demandar por escribir esto? Pues supongo que sí. Pero si yo fuera su abogada me lo pensaría antes de hacerlo, porque me parece que yo tendría bastante fácil probar ante juzgado que a) Belén no ha escrito su libro y b) Gran parte de lo que en libro se cuenta no es verdad. Y que yo tengo derecho a publicar información veraz sobre una señora que ha decidido que su vida privada es materia pública. De paso, me harían una promoción increíble.”
Por lo menos hay que reconocerle el mérito a Etxebarria ya que, desde que pisó Campamento de Verano, es la primera vez que recuerdo que este personaje haya reconocido abiertamente la finalidad de sus actos.
Enhorabuena chata, ¿ves? No es tan difícil, sólo tenías que dejar de actuar por unos segundos y destapar tus cartas…
Tercer paso. Nunca debes confiarte, y no está de más abarcar el mayor número de posibilidades que tengas a tu alcance para garantizar que tus objetivos se llevarán a cabo.
Así pues, después de sortear tus bragas usadas y poner de vuelta y media el trabajo de tus competidores, no te conformes con eso. Si lo que más deseas es estar en boca de todos, hay que mojarse un poco más, y para ello no hay nada mejor que recurrir a uno de los grandes clásicos: acusar a una mujer de haber trabajado en la profesional más antigua de la historia.
Etxebarría nos demuestra que también sabe cómo hacer eso:
“Mónica Pont ha sido prostituta de lujo, y si me quiere demandar, que me demande. Cuando yo la conocí, lo era. Y si hay que argumentarlo, lo argumento, y lo argumentaré ante un tribunal. Puedo incluso citar la presunta “agencia de modelos que gestionaba sus servicios (que ya no existe, por cierto), agencia de modelos que gestionaba los servicios de algunas amigas y que incluso en su día me lo ofreció a mí.
Jamás lo hubiera revelado, no tenía por qué, pero después de leer las lindezas que me dedica en el último ejemplar de Primera Línea resulta que me lo ha puesto en bandeja. Dado que ella ha cobrado por mentir sobre mí y yo no cobro un duro por escribir esto, en el caso de quisiera demandarme, lo tiene complicado, porque debería argumentar por qué yo debo respetar su derecho al honor si ella no respeta el mío. Y sobre todo, por qué miente sobre mí cobrando por hacerlo. Si quiere seguir, puedo también contar con qué director estaba liada cuando yo la conocí y qué me contaba el director de cine sobre sus trabajitos. Ah, y no cobraré por hacerlo. Ella sí que cobra por mentir sobre los demás. Ahí estriba la diferencia
Me has tocado los ovarios, Mónica, y cuando buscas a alguien, la acabas por encontrar.”
Es realmente curioso que esta escritora que en la reciente entrevista que le realizó Jordi Anjauma en el Canal Català se autodenomine feminista sea la primera en tener ese comportamiento tan machista con una mujer.
Sin olvidar que la propia Etxebarria hacía difusión de dicha entrevista mediante el siguiente mensaje “Si os aburrís un rato podéis ver esta entrevista, que tiene su gracia. Yo, con el modelito, tengo un poco pinta de puta de 80 euros”
Quizás para la Premio Planeta utilizar este adjetivo despectivo sea igual de normal que el no cambiarse de ropa y el no ducharse, según aseguraban sus compañeros de reality.
En fin, yo creo que no hay mejor muestra de cómo una profesional que ha conseguido recibir galardones por su trabajo, al final caiga en la más completa decadencia y frikismo, eso que tanto achaca a los demás sin darse cuenta que, en realidad, ella, quien admite con orgullo “no me gusta sentirme española” es la reina de esta baraja.
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