Amador Mohedano, el nuevo corre ve y dile
Después del misterio sobre dónde están los papeles de la paella de Nicky Gh6, y la polémica galleta de Montalvo en Campamento de Verano, ¡ahora tenemos el dichoso plátano de Carolina Sobe! Una auténtica absurdez en la que lo único importante es la parafernalia que se forma alrededor del tema en cuestión, sobre todo, la actitud que adopta cada uno de los implicados en esta nueva historia.
Supuestamente Carolina se habría levantado a mitad de la noche para comerse un plátano, Diego Matamoros habría sido testigo, a la mañana siguiente lo habría comentado con algunos de sus compañeros y, Amador Mohedano, pillando onda sobre el último cotilleo de la isla, habría tenido a bien propagarlo a diestro y siniestro.
Pero el intríngulis de todo este asunto, lejos de importar si la Sobe se hubiera metido entre pecho y espalda una banana furtiva, se centró en un cara a cara entre Diego Matamoros y Amador Mohedano. El hijo de mi compañero acusa al de Chipiona de mentiroso y metemierda, mientras que el ex de Rosa Benito sigue en sus trece asegurando que el propio Diego le habría contado todo lo sucedido.
En mi opinión, Diego miente y Amador metió la pata hasta el corvejón. Porque la reacción de Diego tras ser preguntado por primera vez sobre este asunto fue de lo más sospechosa, y las palabras y las caras de Chiqui terminaron de confirmar mis dudas.
Pero, si Carolina en realidad sí que se comió el polémico plátano, ¿por qué no desvelar el misterio? ¿por qué dar más importancia a la imprudencia de Amador como portera de Supervivientes que a la ingesta a escondidas de la Sobe? La solución es de lo más sencilla, porque ninguno de ellos está libre de pecado como para tirar la primera piedra, ¡todos hacen exactamente lo mismo!
En cualquier grupo formado, como en cualquier familia, existen reglas no escritas que todos siguen a pies juntillas por su propio bien. En esa isla, de cara al público, todos son buenos compañeros que reparten cada migaja de comida a partes iguales, pero la realidad es bien distinta.
No hay más que recordar cómo Vivi Figueredo engullía unos ermitaños mientras daba como excusa irse a hacer pis, e incluso el propio Yong confiesa abiertamente que la unión de los dos grupos le ha beneficiado porque, al ser más, le resulta más sencillo comer más de lo que le corresponde sin llamar la atención.
Así pues, todos los supervivientes están jugando al mismo juego y, como mucho, se tienen permitido criticarse unos a otros sin hacer demasiado jaleo, ya que, puestos a tirar de la manta, todos saldrían perjudicados.
Pero ese equilibrio se ha visto seriamente desestabilizado con la llegada de Amador Mohedano quien, a falta de nuevas historias con las que dar de hablar desde la terraza de su ático de Chipiona, el hermano de la más grande ha decidido matar el tiempo como el nuevo corre, ve y dile de Playa Uva.
¿Su error? Dan bombo a un tema en el que todos están implicados de una manera u otra. Y cuando digo todos, incluyo al señor del sombrero y la ramita en la boca, porque no hay más que echar un vistazo a los resúmenes diarios para comprobar cómo el Sr. Amador Mohedano es el primero que debería darse un puntito en la boca, ya que pocos días después de su llegada a Supervivientes, el aspirante a buscador de palos profesional tenía a bien abrirse un coco para él solo sin avisar a ninguno de sus compañeros y bebérselo sin compartir con nadie.
Entonces, ¿qué anda Amador cuchicheando entre palmeras sobre si Carolina se ha comido un plátano o se lo ha dejado de comer? ¿Acaso apellidarse Mohedano le da derecho a hacer lo que le venga en gana y apropiarse de comida aun llegando a la isla con el buche lleno, y el resto de sus compañeros que llevan días haciendo frente al hambre no tienen los mismos derechos?
Está claro que Amador no va a cambiar y nunca dejará de ver la paja en el ojo ajeno haciendo caso omiso de la viga que porta en el suyo…
Mientras, Nacho Montes hacía todo lo habido y por haber para montarse un melodrama de los que hacen historia, derramando lágrimas de sangre por las palabras que habían salido de su boca mientras, según él, se encontraba con “el periodo”. Y es que, el estilista asegura que no le gusta hablar mal de sus compañeros ni de sus amigos, algo que desde el comienzo de esta edición ha quedado bastante claro:
Sobre sus compañeros: “¡Panda de retrasados! Convivo con auténticos guarros de pocilga”
Sobre las mujeres de la isla: “Parecen cuatro ballenas”
Sobre Rafa Lomana: “Orangután, tarao, sinvergüenza”
Sobre Katia Aveiro: “¡Qué mala es la ignorancia con dinero!”
Sobre Yong Li: “A mis 19 años no era un analfabeto ni un retrasado con él, encima es cerdo y maleducado”
Sólo una pequeña muestra de la larguísima lista de perlas que Nacho Montes ha dedicado a cada uno de sus compañeros, pero el estilista no es sólo una máquina de insultos, ¡es mucho más!
Nacho es un excelente cocinero al que seguramente le otorgarán varias estrellas Michelin a su regreso a España, ya que es bien sabido la destreza suprema que requiere preparar unos pescados al fuego al estilo vuelta y vuelta, y el altísimo poder de concentración que se necesita para poder cocer adecuadamente unos puñados de arroz en una cazuela con agua.
Además, ¡el estilista es un auténtico latin lover! Lejos de la apariencia que cualquier hombre con 43 años daría al soltar todo tipo de barbaridades a chicas a las que doble su edad, Nacho es capaz de salir ileso en este aspecto, y se ha convertido en un perfecto caballero romántico capaz de describir al detalle las marranadas que haría con cualquier veinteañero ciclado que pise esa isla.
Porque Nacho Montes es un señor al que le importa muchísimo su imagen y, por ello, cuida cada una de las palabras que salen de su boca. Así pues, está claro que no está dispuesto a permitir que absolutamente nadie pueda hacer algún comentario sobre el tipo de relación existente entre él y un muchacho al que dice lavarle las zapatillas y los calzoncillos esperando a cambio que le limpie “el polvo”, creí entender… ¡Hasta ahí podíamos llegar! ¿Acaso alguien en su sano juicio no ve como algo normal el comportamiento de Nacho Montes? ¿Existe alguien que pudiera ver con malos ojos que un hombre de su misma edad le dijera a su hijo que quiere ponerle a cuatro patas? No, ¿verdad?
Pero el que sí que parece llevar bastante mal los comentarios que se han formado sobre la curiosa amistad entre Nacho y Tony, es este último, quien rompía a llorar al recordar cómo Chiqui le había dicho que “a saber lo que estaría pensado su novia” mientras que él bromeaba con Chiqui con la posibilidad de que su marido estuviera repasándose a medio Madrid en su ausencia.
Nuevamente, la lógica apunta a que si se hace cualquier alusión sobre este tema, estamos ante comentarios homófobos, pero eso sí, si cambiamos a algunos de los protagonistas de esos comentarios, todo el monte es orégano…
Por su parte, Oriana se marcaba una actuación de excepción en el plató de Supervivientes tras recibir alguna que otra crítica sobre los morreos que se había marcado con Adrián Gh14 en ausencia de su novio para, momentos más tarde, mandarle un sentido mensaje de apoyo y amor con el que el polígrafo de Conchita se habría cortocircuitado por completo.
Pero, para sumar momentos surrealistas a la ecuación, Bibiana Fernández hacía su aparición en plató, cual diva galardonada por su fantástica trayectoria, descalza y con aires de grandeza, después de no haber sido capaz de dar palo al agua durante toda su estancia en el reality y haber conseguido como único logro notable, ser la conspiradora en la sombra del complot que se formó en las anteriores nominaciones contra Carolina Sobe. ¡Bravo Bibi, te has llenado de gloria!
Un caso totalmente opuesto fue el de Suhaila, quien hacía su primera aparición en plató tras haber tenido que abandonar el reality debido a los graves problemas de salud que está sufriendo su padre, y mostraba la pena que sentía al no haber podido continuar en el concurso al que acudió con la máxima ilusión y en el que dio todo desde el minuto cero. Una verdadera lástima.
En fin, una gala repleta de altibajos en la que nuevamente Abraham se proclama líder de la semana y en la que Amador Mohedano, Nacho Montes y Viviana Figueredo resultaron nominados, mientras que Leo Margets tomó rumbo al palafito, en el que convivirá durante toda la semana junto a Rafa Lomana.
Y aunque Nacho Montes ha hecho méritos más que suficientes para ser mi elegido como el próximo expulsado de la isla, ¿para qué quitarnos de en medio a un punto clave en todas las discusiones de esta edición pudiendo mandar de vuelta a Madrid a la modelo paraguaya? Porque ¿acaso existe alguien que notara su ausencia en Honduras?
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