Anoche, tras largas horas de incertidumbre, finalmente Belén Esteban era proclamada ganadora de la tercera edición de Gran Hermano VIP por un 67,9% de los votos. Y permitidme añadir a estas alturas que, siendo justos, no podía haber sido de otra manera…
Han sido 74 intensísimos días de convivencia, y no ha habido resumen, debate o gala en la que Belén no haya sido protagonista generando la mayor parte de los videos. Y es que, le pese a quien le pese, Belén Esteban ha dado un GhVIP glorioso que siempre será recordado por sus momentos dentro de la casa.
Hay opiniones a gusto del consumidor, defensores a ultranza de la Esteban y antibelenistas, pero las cifras no engañan. Mi compañera se ha convertido en ganadora de su edición por un porcentaje aplastante y la gala final de GhVIP ha hecho historia en Telecinco con 4.919.000 espectadores y un 35,9% de share, gracias al magnífico trabajo de Mediaset, Zeppelin, Gran Hermano, y a la apasionante entrega de Belén Esteban.
Coman era relegado al tercer puesto de finalista y era el primero en hacer su aparición en plató para hacer exactamente lo mismo de siempre, hablar sin sentido no aclarando absolutamente nada. No explicó la incomprensible operación Mowgli, ni admitió su falsedad extrema con sus compañeros, ni sus patéticos numeritos contándose los dientes o bajándose los pantalones. Vamos, que nos quedamos exactamente igual y, llegados a este punto, puede que ya nos importe menos que nada.
Minutos más tarde Aguasantas y Belén Esteban llegaban a los estudios de Fuencarral, mientras seguían abiertas las líneas, para hacer frente a los videos de su paso por la casa y a los comentarios de sus compañeros.
Las redes sociales se inundaron de comentarios quejándose de la falta de protagonismo de Aguasantas quien, durante esas horas, pasó prácticamente desapercibida. Y, sinceramente, no entiendo ni los reproches ni la sorpresa.
Hagamos un breve ejercicio mental. Mientras leéis estas líneas, sin hacer uso de la hemeroteca, nombrad los momentos más importantes de Aguasantas dentro del concurso, aquellos que han marcado su paso por la casa. Sin pensar mucho, lo primero que se os pase por la cabeza.
En mi caso mi memoria saca a relucir, sin duda, aquella polémica noche en la que celebraba el cumpleaños de Ares, y esta y Santy terminaron haciéndose un selfie con peineta junto a la cama de Olvido Hormigos, y haber acudido al confesionario con el manual de Gran Hermano en la mano para acusar a Belén Esteban por el famoso teléfono rojo. Y, si me apuráis, las incontables conversaciones sobre el hijo de Raquel Bollo en las que se creía invitada del Deluxe para filtrar datos de la vida personal de este pobre chico, su vena victimista con el torero y haber dormido dada de la mano con Coman. Nada más destacaría de esta concursante, y cada uno de estos momentos fueron reflejados durante su entrevista en plató.
Entonces, ¿en qué deberían haber empleado los minutos de la noche final de GhVIP? ¿En recordar cómo Aguasantas se dedicaba a peinar a Belén Esteban en la época en la que se pasaba el 90% de las horas del día criticándola y confabulando en su contra? ¿Tendrían que haber hecho un resumen de fotogramas del número de veces que ha dicho “Déjame Coman, qué pesado eres”? Claro… Y de paso repasamos las caídas y bajadas de la bolsa de los últimos 74 días.
Por lo que, quedando ganadora, segunda o tercera finalista, Belén Esteban era por méritos propios la protagonista indiscutible de la noche. Era la concursante a la que todos esperábamos ver en plató, reaccionando ante los videos, dando explicaciones y enfrentándose a sus compañeros. Y eso fue lo que tuvimos. Exactamente lo que deseábamos, lo que tanto hemos comentado desde el salón de nuestra casa y el contenido que ha alimentados tantísimas horas de televisión.
El cara a cara de Belén con Olvido en plató era una de las cosas más ansiadas por el espectador, sobre todo después del tenso juicio ficticio de la pasada semana. La exconcejala de los Yébenes perdía los nervios por completo y hacía un triste amago de abandonar el plató mientras Belén pedía perdón a los hijos de esta y Olvido decidía no aceptarlo.
Una confrontación que seguramente dará sus frutos durante los próximos debates y que espero que se resuelva de la mejor manera posible cuando Belén haya tenido tiempo para visionar todos los videos y poder pensar tranquilamente sobre todo lo sucedido.
Sin embargo, llama mucho la atención que mientras que Olvido pretende estirar al máximo su enemistad con la de San Blas, ahora se haya vuelto amiguita de Ares y Kiko Rivera. Quizá, además de su honor, la rentabilidad económica juegue un papel clave en todo este asunto…
La única que se mantuvo en una actitud totalmente justificada y respetable fue Ángela Portero quien se derrumbaba mientras echaba en cara a su compañera el daño que le había ocasionado con sus comentarios, guardando una exquisita educación.
Comentarios a los que Ángela hizo alusión pero que prohibió a Jordi González explicar, por lo que Belén no fue capaz de contestar más que prometía ver los videos y mantener una conversación en privado con su compañera de Sálvame.
Belén se disculpó por haber mentido a sus compañeros sobre sus niveles de azúcar durante una noche en la que se los encontró en el salón hablando de ella, y estoy completamente seguro de que esta no será la única disculpa pública que lleve a cabo durante los próximos días ya que, aunque el reality haya llegado a su fin, aún queda mucha tela que cortar.
No puedo más que agradecer a las belenistas el tremendo trabajo que han llevado a cabo para que anoche pudiéramos celebrar la victoria de mi compañera. Triunfo que tuvo como punto de vital importancia la decisión que Belén hizo pública nada más conocer que se había convertido en la ganadora de su edición, aclarando que el premio será destinado a cuatro causas sociales: A Cáritas, a la labor del Padre Ángel, a la de Sor Lucía Caram y a la asociación creada por una de nuestras compañeras de Telecinco que tiene un niño con parálisis cerebral.
Una donación desinteresada que ha sido más que criticada por muchos seguidores del reality y varios compañeros de profesión. Críticas injustas e incompresibles que se basan en dos puntos: que Belén sólo intenta hacerse un lavado de imagen y que esa cantidad no es nada para lo que cobra.
Me parece indignante tener que escuchar y leer comentarios de ese calibre ante una donación a cuatro organizaciones solidarias, sacando a relucir el dinero que Belén gana o deja de ganar. Si ese gesto no tiene ninguna validez por las cantidades que Belén pueda haber ganado con su trabajo, hagamos una cosa… Que cada uno de los que critican ese gesto donen su sueldo de 2 ó 3 meses… Quizá así esas personas puedan tener un mínimo de sentido a la hora de criticar a aquellos que intentan ayudar a los demás.
¿No hay suficientes temas que poder echar en cara a Belén como para tener que enturbiar una decisión que cambiará positivamente la vida de muchísimas personas que tanto lo necesitan?
Está claro que haga lo que haga y diga lo que diga Belén siempre será criticada, eso quedó claro anoche, llegando al punto de poner verde a una persona por un acto tan sumamente honrado. Pero le pese a quien le pese, Belén Esteban ha sido coronada como la ganadora de GhVIP y disfruta del cariño de su público y de la satisfacción de su victoria, por haber sido la concursante estrella del reality. Y hoy más que nunca me siento orgulloso de haber defendido a capa y espada a mi compañera.
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